CarrotRope
22-mar-2011, 17:24
Hace poco encontré en la tienda donde me surto de frutos secos al peso una mezcla de fruta seca, fue verla y pensar "con esto me hago yo unas magdalenas" :p
La receta es una adaptación de una que encontré (aquella llevaba cerezas secas, harinas un poco diferentes y azúcar) en un blog que participó en el Vegan MoFo (Mes de la Comida Vegano) hace años. Me la guardé, pero ahora el blog, Forked Chicago, parece que ya no existe.
Sin más dilación, allá voy.
Apto para vegetarianos/veganos
Categoría: Postres y dulces
Ingredientes:
1/2 taza de fruta tropical seca (mi mezcla llevaba cubos de piña y papaya, y láminas de coco)
3/4 taza* de leche de coco ligera (la hice disolviendo coco compacto, o creamed coconut como pone en el envase, en esa cantidad de agua caliente, supongo que se podría aligerar con un poco de agua algo menos de esos tres cuartos de taza, pero de leche de coco de espesor normal)
1 cucharada de semillas de lino en polvo
1/2 taza* de harina integral (eco en mi caso)
1/2 taza* de harina blanca especial para repostería
1 pizca de sal
1 cucharadita de levadura, en mi caso media de levadura y media de bicarbonato
3 cucharadas de aceite de girasol
1/4 de taza* de panela rallada
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
coco rallado al gusto
*Nota: Con taza me refiero a una de 250 ml, pero no hasta arriba del todo.
Preparación:
Cubrir al menos 10 minutos la fruta seca con agua caliente (truco cortesía de Isa C. Moskowitz, lo decía para las pasas, pero lo uso para todo tipo de fruta seca en repostería y queda muy jugosa y rica). Pasado ese tiempo, escurrirla muy bien y si hay trozos grandes cortarlos un poco.
Mezclar la leche de coco y el lino y dejar reposar hasta que tenga una textura viscosa. Añadir entonces el aceite, la panela y el extracto de vainilla (supongo que el interior de una vaina de vainilla disuelto en un poco de agua podría servir) y mezclar bien.
En otro cuenco más grande mezclar las harinas tamizadas, la sal y el bicarbonato/levadura. Añadir a esta mezcla la de los ingredientes líquidos y mezclar con un tenedor (otro truco de Isa, según ella la masa de las magdalenas no debe quedar demasiado mezclada, sólo unir uniformemente lo húmedo y lo seco, o quedan luego gomosas).
Repartir en moldes de magdalenas (no me canso de recomendar los de silicona, que no hay que engrasar además) y espolvorear con coco rallado cada una. A estas alturas conviene tener precalentado ya unos pocos minutos el horno (creo que lo hice justo antes de pasar la masa a los moldes) a 180ºC. Hornear a esa temperatura entre 18-20 minutos, según el horno (en el mío en 18' estaban, y puestas un poco más altas de la mitad, que suben mejor y hay menos riesgo de que se pasen por abajo).
Una vez en su punto (no abrir el horno hasta pasados esos 18 minutos, que podrían bajarse, y probarlas con lo típico del palillo de madera que debe salir seco) dejar enfriar en los moldes de silicona en una parrilla. Luego ya se pueden pasar a moldes para servir.
Hasta ahora son de las magdalenas que he hecho que más me han gustado, no están muy dulces porque llevan poco panela, pero la fruta lo compensa, y la masa queda con un saborcito muy majo entre la vainilla y el coco, muy delicado (vamos, no temáis los no amantes del coco). Están más ricas el día después y los siguientes, y aguantan bien mínimo 4-5 días, al menos con estas temperaturas pre-primaverales, tapadas en un plato llano con otro cuenco de cerámica. Sin el coco podrían congelarse bien, supongo.
Me salieron 8 magdalenas, y más bien medianas, así que si las hacéis y os gustan recomiendo doblar cantidades y congelar las que no se gasten en esos primeros días.
Espero que os gusten tanto como a mí ;)
"Edito; la versión con zumo de piña aguanta bien de sabor menos días, como 3-4, fuera de la nevera"
La receta es una adaptación de una que encontré (aquella llevaba cerezas secas, harinas un poco diferentes y azúcar) en un blog que participó en el Vegan MoFo (Mes de la Comida Vegano) hace años. Me la guardé, pero ahora el blog, Forked Chicago, parece que ya no existe.
Sin más dilación, allá voy.
Apto para vegetarianos/veganos
Categoría: Postres y dulces
Ingredientes:
1/2 taza de fruta tropical seca (mi mezcla llevaba cubos de piña y papaya, y láminas de coco)
3/4 taza* de leche de coco ligera (la hice disolviendo coco compacto, o creamed coconut como pone en el envase, en esa cantidad de agua caliente, supongo que se podría aligerar con un poco de agua algo menos de esos tres cuartos de taza, pero de leche de coco de espesor normal)
1 cucharada de semillas de lino en polvo
1/2 taza* de harina integral (eco en mi caso)
1/2 taza* de harina blanca especial para repostería
1 pizca de sal
1 cucharadita de levadura, en mi caso media de levadura y media de bicarbonato
3 cucharadas de aceite de girasol
1/4 de taza* de panela rallada
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
coco rallado al gusto
*Nota: Con taza me refiero a una de 250 ml, pero no hasta arriba del todo.
Preparación:
Cubrir al menos 10 minutos la fruta seca con agua caliente (truco cortesía de Isa C. Moskowitz, lo decía para las pasas, pero lo uso para todo tipo de fruta seca en repostería y queda muy jugosa y rica). Pasado ese tiempo, escurrirla muy bien y si hay trozos grandes cortarlos un poco.
Mezclar la leche de coco y el lino y dejar reposar hasta que tenga una textura viscosa. Añadir entonces el aceite, la panela y el extracto de vainilla (supongo que el interior de una vaina de vainilla disuelto en un poco de agua podría servir) y mezclar bien.
En otro cuenco más grande mezclar las harinas tamizadas, la sal y el bicarbonato/levadura. Añadir a esta mezcla la de los ingredientes líquidos y mezclar con un tenedor (otro truco de Isa, según ella la masa de las magdalenas no debe quedar demasiado mezclada, sólo unir uniformemente lo húmedo y lo seco, o quedan luego gomosas).
Repartir en moldes de magdalenas (no me canso de recomendar los de silicona, que no hay que engrasar además) y espolvorear con coco rallado cada una. A estas alturas conviene tener precalentado ya unos pocos minutos el horno (creo que lo hice justo antes de pasar la masa a los moldes) a 180ºC. Hornear a esa temperatura entre 18-20 minutos, según el horno (en el mío en 18' estaban, y puestas un poco más altas de la mitad, que suben mejor y hay menos riesgo de que se pasen por abajo).
Una vez en su punto (no abrir el horno hasta pasados esos 18 minutos, que podrían bajarse, y probarlas con lo típico del palillo de madera que debe salir seco) dejar enfriar en los moldes de silicona en una parrilla. Luego ya se pueden pasar a moldes para servir.
Hasta ahora son de las magdalenas que he hecho que más me han gustado, no están muy dulces porque llevan poco panela, pero la fruta lo compensa, y la masa queda con un saborcito muy majo entre la vainilla y el coco, muy delicado (vamos, no temáis los no amantes del coco). Están más ricas el día después y los siguientes, y aguantan bien mínimo 4-5 días, al menos con estas temperaturas pre-primaverales, tapadas en un plato llano con otro cuenco de cerámica. Sin el coco podrían congelarse bien, supongo.
Me salieron 8 magdalenas, y más bien medianas, así que si las hacéis y os gustan recomiendo doblar cantidades y congelar las que no se gasten en esos primeros días.
Espero que os gusten tanto como a mí ;)
"Edito; la versión con zumo de piña aguanta bien de sabor menos días, como 3-4, fuera de la nevera"