Carga policial en concentración. Pantano de Yesa. Intento de expropiación.

[Amaryi]

El nuevo intento de expropiación de Artieda acaba con una decena de heridos

Los habitantes de la localidad se han concentrado para protestar contra la expropiación e impedir que se levantaran las actas de ocupación en 62 hectáreas y los antidisturbios han cargado contra ellos.

Como ya ocurriera hace pocas semanas, los vecinos de la localidad zaragozana de Artieda han vuelto a concentrarse este miércoles frente al puente de acceso al municipio. Sin embargo, en esta ocasión la protesta no se ha saldado de forma pacífica y ha acabado con una decena de vecinos heridos de carácter leve, ya que los antidisturbios de la Guardia Civil han cargado contra ellos después de advertirles en varias ocasiones que no impidieran el paso a los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Según fuentes de la Guardia Civil, al menos dos agentes también han resultado heridos en el enfrentamiento.

Los trabajadores del órganismo gestor de la cuenca intentaban levantar las actas para expropiar 60 hectáreas para las obras del recrecimiento del pantano de Yesa, en las que también se pretende construir un camino para bajar los materiales necesarios al cuerpo de la presa, situado en el término municipal de Sigüés. Finalmente no han logrado su objetivo, por lo que el alcalde de Artieda ha firmado un acta manifestando que ningún vecino acepta de forma voluntaria la expropiación, por lo que el siguiente paso podría ser la expropiación forzosa de los terrenos.

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Según informa la agencia Efe más de un centenar de personas, entre vecinos de Artieda y de poblaciones afectadas por otras obras hidráulicas, se han concentrado antes de las 10.00.

"No más pueblos como Tiermas, Escó, Ruesta, La Peña, Morillo de Tou, Mediano, Ligüerre, Itoiz, Lavelilla o Lanuza", entre otros, era la pancarta que encabezaba la concentración pacífica de los vecinos antes de la llegada de varios coches de antidisturbios y de los funcionarios de la CHE mientras un helicóptero sobrevolaba la zona.
"Aquí hay vida, Yesa no", "Fuera", "Ni se os quiere ni se os necesita" o "Tenéis el corazón lleno de hormigón", han sido los gritos con los que los vecinos han recibido a la Guardia Civil cuando se ha acercado a ellos para pedirles que desalojaran la vía.

Posteriormente, se ha dado lectura a un manifiesto recordando algunos de los pueblos que se encuentran deshabitados por la construcción de un embalse y posteriormente la Guardia Civil ha lanzado el primer aviso para que desalojaran en cinco minutos, a lo que los vecinos han respondido con cantos del "No nos moverán" y de "Yesa no".

Tras tres avisos infructuosos, los antidisturbios han cargado contra los vecinos y les han golpeado mientras algunos de los presentes, como el presidente de Coagret, Valentín Cazaña, o el diputado de CHA por el Alto Aragón, Joaquín Palacín, han llamado al presidente de la CHE y a la delegación de gobierno en Zaragoza para tratar de evitar la carga policial y hacerles responsables de lo sucedido.

Las personas concentradas han cantado el "Himno a la libertad" de José Antonio Labordeta mientras continuaba la tensión y finalmente el alcalde, Javier Jiménez, ha firmado un acta de no comparecencia de los propietarios de las tierras y de él mismo para la firma de las expropiaciones y los agentes han abandonado el pueblo.
Las personas heridas se han desplazado después al centro de salud de Berdún para curarse y levantar un parte de lesiones.

El alcalde ha expresado a los medios de comunicación su malestar por lo sucedido y ha apuntado que "no lo esperaban" y que se podía haber evitado "simplemente dándose la vuelta porque ellos tienen la fortaleza", toda vez que ha señalado que los vecinos han impedido el paso "porque están defendiendo sus tierras" y han mostrado su disconformidad con este acto.

A este respecto ha recordado que la CHE seguirá con la expropiación de 60 hectáreas y ha indicado que "sólo necesitan seis" para hacer el camino de las obras, algo que "todavía nos causa más indignación" y ante lo que presentarán un recurso contencioso administrativo, ha anunciado.
"La Ley de Expropiación Forzosa dice que tienen que expropiar lo mínimo e imprescindible para la obra", ha apuntado, y en este caso "son 60 hectáreas y no 6" las que se quieren expropiar.

El alcalde ha añadido que "no sabía" si tomará algún tipo de medidas contra esta carga policial porque "nunca se había dado esta situación" en los actos de oposición al recrecimiento de Yesa.

Fuente: Heraldo de Aragón. 10 de Octubre de 2012