Beavalencia
28-oct-2010, 11:21
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FERNANDO SAVATER MARTÍN
Escritor, Filósofo, Catedrático de Ética, Sociología,
Humanista, oportunista y charlatán de oficio con beneficio.
Amante de la tragedia y del espectáculo drakulantesco de sangre, tortura y muerte y que en su vocabulario filosófico lo camufla con la simple denominación: “Toros”, intenta confundir comparando el matar para comer con el regocijo de torturar para disfrutar.
Para que Fernando Savater obtenga satisfacción en su morbo dependencia, tiene que aceptar que niños sean manipulados en las escuelas taurinas desde su más tierna infancia y si es necesario, para eliminar sus últimos escrúpulos, se les introducen en los mataderos, de esa forma, se le puede dar a la sensibilidad infantil el último toque “humanista”.
Según la filosofía turbia de Fernando Savater:
“Torear a una oveja si que sería maltrato” mientras que “Un toro es para lo que existe”
TORTURA INQUISIDORA
La reglamentación para el espectáculo taurino se elaboró a mediados del siglo XVIII, y funcionó alternativamente con las ejecuciones, inspirándose en ellas cubriendo con este nuevo evento la demanda cultural que el momento exigía.
Al instinto de Fernando Savater le hubiera complacido más el haber podido contemplar el artístico espectáculo bajo la vieja reglamentación hasta 1930: (caballos sin peto con las tripas al aire).
Este tipo de personajes se aprovechan de la ignorancia de un país para hacer su negocio y entre otras cosas, apología de la perversidad, para insensibilizar, embrutecer y descalificar al pueblo.
Con respecto a la prohibición de las corridas de toros él utiliza los mismos argumentos que se utilizaban ante la abolición de la esclavitud: “perder derechos cívicos”.
Es inaceptable que una persona con gran calificación académica e intelectual, mal utilice su reconocimiento social para glorificar una atrocidad.
Arturo Pérez
Presidente de A.C.T.Y.M.A..
FERNANDO SAVATER MARTÍN
Escritor, Filósofo, Catedrático de Ética, Sociología,
Humanista, oportunista y charlatán de oficio con beneficio.
Amante de la tragedia y del espectáculo drakulantesco de sangre, tortura y muerte y que en su vocabulario filosófico lo camufla con la simple denominación: “Toros”, intenta confundir comparando el matar para comer con el regocijo de torturar para disfrutar.
Para que Fernando Savater obtenga satisfacción en su morbo dependencia, tiene que aceptar que niños sean manipulados en las escuelas taurinas desde su más tierna infancia y si es necesario, para eliminar sus últimos escrúpulos, se les introducen en los mataderos, de esa forma, se le puede dar a la sensibilidad infantil el último toque “humanista”.
Según la filosofía turbia de Fernando Savater:
“Torear a una oveja si que sería maltrato” mientras que “Un toro es para lo que existe”
TORTURA INQUISIDORA
La reglamentación para el espectáculo taurino se elaboró a mediados del siglo XVIII, y funcionó alternativamente con las ejecuciones, inspirándose en ellas cubriendo con este nuevo evento la demanda cultural que el momento exigía.
Al instinto de Fernando Savater le hubiera complacido más el haber podido contemplar el artístico espectáculo bajo la vieja reglamentación hasta 1930: (caballos sin peto con las tripas al aire).
Este tipo de personajes se aprovechan de la ignorancia de un país para hacer su negocio y entre otras cosas, apología de la perversidad, para insensibilizar, embrutecer y descalificar al pueblo.
Con respecto a la prohibición de las corridas de toros él utiliza los mismos argumentos que se utilizaban ante la abolición de la esclavitud: “perder derechos cívicos”.
Es inaceptable que una persona con gran calificación académica e intelectual, mal utilice su reconocimiento social para glorificar una atrocidad.
Arturo Pérez
Presidente de A.C.T.Y.M.A..