RespuestasVeganas.Org
25-ene-2011, 17:31
El alcance del sufrimiento de los animales salvajes (http://www.utilitarian-essays.com/suffering-nature.html) es literalmente inimaginable.
A continuación se puede leer una traducción del artículo “Judge Nature” (http://theviewfromhell.blogspot.com/2011/01/judge-nature.html), publicado en el blog The View from Hell (http://theviewfromhell.blogspot.com/) por una autora que usa el pseudónimo ‘Sister Y’.
El artículo emplea en ocasiones, por desgracia, un tono y un lenguaje humorístico para abordar cuestiones que son completamente serias y dramáticas. Sin embargo, tiene varios elementos de interés, y puede ser útil como herramienta para el debate.
JUEZ NATURALEZA [1]
Tenemos una función en nuestra mente para imaginar el sufrimiento: recordar una mordedura de perro, quizá, u otro herida grave. Y tenemos asimismo una función multiplicativa abstracta en nuestra mente. Pero esto no consigue siquiera que estemos más cerca de comprender la cantidad de sufrimiento en ocurre en la naturaleza en un solo minuto.
¿Qué sería como sentir en la superficie del sol? Respuesta: como nada. No puedes ni siquiera aproximarte a la superficie del sol; incluso millones de kilómetros en el exterior, protegido por una nave espacial, un cuerpo humano se desintegraría. Somos físicamente incapaces de percibir lo mal que nos sentiríamos en la superficie sol.
Así sucede con la cantidad de sufrimiento en el mundo natural (y, a propósito, su subconjunto, el mundo humano).
1. Sobre las formas en que la naturaleza hace que Andreas Yates parezca June Cleaver [2]
Esta fotografía (http://en.wikipedia.org/wiki/File:Common_Coot_(Fulica_atra)-_Adult_feeding_juvenile_W_IMG_8302.jpg) muestra a una focha común (http://es.wikipedia.org/wiki/Fulica_atra) alimentando a su polluelo:
http://pensamientovegano.files.wordpress.com/2011/01/800px-common_coot_2528fulica_atra2529-_adult_feeding_juvenile_w_img_8302.jpg?w=320&h=224
Estas fochas pueden incubar hasta nueve polluelos (como aprendemos de David Attenborough (http://www.pbs.org/lifeofbirds/)). Pero, bajo condiciones normales, la comida escasea. Los padres aves alimentan a los bebés aves con diminutas gambas durante los tres primeros días después de que rompan el huevo. Entonces, mamá focha se convierte en Queridísima mamá.[3] Un bebé ave suplica comida, como es habitual, pero, sin previo aviso, los padres lo “castigan”, mordiendo duramente al polluelo en su diminuta cabeza. Los padres hacen esto a cada uno de los polluelos. Finalmente, un polluelo es sellecionado para una tortura especial, y es maltratado hasta que deja de suplicar comida y muere de inanición.
Este proceso se repite hasta que solo dos o tres polluelos sobreviven.
Los pelícanos incuban tres polluelos, pero bajo circunstancias normales, solo uno sobrevive. No son los padres quienes provocan la muerte, sino los hermanos. Las dos aves más grandes despluman a la más pequeña con su afilado pico y lo eliminan del nido. Entonces, los conspiradores se atacan entre sí hasta que solo queda un polluelo.
¿Es eso horrible?
¿Es eso trágico?
¿Es eso… bueno?
El mismo Sir David reconoce que esto podría ser un poco cruel según los estándares humanos. Pero nos asegura que es para mejor (en los años especialmente buenos, un pelícano o focha puede criar uno o dos polluelos extra. Así que torturar a bebés aves hasta la muerte sirve al propósito de incrementar un poco la resistencia genética de los padres.
¿Pero eso hace que esté realmente bien?
2. La incoherencia de la moral relativa a las especies
Se nos enseñó de niños a no aplicar los estándares humanos de la moral al comportamiento animal. No esperamos que los macacos sean igualitaristas (http://www.bio.davidson.edu/people/vecase/behavior/Spring2005/Winter/SocOrg.htm#Females), ni que los leones machos (http://www.bio.davidson.edu/people/vecase/Behavior/Spring2004/shelburne/infanticide.html) se abstengan de matar a los cachorros engendrados por otros machos. Según esta teoría, no deberíamos esperar que los animales críen a los bebés que tienen hasta la edad adulta; no deberíamos estar afligidos si ellos, de hecho, torturan a sus crías hasta la muerte cuando es ventajoso para ellos actuar así.
La mayoría de la gente de nuestra era tiene una fuerte y visceral inclinación en contra de la crueldad hacia los animales, del mismo modo que la tenemos en contra de la crueldad hacia los niños humanos. Juzgamos que el sufrimiento animal como malo. Al ver el documental de la naturaleza, esperan que el impala pueda evadir al león, pero esperan que los cachorros de león consigan alimento de alguna manera. Pero mira lo que tu mente hace cuando está considerando estas dos esperanzas contradictorias. ¿Llega a una resolución coherente del problema? ¿O simplemente se encoge de hombros y echa tierra sobre el problema con alguna chorrada sobre el ciclo de la vida? La vida debe continuar… fin del problema.
¿Está bien que se coman al impala? ¿Qué muera el cachorro? ¿Qué hay de un viejo león yaciendo lentamente al ardiente sol? ¿Qué hay de esa imagen más arriba del polluelo, que es abusado y privado de alimento hasta la muerte por sus padres? El Génesis 1:21 dice: “And God created great whales, and every living creature that moveth, which the waters brought forth abundantly, after their kind, and every winged fowl after his kind: and God saw that it was good.” (El énfasis es mío.) Según el dios judeo-cristiano, torturar a los bebés polluelos hasta la muerte no solo está bien, sino que es bueno. “Dios” nos dio a tragar esa tremenda mentira; ¿puedes tragártela?
Algunos pueden afirmar que la moral humana se aplica solo a las acciones humanas, no a las acciones de los animales. Estoy de acuerdo con esto. En su mayoría, los animales no son agentes, sino meramente robots (máquinas ejecutando programas creados por la selección natural). Sin embargo, la moral debe ciertamente aplicarse también a la inacción humana, y especialmente a nuestra acción en prevenir el daño, sufrimiento y lo horrible. ¿Cuál es la justificación para el dogma “manos fuera” en lo que respecta a la naturaleza? ¿A menudo interferimos en la naturaleza para el bien de los humanos y de la industria humana? ¿Por qué no para el bien de los individuos animales? La sangrienta naturaleza es una máquina de empujar genes hacia al futuro. ¿Realmente “sabe lo mejor”?
3. ¿Respeto a las especies?
La naturaleza existe. Intentamos “conservar” los ecosistemas en su estado “natural” (con comillas porque los ecosistemas evolucionan y cambian a lo largo del tiempo, en respuesta a la presión medioambiental, incluso aquellos de otras especies. ¿Pero para quién es bueno?
¿Es bueno para los animales en sí mismos? Thomas Nagel considera la dificultad de esta cuestión en su ensayo “Birth, Death, and the Meaning of Life” en su importante libro The View from Nowhere (http://redirectingat.com/?id=725X584219&site=pensamientovegano.wordpress.com&xs=1&url=http%3A%2F%2Fwww.amazon.com%2FView-Nowhere-Thomas-Nagel%2Fdp%2F0195056442&sref=http%3A%2F%2Fpensamientovegano.wordpress.com% 2F2011%2F01%2F23%2Fjuez-naturaleza%2F) (de cual mi blog toma su título). Mientras enseñaba en Princeton en los años 70, el profesor Nagel se fijó en una triste arañita viviendo en un urinario del baño de hombres. La araña se le apareció al profesor Nabel como teniendo una vida de mierda, siendo orinada encima constantemente. “No parecía que le gustase”, señala Nagel. Él continúa:
De manera gradual, nuestros encuentros empezaron a oprimirme. Por supuesto podía estar en su hábitat natural, pero a causa de que estaba atrapada por los salientes de porcelana lisa, no había forma para ella de salir si quería, y no había forma de decir si ella quería hacerlo… Así que un día al final del período escolar, cogí una toalla de papel del dispensador de la pared y la extendía hacia ella. Sus patas se agarraron al final de la toalla, y yo la levanté fuera y la deposité en el suelo.
Ella se sentó allí, sin mover un músculo. La golpeé ligeramente con la toalla, pero nada ocurrió… La dejé, pero cuando volví dos horas más tarde, no se había movido.
El siguiente día la encontré en el mismo lugar, con sus patas secas de esa manera característica de las arañas muertas. Su cadáver permaneció allí durante una semana, hasta que finalmente barrieron el suelo.
El profesor Nagel actuó con empatía hacia la araña, tratándola como él imaginaba que la araña querría ser tratada. ¿Pero hizo algún bien a la araña? ¿Habría hecho la no interferencia del Profesor Ángel algún bien a la araña? La araña podría haber vivido más tiempo, subiendo los chorros de orina cien veces al día, y con el tiempo podría haber producido más arañas. ¿Sería eso algo bueno?
¿Qué quieren las arañas? ¿Hay algo como una vida valiosa para una araña? ¿Hace una vida de araña algún bien a la araña?
(continúa...)
A continuación se puede leer una traducción del artículo “Judge Nature” (http://theviewfromhell.blogspot.com/2011/01/judge-nature.html), publicado en el blog The View from Hell (http://theviewfromhell.blogspot.com/) por una autora que usa el pseudónimo ‘Sister Y’.
El artículo emplea en ocasiones, por desgracia, un tono y un lenguaje humorístico para abordar cuestiones que son completamente serias y dramáticas. Sin embargo, tiene varios elementos de interés, y puede ser útil como herramienta para el debate.
JUEZ NATURALEZA [1]
Tenemos una función en nuestra mente para imaginar el sufrimiento: recordar una mordedura de perro, quizá, u otro herida grave. Y tenemos asimismo una función multiplicativa abstracta en nuestra mente. Pero esto no consigue siquiera que estemos más cerca de comprender la cantidad de sufrimiento en ocurre en la naturaleza en un solo minuto.
¿Qué sería como sentir en la superficie del sol? Respuesta: como nada. No puedes ni siquiera aproximarte a la superficie del sol; incluso millones de kilómetros en el exterior, protegido por una nave espacial, un cuerpo humano se desintegraría. Somos físicamente incapaces de percibir lo mal que nos sentiríamos en la superficie sol.
Así sucede con la cantidad de sufrimiento en el mundo natural (y, a propósito, su subconjunto, el mundo humano).
1. Sobre las formas en que la naturaleza hace que Andreas Yates parezca June Cleaver [2]
Esta fotografía (http://en.wikipedia.org/wiki/File:Common_Coot_(Fulica_atra)-_Adult_feeding_juvenile_W_IMG_8302.jpg) muestra a una focha común (http://es.wikipedia.org/wiki/Fulica_atra) alimentando a su polluelo:
http://pensamientovegano.files.wordpress.com/2011/01/800px-common_coot_2528fulica_atra2529-_adult_feeding_juvenile_w_img_8302.jpg?w=320&h=224
Estas fochas pueden incubar hasta nueve polluelos (como aprendemos de David Attenborough (http://www.pbs.org/lifeofbirds/)). Pero, bajo condiciones normales, la comida escasea. Los padres aves alimentan a los bebés aves con diminutas gambas durante los tres primeros días después de que rompan el huevo. Entonces, mamá focha se convierte en Queridísima mamá.[3] Un bebé ave suplica comida, como es habitual, pero, sin previo aviso, los padres lo “castigan”, mordiendo duramente al polluelo en su diminuta cabeza. Los padres hacen esto a cada uno de los polluelos. Finalmente, un polluelo es sellecionado para una tortura especial, y es maltratado hasta que deja de suplicar comida y muere de inanición.
Este proceso se repite hasta que solo dos o tres polluelos sobreviven.
Los pelícanos incuban tres polluelos, pero bajo circunstancias normales, solo uno sobrevive. No son los padres quienes provocan la muerte, sino los hermanos. Las dos aves más grandes despluman a la más pequeña con su afilado pico y lo eliminan del nido. Entonces, los conspiradores se atacan entre sí hasta que solo queda un polluelo.
¿Es eso horrible?
¿Es eso trágico?
¿Es eso… bueno?
El mismo Sir David reconoce que esto podría ser un poco cruel según los estándares humanos. Pero nos asegura que es para mejor (en los años especialmente buenos, un pelícano o focha puede criar uno o dos polluelos extra. Así que torturar a bebés aves hasta la muerte sirve al propósito de incrementar un poco la resistencia genética de los padres.
¿Pero eso hace que esté realmente bien?
2. La incoherencia de la moral relativa a las especies
Se nos enseñó de niños a no aplicar los estándares humanos de la moral al comportamiento animal. No esperamos que los macacos sean igualitaristas (http://www.bio.davidson.edu/people/vecase/behavior/Spring2005/Winter/SocOrg.htm#Females), ni que los leones machos (http://www.bio.davidson.edu/people/vecase/Behavior/Spring2004/shelburne/infanticide.html) se abstengan de matar a los cachorros engendrados por otros machos. Según esta teoría, no deberíamos esperar que los animales críen a los bebés que tienen hasta la edad adulta; no deberíamos estar afligidos si ellos, de hecho, torturan a sus crías hasta la muerte cuando es ventajoso para ellos actuar así.
La mayoría de la gente de nuestra era tiene una fuerte y visceral inclinación en contra de la crueldad hacia los animales, del mismo modo que la tenemos en contra de la crueldad hacia los niños humanos. Juzgamos que el sufrimiento animal como malo. Al ver el documental de la naturaleza, esperan que el impala pueda evadir al león, pero esperan que los cachorros de león consigan alimento de alguna manera. Pero mira lo que tu mente hace cuando está considerando estas dos esperanzas contradictorias. ¿Llega a una resolución coherente del problema? ¿O simplemente se encoge de hombros y echa tierra sobre el problema con alguna chorrada sobre el ciclo de la vida? La vida debe continuar… fin del problema.
¿Está bien que se coman al impala? ¿Qué muera el cachorro? ¿Qué hay de un viejo león yaciendo lentamente al ardiente sol? ¿Qué hay de esa imagen más arriba del polluelo, que es abusado y privado de alimento hasta la muerte por sus padres? El Génesis 1:21 dice: “And God created great whales, and every living creature that moveth, which the waters brought forth abundantly, after their kind, and every winged fowl after his kind: and God saw that it was good.” (El énfasis es mío.) Según el dios judeo-cristiano, torturar a los bebés polluelos hasta la muerte no solo está bien, sino que es bueno. “Dios” nos dio a tragar esa tremenda mentira; ¿puedes tragártela?
Algunos pueden afirmar que la moral humana se aplica solo a las acciones humanas, no a las acciones de los animales. Estoy de acuerdo con esto. En su mayoría, los animales no son agentes, sino meramente robots (máquinas ejecutando programas creados por la selección natural). Sin embargo, la moral debe ciertamente aplicarse también a la inacción humana, y especialmente a nuestra acción en prevenir el daño, sufrimiento y lo horrible. ¿Cuál es la justificación para el dogma “manos fuera” en lo que respecta a la naturaleza? ¿A menudo interferimos en la naturaleza para el bien de los humanos y de la industria humana? ¿Por qué no para el bien de los individuos animales? La sangrienta naturaleza es una máquina de empujar genes hacia al futuro. ¿Realmente “sabe lo mejor”?
3. ¿Respeto a las especies?
La naturaleza existe. Intentamos “conservar” los ecosistemas en su estado “natural” (con comillas porque los ecosistemas evolucionan y cambian a lo largo del tiempo, en respuesta a la presión medioambiental, incluso aquellos de otras especies. ¿Pero para quién es bueno?
¿Es bueno para los animales en sí mismos? Thomas Nagel considera la dificultad de esta cuestión en su ensayo “Birth, Death, and the Meaning of Life” en su importante libro The View from Nowhere (http://redirectingat.com/?id=725X584219&site=pensamientovegano.wordpress.com&xs=1&url=http%3A%2F%2Fwww.amazon.com%2FView-Nowhere-Thomas-Nagel%2Fdp%2F0195056442&sref=http%3A%2F%2Fpensamientovegano.wordpress.com% 2F2011%2F01%2F23%2Fjuez-naturaleza%2F) (de cual mi blog toma su título). Mientras enseñaba en Princeton en los años 70, el profesor Nagel se fijó en una triste arañita viviendo en un urinario del baño de hombres. La araña se le apareció al profesor Nabel como teniendo una vida de mierda, siendo orinada encima constantemente. “No parecía que le gustase”, señala Nagel. Él continúa:
De manera gradual, nuestros encuentros empezaron a oprimirme. Por supuesto podía estar en su hábitat natural, pero a causa de que estaba atrapada por los salientes de porcelana lisa, no había forma para ella de salir si quería, y no había forma de decir si ella quería hacerlo… Así que un día al final del período escolar, cogí una toalla de papel del dispensador de la pared y la extendía hacia ella. Sus patas se agarraron al final de la toalla, y yo la levanté fuera y la deposité en el suelo.
Ella se sentó allí, sin mover un músculo. La golpeé ligeramente con la toalla, pero nada ocurrió… La dejé, pero cuando volví dos horas más tarde, no se había movido.
El siguiente día la encontré en el mismo lugar, con sus patas secas de esa manera característica de las arañas muertas. Su cadáver permaneció allí durante una semana, hasta que finalmente barrieron el suelo.
El profesor Nagel actuó con empatía hacia la araña, tratándola como él imaginaba que la araña querría ser tratada. ¿Pero hizo algún bien a la araña? ¿Habría hecho la no interferencia del Profesor Ángel algún bien a la araña? La araña podría haber vivido más tiempo, subiendo los chorros de orina cien veces al día, y con el tiempo podría haber producido más arañas. ¿Sería eso algo bueno?
¿Qué quieren las arañas? ¿Hay algo como una vida valiosa para una araña? ¿Hace una vida de araña algún bien a la araña?
(continúa...)