Libertarian
26-oct-2007, 16:26
EEUU, más ecológico que Europa: Dos estrategias para combatir el supuesto calentamiento global
En la lucha contra el calentamiento global parece haber buenos y malos. El papel de villano le corresponde a Estados Unidos por haberse negado a ratificar su firma del tratado de Kioto. Pero Kioto no es la única estrategia para limitar las emisiones de CO2 y Estados Unidos logró reducirlas en 2006, mientras que Europa sigue aumentándolas año a año, y eso que el crecimiento es notablemente mayor en el país liderado por George W. Bush. Por ello quizá Europa deba plantearse su estrategia para limitar sus emisiones y mirar al otro lado del Atlántico para tomar lecciones y no para darlas.
La Casa Blanca ya sacó los colores a la Unión Europea en febrero de este año al recordarle que en el período 2000-2004 el aumento de emisiones de CO2 en Europa había sido del 5 por ciento, tres veces más rápido que el 1,7 por ciento de los Estados Unidos durante el mismo período. Los últimos datos recogidos por Naciones Unidas, y a los que tuvo acceso The Wall Street Journal, muestran que durante 2006 Estados Unidos rebajó sus emisiones en un 1,3 por ciento, mientras que Europa podría haberlas aumentado ligeramente.
El artículo incidía en que las mayores emisiones por parte de Europa no se pueden explicar por que el Viejo Continente crezca más rápido. De hecho "Estas noticias son peores para Europa cuando se considera que durante esta década la población de los Estados Unidos ha crecido casi el doble que la de la Europa de los 15, mientras que su economía se ha expandido cerca de un 40 por ciento más rápido". Mayores emisiones con menor crecimiento; "Parece que Europa se está haciendo menos eficiente", mientras que "la eficiencia de los Estados Unidos está mejorando".
Quienes piensen que "obras son amores y no buenas razones" se quedarán convencidos de que Estados Unidos es más eficaz a la hora de luchar contra la contribución humana al calentamiento global. Pero es posible que incluso las "buenas razones" estén también del lado de los Estados Unidos.
La pasada semana se producían en aquél país dos conferencias distintas sobre el calentamiento global, ambas al máximo nivel. Una estaba organizada por Naciones Unidas, que por medio del IPCC ha puesto en marcha el protocolo de Kioto, y que ya está buscando un sustituto, ya que el plan se extiende sólo hasta 2012. La otra estaba convocada por el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
Kioto propone reducir las emisiones de un modo directo, por medio de mandatos a los países para racionar el nivel de CO2 y otros gases de efecto invernadero. La estrategia liderada por Estados Unidos y que ha llevado al acuerdo Asia Pacífico (APEC) es indirecta: No liminar el desarrollo económico, sino favorecerlo y por esa vía apostar por nuevas tecnologías, más limpias.
Tecnología frente al racionamiento
En el discurso que pronunció durante la cumbre paralela a la de Naciones Unidas, George Bush declaró: "Se ha dicho que nos enfrentamos a la disyuntiva entre proteger el medioambiente y la producción de suficiente energía. Ahora tenemos más conocimiento: estos retos comparten una solución común: la tecnología". El objetivo ha de ser "producir menos gases de efecto invernadero" de un modo que "no dañe la prosperidad de la gente". Y puso como ejemplo a los Estados Unidos: "El año pasado nuestra economía creció mientras que redujimos las emisiones de gases".
El presidente estadounidense ha reconocido que "en este nuevo siglo las necesidades de energía sólo pueden crecer". También ha reconocido, frente a quienes quieren equiparar el consumo de energía con destrucción, el papel que juega en la vida humana: "Todos los días la energía trae beneficios sin cuento a nuestra gente. La energía impulsa los nuevos hospitales y escuelas para que podamos tener vidas más largas y productivas. La energía transforma el modo en que producimos la comida, de modo que podemos alimentar a nuestra población en crecimiento". También permite el comercio y por esta vía la prosperidad.
Mientras que Kioto se acerca, según declaró Jacques Chirac, a "un gobierno mundial", ya que crea una administración central que busca imponer medidas para todos los miembros, George Bush propone que cada nación busque su propio camino en la lucha contra la contribución humana al calentamiento. "Ningún país tiene todas las respuestas; ni siquiera nosotros. Cada país debe diseñar sus propias estrategias para hacer progresos hacia este objetivo a largo plazo". Lo que desea es "crear creativamente y aprender de otras experiencias, y ponerlas en común, como el modo para conseguir los objetivos que todos compartimos".
La apuesta por las nuevas tecnologías es clara, ya que "desde que llegué a ser presidente, el Gobierno de los Estados Unidos ha invertido cerca de 18.000 millones de dólares en investigación para el desarrollo de tecnologías limpias y eficientes". Además apuesta por la energía nuclear. "Sin las 439 plantas nucleares que hay en el mundo, habría casi 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbón adicionales lanzadas a la atmósfera cada año".
En la lucha contra el calentamiento global parece haber buenos y malos. El papel de villano le corresponde a Estados Unidos por haberse negado a ratificar su firma del tratado de Kioto. Pero Kioto no es la única estrategia para limitar las emisiones de CO2 y Estados Unidos logró reducirlas en 2006, mientras que Europa sigue aumentándolas año a año, y eso que el crecimiento es notablemente mayor en el país liderado por George W. Bush. Por ello quizá Europa deba plantearse su estrategia para limitar sus emisiones y mirar al otro lado del Atlántico para tomar lecciones y no para darlas.
La Casa Blanca ya sacó los colores a la Unión Europea en febrero de este año al recordarle que en el período 2000-2004 el aumento de emisiones de CO2 en Europa había sido del 5 por ciento, tres veces más rápido que el 1,7 por ciento de los Estados Unidos durante el mismo período. Los últimos datos recogidos por Naciones Unidas, y a los que tuvo acceso The Wall Street Journal, muestran que durante 2006 Estados Unidos rebajó sus emisiones en un 1,3 por ciento, mientras que Europa podría haberlas aumentado ligeramente.
El artículo incidía en que las mayores emisiones por parte de Europa no se pueden explicar por que el Viejo Continente crezca más rápido. De hecho "Estas noticias son peores para Europa cuando se considera que durante esta década la población de los Estados Unidos ha crecido casi el doble que la de la Europa de los 15, mientras que su economía se ha expandido cerca de un 40 por ciento más rápido". Mayores emisiones con menor crecimiento; "Parece que Europa se está haciendo menos eficiente", mientras que "la eficiencia de los Estados Unidos está mejorando".
Quienes piensen que "obras son amores y no buenas razones" se quedarán convencidos de que Estados Unidos es más eficaz a la hora de luchar contra la contribución humana al calentamiento global. Pero es posible que incluso las "buenas razones" estén también del lado de los Estados Unidos.
La pasada semana se producían en aquél país dos conferencias distintas sobre el calentamiento global, ambas al máximo nivel. Una estaba organizada por Naciones Unidas, que por medio del IPCC ha puesto en marcha el protocolo de Kioto, y que ya está buscando un sustituto, ya que el plan se extiende sólo hasta 2012. La otra estaba convocada por el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
Kioto propone reducir las emisiones de un modo directo, por medio de mandatos a los países para racionar el nivel de CO2 y otros gases de efecto invernadero. La estrategia liderada por Estados Unidos y que ha llevado al acuerdo Asia Pacífico (APEC) es indirecta: No liminar el desarrollo económico, sino favorecerlo y por esa vía apostar por nuevas tecnologías, más limpias.
Tecnología frente al racionamiento
En el discurso que pronunció durante la cumbre paralela a la de Naciones Unidas, George Bush declaró: "Se ha dicho que nos enfrentamos a la disyuntiva entre proteger el medioambiente y la producción de suficiente energía. Ahora tenemos más conocimiento: estos retos comparten una solución común: la tecnología". El objetivo ha de ser "producir menos gases de efecto invernadero" de un modo que "no dañe la prosperidad de la gente". Y puso como ejemplo a los Estados Unidos: "El año pasado nuestra economía creció mientras que redujimos las emisiones de gases".
El presidente estadounidense ha reconocido que "en este nuevo siglo las necesidades de energía sólo pueden crecer". También ha reconocido, frente a quienes quieren equiparar el consumo de energía con destrucción, el papel que juega en la vida humana: "Todos los días la energía trae beneficios sin cuento a nuestra gente. La energía impulsa los nuevos hospitales y escuelas para que podamos tener vidas más largas y productivas. La energía transforma el modo en que producimos la comida, de modo que podemos alimentar a nuestra población en crecimiento". También permite el comercio y por esta vía la prosperidad.
Mientras que Kioto se acerca, según declaró Jacques Chirac, a "un gobierno mundial", ya que crea una administración central que busca imponer medidas para todos los miembros, George Bush propone que cada nación busque su propio camino en la lucha contra la contribución humana al calentamiento. "Ningún país tiene todas las respuestas; ni siquiera nosotros. Cada país debe diseñar sus propias estrategias para hacer progresos hacia este objetivo a largo plazo". Lo que desea es "crear creativamente y aprender de otras experiencias, y ponerlas en común, como el modo para conseguir los objetivos que todos compartimos".
La apuesta por las nuevas tecnologías es clara, ya que "desde que llegué a ser presidente, el Gobierno de los Estados Unidos ha invertido cerca de 18.000 millones de dólares en investigación para el desarrollo de tecnologías limpias y eficientes". Además apuesta por la energía nuclear. "Sin las 439 plantas nucleares que hay en el mundo, habría casi 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbón adicionales lanzadas a la atmósfera cada año".