TXERA
15-ago-2010, 11:11
A mi pequeño Betún:
Betún es un gatito que procede de un desalojo. La persona que lo tenía, a él y varios gatitos más, sufría el síndrome de Noé, una enfermedad que la persona que la padece, les da por acumular animales sin ton, ni son, en unas condiciones terribles y dantescas. Lejos de salvarles y darles una vida mejor, la convivencia de los animales con estas personas se convierte en un infierno. Son personas que no limpian, no les atienden como debe ser, no les alimentan, ni les proporcionan unos cuidados veterinarios mínimos y lo peor, es que ni siquiera les castran y se multiplican de forma incontrolable. No reciben cariño alguno, por el contrario, la mayoría de las veces son maltratados y se transforman en animales tímidos y miedosos. Afortunadamente, pudimos sacarles de allí y alojarlos en el albergue.
Así conocí a Betún. En una habitación amplia y cómoda, con una estantería en la que se había pertrechado y cuando entrabas en ella se convertía en una estatua de porcelana. No pestañeaba, te miraba con carita de terror y si te acercabas a acariciarle, se encogía como queriendo desaparecer… tenía un miedo atroz.
En el albergue decidieron que Betún y sus hermanos no iban a avanzar, necesitaban el contacto humano directo para hacerse sociables y así aprender, que los humanos tenemos manos que acarician, manos que sirven para abrazar, proteger y cuidar…
Y así fue como Betún llegó de acogida a mi casa. Lo metí en mi habitación porque allí tiene el contacto más directo. Nos oye dormir, está tranquilo y separado de mis otros gatos, hasta que poco a poco, se fue relacionando con ellos y le han ayudado a trasformarse en el gran gato que se ha convertido.
Después de unos días debajo de la cama, empezó a subirse, pero en cuanto entrábamos… huía despavorido y saltaba corriendo a esconderse. Hasta que un día dije, ¡se acabó!! . Le cogí y le subí de nuevo a la cama. El no hizo intención de nada, no muestra agresividad alguna, no hizo intención de arañar o morder, es tal su inocencia, que no sabe defenderse. Le sujeté y empecé a amasarle y darle masajitos, acariciarle por todo su cuerpo y al final se entregó. ¡No me lo podía creer¡ Se puso panza arriba y empezó a ronronear… ¿A quién no le gusta que le acaricien?, le di besitos y se dejó… Fue maravilloso.
Ahora Betún convive perfectamente con mis otros gatos, y con mis perros, por lo visto no había convivido nunca con perros, pero le encanta frotarse con ellos. Todavía tiene reminiscencias de su pasado y cuando le vas a coger huye por un segundo, pero le cojo sin problema, y en cuanto empiezo a amasarle, a acariciarle, a besarle, se rinde el muy canalla entre caricias… le encanta, es pesado de cariñoso, constantemente te muestra que está ahí y que te necesita.
Es un gato sano, parece un jovenzuelo aunque debe ser un gatito mayor, pero tiene muchas ganas de vivir, de querer y ser querido y además es bueno y limpio. ¿Que os voy a contar yo si es mi niño?? Es duro para mí, pero ha llegado el momento de que Betún se marche, merece encontrar un hogar definitivo y dejar su espacio para otro gatito que lo necesite tanto como él cuando llegó a mis brazos.
Ahora merece un hogar donde le hagan olvidar del todo su horrible pasado, es hora de que mi pequeño se marche a su verdadero hogar.
Todos nuestros gatos se entregan vacunados, desparasitados, esterilizados, con chip y con contrato de adopción. Solo en Madrid.
Contacto: adopciones@proaweb.org
FOTOS:
http://i280.photobucket.com/albums/kk168/PROAWEB/BETUN/betn1.jpg
http://i280.photobucket.com/albums/kk168/PROAWEB/BETUN/betn3.jpg
Betún es un gatito que procede de un desalojo. La persona que lo tenía, a él y varios gatitos más, sufría el síndrome de Noé, una enfermedad que la persona que la padece, les da por acumular animales sin ton, ni son, en unas condiciones terribles y dantescas. Lejos de salvarles y darles una vida mejor, la convivencia de los animales con estas personas se convierte en un infierno. Son personas que no limpian, no les atienden como debe ser, no les alimentan, ni les proporcionan unos cuidados veterinarios mínimos y lo peor, es que ni siquiera les castran y se multiplican de forma incontrolable. No reciben cariño alguno, por el contrario, la mayoría de las veces son maltratados y se transforman en animales tímidos y miedosos. Afortunadamente, pudimos sacarles de allí y alojarlos en el albergue.
Así conocí a Betún. En una habitación amplia y cómoda, con una estantería en la que se había pertrechado y cuando entrabas en ella se convertía en una estatua de porcelana. No pestañeaba, te miraba con carita de terror y si te acercabas a acariciarle, se encogía como queriendo desaparecer… tenía un miedo atroz.
En el albergue decidieron que Betún y sus hermanos no iban a avanzar, necesitaban el contacto humano directo para hacerse sociables y así aprender, que los humanos tenemos manos que acarician, manos que sirven para abrazar, proteger y cuidar…
Y así fue como Betún llegó de acogida a mi casa. Lo metí en mi habitación porque allí tiene el contacto más directo. Nos oye dormir, está tranquilo y separado de mis otros gatos, hasta que poco a poco, se fue relacionando con ellos y le han ayudado a trasformarse en el gran gato que se ha convertido.
Después de unos días debajo de la cama, empezó a subirse, pero en cuanto entrábamos… huía despavorido y saltaba corriendo a esconderse. Hasta que un día dije, ¡se acabó!! . Le cogí y le subí de nuevo a la cama. El no hizo intención de nada, no muestra agresividad alguna, no hizo intención de arañar o morder, es tal su inocencia, que no sabe defenderse. Le sujeté y empecé a amasarle y darle masajitos, acariciarle por todo su cuerpo y al final se entregó. ¡No me lo podía creer¡ Se puso panza arriba y empezó a ronronear… ¿A quién no le gusta que le acaricien?, le di besitos y se dejó… Fue maravilloso.
Ahora Betún convive perfectamente con mis otros gatos, y con mis perros, por lo visto no había convivido nunca con perros, pero le encanta frotarse con ellos. Todavía tiene reminiscencias de su pasado y cuando le vas a coger huye por un segundo, pero le cojo sin problema, y en cuanto empiezo a amasarle, a acariciarle, a besarle, se rinde el muy canalla entre caricias… le encanta, es pesado de cariñoso, constantemente te muestra que está ahí y que te necesita.
Es un gato sano, parece un jovenzuelo aunque debe ser un gatito mayor, pero tiene muchas ganas de vivir, de querer y ser querido y además es bueno y limpio. ¿Que os voy a contar yo si es mi niño?? Es duro para mí, pero ha llegado el momento de que Betún se marche, merece encontrar un hogar definitivo y dejar su espacio para otro gatito que lo necesite tanto como él cuando llegó a mis brazos.
Ahora merece un hogar donde le hagan olvidar del todo su horrible pasado, es hora de que mi pequeño se marche a su verdadero hogar.
Todos nuestros gatos se entregan vacunados, desparasitados, esterilizados, con chip y con contrato de adopción. Solo en Madrid.
Contacto: adopciones@proaweb.org
FOTOS:
http://i280.photobucket.com/albums/kk168/PROAWEB/BETUN/betn1.jpg
http://i280.photobucket.com/albums/kk168/PROAWEB/BETUN/betn3.jpg