chicosinmas
12-sep-2010, 15:30
Hola, os cuento mi experiencia como vegano.
Hace un año aproximadamente adopté el veganismo y busqué información sobre ello.
Tras leer mucho y documentarme ese mismo día tomé la decisión de no consumir más productos hechos con animales pues entendí que dichos actos estaban en contra de mi pensamiento ético de igualdad y respeto hacia la vida, y más hacia la vida sintiente.
Antes ya era partidario del proteccionismo animal, de respetar y querer a los animales, pero no fue hasta ver dicho documental y su posterior análisis cuando caí en la idea de que estaba siendo incoherente conmigo mismo al pensar en respetar a los animales y a la vez comerlos como alimento.
La irracionalidad fue más grande aún cuando leía que había alternativas vegetales perfectamente asumibles por el ciudadano medio, haciendo innecesario el consumo de carnes y productos animales.
Yo soy una persona muy moral, es decir, tengo unos principios derivados de discusiones éticas muy marcados y dichos principios rigen mi vida con rigurosidad y sin intención de vulnerarlos: principios de igualdad, respeto, justicia, etc, que hacen que no engañe, mienta, haga daño, cosas así, y con el tema de los animales me dí cuenta de que estaba siendo incoherente con mis principios. Por ello de un día para otro adopté el veganismo.
Esa misma tarde fui a la nevera y tiré toda comida derivada de animales que (lamentablemente, por el desperdicio de dinero) había comprado el día anterior: filetes, hamburguesas, pescados, etc, y fui a hacer la compra de todo tipo de vegetales.
Me informé un poco y hablé con amigos dedicados al mundo de las ciencias (médicos, químicos, biólogos sobre todo) y pregunté mucho acerca de los alimentos, proteínas y todo eso.
De lo que me dijeron entendí que todo lo que necesitaba era comer legumbres, fruta, cereales y verdura, y lógicamente comer de forma equilibrada.
Sobre la imprescindible vitamina b12, que se encuentra en la carne y en algunas algas, ví que la única forma de poder tomarla era a base de pastillas (Hidroxil), por lo que pregunté en la farmacia y me aconsejaron tomar una o dos pastillas cada día, cosa que he hecho desde entonces.
Bueno, comentar que mi médico de cabecera dijo que era una locura, que la carne era imprescindible en la alimentación aunque de forma reducida.
Durante el primer mes (mejor dicho durante las tres primeras semanas) mi alimentación se basaba en comer una pequeña ración de legumbre con pasta o arroz, acompañado con verduras fritas variadas durante el desayuno; durante el almuerzo casi lo mismo añadiendo dos piezas de fruta al final, y en la cena fruta solamente. Toda la comida lo compraba en el DIA (tienda de alimentos común y corriente, con precios muy baratos) de mi barrio, y siempre lo más barato (lógicamente en buen estado).
Durante ese primer mes era todo variado, desde lentejas, garbanzos, todo tipo de fruta, verduras variadas, etc., pero sucede que soy un veinteañero que trabaja y estudia, y como todos los jóvenes soy muy descuidado en algunos aspectos: mi habitación esta relativamente ordenada pero a veces es una leonera, apenas hago la cama por ir con prisas, y en la alimentación sucedió al final lo mismo. Por falta de tiempo, por dejadez o vagancia, dejé de comer variado como al principio y lo único que hacía era una comida al medio día durante once meses, que consistía en: una ración media de lentejas hervidas con arroz, acompañado de un salteado de cebolla, patatas, pimiento verde, ajo, tomate y zanahoria.
Durante esos once meses hasta hace una semana mi alimentación consistió únicamente de eso, y a veces incluso de forma muy muy descuidada, es decir, ha habido días que por prisas en otras cosas simplemente no comía. De vez en cuando, algún mes creo, tomé guisantes o algo de fruta, pero fue algo muy puntual.
Bien, han pasado esos once meses y hace una semana me hice un examen de sangre en donde me han sacado todo sobre mi estado alimenticio, tanto de proteínas, b12, etc.
Un examen de sangre es una lista en donde te dan los números que tienes en sangre y comparándolos con los valores que tiene que tener una persona sana, y muestra el valor mínimo (si estas por debajo es peligroso a medio y largo plazo) y máximo (si superas el umbral es peligroso a largo plazo).
En dicho examen ha sucedido que todo lo que tengo que tener para estar sano supera el valor medio y no llega a tocar el valor máximo. Todo salvo mi ferritina, que la tengo rozando el umbral mínimo, pero dentro de lo aceptable (la ferritina es el hierro que se almacena y es necesario tenerlo bien, aunque bajo tampoco es perjudicial ya que el hierro que se utiliza para el día a día es la transferrina, que la tengo perfecta).
Y en cuanto a elementos perjudiciales derivados de una alimentación deficiente o de productos cárnicos, simplemente no tengo. Cero total.
Según el médico que me interpretó dicho análisis, salvo por la ferritina, mi alimentación es perfecta y me felicitó, aunque no le dije nada de lo que comía ni como lo comía.
Así pues, lo que veo de todo esto es que he llevado una alimentación con productos comunes no animales, productos de lo más baratos, comiendo no demasiada cantidad, de forma descuidada y desordenada en varias a veces, sin leches ni frutas, y aún así estoy más perfectamente alimentado. Lo de la ferritina, lo único que significa es que la próxima vez añadiré una verdura más a mi comida. Lógicamente, desde dicho examen de sangre he puesto, ahora sí, un orden responsable a mis comidas, con desayuno, almuerzo y cena, pues aunque este bien alimentado hay que poner un orden, además de que pongo ahora más variedad de alimentos, no por necesidad, sino simplemente por gusto y placer.
Yo soy vegano porque creo en la idea de que los animales, al igual que las personas, deben vivir sin ser propiedad de nadie, y bajo esa idea dirijo mi vida. No se es vegano a medias, ni por lástima o compasión a los animales. Se es vegano simple y llanamente por equidad y coherencia con la idea de libertad, pudiendo odiar todo lo que uno quiera a los animales.
Acerca de la carne.
A mí me encanta la carne, su sabor y su textura, aunque en realidad hay un error de concepto. La carne que a todos nos gusta en realidad es carne modificada para gustar a nuestro paladar, pues la carne cruda, la de verdad, es aborrecible por la gran mayoría, pero para que nos guste comerla se adoba y adereza siendo en realidad no la carne sino el modo de prepararla lo que hace que nos guste comerla.
Un vegano no tiene por qué rechazar la carne.
El veganismo rechaza la idea de usar a los animales como objetos por ser seres sintientes, pero cuando un animal libre muere, su cuerpo puede perfectamente ser comido y consumido por un vegano pues dicho acto no contradice la idea vegana. Sí, resulta extraño imaginar una situación en donde pueda suceder algo así, como por ejemplo que una vaca libre muera por accidente o de forma natural y rápidamente vaya un vegano a comerse su carne, pero es una forma de explicar el motivo por el cual el veganismo no rechaza el consumo de carne.
Comento esto porque muchos veganos critican productos como la carne vegetal, las hamburguesas de soja y derivados, que imitan en olor y textura a los “originales”, por creer que comer carne, o algo que se le parezca, es abominable.
Un organismo vivo puede elegir libremente su alimentación, y un vegano únicamente debe asegurarse que lo que come no proviene de un ser vivo de cuya libertad ha sido privado (claro, en nuestra sociedad hoy en día eso es imposible, pero la idea básica es esa).
Alimentación vegana.
Me ha causado mucha sorpresa al leer foros de Internet en donde la gente pregunta que cómo puede convertirse al vegetarianismo o al veganismo, porque parece que para conseguirlo es necesario comer alimentos especiales, comprar en tiendas especiales, hacer cursos de alimentación, prepararse mentalmente haciendo yoga o reiki, gastar mucho dinero y un sin fin de historias más. Y peor aún, que realmente les aconsejen hacer todo eso.
El veganismo es una opción moral con consecuencias generales en la vida de una persona, y dicho pensamiento defiende la vida animal, mientras que el vegetarianismo es únicamente una opción alimenticia sin entrar en cuestiones morales.
Para ser vegetariano únicamente tienes que comer productos no animales, como legumbres, verduras, frutas, etc. Estoy, por supuesto, hablando simplemente de alimentación, es decir, para estar sano y saludable. Otra cosa es ya la gastronomía, es decir, el capricho (en el buen sentido) alimenticio, el comer cosas sabrosas según los gustos de cada uno. Y es allí donde entran productos como el tofu, quesos vegetales, leches vegetales y todo tipo de productos raros que pueden gustar o no, pero que en ningún caso son necesarios para estar bien alimentados y saludables.
Son productos en su mayoría caros y por ahora de difícil acceso, pero como he dicho antes, innecesarios si lo que uno quiere es únicamente estar bien alimentado.
Y sobre los cursos de yoga, reiki, macrobiotismo y rarezas similares, pues si uno quiere hacerlas las hace, pero es como aquél al que le da por hacer paracaidismo o regar las plantas, cosas innecesarias para ser vegano y vegetariano.
Hace un año aproximadamente adopté el veganismo y busqué información sobre ello.
Tras leer mucho y documentarme ese mismo día tomé la decisión de no consumir más productos hechos con animales pues entendí que dichos actos estaban en contra de mi pensamiento ético de igualdad y respeto hacia la vida, y más hacia la vida sintiente.
Antes ya era partidario del proteccionismo animal, de respetar y querer a los animales, pero no fue hasta ver dicho documental y su posterior análisis cuando caí en la idea de que estaba siendo incoherente conmigo mismo al pensar en respetar a los animales y a la vez comerlos como alimento.
La irracionalidad fue más grande aún cuando leía que había alternativas vegetales perfectamente asumibles por el ciudadano medio, haciendo innecesario el consumo de carnes y productos animales.
Yo soy una persona muy moral, es decir, tengo unos principios derivados de discusiones éticas muy marcados y dichos principios rigen mi vida con rigurosidad y sin intención de vulnerarlos: principios de igualdad, respeto, justicia, etc, que hacen que no engañe, mienta, haga daño, cosas así, y con el tema de los animales me dí cuenta de que estaba siendo incoherente con mis principios. Por ello de un día para otro adopté el veganismo.
Esa misma tarde fui a la nevera y tiré toda comida derivada de animales que (lamentablemente, por el desperdicio de dinero) había comprado el día anterior: filetes, hamburguesas, pescados, etc, y fui a hacer la compra de todo tipo de vegetales.
Me informé un poco y hablé con amigos dedicados al mundo de las ciencias (médicos, químicos, biólogos sobre todo) y pregunté mucho acerca de los alimentos, proteínas y todo eso.
De lo que me dijeron entendí que todo lo que necesitaba era comer legumbres, fruta, cereales y verdura, y lógicamente comer de forma equilibrada.
Sobre la imprescindible vitamina b12, que se encuentra en la carne y en algunas algas, ví que la única forma de poder tomarla era a base de pastillas (Hidroxil), por lo que pregunté en la farmacia y me aconsejaron tomar una o dos pastillas cada día, cosa que he hecho desde entonces.
Bueno, comentar que mi médico de cabecera dijo que era una locura, que la carne era imprescindible en la alimentación aunque de forma reducida.
Durante el primer mes (mejor dicho durante las tres primeras semanas) mi alimentación se basaba en comer una pequeña ración de legumbre con pasta o arroz, acompañado con verduras fritas variadas durante el desayuno; durante el almuerzo casi lo mismo añadiendo dos piezas de fruta al final, y en la cena fruta solamente. Toda la comida lo compraba en el DIA (tienda de alimentos común y corriente, con precios muy baratos) de mi barrio, y siempre lo más barato (lógicamente en buen estado).
Durante ese primer mes era todo variado, desde lentejas, garbanzos, todo tipo de fruta, verduras variadas, etc., pero sucede que soy un veinteañero que trabaja y estudia, y como todos los jóvenes soy muy descuidado en algunos aspectos: mi habitación esta relativamente ordenada pero a veces es una leonera, apenas hago la cama por ir con prisas, y en la alimentación sucedió al final lo mismo. Por falta de tiempo, por dejadez o vagancia, dejé de comer variado como al principio y lo único que hacía era una comida al medio día durante once meses, que consistía en: una ración media de lentejas hervidas con arroz, acompañado de un salteado de cebolla, patatas, pimiento verde, ajo, tomate y zanahoria.
Durante esos once meses hasta hace una semana mi alimentación consistió únicamente de eso, y a veces incluso de forma muy muy descuidada, es decir, ha habido días que por prisas en otras cosas simplemente no comía. De vez en cuando, algún mes creo, tomé guisantes o algo de fruta, pero fue algo muy puntual.
Bien, han pasado esos once meses y hace una semana me hice un examen de sangre en donde me han sacado todo sobre mi estado alimenticio, tanto de proteínas, b12, etc.
Un examen de sangre es una lista en donde te dan los números que tienes en sangre y comparándolos con los valores que tiene que tener una persona sana, y muestra el valor mínimo (si estas por debajo es peligroso a medio y largo plazo) y máximo (si superas el umbral es peligroso a largo plazo).
En dicho examen ha sucedido que todo lo que tengo que tener para estar sano supera el valor medio y no llega a tocar el valor máximo. Todo salvo mi ferritina, que la tengo rozando el umbral mínimo, pero dentro de lo aceptable (la ferritina es el hierro que se almacena y es necesario tenerlo bien, aunque bajo tampoco es perjudicial ya que el hierro que se utiliza para el día a día es la transferrina, que la tengo perfecta).
Y en cuanto a elementos perjudiciales derivados de una alimentación deficiente o de productos cárnicos, simplemente no tengo. Cero total.
Según el médico que me interpretó dicho análisis, salvo por la ferritina, mi alimentación es perfecta y me felicitó, aunque no le dije nada de lo que comía ni como lo comía.
Así pues, lo que veo de todo esto es que he llevado una alimentación con productos comunes no animales, productos de lo más baratos, comiendo no demasiada cantidad, de forma descuidada y desordenada en varias a veces, sin leches ni frutas, y aún así estoy más perfectamente alimentado. Lo de la ferritina, lo único que significa es que la próxima vez añadiré una verdura más a mi comida. Lógicamente, desde dicho examen de sangre he puesto, ahora sí, un orden responsable a mis comidas, con desayuno, almuerzo y cena, pues aunque este bien alimentado hay que poner un orden, además de que pongo ahora más variedad de alimentos, no por necesidad, sino simplemente por gusto y placer.
Yo soy vegano porque creo en la idea de que los animales, al igual que las personas, deben vivir sin ser propiedad de nadie, y bajo esa idea dirijo mi vida. No se es vegano a medias, ni por lástima o compasión a los animales. Se es vegano simple y llanamente por equidad y coherencia con la idea de libertad, pudiendo odiar todo lo que uno quiera a los animales.
Acerca de la carne.
A mí me encanta la carne, su sabor y su textura, aunque en realidad hay un error de concepto. La carne que a todos nos gusta en realidad es carne modificada para gustar a nuestro paladar, pues la carne cruda, la de verdad, es aborrecible por la gran mayoría, pero para que nos guste comerla se adoba y adereza siendo en realidad no la carne sino el modo de prepararla lo que hace que nos guste comerla.
Un vegano no tiene por qué rechazar la carne.
El veganismo rechaza la idea de usar a los animales como objetos por ser seres sintientes, pero cuando un animal libre muere, su cuerpo puede perfectamente ser comido y consumido por un vegano pues dicho acto no contradice la idea vegana. Sí, resulta extraño imaginar una situación en donde pueda suceder algo así, como por ejemplo que una vaca libre muera por accidente o de forma natural y rápidamente vaya un vegano a comerse su carne, pero es una forma de explicar el motivo por el cual el veganismo no rechaza el consumo de carne.
Comento esto porque muchos veganos critican productos como la carne vegetal, las hamburguesas de soja y derivados, que imitan en olor y textura a los “originales”, por creer que comer carne, o algo que se le parezca, es abominable.
Un organismo vivo puede elegir libremente su alimentación, y un vegano únicamente debe asegurarse que lo que come no proviene de un ser vivo de cuya libertad ha sido privado (claro, en nuestra sociedad hoy en día eso es imposible, pero la idea básica es esa).
Alimentación vegana.
Me ha causado mucha sorpresa al leer foros de Internet en donde la gente pregunta que cómo puede convertirse al vegetarianismo o al veganismo, porque parece que para conseguirlo es necesario comer alimentos especiales, comprar en tiendas especiales, hacer cursos de alimentación, prepararse mentalmente haciendo yoga o reiki, gastar mucho dinero y un sin fin de historias más. Y peor aún, que realmente les aconsejen hacer todo eso.
El veganismo es una opción moral con consecuencias generales en la vida de una persona, y dicho pensamiento defiende la vida animal, mientras que el vegetarianismo es únicamente una opción alimenticia sin entrar en cuestiones morales.
Para ser vegetariano únicamente tienes que comer productos no animales, como legumbres, verduras, frutas, etc. Estoy, por supuesto, hablando simplemente de alimentación, es decir, para estar sano y saludable. Otra cosa es ya la gastronomía, es decir, el capricho (en el buen sentido) alimenticio, el comer cosas sabrosas según los gustos de cada uno. Y es allí donde entran productos como el tofu, quesos vegetales, leches vegetales y todo tipo de productos raros que pueden gustar o no, pero que en ningún caso son necesarios para estar bien alimentados y saludables.
Son productos en su mayoría caros y por ahora de difícil acceso, pero como he dicho antes, innecesarios si lo que uno quiere es únicamente estar bien alimentado.
Y sobre los cursos de yoga, reiki, macrobiotismo y rarezas similares, pues si uno quiere hacerlas las hace, pero es como aquél al que le da por hacer paracaidismo o regar las plantas, cosas innecesarias para ser vegano y vegetariano.