margaly
17-sep-2007, 10:21
Alimenta tu piel con todo tipo de uvas
Uno de sus compuestos, el resveratrol, tiene propiedades anticoagulantes y antitumorales
Teresa Rey, Bien - 14/09/2007
No es necesario esperar a Nochevieja para tomar las uvas. De hecho ya se pueden ver algunos racimos en los mercados y a medida que avancen los días, especialmente en octubre y noviembre, época de la vendimia, los estantes de las fruterías estarán rebosantes de este fruto.
Hay infinidad de variedades de uvas, las hay de mesa y las hay destinadas a elaboración de vino. La forma, el tamaño, el color, la calidad… son elementos que diferencian a las distintas clases, sin embargo desde un punto de vista nutricional la clasificación queda minimizada a dos tipos de uvas: la uva blanca y la uva negra, aclara Mónica Barreal Francisco, diplomada en nutrición y asesora nutricional de Enerzona.
Propiedades nutricionales
En general la uva es rica en azúcares, minerales y vitaminas (principalmente B6). Sin embargo, si comparamos la uva blanca y la negra existen pequeñas diferencias. "La primera aporta una cantidad mayor de fibra, de azúcares como glucosa y fructosa y de minerales (calcio, magnesio y fósforo), mientras que en la uva negra hay más ácido fólico y potasio", explica la nutricionista.
Esta fruta destaca también por los llamados compuestos fenólicos (antocianos, flavonoides y taninos) que son sustancias no nutritivas responsables del aroma, color, textura, poder antioxidante y vasodilatador que poseen las uvas. De entre las sustancias fenólicas destaca la molécula llamada resveratrol, que según diferentes investigaciones, posee propiedades anticoagulantes, antiinflamatorias y anticancerígenas. En este sentido Barreal afirma que "la uva ayuda en enfermedades cardiacas, cáncer, problemas de colesterol elevado o de agregación plaquetaria".
Los azúcares que contiene la convierten en una fruta excelente para ancianos y niños, mientras que el ácido fólico de las uvas negras hace que este alimento se recomiende a mujeres embarazadas.
Es mejor consumirlas con piel y pepitas, comenta Barreal, pues de esta manera nos beneficiamos de la fibra que contienen y es ideal para personas con problemas de estreñimiento o motilidad intestinal.
La uva y la piel
Los compuestos antioxidantes que posee la uva la convierten en un gran aliado de la piel. Estos componentes combaten los radicales libres responsables de que con los años nuestra piel pierda firmeza y elasticidad al destruirse las fibras de colágeno y de elastina (responsables de la firmeza y la elasticidad de la piel respectivamente), con la consiguiente aparición de arrugas y líneas de expresión en nuestro rostro". "Como la uva tiene un efecto depurativo en nuestro organismo, ayuda a mantener la piel saludable", matiza la especialista en nutrición.
Lo que debes saber de las uvas
Según la nutricionista Barreal la recomendación más acertada en cuanto a la ingesta de uvas es la que nos da el doctor Barry Sears (creador de la Dieta de la Zona). Así, ya sea a media mañana o durante la merienda la cantidad de uvas que deberíamos tomar es de 60 gramos o media taza, mientras que en desayunos, comidas y cenas podríamos tomar 120 gramos o una taza de uvas.
La mejor manera de conservarlas es en un lugar fresco y seco protegidas del sol. "Lo ideal es una refrigeración menor a una semana para que no pierdan sus propiedades", aconseja la experta. Es importante que estén ventiladas y nunca envueltas en plásticos que impidan su ventilación. Las uvas son frutas que maduran lentamente (no climatéricas) por lo que para que no se acelere su proceso de maduración y duren más tiempo hay que colocarlas en el frigorífico lejos de frutas que maduran de manera brusca (climatéricas) la manzana, el albaricoque, el melocotón, la pera, el plátano, etc.
Las uvas también tienen contraindicaciones, por ello personas con exceso de peso y diabéticos deben controlar la cantidad de uvas que ingieren, añade Barrera. Los primeros por el alto aporte calórico de las uvas (100 gramos de uva blanca proporcionan 63 kilocalorías y la uva negra 67 kilocalorías) y los diabéticos, por la gran riqueza de azúcares de absorción rápida.
"El potasio que contiene la uva hace desaconsejable su consumo también si se padecen problemas renales. Además, la variedad negra contiene ácido oxálico, que al juntarse con el calcio puede originar la formación de cálculos renales", concluye la nutricionista.
http://www.estarbien.com/articulo.asp?idcat=549&idart=293429
Uno de sus compuestos, el resveratrol, tiene propiedades anticoagulantes y antitumorales
Teresa Rey, Bien - 14/09/2007
No es necesario esperar a Nochevieja para tomar las uvas. De hecho ya se pueden ver algunos racimos en los mercados y a medida que avancen los días, especialmente en octubre y noviembre, época de la vendimia, los estantes de las fruterías estarán rebosantes de este fruto.
Hay infinidad de variedades de uvas, las hay de mesa y las hay destinadas a elaboración de vino. La forma, el tamaño, el color, la calidad… son elementos que diferencian a las distintas clases, sin embargo desde un punto de vista nutricional la clasificación queda minimizada a dos tipos de uvas: la uva blanca y la uva negra, aclara Mónica Barreal Francisco, diplomada en nutrición y asesora nutricional de Enerzona.
Propiedades nutricionales
En general la uva es rica en azúcares, minerales y vitaminas (principalmente B6). Sin embargo, si comparamos la uva blanca y la negra existen pequeñas diferencias. "La primera aporta una cantidad mayor de fibra, de azúcares como glucosa y fructosa y de minerales (calcio, magnesio y fósforo), mientras que en la uva negra hay más ácido fólico y potasio", explica la nutricionista.
Esta fruta destaca también por los llamados compuestos fenólicos (antocianos, flavonoides y taninos) que son sustancias no nutritivas responsables del aroma, color, textura, poder antioxidante y vasodilatador que poseen las uvas. De entre las sustancias fenólicas destaca la molécula llamada resveratrol, que según diferentes investigaciones, posee propiedades anticoagulantes, antiinflamatorias y anticancerígenas. En este sentido Barreal afirma que "la uva ayuda en enfermedades cardiacas, cáncer, problemas de colesterol elevado o de agregación plaquetaria".
Los azúcares que contiene la convierten en una fruta excelente para ancianos y niños, mientras que el ácido fólico de las uvas negras hace que este alimento se recomiende a mujeres embarazadas.
Es mejor consumirlas con piel y pepitas, comenta Barreal, pues de esta manera nos beneficiamos de la fibra que contienen y es ideal para personas con problemas de estreñimiento o motilidad intestinal.
La uva y la piel
Los compuestos antioxidantes que posee la uva la convierten en un gran aliado de la piel. Estos componentes combaten los radicales libres responsables de que con los años nuestra piel pierda firmeza y elasticidad al destruirse las fibras de colágeno y de elastina (responsables de la firmeza y la elasticidad de la piel respectivamente), con la consiguiente aparición de arrugas y líneas de expresión en nuestro rostro". "Como la uva tiene un efecto depurativo en nuestro organismo, ayuda a mantener la piel saludable", matiza la especialista en nutrición.
Lo que debes saber de las uvas
Según la nutricionista Barreal la recomendación más acertada en cuanto a la ingesta de uvas es la que nos da el doctor Barry Sears (creador de la Dieta de la Zona). Así, ya sea a media mañana o durante la merienda la cantidad de uvas que deberíamos tomar es de 60 gramos o media taza, mientras que en desayunos, comidas y cenas podríamos tomar 120 gramos o una taza de uvas.
La mejor manera de conservarlas es en un lugar fresco y seco protegidas del sol. "Lo ideal es una refrigeración menor a una semana para que no pierdan sus propiedades", aconseja la experta. Es importante que estén ventiladas y nunca envueltas en plásticos que impidan su ventilación. Las uvas son frutas que maduran lentamente (no climatéricas) por lo que para que no se acelere su proceso de maduración y duren más tiempo hay que colocarlas en el frigorífico lejos de frutas que maduran de manera brusca (climatéricas) la manzana, el albaricoque, el melocotón, la pera, el plátano, etc.
Las uvas también tienen contraindicaciones, por ello personas con exceso de peso y diabéticos deben controlar la cantidad de uvas que ingieren, añade Barrera. Los primeros por el alto aporte calórico de las uvas (100 gramos de uva blanca proporcionan 63 kilocalorías y la uva negra 67 kilocalorías) y los diabéticos, por la gran riqueza de azúcares de absorción rápida.
"El potasio que contiene la uva hace desaconsejable su consumo también si se padecen problemas renales. Además, la variedad negra contiene ácido oxálico, que al juntarse con el calcio puede originar la formación de cálculos renales", concluye la nutricionista.
http://www.estarbien.com/articulo.asp?idcat=549&idart=293429