hachika
18-jul-2012, 15:11
Buenas tardes:
Quería contaros lo que me ocurrió el otro día que fue la primera vez que fui a un restaurante desde que hace una semana me hice vegana (aunque creo que lo era ya desde pequeña y no me dejaron serlo antes).
Eramos 4 personas, 2 de las cuales pidieron platos con carne y otras dos entre las que me incluyo champiñones a la plancha, patatas asadas y mazorcas de maíz.
En la mesa de al lado había dos chicos jóvenes que estaban comiendo lo mismo aunque no distinguía qué era. En un momento de la comida hablaba tranquilamente con mis familiares (los que estaban comiendo carne) del maltrato animal, de lo innecesario de quitar vidas para alimentarnos cuando existen otras alternativas y de que no deberíamos comer alimentos a través de otros cuerpos.
Un rato después vi que uno de los chicos de la otra mesa que estaba del lado contrario (es decir, enfrente de mí pero en diagonal) dejó de comer de repente y me miraba todo el rato muy fijamente. Me sorprendía que lo hiciera. Su mirada no era agresiva, parecía como si estuviera pensando algo, como si quisiera acercarse a hacerme alguna pregunta. Pidieron la cuenta y entonces supe lo que estaban comiendo: Dos platos de pollo al curry. Entonces asocié lo que había dicho yo respecto a la carne con el momento en que vi que dejó de comer. Hasta que se fue siguió mirándome.
Al irme de allí pensé que a veces podemos influir en los demás sin darnos cuenta y aunque no sea nuestra intención hacerlo. Algo de lo que dije hizo que parara de comer de repente y que me mirara como lo hizo de esa forma tan extraña.
"A veces cuando crees que tienes todas las respuestas llega el universo y te cambia todas las preguntas".
Quería contaros lo que me ocurrió el otro día que fue la primera vez que fui a un restaurante desde que hace una semana me hice vegana (aunque creo que lo era ya desde pequeña y no me dejaron serlo antes).
Eramos 4 personas, 2 de las cuales pidieron platos con carne y otras dos entre las que me incluyo champiñones a la plancha, patatas asadas y mazorcas de maíz.
En la mesa de al lado había dos chicos jóvenes que estaban comiendo lo mismo aunque no distinguía qué era. En un momento de la comida hablaba tranquilamente con mis familiares (los que estaban comiendo carne) del maltrato animal, de lo innecesario de quitar vidas para alimentarnos cuando existen otras alternativas y de que no deberíamos comer alimentos a través de otros cuerpos.
Un rato después vi que uno de los chicos de la otra mesa que estaba del lado contrario (es decir, enfrente de mí pero en diagonal) dejó de comer de repente y me miraba todo el rato muy fijamente. Me sorprendía que lo hiciera. Su mirada no era agresiva, parecía como si estuviera pensando algo, como si quisiera acercarse a hacerme alguna pregunta. Pidieron la cuenta y entonces supe lo que estaban comiendo: Dos platos de pollo al curry. Entonces asocié lo que había dicho yo respecto a la carne con el momento en que vi que dejó de comer. Hasta que se fue siguió mirándome.
Al irme de allí pensé que a veces podemos influir en los demás sin darnos cuenta y aunque no sea nuestra intención hacerlo. Algo de lo que dije hizo que parara de comer de repente y que me mirara como lo hizo de esa forma tan extraña.
"A veces cuando crees que tienes todas las respuestas llega el universo y te cambia todas las preguntas".