Cotorra
02-jun-2012, 23:20
Cuando los papás se deshacen del animal porque resulta muy complicado cuidarlo, básicamente enseñan a sus hijos que los problemas se pueden evadir y que las vidas son desechables.
El abandono de animales domésticos crece en el mundo y México no es la excepción. Un estudio realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) revela que ocho de cada diez perros que se venden terminan en situación de calle.
En este sentido, la doctora Claudia Edwards, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aborda el tema y señala que la principal causa de esta situación son los problemas de conducta en las mascotas.
La especialista explica que todos los animales tienen emociones, pueden estar tristes o alegres, y para ella es lamentable que las personas acaben con ellos porque se portan mal.
“Quitarle la vida a un ser solamente porque estorba es una situación deprimente. Además, hay que considerar que a veces los perros están en casas donde hay niños y los pequeños se encariñan con sus mascotas.
Cuando los papás se deshacen del animal porque resulta muy complicado cuidarlo, básicamente enseñan a sus hijos que los problemas se pueden evadir y que las vidas son desechables. En estos casos, el daño psicológico en los niños puede alcanzar niveles muy profundos, porque ellos ven a su perro como a un amigo”.
Nuestros años juntos
El primer punto a considerar para decidir adoptar a una mascota es que se está adquiriendo un compromiso de más o menos 15 años, en los cuales se requerirán alimentos de buena calidad, visitas al veterinario, para controles, vacunas y esterilización, además de un proyecto para educar al nuevo integrante de la familia.
Y precisamente en el tema de la conducta, la doctora Edwards indica que algo muy benéfico para el perro es enseñarle a socializar con otras mascotas, con niños y con adultos. “También es conveniente acostumbrarlo a ruidos, al baño frecuente, a andar en el carro, a usar la correa y a estar tranquilo cuando se encuentre solo en casa. Todo eso ayuda a que el perro tenga un buen desarrollo conductual”.
La experta explica que los dueños de perros deben tener presentes ciertos lineamientos para lograr un buen comportamiento en su mascota. Y describe: “Ellos entienden lo que sus amos les dicen. En ese sentido, hay que enseñarles que no deben morder nada, ni cosas ni personas, ni siquiera jugando, y a reconocer el lugar en el que habrán de hacer sus necesidades fisiológicas. A veces, hay que tomar acciones ante ciertas conductas. Si están aburridos, los perros empiezan a comportarse mal, se comen su excremento, juegan muy brusco o destruyen cosas y el consejo en estos casos es aumentar el ejercicio físico, darles juguetes que los mantengan entretenidos o enseñarles a jugar a las escondidillas”.
La especialista señala que hay momentos en los que se requiere el apoyo de un entrenador. “Existe el mito de que estos servicios son caros, pero hay para todos los bolsillos y es frecuente que sólo se requieran unas cuantas sesiones. Es posible recurrir a estos profesionales tanto para prevenir, como para solucionar problemas en cualquier etapa de la vida de la mascota”.
En un entrenamiento básico se enseña al perro a permanecer echado, sentado y a caminar con la correa. En los programas avanzados, el perro aprende a mantenerse más tiempo quieto y a caminar junto a su dueño sin la correa. Asimismo, hay grupos de entrenamiento más especializado, como para la protección, la búsqueda y el rescate. También hay terapias específicas para problemas concretos, como agresiones o miedos.
Los perros son animales sociales. Ellos tienen mecanismos cerebrales que los hacen identificar perfectamente quién es su familia. Necesitan estar en un núcleo donde los quieran, donde no los golpeen, donde reciban comida y agua, donde pasen tiempo de calidad.
http://www.rumbotx.com/animales_abandonados
El abandono de animales domésticos crece en el mundo y México no es la excepción. Un estudio realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) revela que ocho de cada diez perros que se venden terminan en situación de calle.
En este sentido, la doctora Claudia Edwards, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aborda el tema y señala que la principal causa de esta situación son los problemas de conducta en las mascotas.
La especialista explica que todos los animales tienen emociones, pueden estar tristes o alegres, y para ella es lamentable que las personas acaben con ellos porque se portan mal.
“Quitarle la vida a un ser solamente porque estorba es una situación deprimente. Además, hay que considerar que a veces los perros están en casas donde hay niños y los pequeños se encariñan con sus mascotas.
Cuando los papás se deshacen del animal porque resulta muy complicado cuidarlo, básicamente enseñan a sus hijos que los problemas se pueden evadir y que las vidas son desechables. En estos casos, el daño psicológico en los niños puede alcanzar niveles muy profundos, porque ellos ven a su perro como a un amigo”.
Nuestros años juntos
El primer punto a considerar para decidir adoptar a una mascota es que se está adquiriendo un compromiso de más o menos 15 años, en los cuales se requerirán alimentos de buena calidad, visitas al veterinario, para controles, vacunas y esterilización, además de un proyecto para educar al nuevo integrante de la familia.
Y precisamente en el tema de la conducta, la doctora Edwards indica que algo muy benéfico para el perro es enseñarle a socializar con otras mascotas, con niños y con adultos. “También es conveniente acostumbrarlo a ruidos, al baño frecuente, a andar en el carro, a usar la correa y a estar tranquilo cuando se encuentre solo en casa. Todo eso ayuda a que el perro tenga un buen desarrollo conductual”.
La experta explica que los dueños de perros deben tener presentes ciertos lineamientos para lograr un buen comportamiento en su mascota. Y describe: “Ellos entienden lo que sus amos les dicen. En ese sentido, hay que enseñarles que no deben morder nada, ni cosas ni personas, ni siquiera jugando, y a reconocer el lugar en el que habrán de hacer sus necesidades fisiológicas. A veces, hay que tomar acciones ante ciertas conductas. Si están aburridos, los perros empiezan a comportarse mal, se comen su excremento, juegan muy brusco o destruyen cosas y el consejo en estos casos es aumentar el ejercicio físico, darles juguetes que los mantengan entretenidos o enseñarles a jugar a las escondidillas”.
La especialista señala que hay momentos en los que se requiere el apoyo de un entrenador. “Existe el mito de que estos servicios son caros, pero hay para todos los bolsillos y es frecuente que sólo se requieran unas cuantas sesiones. Es posible recurrir a estos profesionales tanto para prevenir, como para solucionar problemas en cualquier etapa de la vida de la mascota”.
En un entrenamiento básico se enseña al perro a permanecer echado, sentado y a caminar con la correa. En los programas avanzados, el perro aprende a mantenerse más tiempo quieto y a caminar junto a su dueño sin la correa. Asimismo, hay grupos de entrenamiento más especializado, como para la protección, la búsqueda y el rescate. También hay terapias específicas para problemas concretos, como agresiones o miedos.
Los perros son animales sociales. Ellos tienen mecanismos cerebrales que los hacen identificar perfectamente quién es su familia. Necesitan estar en un núcleo donde los quieran, donde no los golpeen, donde reciban comida y agua, donde pasen tiempo de calidad.
http://www.rumbotx.com/animales_abandonados