nekete
06-jul-2010, 04:14
(...)Si la ciencia comprueba que alguna creencia budista es incorrecta, entonces el budismo tendrá que cambiar. Mi punto de vista es que la ciencia y el budismo comparten una búsqueda de la verdad y el entendimiento de la realidad. Al aprender de la ciencia sobre los aspectos de la realidad, donde su comprensión puede ser más avanzada, creo que el budismo enriquece su propia visión.
Por muchos años, por mí mismo y con el Instituto Mente y Vida, el que ayudé a fundar, he tenido la oportunidad de reunirme con científicos para discutir su trabajo. Científicos mundiales me han instruido generosamente en la física subatómica, la cosmología, psicología y biología.
Sin embargo, son nuestros análisis de la neurociencia, los que han probado ser particularmente importantes. A partir de estos intercambios surgió una vigorosa iniciativa por la investigación, una colaboración entre monjes y neurocientíficos para explorar cómo la meditación puede alterar la función del cerebro.
El objetivo aquí no es probar que el budismo es correcto o incorrecto – ni acercar a las personas al budismo -, sino sacar estos métodos del contexto tradicional, estudiar sus potenciales beneficios y compartir los hallazgos con cualquiera que los considere útiles.
Después de todo, si las prácticas de mi propia tradición pueden unirse a los métodos científicos, entonces podemos dar otro pequeño paso hacia el alivio del sufrimiento humano.(...)
Dalai Lama.
http://www.dalailama.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=27&Itemid=46
Los científicos meditan acerca de la felicidad
La ciencia y el budismo se acercaron en un encuentro en el que participó el Dalai Lama exploró formas de aliviar el sufrimiento del mundo. Neurocientíficos, psicólogos y especialistas en ciencias de la conducta analizaron los puntos en común que podrían tener los conocimientos científicos y los principios budistas. Ahora resulta que los investigadores creen que pueden aprender mucho de los monjes.
(...)Es por ello que no sorprendió verlo en diálogo durante dos días con neurocientíficos, psicólogos y especialistas en ciencias de la conducta, analizando los puntos en común que podrían tener los conocimientos científicos y los principios budistas, y buscando la forma de que la ciencia moderna extraiga enseñanzas de los 2.500 años de prácticas de meditación de la tradición budista.(...)
http://axxon.com.ar/not/130/c-130InfoFelicidad.htm
(...)La física de partículas enfatiza el papel del observador al definir cualquier cosa. Por ejemplo, desde cierto punto de vista la luz es materia, desde otro punto de vista es energía. El tipo de fenómeno existencial de la luz depende de muchas variables, particularmente del marco conceptual que el investigador use para analizarlo. Por tanto los fenómenos no existen inherentemente como ésto o aquello en sí mismos, sin relaciòn alguna con las conciencias que los perciben.
El budismo hace la misma afirmación: las cosas existen en dependencia del observador y de su marco conceptual. Por ejemplo, el que una situación exista como un terrible problema o como algo solucionable, depende del observador, de la persona involucrada. Si alguien tiene el marco conceptual:“Esta es una situación imposible de resolver, no hay nada que se pueda hacer”, entonces realmente existe un problema difícil que no puede ser resuelto. Pero, con un marco mental que piensa: “esto es complicado y complejo, pero tiene solución si nos aproximamos de una manera distinta”, entonces, esa persona estará mucho más abierta a resolverla. Lo que es un gran problema para una persona, puede no tener importancia para otra. Nuestros problemas no existen inherentemente como problemas monstruosos, dependen del observador. Así, la ciencia y el budismo llegan a la misma conclusión, los fenómenos existen de ésta, o de aquélla manera, dependiendo del observador.
De manera similar, los neurólogos y los budistas notan cómo las relaciones entre las cosas surgen interdependientemente. Por ejemplo, cuando los neurólogos examinan el cerebro en un intento de descubrir qué parte toma nuestras decisiones, encuentran que no hay un “tomador de decisiones” separado en el cerebro. No hay un personita llamada “yo” sentada dentro de la cabeza, recibiendo información de los ojos, los oídos, etc., como si estuviera en un monitor de computadora y tomara decisiones apretando un botón para que el brazo hiciera esto y la pierna hiciera lo otro. Más bien, las decisiones son resultado de una compleja maraña de interacciones de una enorme red de impulsos nerviosos, y procesos eléctricos y químicos. Juntos traen un resultado, la decisión. Esto sucede sin que haya una entidad distinta, el “tomador de decisiones”. El budismo enfatiza lo mismo. No existe el “yo” que sea permanente y sólido sentado dentro de nuestras cabezas, que toma nuestras decisiones. Convencionalmente nosotros decimos, “yo estoy experimentando esto, yo estoy haciendo esto”, pero lo que realmente sucede es resultado de una compleja interacción de muchos factores. La ciencia y el budismo coinciden en su visión de esta cuestión.(...)
http://www.berzinarchives.com/web/es/archives/approaching_buddhism/world_today/buddhism_science.html
El Universo está contenido en un solo átomo, según el Dalai Lama
Ciencia y religión deben aunarse en la lucha contra el sufrimiento
El último libro del Dalai Lama, El universo en un solo átomo, constituye una forma original de memorias en que, al hilo de sus encuentros personales con una serie interminable de científicos de primera línea, reflexiona sobre la imagen del universo, de la vida y del hombre en la ciencia desde el punto de vista de la religión budista. El Dalai Lama nos ofrece así su punto de vista valorativo de los grandes avances de la ciencia, muestra las frecuentes coincidencias con la doctrina budista y también los puntos de desacuerdo. Ciencia y budismo pueden iluminarse mutuamente para reorientar un conocimiento cada vez más profundo de la realidad. En mecánica cuántica y en cosmología la ciencia y el budismo presentan coincidencias más evidentes. En la explicación de la vida y, sobre todo, en la explicación de la conciencia humana (del “alma”), sus diferencias con la ciencia se hacen, sin embargo, inevitables y decisivas. Por Guillermo Armengol.
Mecánica cuántica
La doctrina budista clásica constata que todo es impermanente y transitorio. Todo se deshace y pasa, siendo ésta la causa fundamental del sufrimiento. El hinduismo y la visión ordinaria del hombre concede a las cosas reales o circunstancias mundanas estabilidad y consistencia ontológica. Pero, en verdad, se trata de un profundo error que causa el sufrimiento.
Pero el budismo cambia el punto de vista y establece la ley universal de la “originación dependiente” que nos dice que todo estado fenomémico es inconsistente y es sólo un momento de una cadena de interacciones en dependencia. Esta cadena de causas y efectos produce la ilusión de un mundo real fenoménico que es pura inconsistencia transitoria.
El origen del sufrimiento consiste en el karma que nos hace quedar atrapados por esta falsa consistencia del mundo fenoménico. La liberación consiste en huir del mundo transitorio y evitar caer en él por la re-encarnación.
La mecánica cuántica, según la explicación en que insiste el Dalai Lama, ha contribuido a explicar la materia microfísica (el fondo verdadero de las cosas) como un fluir inconsistente muy semejante al que defendía la doctrina tradicional del budismo mahayana. Tanto la teoría atómica como la de partículas fueron prefiguradas en la física budista, con una idea del “vacío” como fondo y origen de las cosas.
“La naturaleza paradójica de la realidad, tal como la revelan la filosofía budista del vacío y la física moderna, representa un gran desafío a los límites del conocimiento humano … El problema filosófico al que se enfrenta la física a la luz de la mecánica cuántica es si la noción misma de la realidad –definida en términos de unos constituyentes esencialmente reales de la materia- resulta sostenible. Lo que la filosofía budista del vacío puede ofrecer es un modelo coherente de comprensión de la realidad que no es esencialista” (p.88-89).
http://www.tendencias21.net/El-Universo-esta-contenido-en-un-solo-atomo-segun-el-Dalai-Lama_a1078.html
Que la ciencia no pueda demostrar algo no quiere decir que ese algo no exista, pero desde luego que, si la ciencia demuestra algo, ese algo sí existe.
Por muchos años, por mí mismo y con el Instituto Mente y Vida, el que ayudé a fundar, he tenido la oportunidad de reunirme con científicos para discutir su trabajo. Científicos mundiales me han instruido generosamente en la física subatómica, la cosmología, psicología y biología.
Sin embargo, son nuestros análisis de la neurociencia, los que han probado ser particularmente importantes. A partir de estos intercambios surgió una vigorosa iniciativa por la investigación, una colaboración entre monjes y neurocientíficos para explorar cómo la meditación puede alterar la función del cerebro.
El objetivo aquí no es probar que el budismo es correcto o incorrecto – ni acercar a las personas al budismo -, sino sacar estos métodos del contexto tradicional, estudiar sus potenciales beneficios y compartir los hallazgos con cualquiera que los considere útiles.
Después de todo, si las prácticas de mi propia tradición pueden unirse a los métodos científicos, entonces podemos dar otro pequeño paso hacia el alivio del sufrimiento humano.(...)
Dalai Lama.
http://www.dalailama.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=27&Itemid=46
Los científicos meditan acerca de la felicidad
La ciencia y el budismo se acercaron en un encuentro en el que participó el Dalai Lama exploró formas de aliviar el sufrimiento del mundo. Neurocientíficos, psicólogos y especialistas en ciencias de la conducta analizaron los puntos en común que podrían tener los conocimientos científicos y los principios budistas. Ahora resulta que los investigadores creen que pueden aprender mucho de los monjes.
(...)Es por ello que no sorprendió verlo en diálogo durante dos días con neurocientíficos, psicólogos y especialistas en ciencias de la conducta, analizando los puntos en común que podrían tener los conocimientos científicos y los principios budistas, y buscando la forma de que la ciencia moderna extraiga enseñanzas de los 2.500 años de prácticas de meditación de la tradición budista.(...)
http://axxon.com.ar/not/130/c-130InfoFelicidad.htm
(...)La física de partículas enfatiza el papel del observador al definir cualquier cosa. Por ejemplo, desde cierto punto de vista la luz es materia, desde otro punto de vista es energía. El tipo de fenómeno existencial de la luz depende de muchas variables, particularmente del marco conceptual que el investigador use para analizarlo. Por tanto los fenómenos no existen inherentemente como ésto o aquello en sí mismos, sin relaciòn alguna con las conciencias que los perciben.
El budismo hace la misma afirmación: las cosas existen en dependencia del observador y de su marco conceptual. Por ejemplo, el que una situación exista como un terrible problema o como algo solucionable, depende del observador, de la persona involucrada. Si alguien tiene el marco conceptual:“Esta es una situación imposible de resolver, no hay nada que se pueda hacer”, entonces realmente existe un problema difícil que no puede ser resuelto. Pero, con un marco mental que piensa: “esto es complicado y complejo, pero tiene solución si nos aproximamos de una manera distinta”, entonces, esa persona estará mucho más abierta a resolverla. Lo que es un gran problema para una persona, puede no tener importancia para otra. Nuestros problemas no existen inherentemente como problemas monstruosos, dependen del observador. Así, la ciencia y el budismo llegan a la misma conclusión, los fenómenos existen de ésta, o de aquélla manera, dependiendo del observador.
De manera similar, los neurólogos y los budistas notan cómo las relaciones entre las cosas surgen interdependientemente. Por ejemplo, cuando los neurólogos examinan el cerebro en un intento de descubrir qué parte toma nuestras decisiones, encuentran que no hay un “tomador de decisiones” separado en el cerebro. No hay un personita llamada “yo” sentada dentro de la cabeza, recibiendo información de los ojos, los oídos, etc., como si estuviera en un monitor de computadora y tomara decisiones apretando un botón para que el brazo hiciera esto y la pierna hiciera lo otro. Más bien, las decisiones son resultado de una compleja maraña de interacciones de una enorme red de impulsos nerviosos, y procesos eléctricos y químicos. Juntos traen un resultado, la decisión. Esto sucede sin que haya una entidad distinta, el “tomador de decisiones”. El budismo enfatiza lo mismo. No existe el “yo” que sea permanente y sólido sentado dentro de nuestras cabezas, que toma nuestras decisiones. Convencionalmente nosotros decimos, “yo estoy experimentando esto, yo estoy haciendo esto”, pero lo que realmente sucede es resultado de una compleja interacción de muchos factores. La ciencia y el budismo coinciden en su visión de esta cuestión.(...)
http://www.berzinarchives.com/web/es/archives/approaching_buddhism/world_today/buddhism_science.html
El Universo está contenido en un solo átomo, según el Dalai Lama
Ciencia y religión deben aunarse en la lucha contra el sufrimiento
El último libro del Dalai Lama, El universo en un solo átomo, constituye una forma original de memorias en que, al hilo de sus encuentros personales con una serie interminable de científicos de primera línea, reflexiona sobre la imagen del universo, de la vida y del hombre en la ciencia desde el punto de vista de la religión budista. El Dalai Lama nos ofrece así su punto de vista valorativo de los grandes avances de la ciencia, muestra las frecuentes coincidencias con la doctrina budista y también los puntos de desacuerdo. Ciencia y budismo pueden iluminarse mutuamente para reorientar un conocimiento cada vez más profundo de la realidad. En mecánica cuántica y en cosmología la ciencia y el budismo presentan coincidencias más evidentes. En la explicación de la vida y, sobre todo, en la explicación de la conciencia humana (del “alma”), sus diferencias con la ciencia se hacen, sin embargo, inevitables y decisivas. Por Guillermo Armengol.
Mecánica cuántica
La doctrina budista clásica constata que todo es impermanente y transitorio. Todo se deshace y pasa, siendo ésta la causa fundamental del sufrimiento. El hinduismo y la visión ordinaria del hombre concede a las cosas reales o circunstancias mundanas estabilidad y consistencia ontológica. Pero, en verdad, se trata de un profundo error que causa el sufrimiento.
Pero el budismo cambia el punto de vista y establece la ley universal de la “originación dependiente” que nos dice que todo estado fenomémico es inconsistente y es sólo un momento de una cadena de interacciones en dependencia. Esta cadena de causas y efectos produce la ilusión de un mundo real fenoménico que es pura inconsistencia transitoria.
El origen del sufrimiento consiste en el karma que nos hace quedar atrapados por esta falsa consistencia del mundo fenoménico. La liberación consiste en huir del mundo transitorio y evitar caer en él por la re-encarnación.
La mecánica cuántica, según la explicación en que insiste el Dalai Lama, ha contribuido a explicar la materia microfísica (el fondo verdadero de las cosas) como un fluir inconsistente muy semejante al que defendía la doctrina tradicional del budismo mahayana. Tanto la teoría atómica como la de partículas fueron prefiguradas en la física budista, con una idea del “vacío” como fondo y origen de las cosas.
“La naturaleza paradójica de la realidad, tal como la revelan la filosofía budista del vacío y la física moderna, representa un gran desafío a los límites del conocimiento humano … El problema filosófico al que se enfrenta la física a la luz de la mecánica cuántica es si la noción misma de la realidad –definida en términos de unos constituyentes esencialmente reales de la materia- resulta sostenible. Lo que la filosofía budista del vacío puede ofrecer es un modelo coherente de comprensión de la realidad que no es esencialista” (p.88-89).
http://www.tendencias21.net/El-Universo-esta-contenido-en-un-solo-atomo-segun-el-Dalai-Lama_a1078.html
Que la ciencia no pueda demostrar algo no quiere decir que ese algo no exista, pero desde luego que, si la ciencia demuestra algo, ese algo sí existe.