Hyperion
14-abr-2011, 09:10
INFORME TÉCNICO VETERINARIO SOBRE LAS CORRIDAS:
POR QUÉ EL TORO SI SUFRE.
de José Enrique Zaldivar Laguía. Veterinario
Colegiado en el Ilustre Colegio de Veterinarios de Madrid
Hace poco más de un año, en febrero de 2007, numerosos medios de comunicación se hicieron eco de un estudio neuroendocrino sobre las reacciones hormonales del toro durante la corrida. Dicho estudio ha sido realizado por un grupo de veterinarios de la Universidad Complutense de Madrid, y más concretamente, por el Departamento de Fisiología de la facultad de veterinaria.
Cuando nadie, ni taurinos, ni abolicionistas de la tauromaquia, habían cuestionado que en dicho espectáculo el toro era sometido a un duro castigo en cuanto a dolor físico y sufrimiento psíquico, éste estudio parece indicar lo contrario.
Antes de explicar las razones que me han llevado a cuestionarlo, haré un análisis de en que consiste una corrida de toros. A lo largo de ella, y con una duración aproximada de veinte minutos, el toro es sometido a lo que se conoce como suertes. Una vez que el toro sale al ruedo, y se le dan una serie de pases con el capote, se procede a lo que se conoce como suerte de varas. El picador utiliza para ello lo que se conoce como puya, que es un instrumento cortante y afilado, de 9 cm de longitud, que se divide dos partes: una púa piramidal de 3 cm y otra de 6 cm de acero encordado. Este instrumento debería servir para lesionar determinados músculos y ligamentos de la zona anatómica del toro que se conoce como morrillo. El fin perseguido, es que el toro, una vez lesionadas esas estructuras anatómicas no pueda levantar la cabeza para facilitar la labor del torero. Por desgracia (entre comillas) no es así. Se sabe que el 90% de dichas puyas son colocadas mucho más atrás, en zonas donde las vértebras están mucho más desprotegidas. Además, como resultado de las maniobras ilegales de los picadores, como son hacer el barrenado (utilizar la puya como si se estuviera descorchando una botella de vino) y el mete saca (introducir y sacar la puya varias veces, lo que hace que una puya tenga la misma acción que si hubiera sido utilizada 7 veces, y que impide al toro huir cuando siente dolor), las lesiones producidas son mucho mayores. Utilizando estos métodos, las hemorragias que se provocan pueden llevar a una pérdida de sangre de hasta un 18%, cuando lo “deseable” (entre comillas) sería de un 10%. Una puya es capaz de provocar gracias a estas maniobras, heridas de más de 20 cm de profundidad, con hasta 5 trayectos diferentes. Debo decir que durante la feria de San Isidro, celebrada recientemente en Madrid, he sido capaz de ver la corrida de 36 toros por televisión, y tan sólo en un caso, la puya fue colocada en el morrillo (1 de 36).
La suerte siguiente es la de las banderillas: se trata de unos palos de madera que llevan una punta de acero de 6 cm de longitud y que son clavados en número de seis en la zona dorsal del toro. Con el objeto de que no se desprendan llevan un arpón de 16 mm de ancho.
Después se desarrolla la faena del matador, que consiste en dar una serie de pases con lo que se conoce como muleta. Es la única parte de la corrida en que al toro no se le produce un dolor físico, aunque si requiere de él, un gran desgaste físico y psíquico.
La corrida termina con la estocada que consiste en clavar, en lo que se denomina hoyo de las agujas, una espada de 80 cm de longitud con la que se le provocará la muerte. Podemos decir que raramente es situada donde se debe y cumple su función, que es la lesión de grandes vasos. En la mayoría de las ocasiones lesiona cordones nerviosos laterales a la médula, lo que provoca la desconexión de la caja torácica, lo que a su vez provoca una gran lesión del pulmón. La sangre puede pasar del pulmón a los bronquios, de allí a la tráquea, y salir al exterior por la boca y la nariz, a veces a borbotones. En otras ocasiones, la estocada es tan trasera que es capaz de perforar el diafragma e incluso pinchar la panza y el hígado. Si se da esta situación, el toro morirá tragándose su propia sangre.
Se termina con el descabello y la puntilla. El descabello se realizada con una espada similar al estoque, pero que lleva un tope de 10 cm, y consiste en seccionar la médula espinal a nivel del espacio intervertebral situado entre la primera y segunda vértebra cervical. La puntilla, persigue el mismo fin que el descabello, pero se realiza con un cuchillo de 10 cm.
En el estudio al que nos vamos a referir se han analizado determinaciones hormonales en diferentes grupos de toros:
1-Toros que han sido solamente transportados en un camión.
2-Toros que salen al ruedo y que son devueltos a los corrales por algún problema físico, sin pasar por ninguna de las suertes comentadas.
3-Toros que son picados y devueltos a los corrales.
4-Toros que son picados y banderilleados y que son devueltos a los corrales.
5-Toros que pasan por todas las suertes de la corrida y que por tanto son muertos en la plaza.
Creemos que los grupos más numerosos los componen los de los grupos 1 y 5, ya que no es muy frecuente que se den las circunstancias de los grupos 2, 3 y 4. Digo creemos, porque el estudio, casi un año y medio después de haberse hecho público no ha sido publicado en ninguna revista científica.
El estudio se ha basado en la determinación de una serie de hormonas:
1.ACTH: hormona producida en la hipófisis y precursora de la producción de cortisol.
2.Cortisol: hormona producida en las glándulas adrenales.
3.Betaendorfinas: hormonas producidas en diversos lugares del organismo.
Además se hace referencia en él, a otras dos hormonas, la adrenalina y la noradrenalina, a las que no haré referencia por no alargar demasiado mi comparecencia.
La ACTH y el cortisol son las hormonas implicadas en la respuesta de cualquier organismo ante el estrés. Cuanta más descarga de ellas se produzca mayor será éste. Las descargas de estas hormonas una vez que se produce el estímulo estresante se produce a través de órdenes canalizadas por el sistema nervioso.
¿Y qué es el estrés? ¿Para qué sirve? ¿Qué consecuencias tiene para la salud? El estrés se define como una “agresión sobre un organismo vivo” o también, como “el conjunto de reacciones biológicas y psicológicas que se desencadenan en un organismo cuando se enfrenta de forma brusca con un agente nocivo, cualquiera que sea su naturaleza”. Se define también como: “la situación de un individuo o de alguno de sus órganos o aparatos qué, por exigir de ellos un rendimiento superior al normal, lo pone en riesgo de enfermar”.
Pues bien, sería lógico pensar que los toros analizados y que pertenecen al grupo 5 (los que han pasado por todas las suertes de la corrida y han muerto en el ruedo) deberían tener más ACTH y más cortisol en su sangre que los de los demás grupos, y por supuesto mucho más que los del grupo 1. Es decir, que a mayor castigo se debería producir más estrés.
Pues no, según el estudio que estamos analizando no es así. En él, se nos dice, que los toros transportados (grupo 1) y los toros del grupo 2, tienen tres veces más estrés que los demás, es decir más ACTH y más cortisol. Los del grupo 3 a su vez tienen más estrés que los del 4, y estos más estrés que los del 5.
POR QUÉ EL TORO SI SUFRE.
de José Enrique Zaldivar Laguía. Veterinario
Colegiado en el Ilustre Colegio de Veterinarios de Madrid
Hace poco más de un año, en febrero de 2007, numerosos medios de comunicación se hicieron eco de un estudio neuroendocrino sobre las reacciones hormonales del toro durante la corrida. Dicho estudio ha sido realizado por un grupo de veterinarios de la Universidad Complutense de Madrid, y más concretamente, por el Departamento de Fisiología de la facultad de veterinaria.
Cuando nadie, ni taurinos, ni abolicionistas de la tauromaquia, habían cuestionado que en dicho espectáculo el toro era sometido a un duro castigo en cuanto a dolor físico y sufrimiento psíquico, éste estudio parece indicar lo contrario.
Antes de explicar las razones que me han llevado a cuestionarlo, haré un análisis de en que consiste una corrida de toros. A lo largo de ella, y con una duración aproximada de veinte minutos, el toro es sometido a lo que se conoce como suertes. Una vez que el toro sale al ruedo, y se le dan una serie de pases con el capote, se procede a lo que se conoce como suerte de varas. El picador utiliza para ello lo que se conoce como puya, que es un instrumento cortante y afilado, de 9 cm de longitud, que se divide dos partes: una púa piramidal de 3 cm y otra de 6 cm de acero encordado. Este instrumento debería servir para lesionar determinados músculos y ligamentos de la zona anatómica del toro que se conoce como morrillo. El fin perseguido, es que el toro, una vez lesionadas esas estructuras anatómicas no pueda levantar la cabeza para facilitar la labor del torero. Por desgracia (entre comillas) no es así. Se sabe que el 90% de dichas puyas son colocadas mucho más atrás, en zonas donde las vértebras están mucho más desprotegidas. Además, como resultado de las maniobras ilegales de los picadores, como son hacer el barrenado (utilizar la puya como si se estuviera descorchando una botella de vino) y el mete saca (introducir y sacar la puya varias veces, lo que hace que una puya tenga la misma acción que si hubiera sido utilizada 7 veces, y que impide al toro huir cuando siente dolor), las lesiones producidas son mucho mayores. Utilizando estos métodos, las hemorragias que se provocan pueden llevar a una pérdida de sangre de hasta un 18%, cuando lo “deseable” (entre comillas) sería de un 10%. Una puya es capaz de provocar gracias a estas maniobras, heridas de más de 20 cm de profundidad, con hasta 5 trayectos diferentes. Debo decir que durante la feria de San Isidro, celebrada recientemente en Madrid, he sido capaz de ver la corrida de 36 toros por televisión, y tan sólo en un caso, la puya fue colocada en el morrillo (1 de 36).
La suerte siguiente es la de las banderillas: se trata de unos palos de madera que llevan una punta de acero de 6 cm de longitud y que son clavados en número de seis en la zona dorsal del toro. Con el objeto de que no se desprendan llevan un arpón de 16 mm de ancho.
Después se desarrolla la faena del matador, que consiste en dar una serie de pases con lo que se conoce como muleta. Es la única parte de la corrida en que al toro no se le produce un dolor físico, aunque si requiere de él, un gran desgaste físico y psíquico.
La corrida termina con la estocada que consiste en clavar, en lo que se denomina hoyo de las agujas, una espada de 80 cm de longitud con la que se le provocará la muerte. Podemos decir que raramente es situada donde se debe y cumple su función, que es la lesión de grandes vasos. En la mayoría de las ocasiones lesiona cordones nerviosos laterales a la médula, lo que provoca la desconexión de la caja torácica, lo que a su vez provoca una gran lesión del pulmón. La sangre puede pasar del pulmón a los bronquios, de allí a la tráquea, y salir al exterior por la boca y la nariz, a veces a borbotones. En otras ocasiones, la estocada es tan trasera que es capaz de perforar el diafragma e incluso pinchar la panza y el hígado. Si se da esta situación, el toro morirá tragándose su propia sangre.
Se termina con el descabello y la puntilla. El descabello se realizada con una espada similar al estoque, pero que lleva un tope de 10 cm, y consiste en seccionar la médula espinal a nivel del espacio intervertebral situado entre la primera y segunda vértebra cervical. La puntilla, persigue el mismo fin que el descabello, pero se realiza con un cuchillo de 10 cm.
En el estudio al que nos vamos a referir se han analizado determinaciones hormonales en diferentes grupos de toros:
1-Toros que han sido solamente transportados en un camión.
2-Toros que salen al ruedo y que son devueltos a los corrales por algún problema físico, sin pasar por ninguna de las suertes comentadas.
3-Toros que son picados y devueltos a los corrales.
4-Toros que son picados y banderilleados y que son devueltos a los corrales.
5-Toros que pasan por todas las suertes de la corrida y que por tanto son muertos en la plaza.
Creemos que los grupos más numerosos los componen los de los grupos 1 y 5, ya que no es muy frecuente que se den las circunstancias de los grupos 2, 3 y 4. Digo creemos, porque el estudio, casi un año y medio después de haberse hecho público no ha sido publicado en ninguna revista científica.
El estudio se ha basado en la determinación de una serie de hormonas:
1.ACTH: hormona producida en la hipófisis y precursora de la producción de cortisol.
2.Cortisol: hormona producida en las glándulas adrenales.
3.Betaendorfinas: hormonas producidas en diversos lugares del organismo.
Además se hace referencia en él, a otras dos hormonas, la adrenalina y la noradrenalina, a las que no haré referencia por no alargar demasiado mi comparecencia.
La ACTH y el cortisol son las hormonas implicadas en la respuesta de cualquier organismo ante el estrés. Cuanta más descarga de ellas se produzca mayor será éste. Las descargas de estas hormonas una vez que se produce el estímulo estresante se produce a través de órdenes canalizadas por el sistema nervioso.
¿Y qué es el estrés? ¿Para qué sirve? ¿Qué consecuencias tiene para la salud? El estrés se define como una “agresión sobre un organismo vivo” o también, como “el conjunto de reacciones biológicas y psicológicas que se desencadenan en un organismo cuando se enfrenta de forma brusca con un agente nocivo, cualquiera que sea su naturaleza”. Se define también como: “la situación de un individuo o de alguno de sus órganos o aparatos qué, por exigir de ellos un rendimiento superior al normal, lo pone en riesgo de enfermar”.
Pues bien, sería lógico pensar que los toros analizados y que pertenecen al grupo 5 (los que han pasado por todas las suertes de la corrida y han muerto en el ruedo) deberían tener más ACTH y más cortisol en su sangre que los de los demás grupos, y por supuesto mucho más que los del grupo 1. Es decir, que a mayor castigo se debería producir más estrés.
Pues no, según el estudio que estamos analizando no es así. En él, se nos dice, que los toros transportados (grupo 1) y los toros del grupo 2, tienen tres veces más estrés que los demás, es decir más ACTH y más cortisol. Los del grupo 3 a su vez tienen más estrés que los del 4, y estos más estrés que los del 5.