Cotorra
18-jun-2012, 09:10
La Asociación de Personas con Enfermedad Mental de Ávila culmina este jueves sus paseos con los perros de la Protectora, una iniciativa pionera
http://www.leonoticias.com/frontend/leonoticias/fotos/imagen.php?filename=fichero_74571_20120617.jpg&ancho=358&alto=190&corto=0
Los chicos de Faema durante uno de los paseos con perros de la Protectora de Animales de Ávila.
Quique, Sonsoles, Félix, Gustavo y Francisco bajan de la furgoneta en la que, como otros jueves, han viajado hasta la Protectora de animales de Ávila ‘Huellas’ donde les esperan Milena, Oliver o Nando. Son los perros con los que en los últimos tres meses han compartido paseos por el campo y con los que han establecido ya una relación de amistad. Todos ellos forman parte de Faema, la Asociación de Familiares, Amigos y Personas con Discapacidad por Enfermedad Mental de Ávila que el pasado mes de marzo inició un nuevo programa en colaboración con la Protectora.
Faema se propuso probar esta experiencia que ya se ha llevado a cabo con otro tipo de discapacidades con resultados satisfactorios y que, según la información que manejan, es pionera al menos en Castilla y León. Desde el mes de marzo, en jueves alternos, 18 chicos de la Asociación dan un paseo por el campo con perros de ‘Huellas’; un paseo que les sirve de terapia.
Así lo explica en declaraciones a Ical, la educadora de Faema, Verónica Raflús, que detalla los aspectos de esta caminata que influyen no sólo en mejorar el día a día de las personas con enfermedad mental sino también en la percepción que de ellos tiene la sociedad, aún dañada a costa de los prejuicios.
A través de este paseo, cada una de estas personas se hace responsable de otro ser vivo, se hace cargo de su perro (siempre llevan el mismo), lo educa, lo protege y lo cuida. Por este motivo, ejercitar este sentido de la responsabilidad cobra una gran importancia para estas personas, ya que debido a su enfermedad muchas veces son alejadas de él.
Gracias a la aproximadamente hora y media que caminan al aire libre, por el paraje que rodea a la Protectora, se fomenta el estado de relajación de los chicos de Faema. La sensación de libertad y de autonomía de la que disfrutan las personas con enfermedad mental durante el paseo contribuye a crear un clima de tranquilidad y relax “muy importante para este colectivo”, apunta la educadora, porque ayuda a controlar los estados alterados que en ocasiones padecen algunos de ellos.
Al tratarse de una actividad a la que las 18 personas que participan se han apuntado de forma voluntaria, se trabaja también con el concepto del voluntariado que en esta ocasión ellos practican con los perros, por lo que dejan de convertirse en meros receptores de una actividad voluntaria para convertirse en actores. Son ellos los que desarrollan una labor social con los animales, además de practicar también ejercicio físico y por tanto, una vida saludable.
La mayoría de los que han participado en este programa se confiesan amantes de los animales y al hacer balance de las mañanas de jueves que han pasado con estos perros no dudan en afirmar que se han convertido en sus amigos. Sonsoles, por ejemplo, agradece lo “tierna” que es la perra de la que se ha encargado este tiempo y el cariño que se han dado mutuamente. “Los perros disfrutan del campo y nosotros con ellos” añade Gustavo, que saca un peine del bolsillo para salir bien en la foto y que confiesa que no le gusta el nombre de su perro, Nando, porque “es nombre de humano”.
A pesar de que en un principio estas personas con enfermedad mental se mostraban un tanto reacias a ser partícipes de esta experiencia, los resultados han sido totalmente satisfactorios, afirma Verónica, que da por conseguidos todos los objetivos que se plantearon. Por ello, la educadora confía en que después de la ‘prueba piloto’ el programa pueda repetirse al menos durante la primavera, ya que durante el invierno las duras condiciones climatológicas de Ávila lo harían inviable.
Prejuicios
Actividades como estos paseos terapéuticos con perros contribuyen también a normalizar la imagen que la sociedad tiene de las personas con enfermedad mental y a ir eliminando los prejuicios que aún perduran. El principal, señala Verónica, que se les etiquete como personas agresivas y violentas; algo que entre otras cosas, limita mucho sus posibilidades de acceso al mercado laboral.
Las personas que se apuntaron a los paseos padecen patologías como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el trastorno de personalidad, pero al igual que ocurre con otras enfermedades, si se respetan las pautas de la medicación no tiene por qué haber ningún problema en las relaciones con los demás. Aún así, la educadora se muestra un tanto escéptica ante la idea de que se erradique por completo la mala costumbre de agrupar bajo el epíteto de “loco” a las personas con enfermedad mental, un término que ellos son los primeros en rechazar.
Faema
La Asociación de Ávila atiende actualmente a 60 personas con enfermedad mental y también presta asistencia a su entorno familiar. Cuentan con un Centro Especial de Empleo donde tienen a una persona contratada encargada de las más diversas tareas y con cinco pisos, tres ya disponibles y los otros dos se habilitarán este verano. La importancia de estas viviendas radica en que les confiere autonomía, aunque compartan piso y una cuidadora supervise su medicación. Porque a pesar de eso, residen en su propia casa y viven su propia vida.
http://www.leonoticias.com/frontend/leonoticias/Terapia-Con-El-Mejor-Amigo-Del-Hombre-vn100361-vst306
http://www.leonoticias.com/frontend/leonoticias/fotos/imagen.php?filename=fichero_74571_20120617.jpg&ancho=358&alto=190&corto=0
Los chicos de Faema durante uno de los paseos con perros de la Protectora de Animales de Ávila.
Quique, Sonsoles, Félix, Gustavo y Francisco bajan de la furgoneta en la que, como otros jueves, han viajado hasta la Protectora de animales de Ávila ‘Huellas’ donde les esperan Milena, Oliver o Nando. Son los perros con los que en los últimos tres meses han compartido paseos por el campo y con los que han establecido ya una relación de amistad. Todos ellos forman parte de Faema, la Asociación de Familiares, Amigos y Personas con Discapacidad por Enfermedad Mental de Ávila que el pasado mes de marzo inició un nuevo programa en colaboración con la Protectora.
Faema se propuso probar esta experiencia que ya se ha llevado a cabo con otro tipo de discapacidades con resultados satisfactorios y que, según la información que manejan, es pionera al menos en Castilla y León. Desde el mes de marzo, en jueves alternos, 18 chicos de la Asociación dan un paseo por el campo con perros de ‘Huellas’; un paseo que les sirve de terapia.
Así lo explica en declaraciones a Ical, la educadora de Faema, Verónica Raflús, que detalla los aspectos de esta caminata que influyen no sólo en mejorar el día a día de las personas con enfermedad mental sino también en la percepción que de ellos tiene la sociedad, aún dañada a costa de los prejuicios.
A través de este paseo, cada una de estas personas se hace responsable de otro ser vivo, se hace cargo de su perro (siempre llevan el mismo), lo educa, lo protege y lo cuida. Por este motivo, ejercitar este sentido de la responsabilidad cobra una gran importancia para estas personas, ya que debido a su enfermedad muchas veces son alejadas de él.
Gracias a la aproximadamente hora y media que caminan al aire libre, por el paraje que rodea a la Protectora, se fomenta el estado de relajación de los chicos de Faema. La sensación de libertad y de autonomía de la que disfrutan las personas con enfermedad mental durante el paseo contribuye a crear un clima de tranquilidad y relax “muy importante para este colectivo”, apunta la educadora, porque ayuda a controlar los estados alterados que en ocasiones padecen algunos de ellos.
Al tratarse de una actividad a la que las 18 personas que participan se han apuntado de forma voluntaria, se trabaja también con el concepto del voluntariado que en esta ocasión ellos practican con los perros, por lo que dejan de convertirse en meros receptores de una actividad voluntaria para convertirse en actores. Son ellos los que desarrollan una labor social con los animales, además de practicar también ejercicio físico y por tanto, una vida saludable.
La mayoría de los que han participado en este programa se confiesan amantes de los animales y al hacer balance de las mañanas de jueves que han pasado con estos perros no dudan en afirmar que se han convertido en sus amigos. Sonsoles, por ejemplo, agradece lo “tierna” que es la perra de la que se ha encargado este tiempo y el cariño que se han dado mutuamente. “Los perros disfrutan del campo y nosotros con ellos” añade Gustavo, que saca un peine del bolsillo para salir bien en la foto y que confiesa que no le gusta el nombre de su perro, Nando, porque “es nombre de humano”.
A pesar de que en un principio estas personas con enfermedad mental se mostraban un tanto reacias a ser partícipes de esta experiencia, los resultados han sido totalmente satisfactorios, afirma Verónica, que da por conseguidos todos los objetivos que se plantearon. Por ello, la educadora confía en que después de la ‘prueba piloto’ el programa pueda repetirse al menos durante la primavera, ya que durante el invierno las duras condiciones climatológicas de Ávila lo harían inviable.
Prejuicios
Actividades como estos paseos terapéuticos con perros contribuyen también a normalizar la imagen que la sociedad tiene de las personas con enfermedad mental y a ir eliminando los prejuicios que aún perduran. El principal, señala Verónica, que se les etiquete como personas agresivas y violentas; algo que entre otras cosas, limita mucho sus posibilidades de acceso al mercado laboral.
Las personas que se apuntaron a los paseos padecen patologías como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el trastorno de personalidad, pero al igual que ocurre con otras enfermedades, si se respetan las pautas de la medicación no tiene por qué haber ningún problema en las relaciones con los demás. Aún así, la educadora se muestra un tanto escéptica ante la idea de que se erradique por completo la mala costumbre de agrupar bajo el epíteto de “loco” a las personas con enfermedad mental, un término que ellos son los primeros en rechazar.
Faema
La Asociación de Ávila atiende actualmente a 60 personas con enfermedad mental y también presta asistencia a su entorno familiar. Cuentan con un Centro Especial de Empleo donde tienen a una persona contratada encargada de las más diversas tareas y con cinco pisos, tres ya disponibles y los otros dos se habilitarán este verano. La importancia de estas viviendas radica en que les confiere autonomía, aunque compartan piso y una cuidadora supervise su medicación. Porque a pesar de eso, residen en su propia casa y viven su propia vida.
http://www.leonoticias.com/frontend/leonoticias/Terapia-Con-El-Mejor-Amigo-Del-Hombre-vn100361-vst306