mreche
13-oct-2012, 15:58
Hola!
Me llamo Maria y tengo 22 años.
Llevo siendo vegetariana casi toda la vida, porque desde bien pequeñita me daba asco lo "hilitos" que hacía la carne, y como en mi casa mi padre era macrobiótico, a mi madre no le supuso un problema adaptar mi alimentación a una dieta vegetariana apta para niños. :)
Me crié en un colegio Adventista (aunque yo no soy religiosa), y ellos no comen algunos productos animales, y para no tener problemas en en comedor del colegio directamente no había nada animal (ni pescado, ni carne). Supongo que esto fue otro punto favorable en mi decisión de seguir siendo vegetariana durante la adolescencia.
Así que seguí siendo vegetariana durante todo el colegio y después, en bachiller como comía en casa no había ningún problema.
Por otro lado, todas mis amistades tampoco se extrañaron mucho de que hubiera decidido seguir ese camino, y nunca tuve discusiones ni nada por el estilo.
Justo antes de empezar la universidad conocí a mi pareja, y después de varios meses hablando y quedando con él, descubrí que también era vegetariano. Así que sin buscarlo ni nada, apareció en mi vida la persona con la que sigo compartiendo mi vida y que piensa y tiene unos valores como los míos.
Ahora que ya estoy acabando la universidad, me he dado cuenta de que tal vez podría hacer un poco más. Es decir, aunque soy ovo-vegetariana, no tomo leche porque soy intolerante, los huevos siempre, siempre los compro de gallinas criadas en granjas donde pueden correr a sus anchas... creo que puedo preocuparme un poco más por la forma en la que se trata a los animales. Y ya no sólo es el hecho de no comer productos derivados de animales (carne, pescado, leche, huevos, etc), sino también fijarme bien en todas las etiquetas, y en las famosas "E". Porque aunque en la etiqueta de por ejemplo unas magdalenas, ponga que no lleva huevo, ni leche, puede que una de estas "E", sea proteína de leche, que no ha sido producida de manera sintética sino que se ha extraído directamente de la leche. Con lo que al final el dinero siguen acabando en las grandes multinacionales que controlan la industria cárnica.
Todo esto empecé a planteármelo hace unos meses cuando hablando con una compañera de la universidad me dijo que porqué no quería tomar productos que llevaran leche, si no hace falta matar a la vaca para conseguirla. Y le pregunté que cómo creía que salía la leche. La vaca, no produce leche de manera normal (igual que las mujeres humanas), sólo cuando dan a luz a la ternera. Entonces se mata a esa ternera, y se aprovecha la leche. Esto me hizo darme cuenta de que la gente no sabe lo que hay relamente detrás de los bricks de leche, o de las bandejas de pechugas.
Así que aunque sólo sea una persona más quien no compre nada de origen animal, ni productos testados con animales, etc. Creo que es un paso hacia el cambio y que debemos hacernos escuchar y que la gente entienda qué pasa realmente detrás de las puertas de las fábricas.
Me llamo Maria y tengo 22 años.
Llevo siendo vegetariana casi toda la vida, porque desde bien pequeñita me daba asco lo "hilitos" que hacía la carne, y como en mi casa mi padre era macrobiótico, a mi madre no le supuso un problema adaptar mi alimentación a una dieta vegetariana apta para niños. :)
Me crié en un colegio Adventista (aunque yo no soy religiosa), y ellos no comen algunos productos animales, y para no tener problemas en en comedor del colegio directamente no había nada animal (ni pescado, ni carne). Supongo que esto fue otro punto favorable en mi decisión de seguir siendo vegetariana durante la adolescencia.
Así que seguí siendo vegetariana durante todo el colegio y después, en bachiller como comía en casa no había ningún problema.
Por otro lado, todas mis amistades tampoco se extrañaron mucho de que hubiera decidido seguir ese camino, y nunca tuve discusiones ni nada por el estilo.
Justo antes de empezar la universidad conocí a mi pareja, y después de varios meses hablando y quedando con él, descubrí que también era vegetariano. Así que sin buscarlo ni nada, apareció en mi vida la persona con la que sigo compartiendo mi vida y que piensa y tiene unos valores como los míos.
Ahora que ya estoy acabando la universidad, me he dado cuenta de que tal vez podría hacer un poco más. Es decir, aunque soy ovo-vegetariana, no tomo leche porque soy intolerante, los huevos siempre, siempre los compro de gallinas criadas en granjas donde pueden correr a sus anchas... creo que puedo preocuparme un poco más por la forma en la que se trata a los animales. Y ya no sólo es el hecho de no comer productos derivados de animales (carne, pescado, leche, huevos, etc), sino también fijarme bien en todas las etiquetas, y en las famosas "E". Porque aunque en la etiqueta de por ejemplo unas magdalenas, ponga que no lleva huevo, ni leche, puede que una de estas "E", sea proteína de leche, que no ha sido producida de manera sintética sino que se ha extraído directamente de la leche. Con lo que al final el dinero siguen acabando en las grandes multinacionales que controlan la industria cárnica.
Todo esto empecé a planteármelo hace unos meses cuando hablando con una compañera de la universidad me dijo que porqué no quería tomar productos que llevaran leche, si no hace falta matar a la vaca para conseguirla. Y le pregunté que cómo creía que salía la leche. La vaca, no produce leche de manera normal (igual que las mujeres humanas), sólo cuando dan a luz a la ternera. Entonces se mata a esa ternera, y se aprovecha la leche. Esto me hizo darme cuenta de que la gente no sabe lo que hay relamente detrás de los bricks de leche, o de las bandejas de pechugas.
Así que aunque sólo sea una persona más quien no compre nada de origen animal, ni productos testados con animales, etc. Creo que es un paso hacia el cambio y que debemos hacernos escuchar y que la gente entienda qué pasa realmente detrás de las puertas de las fábricas.