despierta
17-feb-2012, 23:26
Cómo pasa el tiempo..
..a los 15 años, un par de webs de aquellas de 56k y algún roído libro de biblioteca me abrieron las
puertas de una Narnia que jamás pensé que calaría tan hondo.
La mejor apuesta de mis padres eran un par de meses.. lo mismo he durado por llevarles la contraria :D
Ya en serio, esto del aniversario me ha hecho mirar un poco hacia atrás y repensar lo que a veces damos
por sentado, y me apetecía compartirlo por si a alguien le sirve de ayuda.
Además, si los veganos sabemos bien lo que es luchar contra prejuicios y costumbres, no nos está
de más mirarnos el ombligo y preguntarnos de vez en cuando si seguimos creyendo en aquello
por lo que un día nos levantamos.
A lo que voy.
Lo primero que siento es suerte.
Si lo piensas, meternos en este tipo de aventuras dietéticas unos años atrás era pura lotería. Solo los
avances en comprender qué es (y qué no es) la nutrición hacen de esto algo menos loco, en el buen sentido.
Aparte, aunque vivamos en uno de los países más orgullosos de su gastronomía, no sin razón, cada vez más
se abren pequeñas brechas verdes en restaurantes y supermercados.
Eso sí, en Asturias me sigue costando la vida :D (si no fuera por lo bien que se vive..).
Al final es cierto que cuando te acostumbras a organizarte en casa, el mayor "sacrificio" es el que
afecta a la vida social. A todos nos encanta que los amigos nos acompañen con gusto a un vegetariano,
pero a medida que pasa el tiempo se hace obvia la diversidad a la que estamos limitados en ese sentido,
y resulta difícil no verse como una "carga". Lo sé, los amigos de verdad jamás nos verán así, pero es
una espinita dura de sacar.
Sea como sea, me alegra sentir que cuando las motivaciones están claras todo se hace más fácil. Y sí,
claro que hay momentos y momentos, como en todo, pero no hay que dejar que nos hagan perder de vista lo
que importa.
Por ejemplo, no me hace sentir especialmente orgulloso el no haber "pecado" en ningún momento.
Al final esto no es una competición ni un puritanismo.
Solo tienes que intentar hacer compatible tu vida con aquello en lo que crees, y eso implica prestar atención
a las dos partes, y entender que todos tenemos límites, lo queramos ver o no.
Otra de los "regalos inesperados" que se han cruzado por el camino es la capacidad de apreciar las
cosas. Hay tanta opulencia a nuestro alrededor que se nos atrofia a veces la capacidad de valorar lo que
está a nuestro alcance. Quizás por eso, cuando nos marcamos por principios unos límites y vemos diezmado
nuestro surtido, cada nueva incorporación a ese surtido se vive de una manera especial.
Solo los intolerantes nos entienden en esa sensación de releer por tercera vez una lista de ingredientes
y dar un grito sordo en el super :D
Pero por encima de todo, me quedo con la sensación de que el mayor papel que podemos jugar en esta época
que nos ha tocado vivir, tiene más que ver con difundir y concienciar que con consumir.
Obviamente, si consumes carne estás dando un ejemplo imposible para difundir bien.
Pero la idea es que estamos en una etapa tan temprana de la conciencia del sufrimiento no humano, que
para mí la mejor cualidad que podemos tener es saber explicarnos sin hacer que otros se vean atacados,
sin generar rechazo ni apoyar nuestro argumento en los pilares equivocados, sin perder los nervios por
las bromas de la lechuga, sin darnos por vencidos por no calar en uno o en otro.
Somos la avanzadilla de algo que un día será la norma, y como tales representamos la idea que
defendemos, y esta idea se juzgará por el modo en el que se nos juzgue a nosotros.
La buena noticia es que somos duros de corazón ;)
..a los 15 años, un par de webs de aquellas de 56k y algún roído libro de biblioteca me abrieron las
puertas de una Narnia que jamás pensé que calaría tan hondo.
La mejor apuesta de mis padres eran un par de meses.. lo mismo he durado por llevarles la contraria :D
Ya en serio, esto del aniversario me ha hecho mirar un poco hacia atrás y repensar lo que a veces damos
por sentado, y me apetecía compartirlo por si a alguien le sirve de ayuda.
Además, si los veganos sabemos bien lo que es luchar contra prejuicios y costumbres, no nos está
de más mirarnos el ombligo y preguntarnos de vez en cuando si seguimos creyendo en aquello
por lo que un día nos levantamos.
A lo que voy.
Lo primero que siento es suerte.
Si lo piensas, meternos en este tipo de aventuras dietéticas unos años atrás era pura lotería. Solo los
avances en comprender qué es (y qué no es) la nutrición hacen de esto algo menos loco, en el buen sentido.
Aparte, aunque vivamos en uno de los países más orgullosos de su gastronomía, no sin razón, cada vez más
se abren pequeñas brechas verdes en restaurantes y supermercados.
Eso sí, en Asturias me sigue costando la vida :D (si no fuera por lo bien que se vive..).
Al final es cierto que cuando te acostumbras a organizarte en casa, el mayor "sacrificio" es el que
afecta a la vida social. A todos nos encanta que los amigos nos acompañen con gusto a un vegetariano,
pero a medida que pasa el tiempo se hace obvia la diversidad a la que estamos limitados en ese sentido,
y resulta difícil no verse como una "carga". Lo sé, los amigos de verdad jamás nos verán así, pero es
una espinita dura de sacar.
Sea como sea, me alegra sentir que cuando las motivaciones están claras todo se hace más fácil. Y sí,
claro que hay momentos y momentos, como en todo, pero no hay que dejar que nos hagan perder de vista lo
que importa.
Por ejemplo, no me hace sentir especialmente orgulloso el no haber "pecado" en ningún momento.
Al final esto no es una competición ni un puritanismo.
Solo tienes que intentar hacer compatible tu vida con aquello en lo que crees, y eso implica prestar atención
a las dos partes, y entender que todos tenemos límites, lo queramos ver o no.
Otra de los "regalos inesperados" que se han cruzado por el camino es la capacidad de apreciar las
cosas. Hay tanta opulencia a nuestro alrededor que se nos atrofia a veces la capacidad de valorar lo que
está a nuestro alcance. Quizás por eso, cuando nos marcamos por principios unos límites y vemos diezmado
nuestro surtido, cada nueva incorporación a ese surtido se vive de una manera especial.
Solo los intolerantes nos entienden en esa sensación de releer por tercera vez una lista de ingredientes
y dar un grito sordo en el super :D
Pero por encima de todo, me quedo con la sensación de que el mayor papel que podemos jugar en esta época
que nos ha tocado vivir, tiene más que ver con difundir y concienciar que con consumir.
Obviamente, si consumes carne estás dando un ejemplo imposible para difundir bien.
Pero la idea es que estamos en una etapa tan temprana de la conciencia del sufrimiento no humano, que
para mí la mejor cualidad que podemos tener es saber explicarnos sin hacer que otros se vean atacados,
sin generar rechazo ni apoyar nuestro argumento en los pilares equivocados, sin perder los nervios por
las bromas de la lechuga, sin darnos por vencidos por no calar en uno o en otro.
Somos la avanzadilla de algo que un día será la norma, y como tales representamos la idea que
defendemos, y esta idea se juzgará por el modo en el que se nos juzgue a nosotros.
La buena noticia es que somos duros de corazón ;)