Cotorra
08-ago-2011, 20:15
Acumular animales de forma compulsiva hasta no poder atenderlos de forma adecuada.
El síndrome de Noé es la denominación oficiosa de un trastorno psiquiátrico para el que aún no hay una etiqueta específica en los manuales de diagnóstico de salud mental.Sin embargo, en EE UU, donde comenzaron a investigar el problema en 1999, "se comunican cerca de 2.000 nuevos casos anuales", señala el investigador del grupo de etología comparada del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones, Jaume Fatjó.
Los expertos temen que el número de enfermos sea mayor. "La enfermdad puede curarse, el problema es que en muchos casos los enfermos no se tratan", denuncia el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Jerónimo Saiz.
Trastorno en auge
El psiquiatra señala que el síndrome de acumulación es sólo una "modalidad" de los trastornos obsesivo compulsivos, en los que se encuadraría también el de Diógenes. Pero no hay unidad de pensamiento en torno a esta cuestión.
Fatjó, por ejemplo, se niega a ello, aunque, matiza: "Puede darse a la vez". El investigador explica que quienes sufren el síntoma no tienen muebles. "Todo el espacio es para los animales", dice.
La escasez de información de esta enfermedad, unida a su aparente altruismo, propician una interpretación equívoca de la misma. "Hay que comenzar por cambiar la percepción que se tiene del problema" clama Paula Calvo. Esta etóloga denuncia que, en ocasiones, el síndrome no solo "no se percibe como una enfermedad", sino que además se considera a los enfermos "benefactores entregados a los animales".
Daños colaterales
"Un animal es compañía, tener 50 es desórbitado", razona Saiz, que, en la misma línea que Calvo, denuncia que "las propias sociedades que cuidan animales son totalmente contrarias" a esta acogida masiva.
Así, Fatjó señala que la finalidad de los protocolos de actuación debe abordarse tanto desde los centos de acogida de animales, como desde los centros de salud.
En EE UU se está trabajando para considerar un acto delictivo llevar animales a quien padece el síndrome, algo que se ha convertido en una práctica habitual en el país.
Con independencia del perjuicio que la enfermedad tiene sobre quien la padece, el síndrome del Arca de Noé constituye también un problema para el entorno. "En este caso, parásitos y olores, por ejemplo", apunta Saiz.
http://www.noticias.com/original/construir-un-arca-de-noe-en-casa.1246756
El síndrome de Noé es la denominación oficiosa de un trastorno psiquiátrico para el que aún no hay una etiqueta específica en los manuales de diagnóstico de salud mental.Sin embargo, en EE UU, donde comenzaron a investigar el problema en 1999, "se comunican cerca de 2.000 nuevos casos anuales", señala el investigador del grupo de etología comparada del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones, Jaume Fatjó.
Los expertos temen que el número de enfermos sea mayor. "La enfermdad puede curarse, el problema es que en muchos casos los enfermos no se tratan", denuncia el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Jerónimo Saiz.
Trastorno en auge
El psiquiatra señala que el síndrome de acumulación es sólo una "modalidad" de los trastornos obsesivo compulsivos, en los que se encuadraría también el de Diógenes. Pero no hay unidad de pensamiento en torno a esta cuestión.
Fatjó, por ejemplo, se niega a ello, aunque, matiza: "Puede darse a la vez". El investigador explica que quienes sufren el síntoma no tienen muebles. "Todo el espacio es para los animales", dice.
La escasez de información de esta enfermedad, unida a su aparente altruismo, propician una interpretación equívoca de la misma. "Hay que comenzar por cambiar la percepción que se tiene del problema" clama Paula Calvo. Esta etóloga denuncia que, en ocasiones, el síndrome no solo "no se percibe como una enfermedad", sino que además se considera a los enfermos "benefactores entregados a los animales".
Daños colaterales
"Un animal es compañía, tener 50 es desórbitado", razona Saiz, que, en la misma línea que Calvo, denuncia que "las propias sociedades que cuidan animales son totalmente contrarias" a esta acogida masiva.
Así, Fatjó señala que la finalidad de los protocolos de actuación debe abordarse tanto desde los centos de acogida de animales, como desde los centros de salud.
En EE UU se está trabajando para considerar un acto delictivo llevar animales a quien padece el síndrome, algo que se ha convertido en una práctica habitual en el país.
Con independencia del perjuicio que la enfermedad tiene sobre quien la padece, el síndrome del Arca de Noé constituye también un problema para el entorno. "En este caso, parásitos y olores, por ejemplo", apunta Saiz.
http://www.noticias.com/original/construir-un-arca-de-noe-en-casa.1246756