Panteradopa
15-ene-2011, 12:41
Los carniceros de la ciudad se quejan de que su género vale ahora un 20% más caro porque tienen que matar y despiezar las reses en Cáceres.
Cerró la instalación de Badajoz hace un año y la de Olivenza en verano y hay que ir hasta Cáceres.
Según el sector, ahora se trae la carne de fuera y el ganado de la provincia tiene menos salida.
Ha pasado un año desde que el Ayuntamiento cerró el matadero de la ciudad situado en El Nevero y los carniceros lo han notado, para mal, claro. Desde entonces la mayoría de los animales se matan en las afueras de Cáceres, a más de cien kilómetros de las carnicerías, y ese gasto en gasoil y la necesaria intervención de intermediarios ha provocado un incremento en el precio de la carne de ternera «que ronda, sólo en un año, entre el 20 y el 25%», calcula el carnicero Alberto Monje Cerrato (afamado Carnicero pacense).
El otro efecto de esta situación, dice, es que cada vez se consume menos ganado de la provincia y llega más carne envasada o despiezada desde Málaga, Murcia o Castilla- La Mancha.
Junto a ocho personas más del sector, este empresario acudió a finales de 2009 al Ayuntamiento para plantearle al concejal del Matadero, Alberto Astorga, una fórmula que permitiera a los carniceros pacenses seguir matando y despiezando el género en la ciudad. «Le dijimos que nosotros podíamos mantener la actividad en estas instalaciones por una cantidad simbólica y además nos hacíamos cargo del personal que allí había, pero nos pidió un precio desorbitado».
Antigüamente cada ciudad debía tener un matadero propio por ley con el fin de que sus ciudadanos pudiesen ser abastecidos de carne fresca, pero el sector evolucionó y aquella ley se abolió en 1996. Desde entonces el matadero municipal sólo ha sumado pérdidas cada año, acumulando varios millones de euros de déficit cuando se cerró el 1 de enero de 2010 después de que un concurso para alquilarlo quedara desierto. Cuando cerró, sólo una docena de carniceros usaban regularmente estas instalaciones, que ya se consideraban sobredimensionadas para la poca cantidad de carne que allí entraba.
Alquiler inasumible
El concejal Alberto Astorga explica que por la Ley de Contratos del Estado el precio de alquiler del patrimonio público tiene que ser del 6% del valor del inmueble, lo que equivale a un canon anual de 450.000 euros, cantidad inasumible por el gremio en Badajoz.
Así las cosas, el matadero de Olivenza, a 24 kilómetros de Badajoz, era la alternativa. Pero cerró en julio del año pasado y sólo queda los de Almendralejo y Cáceres. Y aunque hay planes de que la empresa Rumasa abra otro matadero en Olivenza, nadie sabe cuándo ocurrirá y, si abre, el rumor más extendido es que sólo se dedicará al porcino blanco, lo que limita las opciones de los industriales pacenses.
«El problema es que en Almendralejo no hay corral ni muelle, está muy limitado. Puedes matar una vaca, pero veinte no», explica otro carnicero, Manuel Casado, con 42 años de experiencia en el sector y que asume resignado que ahora tienen que soportar «un gasto extraordinario».
Por su parte, Antonio Algaba, otro veterano del gremio, opina que «es una vergüenza que una ciudad como Badajoz no tenga matadero». « Antes -cuenta- me encargaba yo mismo de esta tarea, pero ahora hay que hacerlo con intermediarios y eso, claro, encarece la carne».
En Badajoz hay entre setenta y ochenta carniceros, estima Monje Cerrato. Sin embargo, no todos tienen un camión frigorífico como él para llevar una vaca a Cáceres e ir a recogerla al día siguiente, «lo que en mi caso supone un gasto continuo en gasoil que antes no tenía, además de contratar a una persona para que me sustituya».
Otro carnicero, Miguel Ángel Casaseca, por ejemplo, no dispone de este tipo de vehículo, como le ocurre a la mayoría. «Y si antes la carne la tenías en El Nevero a las puertas de Badajoz y ahora viene de Cáceres, ¿cómo no va a subir el precio?», razona. Y en ese caso entran a formar parte del sistema los intermediarios.
Una sala de despiece nueva
Uno de los más activos en Badajoz es Jacinto García Venero (padre de unmuy amigo mío), que reconoce que la desaparición de un matadero en Badajoz ha trastocado el funcionamiento del sector en la ciudad, y aunque asegura que «la ciudad no se va a quedar sin carne, cuando estaba abierto había mucha más salida para los animales extremeños». Por eso, una de sus inversiones más inmediatas será construir una sala de despiece en El Nevero cuya obra comenzará en febrero, dice, «y con la que todos los carniceros saldrán beneficiados».
Fuente: http://www.hoy.es/v/20110115/badajoz/matadero-chuleton-encarece-20110115.html (http://www.hoy.es/v/20110115/badajoz/matadero-chuleton-encarece-20110115.html)
Cerró la instalación de Badajoz hace un año y la de Olivenza en verano y hay que ir hasta Cáceres.
Según el sector, ahora se trae la carne de fuera y el ganado de la provincia tiene menos salida.
Ha pasado un año desde que el Ayuntamiento cerró el matadero de la ciudad situado en El Nevero y los carniceros lo han notado, para mal, claro. Desde entonces la mayoría de los animales se matan en las afueras de Cáceres, a más de cien kilómetros de las carnicerías, y ese gasto en gasoil y la necesaria intervención de intermediarios ha provocado un incremento en el precio de la carne de ternera «que ronda, sólo en un año, entre el 20 y el 25%», calcula el carnicero Alberto Monje Cerrato (afamado Carnicero pacense).
El otro efecto de esta situación, dice, es que cada vez se consume menos ganado de la provincia y llega más carne envasada o despiezada desde Málaga, Murcia o Castilla- La Mancha.
Junto a ocho personas más del sector, este empresario acudió a finales de 2009 al Ayuntamiento para plantearle al concejal del Matadero, Alberto Astorga, una fórmula que permitiera a los carniceros pacenses seguir matando y despiezando el género en la ciudad. «Le dijimos que nosotros podíamos mantener la actividad en estas instalaciones por una cantidad simbólica y además nos hacíamos cargo del personal que allí había, pero nos pidió un precio desorbitado».
Antigüamente cada ciudad debía tener un matadero propio por ley con el fin de que sus ciudadanos pudiesen ser abastecidos de carne fresca, pero el sector evolucionó y aquella ley se abolió en 1996. Desde entonces el matadero municipal sólo ha sumado pérdidas cada año, acumulando varios millones de euros de déficit cuando se cerró el 1 de enero de 2010 después de que un concurso para alquilarlo quedara desierto. Cuando cerró, sólo una docena de carniceros usaban regularmente estas instalaciones, que ya se consideraban sobredimensionadas para la poca cantidad de carne que allí entraba.
Alquiler inasumible
El concejal Alberto Astorga explica que por la Ley de Contratos del Estado el precio de alquiler del patrimonio público tiene que ser del 6% del valor del inmueble, lo que equivale a un canon anual de 450.000 euros, cantidad inasumible por el gremio en Badajoz.
Así las cosas, el matadero de Olivenza, a 24 kilómetros de Badajoz, era la alternativa. Pero cerró en julio del año pasado y sólo queda los de Almendralejo y Cáceres. Y aunque hay planes de que la empresa Rumasa abra otro matadero en Olivenza, nadie sabe cuándo ocurrirá y, si abre, el rumor más extendido es que sólo se dedicará al porcino blanco, lo que limita las opciones de los industriales pacenses.
«El problema es que en Almendralejo no hay corral ni muelle, está muy limitado. Puedes matar una vaca, pero veinte no», explica otro carnicero, Manuel Casado, con 42 años de experiencia en el sector y que asume resignado que ahora tienen que soportar «un gasto extraordinario».
Por su parte, Antonio Algaba, otro veterano del gremio, opina que «es una vergüenza que una ciudad como Badajoz no tenga matadero». « Antes -cuenta- me encargaba yo mismo de esta tarea, pero ahora hay que hacerlo con intermediarios y eso, claro, encarece la carne».
En Badajoz hay entre setenta y ochenta carniceros, estima Monje Cerrato. Sin embargo, no todos tienen un camión frigorífico como él para llevar una vaca a Cáceres e ir a recogerla al día siguiente, «lo que en mi caso supone un gasto continuo en gasoil que antes no tenía, además de contratar a una persona para que me sustituya».
Otro carnicero, Miguel Ángel Casaseca, por ejemplo, no dispone de este tipo de vehículo, como le ocurre a la mayoría. «Y si antes la carne la tenías en El Nevero a las puertas de Badajoz y ahora viene de Cáceres, ¿cómo no va a subir el precio?», razona. Y en ese caso entran a formar parte del sistema los intermediarios.
Una sala de despiece nueva
Uno de los más activos en Badajoz es Jacinto García Venero (padre de unmuy amigo mío), que reconoce que la desaparición de un matadero en Badajoz ha trastocado el funcionamiento del sector en la ciudad, y aunque asegura que «la ciudad no se va a quedar sin carne, cuando estaba abierto había mucha más salida para los animales extremeños». Por eso, una de sus inversiones más inmediatas será construir una sala de despiece en El Nevero cuya obra comenzará en febrero, dice, «y con la que todos los carniceros saldrán beneficiados».
Fuente: http://www.hoy.es/v/20110115/badajoz/matadero-chuleton-encarece-20110115.html (http://www.hoy.es/v/20110115/badajoz/matadero-chuleton-encarece-20110115.html)