animal_es
05-dic-2007, 13:31
Justo en ese momento. Justo en ese en el que se empiezan a escuchar las ruedecitas de las mochilas escolares rodando calle abajo, y algunos coches rugen casi silenciosos, y se dejan caer algunas voces roncas. Justo ahí. Desperté tras una noche extendida. Fui directamente a la ducha, de ahí a mis pantalones vaqueros y mi jerséy gris de cuello alto. Los guantes. La espuma de la leche de soja bordeando mi taza. El abrigo.
Espero al ascensor que prolonga su viaje hasta mí en el tiempo y me desespera. Entonces sucede. Todo lo que encuentro una vez abro el portal es inusual y nuevo. Las calles han dejado de ser recónditas y frías, ha desaparecido la zapatería de piel de ternera y vaca que hay a pocos pasos de mi puerta, tampoco hay rastro alguno de la peletería que albergaba antes las pieles de anónimos, si me dirijo al mercado (por curiosidad) no dan mis ojos con los miles de ojitos de peces o conejos que habitualmente encuentro, ni hay pedazos deformes de alguienes en las vitrinas, no huele más que a frutas allá adentro (en el mercado), que multicolores y ordenadas colorean extrañamente el paisaje, algunos pasean por mi lado y al analizar sus vestimentas, sus zapatos y bolsos no hallo rastro alguno de pieles, los bares de tapas tan típicos en Andalucía han sido sustituídos por acogedores barecillos veganos, ni huella alguna de animales no humanos abandonados, las plazas en las que los toros encuentran la muerte han sido derruidas y en su lugar encuentro parques frondosos y retorcidos o bien bibliotecas y teatros, y los circos han dejado de raptar animales para dar paso a los acróbatas que saltan de un lado a otro...Allá a lo lejos, si me pongo de puntillas diviso cientos y miles de Santuarios Animales, donde millones de ellos disfrutan, se deleitan, no son utilizados, se comportan cómo lo que son: leones, tigres, cerditos, vacas, pollos, pavos, ratones, loros, perros, patos...Se retuercen de placer compartiendo juegos con los suyos, los terneros aprenden a caminar arrimados a sus madres...
La esclavitud ha cesado. El respeto y el sentido de lo justo ha calado finalmente en las sociedades.
De pronto experimento un regocijo interior muy intenso, que impulsa a mis pies a correr, para ver en el trayecto cómo los ayer explotados son hoy felices, cómo se han trastocado las tradiciones y los hábitos, cómo la gente se mira convencida de que ahora si que son justas/os.
Pero no sé si todo lo capturado por mis ojos es real o es sencillamente una mala pasada del deseo, de lo que estoy segura es de que esta imagen llegará en cualquier momento y pillará a muchos y muchas desprevenidos/as...
Espero al ascensor que prolonga su viaje hasta mí en el tiempo y me desespera. Entonces sucede. Todo lo que encuentro una vez abro el portal es inusual y nuevo. Las calles han dejado de ser recónditas y frías, ha desaparecido la zapatería de piel de ternera y vaca que hay a pocos pasos de mi puerta, tampoco hay rastro alguno de la peletería que albergaba antes las pieles de anónimos, si me dirijo al mercado (por curiosidad) no dan mis ojos con los miles de ojitos de peces o conejos que habitualmente encuentro, ni hay pedazos deformes de alguienes en las vitrinas, no huele más que a frutas allá adentro (en el mercado), que multicolores y ordenadas colorean extrañamente el paisaje, algunos pasean por mi lado y al analizar sus vestimentas, sus zapatos y bolsos no hallo rastro alguno de pieles, los bares de tapas tan típicos en Andalucía han sido sustituídos por acogedores barecillos veganos, ni huella alguna de animales no humanos abandonados, las plazas en las que los toros encuentran la muerte han sido derruidas y en su lugar encuentro parques frondosos y retorcidos o bien bibliotecas y teatros, y los circos han dejado de raptar animales para dar paso a los acróbatas que saltan de un lado a otro...Allá a lo lejos, si me pongo de puntillas diviso cientos y miles de Santuarios Animales, donde millones de ellos disfrutan, se deleitan, no son utilizados, se comportan cómo lo que son: leones, tigres, cerditos, vacas, pollos, pavos, ratones, loros, perros, patos...Se retuercen de placer compartiendo juegos con los suyos, los terneros aprenden a caminar arrimados a sus madres...
La esclavitud ha cesado. El respeto y el sentido de lo justo ha calado finalmente en las sociedades.
De pronto experimento un regocijo interior muy intenso, que impulsa a mis pies a correr, para ver en el trayecto cómo los ayer explotados son hoy felices, cómo se han trastocado las tradiciones y los hábitos, cómo la gente se mira convencida de que ahora si que son justas/os.
Pero no sé si todo lo capturado por mis ojos es real o es sencillamente una mala pasada del deseo, de lo que estoy segura es de que esta imagen llegará en cualquier momento y pillará a muchos y muchas desprevenidos/as...