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JustVegetal
07-ago-2010, 11:21
¿Son las mamografías una buena idea?


Por Joseph Mercola [www.mercola.com]

Aparte de los auto-exámenes de pecho, el otro pilar principal en el sistema médico es la mamografía. Se les recomienda a las mujeres hacerse una mamografía cada uno o dos años a partir de la edad de 40 años.

Pero yo no estoy nada de acuerdo con esto.

Los beneficios de las mamografías son muy controvertidos, mientras que los riesgos están bien establecidos. En el año 2001, que fue cuando se extendió el uso de mamografías para incluir a las mujeres mayores de 40 años (previamente eran sólo para las de más de 50 años), un estudio danés publicado en The Lancet reveló algunos datos alarmantes.

El estudió concluyó que las previas investigaciones que mostraban un beneficio eran erróneas y que unos screenings de mamografía generalizados están injustificados.

Específicamente, los investigadores daneses argumentaron que los primeros estudios en Europa y Norte América fueron aleatorizados y que usaban una definición incorrecta de la supervivencia al cáncer de mama.

Además, esta tecnología lleva consigo un falso positivo del 6 %. Los falsos positivos pueden llevar a repetir los screenings y pueden resultar algunas veces en innecesarios procedimientos invasivos como las biopsias y las cirugías.

Sólo pensar que puedes tener cáncer de mama, cuando en realidad no lo tienes, centra a tu mente en el miedo a la enfermedad, y esto es suficiente para desencadenar una enfermedad en tu cuerpo. Por tanto, un falso positivo en una mamografía, o una biopsia innecesaria, pueden ser realmente perjudiciales.

Sin mencionar las mujeres que han sufrido mastectomías, radiación y quimioterapia innecesarias tras recibir falsos positivos en una mamografía.

Un engaño increíble

El hecho de que las mamografías son todavía recomendadas revela realmente el estado de la medicina moderna.

Hace décadas, en 1974, el National Cancer Institute (NCI) de EEUU fue avisado por el profesor Malcolm C. Pike de la Escuela de Medicina de Universidad del Sur de California de que un gran número de especialistas habían afirmado que "hacerle una mamografía a una mujer de menos de 50 años de forma rutinaria no es nada ético".

¿Por qué?

Bueno, para empezar las mamografías exponen a tu cuerpo a una radiación que puede ser hasta 1.000 veces mayor que la de unos rayos X del pecho, lo cual representa un riesgo de cáncer. La mamografía también comprime los pechos fuertemente, y a menudo dolorosamente, lo que puede llevar a que las células cancerosas se extiendan letalmente, si éstas existen.

"El pecho posmenopáusico es altamente sensible a la radiación, cada exposición de 1 rad incrementa el riesgo de cáncer de mama en un 1 %, con un riesgo acumulativo del 10 % para cada pecho durante una década de screening", señala el Dr. Samuel Epstein, uno de los mayores expertos en cáncer.

El Dr. Epstein, M.D., profesor emérito de Medicina Ambiental y Ocupacional de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Illinois, y presidente de la Cancer Prevention Coalition, ha estado hablando sobre los riesgos de la mamografía desde al menos 1992. Sobre por qué éstas recomendaciones de mamografías equivocadas llegaron a darse, Epstein dice:

"Fueron actos políticos oportunos, elegidos conscientemente por un pequeño grupo de gente con el objetivo de mantener su propio poder, prestigio y ganancias financieras, resultando en el sufrimiento y la muerte para millones de mujeres. Encajan en la clasificación de "crímenes contra la humanidad".

Cómo es lógico, y a menudo ocurre con alguien que se atreve a alzar la voz contra aquellos en el poder, tanto la American Cancer Society como el NCI tacharon los resultados de los estudios de Epstein de "inmorales y no válidos."

Pero esto no hizo callar las voces de otros:

* En julio de 1995, The Lancet escribió de nuevo sobre las mamografías, diciendo que "El beneficio es marginal, el daño causado es sustancial y los costes incurridos son enormes..."
* El Dr. Charles B. Simone, un antiguo asociado clínico en inmunología y farmacología en el National Cancer Institute, dijo: "Las mamografías incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de mama y aumentan el riesgo de metastatizarse un crecimiento existente".
* "La alta sensibilidad de los pechos, especialmente en mujeres jóvenes, al cáncer inducido por radiación, se conocía desde 1970. Sin embargo, el sistema médico hizo entonces mamografías a unas 300.000 mujeres con dosis de rayos X tan altas que podían incrementar el riego de cáncer de mama un 20 % en mujeres de edades comprendidas entre los 40 y 50 años, que eran mamografiadas anualmente", escribió el Dr. Epstein.

Existen métodos de screening inocuos: Los beneficios de la termografía

Pero es muy probable que no oigas hablar de ellos a tu médico de cabecera.

"El sistema médico ignora las alternativas a la mamografía que son inocuas y efectivas, particularmente la trans iluminación con exploración de infrarrojos", señala el Dr. Epstein.

La mayoría de los médicos continúan recomendando mamografías por miedo a ser demandados por una mujer que pueda desarrollar cáncer de mama sin haberle aconsejado él una mamografía. Pero yo te animo a pensar por ti misma y a considerar alternativas más seguras y más efectivas que las mamografías.

La opción de screening de pecho que yo recomiendo es la termografía.

El screening de termografía es fantásticamente simple. Mide la radiación de infrarrojos de tu cuerpo y traduce esta información en imágenes anatómicas. La circulación sanguínea normal está bajo el control del sistema nervioso autónomo, que gobierna las funciones de tu cuerpo.

La termografía no usa presión mecánica o radiación ionizante, y puede detectar los signos de cáncer de mama ¡hasta 10 años antes que la mamografía o el examen físico!

Mientras que la mamografía no puede detectar un tumor hasta que ha estado creciendo durante años y alcanza un cierto tamaño, la termografía es capaz de detectar la posibilidad de cáncer de mama mucho más temprano.

Puede incluso detectar el potencial de cáncer antes de que ningún tumor se haya formado porque puede mostrar las primeras etapas de la angiogénesis, la formación de un suministro directo de sangre a las células cancerígenas, que es un paso necesario antes de que éstas puedan crecer hasta formar tumores.

Otros factores de riesgo ignorados comúnmente y cómo evitarlos

La densidad de los pechos y altos niveles de hormonas sexuales son unos riesgos conocidos de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Un estudio de 2007 publicado en el Journal of the National Cancer Institute confirmó que aunque estos dos factores a menudo ocurren juntos, pueden ser también factores de riesgo independientes.

Encontraron que (tras controlar otros factores) cuando la densidad de los pechos no era considerada, las mujeres con altos niveles de hormonas sexuales en circulación tenían el doble de riesgo de desarrollar cáncer de mama que aquellas que tenían bajos niveles. Y las mujeres en el cuarto más grande de densidad tenían cuatro veces más riesgo que aquellas en el cuarto más bajo, sin considerar las hormonas sexuales.

Las mujeres con el mayor número de hormonas y los pechos más densos tenían hasta seis veces más riesgo. Por lo tanto, se concluyó que la terapia de reemplazamiento hormonal recomendada a mujeres menopáusicas con hormonas sintéticas o vegetales (soja) es un gran contribuyente al cáncer de mama.

Los autores del estudio subrayaron la importancia del screening y, quizás más importante, de mantener un peso bajo y saludable para ayudar a bajar los niveles de hormonas. De hecho, un exceso de peso y la obesidad tiene un papel importante en el número de muertes por cáncer, admite la American Cancer Society.

Pero hay otros factores que aumentan tu riesgo de desarrollar cáncer de mama y que pocos se molestan en mencionar.

Por ejemplo, un estudio de 2001 publicado en el British Journal of Cancer descubrió que las mujeres con cáncer de mama es más probable que tengan un defecto en el gen requerido para el uso de la vitamina D. La investigación sugirió que las mujeres con variaciones genéticas (polimorfismos) del gen receptor de vitamina D pueden ser menos capaces de beneficiarse del efecto protector de esta vitamina.

Los expertos ya saben que la vitamina D protege del cáncer de mama y en algunas formas puede incluso usarse para encoger tumores existentes. Según un reciente estudio de la Stanford University, cantidades óptimas de exposición solar pueden reducir tu riesgo de cáncer de mama avanzado tanto como un 50 %.

Yo creo que el sol es tan imperativo para la prevención de enfermedades y para la salud general que incluso escribí el libro Dark Deception (El Oscuro Engaño).

La proporción de ácidos grasos omega-3 y omega-6 también juega un papel significativo.

Un estudio, publicado en el International Journal of Cancer en 2002, descubrió que los ácidos grasos omega-3 tienen un efecto protector contra el cáncer de mama. Esto apoya el equilibrio imperativo de la proporción de los ácidos grasos omega-3 y omega-6. Es por lo que yo recomiendo tomar un suplemento de omega-3 de gran calidad en la forma de aceite de krill, que he descubierto que es el más beneficioso y efectivo, en comparación con el aceite de pescado.