margaly
10-ene-2008, 12:25
¿COME USTED VERDE?
Tiempo ha que no actualizaba, pero, parafraseando al druida mariquita mas molón de la Tierra Media: “…mi nombre es Gandalf el Blanco, y en los albores de la tempestad, vuelvo a vosotros”. Pues yo no iba a ser menos.
La cosa es que ante la incontrolable avalancha de veganos, comeverdes y demás talibanes de lo ecológico, que me han rodeado por doquier en poco menos de un año, me he decidido a escribir sobre tan ilustrado asunto… y tocar un poco los huevos a quien sea, cosa que me encanta.
Seguro que ustedes también tienen uno de ellos en su familia… si, ese mismo que se hinchaba de pequeño a bocatas de nocilla y/o foiegras La Piara. Ese mismo que tuvo una época en su adolescencia en la que no sabia muy bien como salvar al mundo: si yéndose de misionero al África subsahariana (también se acepta Sudamérica) o al Ártico a salvar todas las focas anilladas que pudiese acarrear en una bolsa de viaje Louis Vuitton. Si, si, ya saben, ese que ya tiene las entradas para el Rock in Rio en Madrid… pues ese. O esa… que son mas ellas que ellos.
Como ya supondrán, me refiero, como no, a nuestros amigos “Los Verdes” (¡¡Que vienen los Verdes!!). Y yo, que soy como soy, y me gusta mezclar churras con merinas para joder un poco la marrana… pues meto a todos en el mismo saco: es decir, desde ecologistas del Barrio de Salamanca, a esos extremistas Amigos de los Animales, pasando por veganos, vegetarianos y demás dietas a medio camino de lo absurdo y de lo pretendidamente moderno (me cago en los modernos).
Así que, ¿por qué no empezar por los más peligrosos? Esto es, los Defensores de los Animales y asociaciones de esas. Aunque no es requisito imprescindible pertenecer a ninguna de ellas… precisamente algunos de los sujetos más amenazantes que he conocido y que iban de este palo, no estaban asociados siquiera. Ellos dicen defender a los animales porque les creen indefensos (me gustaría saber su opinión después de dos días en la selva amazónica con solo un machete y una cantimplora) y maltratados por el ser humano. Y la cosa es que, dicho así, en plan general, pues como que si… que tienen razón. Cierto es que en los últimos 100 años hemos provocado la desaparición de más especies animales que en los últimos 10.000, y que, como siempre, merced al beneficio económico de unos cuantos hijos de puta, pues se han cometido muchos abusos y torturas contra determinados animales en experimentos inhumanos y tal.
Por tanto, la idea teórica, pinta muy bien y es mazo de “cool” (que buen rollazo salvar crías de foca, tía), pero lo que me jode de esta panda son, principalmente, dos cosas:
Uno, resulta que el 90% de estos wannabís hablan de salvar el ecosistema y el planeta, focas y osos panda, cuando lo único que hacen es dedicarse a adoptar perros y gatos (los únicos animales que conocen de cerca…en fin) del todo mutilados, o con raras enfermedades no mortales y demás cosas repugnantes a las que ni siquiera se me ocurriría acariciar sin guantes biohazard y unos barrotes de acero de por medio. ¡¿Pero como cojones puede resultar “mono” un perro con dos patas y dos muñones?! ... y no me miren con esa cara de “eres un cerdo insensible”, solo digo lo que pienso.
Y luego resulta que cuando la mitad de ese 90% sale al campo o a la montaña, se pasan todo el día quejándose de los mosquitos, las arañas y las mierdas de vaca. ¿No querías ecosistema?... ¡Pues toma ecosistema! Ojala un día os aprisione un oso panda contra las rejas de su celda y os meta dos zarpazos bien dados, a ver si por fin os enteráis que los animales son animales, no seres humanos, y que no hay que tratarlos como a tal. Un perro siempre será mas feliz en plena naturaleza que en un piso de Madrid, Paris o Londres… panda de alelados.
Y dos, resulta que tras un tiempo de estudio, he encontrado un punto de encuentro entre todos estos ultras, y no es otro que la enormemente infantil y egoísta actitud de creer mejor a un animal que a un ser humano. Incluso anteponiendo a bichos como los gatos o los hamsters a una persona viva (no digamos ya muerta).
Hagan la prueba en sus propias casas, amiguitos. Cada vez que tu amiga la vegana (poncho Manu Chao opcional) se ponga a darte la vara con lo del maltrato animal y toda esa mierda, prueba a preguntarle por los mas de 6000 millones de personas que viven en la miseria, bajo el yugo de la esclavitud o sufriendo la misma guerra civil desde hace 25 años… su reacción ante esto, siempre es la misma: primero se quedan sin palabras al darse cuenta de que ante semejante ejemplo (quizás sacado de contexto pero totalmente valido) todos sus argumentos, y la mayoría de su ideología de Tetería se viene abajo, cual castillo de naipes. Para, a continuación, sacar lo peor de si mismos y poner el grito en el cielo, indignadísimos ellos, aduciendo que cada uno hace lo que puede o tiene a su alcance, o que si eso es descontextualizar el tema, que si la abuela fuma, etc…
Es tan admirable preocuparse por los animales como por los humanos, pero joder, la diferencia de altura moral o el beneficio (comparado) futuro al planeta que existe entre una anémona de las rocas y un ser humano… pues como que no hace falta que diga más.
No solo son unos egoístas que viven en los Mundos de Yupi (la siguiente parada después de Pueril Candidez), sino que, encima, pretenden convencernos a todos (insistentemente) de sus bondadosas intenciones. Las cuales le dan derecho a mirar por encima del hombro a todo aquel que no comulgue con sus originalísimas y revolucionarias ideas alimenticias, claro está. ¿Se habrá preguntado alguno de ellos porqué, al año 2008, aun pueden malgastar su tiempo tratando de prohibir el tradicional arte patrio del toreo? ¿No se han preguntado, que si esos fabulosos e inimitables animales ibéricos siguen aquí, y gozando de tantísima buena salud como especie, es gracias, precisamente, a las corridas de toros? Sin el toreo y el rejoneo, hace ya unas cuantas décadas que el noble Toro Bravo habría seguido la misma suerte que el Lince Ibérico… o sea, la mas patética y lenta de las desapariciones, solos y abandonados en lo poco de campo abierto que van dejando las urbanizaciones y los hoteles rurales (que son muy “in”).
Dicho queda, lo cual no me convierte en un defensor de las corridas de toros, ni mucho menos… pero hay cosas que claman al cielo, por Diox. Pensar que los animales son como los humanos, es de orates, de locos. ¿Cómo llamarían sí no a esa esquizofrenica actitud de vestir a los perritos, comprarles joyas a los gatos esos blancos, peludos y tan caros o dar de beber cerveza a un pobre asno? Esta es una más de las incongruencias surgidas del modernismo verde, que no es que sea malo o perjudicial, al contrario; pero es la gente que lo forma y su fanatismo absurdo el que convierte el “ecobuenrrollo” en una farsa para limpiar conciencias a precio de saldo y hacer muchos amigos con gafas de pasta.......
Tiempo ha que no actualizaba, pero, parafraseando al druida mariquita mas molón de la Tierra Media: “…mi nombre es Gandalf el Blanco, y en los albores de la tempestad, vuelvo a vosotros”. Pues yo no iba a ser menos.
La cosa es que ante la incontrolable avalancha de veganos, comeverdes y demás talibanes de lo ecológico, que me han rodeado por doquier en poco menos de un año, me he decidido a escribir sobre tan ilustrado asunto… y tocar un poco los huevos a quien sea, cosa que me encanta.
Seguro que ustedes también tienen uno de ellos en su familia… si, ese mismo que se hinchaba de pequeño a bocatas de nocilla y/o foiegras La Piara. Ese mismo que tuvo una época en su adolescencia en la que no sabia muy bien como salvar al mundo: si yéndose de misionero al África subsahariana (también se acepta Sudamérica) o al Ártico a salvar todas las focas anilladas que pudiese acarrear en una bolsa de viaje Louis Vuitton. Si, si, ya saben, ese que ya tiene las entradas para el Rock in Rio en Madrid… pues ese. O esa… que son mas ellas que ellos.
Como ya supondrán, me refiero, como no, a nuestros amigos “Los Verdes” (¡¡Que vienen los Verdes!!). Y yo, que soy como soy, y me gusta mezclar churras con merinas para joder un poco la marrana… pues meto a todos en el mismo saco: es decir, desde ecologistas del Barrio de Salamanca, a esos extremistas Amigos de los Animales, pasando por veganos, vegetarianos y demás dietas a medio camino de lo absurdo y de lo pretendidamente moderno (me cago en los modernos).
Así que, ¿por qué no empezar por los más peligrosos? Esto es, los Defensores de los Animales y asociaciones de esas. Aunque no es requisito imprescindible pertenecer a ninguna de ellas… precisamente algunos de los sujetos más amenazantes que he conocido y que iban de este palo, no estaban asociados siquiera. Ellos dicen defender a los animales porque les creen indefensos (me gustaría saber su opinión después de dos días en la selva amazónica con solo un machete y una cantimplora) y maltratados por el ser humano. Y la cosa es que, dicho así, en plan general, pues como que si… que tienen razón. Cierto es que en los últimos 100 años hemos provocado la desaparición de más especies animales que en los últimos 10.000, y que, como siempre, merced al beneficio económico de unos cuantos hijos de puta, pues se han cometido muchos abusos y torturas contra determinados animales en experimentos inhumanos y tal.
Por tanto, la idea teórica, pinta muy bien y es mazo de “cool” (que buen rollazo salvar crías de foca, tía), pero lo que me jode de esta panda son, principalmente, dos cosas:
Uno, resulta que el 90% de estos wannabís hablan de salvar el ecosistema y el planeta, focas y osos panda, cuando lo único que hacen es dedicarse a adoptar perros y gatos (los únicos animales que conocen de cerca…en fin) del todo mutilados, o con raras enfermedades no mortales y demás cosas repugnantes a las que ni siquiera se me ocurriría acariciar sin guantes biohazard y unos barrotes de acero de por medio. ¡¿Pero como cojones puede resultar “mono” un perro con dos patas y dos muñones?! ... y no me miren con esa cara de “eres un cerdo insensible”, solo digo lo que pienso.
Y luego resulta que cuando la mitad de ese 90% sale al campo o a la montaña, se pasan todo el día quejándose de los mosquitos, las arañas y las mierdas de vaca. ¿No querías ecosistema?... ¡Pues toma ecosistema! Ojala un día os aprisione un oso panda contra las rejas de su celda y os meta dos zarpazos bien dados, a ver si por fin os enteráis que los animales son animales, no seres humanos, y que no hay que tratarlos como a tal. Un perro siempre será mas feliz en plena naturaleza que en un piso de Madrid, Paris o Londres… panda de alelados.
Y dos, resulta que tras un tiempo de estudio, he encontrado un punto de encuentro entre todos estos ultras, y no es otro que la enormemente infantil y egoísta actitud de creer mejor a un animal que a un ser humano. Incluso anteponiendo a bichos como los gatos o los hamsters a una persona viva (no digamos ya muerta).
Hagan la prueba en sus propias casas, amiguitos. Cada vez que tu amiga la vegana (poncho Manu Chao opcional) se ponga a darte la vara con lo del maltrato animal y toda esa mierda, prueba a preguntarle por los mas de 6000 millones de personas que viven en la miseria, bajo el yugo de la esclavitud o sufriendo la misma guerra civil desde hace 25 años… su reacción ante esto, siempre es la misma: primero se quedan sin palabras al darse cuenta de que ante semejante ejemplo (quizás sacado de contexto pero totalmente valido) todos sus argumentos, y la mayoría de su ideología de Tetería se viene abajo, cual castillo de naipes. Para, a continuación, sacar lo peor de si mismos y poner el grito en el cielo, indignadísimos ellos, aduciendo que cada uno hace lo que puede o tiene a su alcance, o que si eso es descontextualizar el tema, que si la abuela fuma, etc…
Es tan admirable preocuparse por los animales como por los humanos, pero joder, la diferencia de altura moral o el beneficio (comparado) futuro al planeta que existe entre una anémona de las rocas y un ser humano… pues como que no hace falta que diga más.
No solo son unos egoístas que viven en los Mundos de Yupi (la siguiente parada después de Pueril Candidez), sino que, encima, pretenden convencernos a todos (insistentemente) de sus bondadosas intenciones. Las cuales le dan derecho a mirar por encima del hombro a todo aquel que no comulgue con sus originalísimas y revolucionarias ideas alimenticias, claro está. ¿Se habrá preguntado alguno de ellos porqué, al año 2008, aun pueden malgastar su tiempo tratando de prohibir el tradicional arte patrio del toreo? ¿No se han preguntado, que si esos fabulosos e inimitables animales ibéricos siguen aquí, y gozando de tantísima buena salud como especie, es gracias, precisamente, a las corridas de toros? Sin el toreo y el rejoneo, hace ya unas cuantas décadas que el noble Toro Bravo habría seguido la misma suerte que el Lince Ibérico… o sea, la mas patética y lenta de las desapariciones, solos y abandonados en lo poco de campo abierto que van dejando las urbanizaciones y los hoteles rurales (que son muy “in”).
Dicho queda, lo cual no me convierte en un defensor de las corridas de toros, ni mucho menos… pero hay cosas que claman al cielo, por Diox. Pensar que los animales son como los humanos, es de orates, de locos. ¿Cómo llamarían sí no a esa esquizofrenica actitud de vestir a los perritos, comprarles joyas a los gatos esos blancos, peludos y tan caros o dar de beber cerveza a un pobre asno? Esta es una más de las incongruencias surgidas del modernismo verde, que no es que sea malo o perjudicial, al contrario; pero es la gente que lo forma y su fanatismo absurdo el que convierte el “ecobuenrrollo” en una farsa para limpiar conciencias a precio de saldo y hacer muchos amigos con gafas de pasta.......