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Ver la versión completa : Mascotas literarias



Cotorra
12-nov-2011, 23:18
http://www.adn.es/clipping/ADNIMA20111110_3057/5.jpg
El escritor Julio Cortázar, con su gato.
ADN.es

Un día, Lord Byron y uno de sus perros zarparon del puerto de Londres. El can o se cayó o se quiso dar un baño, quién sabe, pero el caso es que acabó chapoteando en el frío mar. Byron le pidió al capitán que parase el barco y socorriera al animal. El navegante se negó porque sólo si el accidentado era una persona tenía un buen motivo para parar motores, así que Byron se tiró al agua y el capitán no tuvo más opción que rescatarle. Y con él, a su perro.

Como Byron, hay muchos escritores que quiere más a un animal que a sus semejantes (y no nos referimos a la zoofilia). Algunas de las relaciones más bizarras y/o tiernas entre literatos y sus mascotas se recogen en el recién editado Perros, gatos y lémures (Errata Naturae).

Ahí también se cuenta el caso de Cyril Connolly, escritor y compañero de clase de George Orwell que estaba convencido de haber sido un lémur en una de sus anteriores vidas (otras de sus reencarnaciones, según él, fueron una langosta, un melón y Arístipo). Por eso se rodeó de lémures a los que trataba como personas, sin reparar en la gente que le criticaba por esas deferencias con los animales.

Salvo algún caso extravagante como éste, la mayoría de los escritores tuvo como mejor amigo a un perro o un gato. Los primeros, por leales; los segundos, porque hacen la compañía necesaria sin invadir la soledad que muchos buscaban.Jane, la esposa de Paul Bowles (el que hizo de su casa un verdadero zoo), escribió sobre las razones por las que los gatos no pueden estar juntos, y son extrapolables a las que esgrimía para defender que dos escritores no pueden compartir pupitre: "Ninguno de ellos consigue la atención que desea y exige". Quizás por eso, escritores y felinos se entienden tan bien desde siempre.

LOS ESCRITORES Y SUS MEJORES AMIGOS

William Burroughs

Un sapo era su mascota de niño, aunque en casa lo que abundaban eran las ratas. Ya viudo (disparó a su mujer), decía que cuando sus gatos se ausentaban, sentía muchas ganas de llorar y a menudo lo hacía.

Truman Capote

"Querido Charlie: aquí todos los perros tienen miedo y pulgas, no te gustarían nada. Te echo de menos. ¿Quién te quiere? T (quién si no)", le dijo el autor de A sangre fría a su perro en una de las notas que le mandaba yendo de viaje.

Paul Bowles

Su esposa, Jane, y él tenían un auténtico zoo en casa: un gato, un pato, un armadillo, dos coatíes, un ocelote y un loro, llamado Budupple, que el escritor siempre llevaba con él. De joven Bowles se autorretrataba como un loro.

Virginia Woolf

Siempre hubo perros en su vida, por eso la alusión a ellos en sus obras era constante. Grizzle y Pinka quizás fueron sus favoritos, y tenía costumbre de llevarlos a todos lados, aunque a los demás les molestara.

Julio Cortázar

El de Rayuela bautizó como Teodoro W. Adorno a un gato callejero de su lugar de veraneo que iba a su puerta a por comida.Al año siguiente, al escritor se le "mojaron los ojos como a un imbécil", dijo, al reencontrarse con el felino.

Ignacio Martínez de Pisón

Recuerda que su primera mascota fue una tortuga a la que su padre,"creyendo que era una piedra, partió por la mitad con el cortacesped". Luego llegaron un canario que reventó de tanto comer y dos patitos destructores.

ENTREVISTA

Irene Antón, coeditora de Perros, gatos y lémures: "Consuelan al editor en su soledad"

¿Por qué felinos y literatura van tan juntos?

A menudo escriben en casa, donde está el animal. Él se convierte en depositario de lo que el autor no osaría compartir con nadie más.

¿Algunos disfrutaron más de la compañía animal que de la humana?

Sí, los autores tienen una relación particular con sus animales, en muchos casos por su trabajo solitario.

¿El más excéntrico?

Cyril Connolly paseaba a varios hurones por París, en particular a una hembra, y la llevaba a los restaurantes (donde ya conocían su plato favorito). Luego tuvo dos lémures, convencido de que lo fue en una anterior encarnación.

¿Qué buscan en ellos los escritores: un reflejo, un psicólogo o compañía?

Todo a la vez. Los animales consuelan al escritor en su soledad, y le hacen compañía. Pero también le unen con la naturaleza, como veíamos con Connolly.

http://www.noticias.com/original/mascotas-literarias.1421835

noon
12-nov-2011, 23:59
yo sabía del amor por los gatos de escritores como Burroughs, Poe o Pilip K. Dick, pero veo que hay muchos más!

los gatos y sus escritores (http://otroeselrioquepersigo.blogspot.com/2011/04/gatos-y-sus-escritores.html) :)

Miracle
14-nov-2011, 14:26
yo sabía del amor por los gatos de escritores como Burroughs, Poe o Pilip K. Dick, pero veo que hay muchos más!

los gatos y sus escritores (http://otroeselrioquepersigo.blogspot.com/2011/04/gatos-y-sus-escritores.html) :)

Que interesante!!!!:)

Erinna
14-nov-2011, 14:37
Lo muevo a Mundo Animal ;)

Cotorra
20-ene-2012, 15:50
El animal doméstico, además de amigo, ha servido a renombrados escritores como Truman Capote o Virginia Wolf como confidentes de sus ideas, relatos e ilusiones.
Las mascotas se han convertido en un extraño invitado a los pliegues más íntimos de la propia personalidad, allí a donde las demás personas no podemos llegar.

Para algunos escritores, como Marguerite Duras, la soledad es un imperativo intrínseco a la escritura, pero para otros, como Truman Capote, Virginia Woolf o Lord Byron su particular visión de la soledad incluye a un animal, un fiel aliado con el que poder desahogarse o compartir desazones. Alguien que no cuestione su obra, ni interrumpa, ni se queje, pero cuya presencia es de una ayuda inestimable.

Muchos escritores, como el peruano Alfredo Bryce Echenique, han preferido posar con su gato ante la prensa que enfrentarse solos a la realidad. Así también hemos podido ver a Ernest Hemingway con su gato negro, que no le debería dar mala suerte porque le acompañaba siempre.

El libro "Perros, gatos y lemures. Los escritores y sus animales", escrito por diversos autores como Soledad Puértolas o Andrés Trapiello, habla sobre los animales y la literatura, los animales y la escritura. "Sobre el animal como sombra del escritor, como amigo, como único depositario de unos sentimientos, e incluso de unas ideas, que el autor no osaría compartir con nadie más", reza su introducción. Un compendio de curiosidades que salen a la luz sobre escritores y poetas.

El perro inmortal de Lord Byron

El poeta escocés Lord Byron, autor del inacabado Don Juan, fue un apasionado de los placeres de la vida. Se dice de él que perdió la virginidad con diez años y que amó a cientos de mujeres y a varios hombres, tanto que le acusaron de sodomita, pero nunca quiso a ningún humano con la fuerza que le unió a su perro terranova Boatswain.

Cuenta la leyenda que un día viajaba en barco cuando Boatswain cayó al agua. Byron intentó en varias ocasiones que el capitán detuviese el navío y rescatara a su mascota, pero este se negó porque un animal no constituía motivo suficiente para detener la travesía. Lord Byron no dudó un instante ante la negativa y se lanzó al agua, de la que ambos fueron rescatados con vida.

Lo que sí se sabe con certeza es que, tiempo después, cuando Boatswain enfermó de rabia, Byron detuvo su vida para cuidarlo hasta el último latido de su corazón, y una vez muerto, mandó construir un mausoleo para el animal con una placa en la que se podía leer un poema que comenzaba así: "Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad, y tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos".

Virginia Woolf y sus obsesiones caninas

Siempre hubo perros en la vida de Virginia Woolf. La presencia de animales en sus distintos hogares era algo que todo el mundo daba por hecho y que sirvió como argumento para una de sus obras, "Flush". En Flush un perro acostumbrado a campar a sus anchas y correr por el campo, se encuentra recluido en una habitación a los pies de su ama, que está enferma. Él la cuida, la protege y la acompaña, a la espera de cualquier muestra de cariño de su dueña, por nimia que sea.

Sin sensiblerías de más ni cursilerías, Woolf retrató a la perfección el comportamiento animal en su obra, algo que respondía a sus propias obsesiones por encontrar explicación al carácter perruno. De hecho, escribió "Flush" para superar el trauma que le generó volver de un viaje por Europa en 1935 y encontrar que su perra Pinka había muerto en su ausencia.

Charlie y Truman

Truman Capote ha pasado a los anales de la historia como el creador del periodismo novelado, o de la novela de no ficción, a raíz de su gran obra "A sangre fría" (1966), por la que dedicó cinco años de su vida a investigar el asesinato de la familia Clutter en Kansas. Sin embargo, hubo otro ser que ocupó su vida, sus esfuerzos y sus obsesiones, y ese fue su mejor amigo Charlie, un bulldog inglés que compró a golpe de talonario en Londres y que llevó consigo a la Costa Brava española.

Unos meses antes, su perro Bunky había fallecido en un hotel en Alemania, y Capote se convenció de que jamás volvería a encariñarse con un animal, aunque el encuentro con Charlie cambió su vida y le devolvió la ilusión que más tarde apagaron los psicofármacos y el alcohol.

Cuando inició la investigación frenética de los asesinatos en Kansas y el descenso a los infiernos de las drogas para poder dormir, hubo una luz que le ayudó a superar el miedo. Se acordaba mucho de Charlie, su fiel amigo, al que enviaba algún hueso por correo, cartas o postales a su nombre, como aquella en la que escribió: "Querido Charlie, aquí todos los perros tienen miedo y pulgas, no te gustarían nada. Te echo de menos. ¿Quién te quiere? T (quién si no)".

http://noticias.terra.es/2012/gente-y-cultura/0120/actualidad/mascotas-aliadas-literatura.aspx

Cotorra
20-ene-2012, 15:52
http://noticias.terra.es/2010/genteycultura/0918/fotos-media/truman-capote$0x381-L.jpg

El mejor amigo de Capote: Charlie, un bulldog inglés
Lo compró a golpe de talonario en Londres y se lo llevó consigo a la Costa Brava española.

Cotorra
20-ene-2012, 15:54
http://noticias.terra.es/2012/gente-y-cultura/0116/fotos-media/virginia-woolf$0x381-L.jpg

Virginia Woolf escribió sobre la relación que tenía con su perro
La escritora Virginia Woolf siempre reflejó sus miedos y obsesiones en sus mascotas, hasta el punto de escribir 'Flush' en el que retrata la relación entre un perro y su ama enferma.

Cotorra
20-ene-2012, 15:56
http://noticias.terra.es/2012/gente-y-cultura/0116/fotos-media/ernest-hemingway$0x381-L.jpg

Ernest Hemingway posa con su gato
El Premio Nobel Ernest Hemingway posando con su gato negro en 1953.

Cotorra
20-ene-2012, 15:58
http://noticias.terra.es/2012/gente-y-cultura/0116/fotos-media/alfredo-bryce$0x381-L.jpg

Alfredo Bryce y su amado gato
El escritor peruano Alfredo Bryce posa junto a su gato en su casa de Lima.

Cotorra
20-ene-2012, 16:04
Los escritores y sus animales
Fecha de publicación: 7 de noviembre de 2011

http://www.erratanaturae.com/hades/wp-content/uploads//Portada-Perros-gatos-lemures.png

Soledad Puértolas • Andrés Trapiello • José Carlos Llop • Antón Castro • Ignacio Martínez de Pisón • Andrés Ibáñez • Marta Sanz • Félix Romeo • Berta Marsé • Pilar Adón • Carlos Pardo

Fuera de colección
Formato: 14 × 21,5
Páginas: 208
Precio: 19,90 €
ISBN: 978-84-15217-14-5

Los editores tuvimos la siguiente ocurrencia: proponer a algunos de los más destacados y reconocidos escritores españoles de nuestros días —autores de distintas generaciones y con proyectos literarios muy diversos— que se acercaran al mundo de los animales de compañía y escribieran sobre ellos. Tal vez incluso para nuestra sorpresa, aceptaron encantados.

Algunos de ellos han escrito relatos íntimos y sobrecogedores, otros nos han brindado textos hilarantes. Algunos han escrito sobre sus propias mascotas, otros han preferido escribir sobre sus autores favoritos y los animales que los acompañaron en los buenos y en los malos momentos: Julio Cortázar y su gato Teodoro W. Adorno, Truman Capote y su perro Charlie, Cyril Connolly y sus lémures, Virginia Woolf, sus perros y su tití, un minúsculo mono del Amazonas… O los loros, gatos, patos, armadillos y coatíes de Jane y Paul Bowles.

Un libro, por tanto, sobre los animales y la literatura, los animales y la escritura. Sobre el animal como sombra del escritor, como amigo, como único depositario de unos sentimientos, e incluso de unas ideas, que el autor no osaría compartir con nadie más.

El animal de compañía, por tanto, como compañero literario. Porque quien tiene un perro, un gato, incluso un loro, un canario o un caballo al que se entrega y ama de un modo especial, de alguna manera le está dando la espalda a la comunidad humana, se está retirando a otro lugar, se encierra en un rincón emancipado de las «torturas del tiempo», nuestro mayor enemigo, del mismo modo que hace aquel que se retira a la literatura. El animal doméstico: extraño invitado a los pliegues más íntimos de la propia personalidad, allí donde también la literatura indaga, escruta, se alimenta.

Cotorra
16-jul-2012, 07:10
http://www.intereconomia.com/sites/default/files/imagecache/ancho668/102864/cck_images/hemingway.JPG

Se reeditan dos antologías con historias, recuerdos y reflexiones sobre perros y gatos. Lo dijo Chesterton: "Un perro es un augurio y un gato un misterio”

En El oráculo del perro, de Gilbert Keith Chesterton, al Padre Brown le plantean la resolución de un crimen. La inteligencia y la impresionante capacidad de deducción del Padre Brown le llevan a la resolución del misterio cuando le relatan los detalles, la personalidad de los sospechosos y la actitud del perro de la víctima, un estupendo ejemplar de retriever.

Es a través del comportamiento del animal –que el Padre Brown interpreta de manera diferente al del resto de implicados– como el astuto detective de Chesterton desenmascara al asesino: “El perro casi podría haber contado la historia, si pudiese hablar”, concluye Brown.

El de Chesterton es uno de los textos que contiene Las mejores historias sobre perros (Siruela), una antología que acaba de reeditarse y que contiene testimonios, cuentos, ficciones, anécdotas y reflexiones de escritores amantes de los canes como Rudyard Kipling, Jack London, Hugh Walpole o Virginia Woolf. Siruela lleva vendidos cerca de 10.000 ejemplares de estas historias caninas y de Las mejores historias sobre gatos, con textos de autores como Guillermo Cabrera Infante, Colette y Patricia Highsmith, entre otros.

“Allí donde no hay mujeres ni niños, los hombres de inclinaciones bondadosas se encariñan con alguna mascota, ya que necesitan volcar su afecto en algo”. Lo dice Dick Baker, buscador de oro en el barranco del Caballo Muerto, y dueño de Tomás Cuarzo, en su opinión el gato más listo del mundo y el mejor minero: “Tenía más sentido común y sabía más de minería ese gato que cualquier hombre que he conocido”, sostiene el veterano minero en el cuento de Mark Twain El gato de Dick Baker.

Muchos escritores han sentido un enorme cariño por sus mascotas: Borges adoraba a sus felinos Odín y Beppo; Mark Twain fue dueño de muchos gatos, entre otros, Apollinaris, Bambino, Beelzebub o Buffalo Bill; Ernest Hemingway es el responsable de que en su casa museo, en Cuba, todavía merodeen gatos son seis dedos, descendientes de uno que le regaló un marinero... El mejor amigo de Truman Capote se llamaba Charlie, y era un bulldog inglés; Lord Byron escribió un sentido epitafio para Boatswain, su querido terranova: “Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad, y tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos”.

Los poetas expresaron con ternura su afecto por sus mascotas. Pablo Neruda es autor de una Oda al gato, al que llama, entre otras cosas, pequeño emperador sin orbe, mínimo tigre de salón o nupcial sultán del cielo. Y también Charles Baudelaire y Jorge Luis Borges inventaron versos gatunos.

Fernando Sánchez Dragó tiene que reprimir las lágrimas cuando habla de Soseki, protagonista de un libro suyo. El nombre lo tomó del escritor japonés Natsume Kinnosuke que utilizaba el seudónimo de Natsume Soseki, y que es el autor de Soy un gato, una obra literaria en la que el narrador es el felino de una familia.Flush, protagonista de un cuento de Virginia Woolf, está inspirado en su perra Pinka. La pastora alsaciana que acompaña a J. R. Ackerley en Mi perra Tulip, sin embargo, no es inventada.

Abunda la literatura gatuna y perruna en el extranjero. “En Alemania hay auténtica locura con los perros y gatos; aquí no es tan intenso, pero hay un nicho de lectores”, cuenta Elena García Aranda, editora de Siruela. En España quizás les prestemos menos atención, pero hay escritores que no disimulan sus simpatías animales. Antonio Burgos es autor de Gatos sin fronteras y Alegatos de los gatos. Rosa Montero milita en su defensa, Espido Freire acoge en su casa a gatos abandonados. Y Errata Naturae publicó Perros gatos y lémures, con textos sobre sus animales domésticos de Soledad Puértolas, Andrés Trapiello y José Carlos Llop, entre otros.

No es raro que los escritores hablen de lo que admiran. Emily Dickinson decía que los perros son mejores que las personas, porque “saben, pero no cuentan”. Y Chesterton resumió las virtudes de cada animal: “Un perro es un augurio y un gato es un misterio”.

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/cultura/borges-hemingway-twain-y-sus-mascotas-20120715