Cotorra
22-jul-2012, 22:11
El deplorable Zoológico de la Habana es una institución donde se enseña a despreciar a los animales.
Encarcelados en pequeñas jaulas, en un ambiente hediondo de heces, yacen expuestos a la agresión del clima y de los visitantes. No hay que ser especialista para comprender que están estresados.
Los niños que visitan el parque reciben una lección básica de insensibilidad: del diferente o del inferior podemos disponer a gusto.
En otros sitios del planeta las sociedades protectoras de animales frenan u obstruyen los intereses del Estado o las empresas, pero en Cuba, por las mismas razones que apenas existe Sociedad Civil, tampoco existe (que yo conozca) una sociedad protectora de animales que denuncie y se oponga abiertamente a lo que sucede a la vista de todos en el Zoológico de la Habana.
Sorprende entonces que un país que carece de los mecanismos legales y los recursos económicos para proteger a los animales, sea el destino de 146 mamíferos exóticos donados por Namibia y procedentes de los Parques Naturales de esa nación. El proyecto se denomina Arca de Noe II, y las criaturas comenzarán a llegar en octubre.
Diversas organizaciones han criticado fuertemente a Namibia por esta donación, pero Miguel Abud Soto, director del zoológico que acogerá a los mamíferos (el Nacional, no el de la Habana), expresó a la prensa de Namibia que los animales gozarán de semi-libertad.
Ciertamente el zoológico Nacional es diferente, al menos en su concepción, al de la Habana, pero Abud Soto hubiera sido más exacto diciendo que la jaula será holgada y al aire libre.
El diario Juventud Rebelde, que de rebelde tiene lo que yo de panadero, comentó la noticia de manera festiva, sin hacer la menor referencia a las protestas internacionales, al peligro que correrán las criaturas en el viaje, al deplorable estado de nuestros parques zoológicos etc.
Es decir, el Juventud Rebelde no cuestionó ni tantico así la decisión, porque los mismos que la tomaron son los que controlan el diario.
El traslado de animales desde África con destino a los zoológicos de cualquier parte del mundo es uno de los factores que contribuye a la extinción y el despoblamiento de los Parque Naturales de ese empobrecido continente, que desde 1970 ha visto disminuir en un 60% su población de mamíferos.
Notas:
1-Una de las protestas procede de la Sociedad Sudafricana de Prevención contra la Crueldad con Animales (NSPCA). En su comunicado ellos expresaron: “Es triste constatar que estos animales serán retirados de su habitat natural y enviados a un país extranjero para ellos, donde serán privados de su libertad y pasarán a ser totalmente dependientes de los seres humanos”.
2- El estado de opinión de los cubanos con respecto al tratamiento que reciben los animales en los zoológico del país se refleja bien en los comentarios del artículo citado del Juventud Rebelde.
3-En la foto pueden ver a una chimpancé adulta acostada. Probablemente no se note mucho pero en la boca tiene un tubito plástico de chupa-chupa, y en la mano sostiene una lata de cola.
4-La pozeta verde y sucia, llena de latas y bolsas de plástico, es el charquito inmundo del triste hueco donde habita el oso.
Encarcelados en pequeñas jaulas, en un ambiente hediondo de heces, yacen expuestos a la agresión del clima y de los visitantes. No hay que ser especialista para comprender que están estresados.
Los niños que visitan el parque reciben una lección básica de insensibilidad: del diferente o del inferior podemos disponer a gusto.
En otros sitios del planeta las sociedades protectoras de animales frenan u obstruyen los intereses del Estado o las empresas, pero en Cuba, por las mismas razones que apenas existe Sociedad Civil, tampoco existe (que yo conozca) una sociedad protectora de animales que denuncie y se oponga abiertamente a lo que sucede a la vista de todos en el Zoológico de la Habana.
Sorprende entonces que un país que carece de los mecanismos legales y los recursos económicos para proteger a los animales, sea el destino de 146 mamíferos exóticos donados por Namibia y procedentes de los Parques Naturales de esa nación. El proyecto se denomina Arca de Noe II, y las criaturas comenzarán a llegar en octubre.
Diversas organizaciones han criticado fuertemente a Namibia por esta donación, pero Miguel Abud Soto, director del zoológico que acogerá a los mamíferos (el Nacional, no el de la Habana), expresó a la prensa de Namibia que los animales gozarán de semi-libertad.
Ciertamente el zoológico Nacional es diferente, al menos en su concepción, al de la Habana, pero Abud Soto hubiera sido más exacto diciendo que la jaula será holgada y al aire libre.
El diario Juventud Rebelde, que de rebelde tiene lo que yo de panadero, comentó la noticia de manera festiva, sin hacer la menor referencia a las protestas internacionales, al peligro que correrán las criaturas en el viaje, al deplorable estado de nuestros parques zoológicos etc.
Es decir, el Juventud Rebelde no cuestionó ni tantico así la decisión, porque los mismos que la tomaron son los que controlan el diario.
El traslado de animales desde África con destino a los zoológicos de cualquier parte del mundo es uno de los factores que contribuye a la extinción y el despoblamiento de los Parque Naturales de ese empobrecido continente, que desde 1970 ha visto disminuir en un 60% su población de mamíferos.
Notas:
1-Una de las protestas procede de la Sociedad Sudafricana de Prevención contra la Crueldad con Animales (NSPCA). En su comunicado ellos expresaron: “Es triste constatar que estos animales serán retirados de su habitat natural y enviados a un país extranjero para ellos, donde serán privados de su libertad y pasarán a ser totalmente dependientes de los seres humanos”.
2- El estado de opinión de los cubanos con respecto al tratamiento que reciben los animales en los zoológico del país se refleja bien en los comentarios del artículo citado del Juventud Rebelde.
3-En la foto pueden ver a una chimpancé adulta acostada. Probablemente no se note mucho pero en la boca tiene un tubito plástico de chupa-chupa, y en la mano sostiene una lata de cola.
4-La pozeta verde y sucia, llena de latas y bolsas de plástico, es el charquito inmundo del triste hueco donde habita el oso.