Cotorra
27-jun-2012, 12:38
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Muñecos de madera pintada realizados en Checoslovaquia en 1930 por Minka Podhájská (Museum of Decorative Arts, Prague)
■El Museo de Arte Moderno de Nueva York despliega medio millar de objetos fabricados pensando en los críos.
■"El siglo del niño, 1900-2000" repasa las filosofías del diseño infantil: desde las utópicas y vanguardistas hasta las relacionadas con la explotación.
■Es una de las mayores exposiciones montadas nunca en torno al tema.
Uno de los museos de arte moderno más atrevidos del mundo, el MoMA de Nueva York (EE UU), se convierte este verano en un patio de juegos. La exposición Century of the Child: Growing by Design, 1900-200 (El siglo del niño: el crecimiento diseñado, 1900-2000) explora el diseño infantil durante el siglo XX, analiza sus triunfos y fracasos y repasa todas las escuelas en liza a lo largo de la centuria, desde las utopías y vanguardias hasta los movimientos contra la explotación de la infancia.
La muestra del Museo de Arte Moderno de la ciudad estadounidense es una de las mayores organizadas nunca en torno a una disciplina, el diseño industrial y gráfico dirigido a los niños, compleja e influida por condicionantes económicos, políticos, artísticos y sociales. Los responsables del MoMA quieren examinar "las visiones individuales y colectivas del mundo material de los niños, desde los sueños utópicos de los ciudadanos del futuro hasta la obscura realidad de los conflictos políticos y la explotación".
Libertad y creatividad únicas
Century of the Child, que compila más de medio millar de objetos (juguetes, muebles, dibujos, cartelería, vestuario...), algunos nunca antes llevados a un museo, muestra como los niños, entendidos como público u objetivo comercial, han sido objeto del "interés, las ambiciones y las actividades" de los arquitectos y diseñadores modernos, los más vanguardistas y atrevidos de los cuales encontraron en ellos un área de trabajo de "libertad y creatividad únicas".
La exposición —en cartel desde el 19 de julio al 5 de noviembre— toma como punto de partida e inspiración el manifiesto El siglo del niño, publicado en 1900 por la psicóloga y pedagoga sueca Ellen Key, precursora de la idea de los derechos del niño. Key destacó la importancia educativa de "exponer a los hijos a las realidades diarias" para que aprendan "a ser útiles en el hogar, a crear sus propios placeres y también a aceptar sus propios castigos", porque "tienen que aprender a ser responsables desde su más tierna infancia" mediante "pocas restricciones pero firmes".
El formato que ha elegido el MoMA es cronológico, con siete grandes secciones. La primera New Century, New Child, New Art (Nuevo siglo, nuevos niños, nuevo arte) abarca desde 1900 hasta la I Guerra Mundial, un lapso durante el cual muchos diseñadores, escritores y pensadores abrazaron la idea de que los niños eran el símbolo viviente de los cambios que las sociedades aguardaban con el tránsito de milenio.
La 'invención' del jardín de infancia
Como resultado de esta sensibilidad, en los centros creativos emergentes —Chicago, Glasgow, Roma, Viena, Budapest...— surgió la causa del derecho infantil al bienestar y la educación y el arte, en especial los movimientos del Arts and Crafts y el Art Nouveau comenzaron a interesarse por el diseño dirigio a los niños. En esta sección hay piezas relacionadas con la idea humanística del jardin de infancia del pedagogo alemán Friedrich Froebel y diseños de, entre otros, Charles Rennie Mackintosh.
En Avant-garde Playtime (Juegos avant-garde), dedicada a las décadas de los años veinte y treinta, la exposición presenta diseños de la Bauhaus, muñecos de Sophie Taeuber-Arp, juguetes de Ladislav Sutnar y piezas de vestuario del futurista Giacomo Balla. La tercera sección Light, Air, Health (Luz, aire, salud) se centra en la influencia del modernismo y las corrientes higienistas de salud pública que florecieron a su amparo y trajeron consigo diseños donde relucían la simpleza y los beneficios de la educación física. Entre los elementos que destacan figuran sillas para niños de Marcel Breuer y Alvar Aalto.
Los niños en la II Guerra Mundial
Children and the Body Politic (Los niños y el cuerpo político) se detiene en el papel de la infancia durante la II Guerra Mundial y sus años previos, cuando, como símbolos de las vida doméstica, la identidad nacional y el futuro, los niños se convirtieron en uno de los motivos centrales de la propaganda bélica o antibélica. Destacan fotos del soviético Aleksandr Rodchenko y juguetes diseñados en la Alemania nazi.
En Regeneration (Regeneración) se repasan los años del baby boom y la "exuberante" aparición de los niños en público. El diseño de juguetes, marcado por frecuentes expresiones racistas o discriminatorias hacia la condición femenina, adquiere categoría seudocientífica, con la llegada de psicólogos y educadores para participar en el proceso. La explosión del mercado del juguete culmina enlos años seseta y setenta, a los que está dedicada la sexta sección, Power Play (El poder del juguete).
Finalmente, Designing Better Worlds (Diseñando mundos mejores) se detiene en la extensión de filosofías de avance social en el diseño infantil. Se exhiben, por ejemplo, juguetes ideados y fabricados por niños de Sudáfrica.
Muñecos de madera pintada realizados en Checoslovaquia en 1930 por Minka Podhájská (Museum of Decorative Arts, Prague)
■El Museo de Arte Moderno de Nueva York despliega medio millar de objetos fabricados pensando en los críos.
■"El siglo del niño, 1900-2000" repasa las filosofías del diseño infantil: desde las utópicas y vanguardistas hasta las relacionadas con la explotación.
■Es una de las mayores exposiciones montadas nunca en torno al tema.
Uno de los museos de arte moderno más atrevidos del mundo, el MoMA de Nueva York (EE UU), se convierte este verano en un patio de juegos. La exposición Century of the Child: Growing by Design, 1900-200 (El siglo del niño: el crecimiento diseñado, 1900-2000) explora el diseño infantil durante el siglo XX, analiza sus triunfos y fracasos y repasa todas las escuelas en liza a lo largo de la centuria, desde las utopías y vanguardias hasta los movimientos contra la explotación de la infancia.
La muestra del Museo de Arte Moderno de la ciudad estadounidense es una de las mayores organizadas nunca en torno a una disciplina, el diseño industrial y gráfico dirigido a los niños, compleja e influida por condicionantes económicos, políticos, artísticos y sociales. Los responsables del MoMA quieren examinar "las visiones individuales y colectivas del mundo material de los niños, desde los sueños utópicos de los ciudadanos del futuro hasta la obscura realidad de los conflictos políticos y la explotación".
Libertad y creatividad únicas
Century of the Child, que compila más de medio millar de objetos (juguetes, muebles, dibujos, cartelería, vestuario...), algunos nunca antes llevados a un museo, muestra como los niños, entendidos como público u objetivo comercial, han sido objeto del "interés, las ambiciones y las actividades" de los arquitectos y diseñadores modernos, los más vanguardistas y atrevidos de los cuales encontraron en ellos un área de trabajo de "libertad y creatividad únicas".
La exposición —en cartel desde el 19 de julio al 5 de noviembre— toma como punto de partida e inspiración el manifiesto El siglo del niño, publicado en 1900 por la psicóloga y pedagoga sueca Ellen Key, precursora de la idea de los derechos del niño. Key destacó la importancia educativa de "exponer a los hijos a las realidades diarias" para que aprendan "a ser útiles en el hogar, a crear sus propios placeres y también a aceptar sus propios castigos", porque "tienen que aprender a ser responsables desde su más tierna infancia" mediante "pocas restricciones pero firmes".
El formato que ha elegido el MoMA es cronológico, con siete grandes secciones. La primera New Century, New Child, New Art (Nuevo siglo, nuevos niños, nuevo arte) abarca desde 1900 hasta la I Guerra Mundial, un lapso durante el cual muchos diseñadores, escritores y pensadores abrazaron la idea de que los niños eran el símbolo viviente de los cambios que las sociedades aguardaban con el tránsito de milenio.
La 'invención' del jardín de infancia
Como resultado de esta sensibilidad, en los centros creativos emergentes —Chicago, Glasgow, Roma, Viena, Budapest...— surgió la causa del derecho infantil al bienestar y la educación y el arte, en especial los movimientos del Arts and Crafts y el Art Nouveau comenzaron a interesarse por el diseño dirigio a los niños. En esta sección hay piezas relacionadas con la idea humanística del jardin de infancia del pedagogo alemán Friedrich Froebel y diseños de, entre otros, Charles Rennie Mackintosh.
En Avant-garde Playtime (Juegos avant-garde), dedicada a las décadas de los años veinte y treinta, la exposición presenta diseños de la Bauhaus, muñecos de Sophie Taeuber-Arp, juguetes de Ladislav Sutnar y piezas de vestuario del futurista Giacomo Balla. La tercera sección Light, Air, Health (Luz, aire, salud) se centra en la influencia del modernismo y las corrientes higienistas de salud pública que florecieron a su amparo y trajeron consigo diseños donde relucían la simpleza y los beneficios de la educación física. Entre los elementos que destacan figuran sillas para niños de Marcel Breuer y Alvar Aalto.
Los niños en la II Guerra Mundial
Children and the Body Politic (Los niños y el cuerpo político) se detiene en el papel de la infancia durante la II Guerra Mundial y sus años previos, cuando, como símbolos de las vida doméstica, la identidad nacional y el futuro, los niños se convirtieron en uno de los motivos centrales de la propaganda bélica o antibélica. Destacan fotos del soviético Aleksandr Rodchenko y juguetes diseñados en la Alemania nazi.
En Regeneration (Regeneración) se repasan los años del baby boom y la "exuberante" aparición de los niños en público. El diseño de juguetes, marcado por frecuentes expresiones racistas o discriminatorias hacia la condición femenina, adquiere categoría seudocientífica, con la llegada de psicólogos y educadores para participar en el proceso. La explosión del mercado del juguete culmina enlos años seseta y setenta, a los que está dedicada la sexta sección, Power Play (El poder del juguete).
Finalmente, Designing Better Worlds (Diseñando mundos mejores) se detiene en la extensión de filosofías de avance social en el diseño infantil. Se exhiben, por ejemplo, juguetes ideados y fabricados por niños de Sudáfrica.