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mesmer
15-abr-2010, 13:44
El precio de la hostilidad en los debates en el antiespecismo

Recientemente he seguido unos debates acerca de una cuestión relativa a la estrategia a seguir
por parte de quienes se oponen al uso de animales. Aunque mi interés en materia de
estrategias no se reduzca a este fin, sino que se extienda a las vías de acción a seguir para
combatir el especismo, el debate me pareció que tocaba temas relevantes, por la estrecha
relación entre ambos objetivos.
Pues bien, el caso es que su desarrollo en seguida me trajo a la mente otras discusiones acerca
de qué vía de acción resulta más conveniente seguir. Y ello fue así no sólo por el contenido de
lo que vi que se estaba debatiendo, sino por el modo en el que estos debates tienen lugar.
Aquí voy a hablar de esto. En concreto, voy a comentar algo que es muy común en los
debates entre antiespecistas: la hostilidad. O, si se prefiere, la falta de amabilidad. No me
referiré con esto solamente a los casos en los que quienes debaten no se respetan entre sí.
Apuntaré asimismo a aquellas situaciones en las que, aunque no se falte al respeto al
interlocutor o interlocutora de turno, se le hable de un modo no amable, que pueda desagradar
a este o esta. Situaciones muy comunes, en las que muchos y muchas hemos incurrido a
menudo, por nuestra inmadurez, nuestra falta de vista o de capacidad.

Una analogía
Alguna vez he leído que los activistas antiespecistas se deberían tratar mutuamente con
consideración por los mismos motivos por los que estos mismos afirman que se debe tratar
con respeto a los animales no humanos. Esta analogía puede que sea correcta, pero no es la
que aquí voy a destacar. Hay otra que me gustaría poner de manifiesto que no apunta a
razones morales, como en el caso que acabamos de ver (que puede que haya quien no
comparta), sino estratégicas. Es una analogía muy sencilla, que os expongo a continuación.
Consideremos la lucha por difundir un modo de vida sin usar animales no humanos. Hay
quien, a la hora de promover este, se dirige a la gente de manera agresiva, ofensiva. Los
resultados que se pueden conseguir de este modo no es que sean muy pobres, sino que son
normalmente negativos. Es peor que no hacer nada. El motivo no es difícil de adivinar. Es
posible que haya a quien que le digan que es un asesino torturador e inmoral por usar
animales le lleve a abandonar tal uso. Pero lo habitual es que no sea así en absoluto.
Lo normal es que eso le lleve a reafirmarse en sus posiciones, a seguir utilizando animales
y a no querer oir nunca más un discurso que cuestione dicho uso.
Ante esto, es común que la gente que trabaja en el antiespecismo intente transmitir su mensaje
de un modo no agresivo, sino con buenas maneras, para conseguir que quienes nos escuchen
no se pongan a la defensiva y rechacen lo que digamos ya de partida, sino que puedan tener
una actitud receptiva.
Por este motivo, resulta enormemente chocante que se proceda de un modo radicalmente
distinto cuando no nos dirigimos al público general, sino a quienes comparten nuestro punto
de vista antiespecista (o, al menos, nuestra oposición a la utilización de los animales no
humanos). Y es que hay un contraste muy llamativo entre las formas con las que se procede
en cada caso. Cuando los antiespecistas debaten entre sí, se olvidan, de repente, de todo lo que
tienen en cuenta cuando se dirigen a la opinión pública en general. Y se ponen a argumentan
prescindiendo de cualquier miramiento o atención por las personas a quienes se dirigen.

Lo peor que podemos hacer si queremos convencer a alguien de algo
El motivo por el que el contraste al que acabo de apuntar es llamativo no es difícil de adivinar.
Así como no vamos a convencer a alguien de que no use animales diciéndole que es un
asesino, no vamos tampoco a convencer a nadie de que deje de poner en práctica una
determinada estrategia o táctica ridiculizándole, acusándole de ser cómplice de la explotación
de los animales no humanos o haciendo que se sienta atacado de otras maneras. Por el
contrario, así como quienes utilizan a los animales se verán reafirmados en su uso al verse
atacados, quienes siguen una determinada estrategia considerarán que la opinión de quienes
los critican carece de valor alguna.
Lo más lastimoso de todo esto es que seguramente hay muchos y muchas que podrían
abandonar el uso de animales si se les hubiese planteado la cuestión de otro modo, y que, sin
embargo, no lo han hecho porque se les habló de modo agresivo. Y, del mismo modo, hay
activistas antiespecistas que podrían cuestionar y cambiar sus estrategias o tácticas si se les
presentasen de modo amable los argumentos para ello, pero que, al sentirse atacados o
atacadas, no lo harán.
Así, la experiencia parece mostrar que debatir de modo amable constituye una condición
prácticamente imprescindible para que nuestros argumentos puedan ser no ya aceptados, sino
simplemente escuchados. Y es muy raro que alguien escuche realmente lo que se le transmite
de forma desagradable.

Pensemos en lo que nos pasa en nuestro propio caso
Es muy fácil entender el modo en el que esto es así. Sólo tenemos que pensar, para verlo con
cierta claridad, en que, al igual que nosotros y nosotras podemos tener una opinión formada
acerca de qué vías de acción es mejor seguir, y podemos querer comunicarla a otra gente,
también hay otra gente que tiene un punto de vista al respecto y nos lo desea transmitir. Y,
pensemos, ¿cuál es nuestra reacción cuando alguien intenta ridiculizar lo que decimos, cuando
nos responden de modo agresivo o simplemente cortante, cuando nos hacen acusaciones que
consideramos hirientes? ¿Hace ello que lo que nos estén diciendo nos resulte más
convincente? ¿Nos vuelve más receptivos o receptivas a aceptarlo? ¿Fomenta nuestra
autocrítica y nuestra disposición a dejar de lado aquello que defendíamos y abrazar, en
cambio, lo que ahora se nos presenta?
La respuesta, por supuesto, es que no. De sobra lo sabemos. Más bien sucede al revés. A no
ser que tengamos serios problemas de autoestima, es algo que nos afecta psicológicamente,
reduciendo nuestra disposición a aceptar lo que nos están diciendo. De hecho, hay a mucha
gente a quien se la anula por completo.
Y no es de extrañar que así sea. Ya no sólo por el sentimiento de rechazo que nos despierta el
que se nos trate de forma desagradable en un debate. Sino también porque, si cuando nos
atacan, hieren y/o presentan como idiotas aceptamos lo que nos dicen, parece entonces que
estamos también considerando aceptable que se nos ataque y se nos hiera, y admitiendo que
somos, efectivamente, idiotas. Y la mayoría de la gente tiene, obviamente, una muy fuerte
resistencia a admitir algo así. De hecho, no pocas veces ocurre que alguien lee una crítica a
algo que ha expresado en la que se le ridiculiza y se ve convencido o convencida por los
argumentos, pero, pese a ello, sigue manteniendo sus posturas iniciales sin variación por puro
rechazo ante la ridiculización de la que ha sido objeto.

Muchas veces es como si no debatiésemos, o peor
Esto nos muestra la gravedad de la situación. Los debates acerca de cuál es la mejor estrategia
y las mejores tácticas a seguir de cara a combatir el especismo y/o el uso de animales no
humanos son muy, muy necesarios. Sin estos, nuestra capacidad de evaluar la eficiencia de las
vías de acción que seguimos se ve notablemente disminuida. Y los debates llevados adelante
con agresividad, pueden tener unos resultados no ya equivalentes, sino en muchos casos
peores a los que obtendríamos si el debate se hubiera dado en absoluto. O sea que a menudo
es como si no se debatiese, o aun peor.
Esto tiene algunos matices importantes, claro está. Incluso aunque al debatir sin amabilidad
cerremos toda posibilidad de que nuestros interlocutoras o interlocutores acepten lo que
digamos, quizás podamos convencer a terceros que contemplen el debate desde fuera. Pero
tales efectos positivos podrían conseguirse igualmente sin proceder del modo indicado. Y, por
otra parte, puede suceder también que estas terceras personas se vean espantadas ante nuestros
malos modos aunque no nos dirijamos a ellas, y tengan una reacción parecida a la de quienes
son el objeto de nuestra argumentación. También ellas rechazarán lo que digamos sin ni
siquiera considerarlo.


Oscar Horta
OHorta (a) dilemata.net
http://masalladelaespecie.wordpress.com

mesmer
15-abr-2010, 13:46
Otras consecuencias indeseables
Por otra parte, hay que decir que este no es el único motivo para no debatir de modo
desagradable con otros y otras activistas antiespecistas. Hay también otras razones. Una de
ellos, quizás la más importante, consiste, simplemente, en que ello causa desagrado
gratuitamente. El decir algo de forma hostil, cuando se podría decir de forma amable, no
añade ningún tipo de información de utilidad al mensaje que se está transmitiendo. Es algo
totalmente innecesario, pues. Y es algo negativo aunque sólo sea porque le agría la vida a los
y las activistas (lo cual acaba siendo no sólo malo para ellos y ellas, sino también para el
activismo que realizan). De manera que debería ser algo a evitar incluso aunque no tuviese
otras consecuencias negativas (lo cual, como hemos visto, no es tampoco el caso: sí tiene
otras consecuencias muy negativas).
Y además, es que los y las activistas con quienes disentimos no se merecen que les hiramos.
No se merecen que les hagamos daño simplemente porque hayan llegado a la conclusión de
que la mejor forma de ayudar a las víctimas del especismo sea hacer X en lugar de Y. Esto,
obviamente, no quiere decir que no haya análisis mucho más completos y acertados que otros.
Los hay, y por eso es tan necesario debatir, como he apuntado arriba. Pero la cuestión es que
nadie se vuelve un ser moralmente reprobable por no haber sabido acertar en su análisis de la
situación. Ni tampoco se vuelve necesariamente irracional por ello. La realidad a la que nos
enfrentamos es muy compleja. Es comprensible, ante esto, que nuestros análisis varíen, y que
algunos puedan equivocarse. Pero aunque nuestro análisis sea el correcto y las posiciones que
defienden nuestros interlocutores equivocadas, ello no es una razón para creer que carezcan
de capacidad de comprender las cosas. Simplemente, han cometido algún error de apreciación
o análisis (si es que efectivamente son ellos quienes se han confundido). Esto es una razón para
argumentar a favor de un análisis distinto y para intentar convencerlas de que cambien su
posición, pero no para ridiculizar a estas personas, demonizarlas u ofenderlas.

¿Qué buscar al debatir?
En consecuencia, podemos plantearnos para qué debatimos. Podemos hacerlo, simplemente,
porque nos gusta expresar lo que pensamos, o porque queremos hacer manifiesta nuestra
antipatía por nuestros interlocutores. En ese caso, lo dicho arriba nos será indiferente. Pero
supongamos que el motivo por el que queremos debatir es otro. Supongamos que lo que
sucede es que alguien sigue un determinado tipo de estrategia o táctica y consideramos que
sería mejor para los animales no humanos que siguiese otra vía de acción. Si esa es nuestra
motivación, debatir con él o ella de modo amable es probablemente la única forma de
conseguir que cambie de proceder. Si, en cambio, discutimos con unas formas que hieran o
desagraden a esta o este activista, lo que conseguiremos será lo opuesto a los que buscamos.
Estaremos, así, promoviendo aquello que consideramos que es menos positivo para los
animales no humanos, que es que no cambie de vía de acción. En línea con lo indicado arriba,
no sólo no lograremos convencerle de que haga esto, sino que crearemos en él o ella una
resistencia a hacerlo. Nuestros resultados serán peores, en este sentido, que si no hubiésemos
hecho nada, que si no hubiésemos entrado a debatir la cuestión en absoluto.

Otros casos que nos pasan también factura
Me gustaría añadir que, además, esto no sucede solamente en lo que atañe al debate acerca de
las estrategias y/o tácticas a seguir. Ocurre también en muchos otros casos en los que se dan
diferencias de posiciones entre activistas antiespecistas. Esto se da de forma clara, por
ejemplo, en lo que atañe a las relaciones entre las distintas organizaciones antiespecistas, o a
las relaciones de las y los activistas dentro de una misma organización. Esto tiene una serie de
consecuencias absolutamente nefastas para el movimiento. Causa mucho malestar entre la
gente activista. Ocasiona un enorme gasto tiempo y energías en enfrentamientos. Erosiona las
posibilidades de salir adelante de muchas iniciativas. Anula muchas sinergias que se podrían
dar en el seno del antiespecismo. Etcétera.
Todo ello reduce notabilísimamente la capacidad de impacto del antiespecismo. ¿Hasta qué
punto? Es muy difícil calcularlo. Pero me temo que en una medida muy alta. El coste para el
activismo supuesto por todo esto es mucho más alto de lo que nos podemos imaginar.
Supongamos que trabajas 10 horas al día por el antiespecismo. Imagina que, de la noche a la
mañana, pudieses conseguir el mismo resultado de cara a ayudar a los animales no humanos
trabajando solamente 6 horas (o, si lo preferís, 8 horas, para hacer un cálculo muy por lo
bajo). Las otras horas las podrías dedicar a pasártelo bien, o, mejor aun, a ayudar aun más a
los animales (que es lo que creo que harías). Pues bien, no sería de extrañar que la reducción
de nuestra efectividad por los motivos indicados llegase a tales niveles (ni incluso que los
superase ampliamente). Ese es el precio que pagamos por descargar nuestra ira libremente,
por decirles a quienes nos leen o escuchan lo primero que se nos pasa por la cabeza sin
autocontrolarnos para no causar desagrado, por no tomarnos el tiempo en decir de un modo
distinto las cosas, por no preocuparnos por entender por qué los demás actúan de un
determinado modo y de qué manera se podrían plantear cuestionar las suposiciones que asumen.
No es un precio nada barato.


Oscar Horta
OHorta (a) dilemata.net
http://masalladelaespecie.wordpress.com

mesmer
15-abr-2010, 13:47
¿Qué perspectivas se dibujan?
En mi opinión, por desgracia, estos problemas no se van a resolver. Van a continuar
golpeando muy, muy severamente al antiespecismo. No parece que haya perspectivas de que
esto mejore. Como mucho, sucederá al revés: muy probablemente, el tema cada vez tenderá a
ponerse peor.
No tengo duda alguna de que los enfrentamientos van a continuar, la falta de diplomacia va a
continuar, la falta de empatía con otros activistas va a continuar, los debates irrespetuosos van
a continuar, las decepciones personales van a continuar… Todo lo descrito arriba va a
continuar.
El motivo es obvio. Los activistas no son superhéroes. Muchos de ellos y ellas son héroes y
heroínas, en el sentido de que son gente que trabajan de sol a sol, en un contexto muchas
veces muy hostil, y en tareas a menudo muy ingratas, sin ninguna recompensa (más allá del
saber que están dándolo todo por ayudar a las víctimas del especismo). Son, por ello,
realmente admirables. Sin embargo, por desgracia, aunque son héroes y heroínas, no son
superhéroes, en el sentido de que no tienen superpoderes. Siguen teniendo, como cualquiera,
sus debilidades. Serían realmente superhéroes si, además de hacer todo lo que hacen, pudiesen
tener una capacidad de comprensión del punto de vista de todos los y las demás activistas, una
capacidad de autocontrol y serenidad ante los conflictos con ellos y ellas, una capacidad de
comunicación diplomática, una capacidad de empatizar y generar empatía en los demás, e
incluso una capacidad de visualizar la situación general resultante de las distintas combinaciones
posibles en el modo de relacionarse unos activistas con otros y otras. Sin
embargo, por desgracia, todos somos seres imperfectos. Sí, somos muy imperfectos, y la
distribución de estas facultades es escasa.
Todo ello lo pagarán los animales no humanos, claro está, y también las propias y propios
activistas.
Ante esto, ¿qué podemos hacer? ¿Hemos de dar la batalla por perdida? Bueno, sería así si las
cosas fuesen siempre cuestión de todo o nada. Sin embargo, este no es el caso. Aunque los
debates dados entre los activistas son muy a menudo hostiles, podrían ser aun peores, o al
menos algo peores, y podrían ser mejores, o al menos algo mejores. Y lo mismo sucede en lo
que toca a las relaciones entre activistas. Así que, aunque sea imposible que la situación
descrita vaya felizmente a terminar, al menos hay la posibilidad de reducir en la medida de lo
posible sus efectos negativos. Esto está en las manos de cada uno de los y las activistas que
nos relacionamos con quienes comparten nuestra oposición al especismo. De todos nosotros y
nosotras.
Hay quien no tienen ninguna responsabilidad en la presente situación. Hay quien no ha
contribuido a que se generen los conflictos que se han dado en el antiespecismo. El resto, sin
embargo, somos culpables, en mayor o menor medida, de haber llegado a la situación en la
que estamos. Y está en nuestras manos contribuir a que en el futuro la cosa vaya a mejor o a
peor. Aunque nos pueda resultar difícil, es necesario intentar que no suceda esto último. Yo
personalmente lamento lo que he contribuido por mi parte a la situación que he descrito.
Desgraciadamente, no se puede volver el tiempo atrás. Y muchos problemas a los que nos
enfrentamos hoy son el resultado de nuestros errores anteriores. Sin embargo, podemos
intentar frenar esta dinámica desde el momento presente, para limitar o reducir sus efectos en
el futuro.
¿En qué se refleja esto en la práctica? Pues en cosas de lo más sencillo. No es nada
extraordinario. Se plasma, por ejemplo, en que, a la hora de escribir un email, un comentario,
una entrada de blog, un artículo, un libro, a la de participar en una conferencia, o en una
conversación… intentemos tomarnos el tiempo de poner el freno a lo primero que nos
apetezca decir, y nos molestemos en intentar expresarlo de otro modo, del modo en el que nos
gustaría que nos lo dijesen a nosotras o nosotros. En que intentemos, al elaborar nuestro
mensaje, no sólo entender qué es lo que queremos decir, sino también qué es lo que quienes
nos escuchan tienen en su cabeza, por qué piensan lo que piensan. Se podría reflejar también
en otras cosas, pero he querido plantear aquí únicamente una propuesta de mínimos. Hacer
todo esto cuesta algo, es cierto, pero tampoco tanto, considerando lo que puede estar en juego.
Concluyo diciendo que, por todo esto, creo que sería muy bueno sumar otro frente más a
aquellos que se libran dentro del antiespecismo. Con esto me refiero a lo siguiente. Entre la
gente antiespecista se defienden ciertas causas. Se debaten ciertas posturas éticas frente a
otras, ciertas estrategias frente a otras, ciertas tácticas frente a otras. Me gustaría proponer que
se añada a las causas que ya existen otra más: la defensa de una comunicación amable entre
los y las activistas antiespecistas. Como ya he dicho, es una lucha que creo que nunca vamos a
lograr que se gane por completo. Pero al menos puede que logremos algunas victorias
puntuales. Y eso es algo que puede que marque la diferencia para muchos animales.

Oscar Horta
OHorta (a) dilemata.net
http://masalladelaespecie.wordpress.com

Snickers
15-abr-2010, 13:55
entrando en este enlace

http://masalladelaespecie.wordpress.com/2010/03/21/el-precio-de-la-hostilidad-en-los-debates-en-el-antiespecismo/

se pueden leer los comentarios de varias personas, q no están nada mal como debate

saludos

Snickers
15-abr-2010, 14:22
Por este motivo, resulta enormemente chocante que se proceda de un modo radicalmente distinto cuando no nos dirigimos al público general, sino a quienes comparten nuestro punto de vista antiespecista (o, al menos, nuestra oposición a la utilización de los animales no humanos). Y es que hay un contraste muy llamativo entre las formas con las que se procede en cada caso. Cuando los antiespecistas debaten entre sí, se olvidan, de repente, de todo lo que tienen en cuenta cuando se dirigen a la opinión pública en general. Y se ponen a argumentan prescindiendo de cualquier miramiento o atención por las personas a quienes se dirigen.

y muchas veces ocurre en sitios públicos, paradojicamente


Así, la experiencia parece mostrar que debatir de modo amable constituye una condición prácticamente imprescindible para que nuestros argumentos puedan ser no ya aceptados, sino simplemente escuchados. Y es muy raro que alguien escuche realmente lo que se le transmite de forma desagradable.

eso es, si se quiere comunicar hay q tratar decentemente al interlocutor


Y no es de extrañar que así sea. Ya no sólo por el sentimiento de rechazo que nos despierta el que se nos trate de forma desagradable en un debate. Sino también porque, si cuando nos atacan, hieren y/o presentan como idiotas aceptamos lo que nos dicen, parece entonces que estamos también considerando aceptable que se nos ataque y se nos hiera, y admitiendo que somos, efectivamente, idiotas. Y la mayoría de la gente tiene, obviamente, una muy fuerte resistencia a admitir algo así. De hecho, no pocas veces ocurre que alguien lee una crítica a algo que ha expresado en la que se le ridiculiza y se ve convencido o convencida por los argumentos, pero, pese a ello, sigue manteniendo sus posturas iniciales sin variación por puro rechazo ante la ridiculización de la que ha sido objeto.

que bien se explica el profe


Y, por otra parte, puede suceder también que estas terceras personas se vean espantadas ante nuestros malos modos aunque no nos dirijamos a ellas, y tengan una reacción parecida a la de quienes son el objeto de nuestra argumentación. También ellas rechazarán lo que digamos sin ni siquiera considerarlo.

y rechazan, ya ocurre a menudo


El decir algo de forma hostil, cuando se podría decir de forma amable, no añade ningún tipo de información de utilidad al mensaje que se está transmitiendo. Es algo totalmente innecesario, pues. Y es algo negativo aunque sólo sea porque le agría la vida a los y las activistas (lo cual acaba siendo no sólo malo para ellos y ellas, sino también para el activismo que realizan). De manera que debería ser algo a evitar incluso aunque no tuviese otras consecuencias negativas (lo cual, como hemos visto, no es tampoco el caso: sí tiene otras consecuencias muy negativas).

pero se desahogan, jaja


Pero aunque nuestro análisis sea el correcto y las posiciones que defienden nuestros interlocutores equivocadas, ello no es una razón para creer que carezcan de capacidad de comprender las cosas. Simplemente, han cometido algún error de apreciación o análisis (si es que efectivamente son ellos quienes se han confundido). Esto es una razón para argumentar a favor de un análisis distinto y para intentar convencerlas de que cambien su posición, pero no para ridiculizar a estas personas, demonizarlas u ofenderlas.

exactamente, si es que, efectivamente, son ellos quienes se han confundido

Acá está la clave


n consecuencia, podemos plantearnos para qué debatimos. Podemos hacerlo, simplemente, porque nos gusta expresar lo que pensamos, o porque queremos hacer manifiesta nuestra antipatía por nuestros interlocutores. En ese caso, lo dicho arriba nos será indiferente. Pero supongamos que el motivo por el que queremos debatir es otro. Supongamos que lo que sucede es que alguien sigue un determinado tipo de estrategia o táctica y consideramos que sería mejor para los animales no humanos que siguiese otra vía de acción. Si esa es nuestra motivación, debatir con él o ella de modo amable es probablemente la única forma de conseguir que cambie de proceder. Si, en cambio, discutimos con unas formas que hieran o desagraden a esta o este activista, lo que conseguiremos será lo opuesto a los que buscamos. Estaremos, así, promoviendo aquello que consideramos que es menos positivo para los animales no humanos, que es que no cambie de vía de acción. En línea con lo indicado arriba, no sólo no lograremos convencerle de que haga esto, sino que crearemos en él o ella una resistencia a hacerlo. Nuestros resultados serán peores, en este sentido, que si no hubiésemos hecho nada, que si no hubiésemos entrado a debatir la cuestión en absoluto.

ya q en vista de q muchos activistas no cambian su "estilo" es posible q entonces debatan porque quieren hacer manifiesta su antipatía por los otros interlocutores


Esto tiene una serie de consecuencias absolutamente nefastas para el movimiento. Causa mucho malestar entre la gente activista. Ocasiona un enorme gasto tiempo y energías en enfrentamientos. Erosiona las posibilidades de salir adelante de muchas iniciativas. Anula muchas sinergias que se podrían dar en el seno del antiespecismo. Etcétera.

Todo ello reduce notabilísimamente la capacidad de impacto del antiespecismo. ¿Hasta qué punto? Es muy difícil calcularlo. Pero me temo que en una medida muy alta. El coste para el activismo supuesto por todo esto es mucho más alto de lo que nos podemos imaginar.

Sí, y es francamente triste y lamentable saber q somos también responsables de lo que aún no hacemos a raíz de estos desencuentros

Así es, don Oscar:


Ese es el precio que pagamos por descargar nuestra ira libremente, por decirles a quienes nos leen o escuchan lo primero que se nos pasa por la cabeza sin autocontrolarnos para no causar desagrado, por no tomarnos el tiempo en decir de un modo distinto las cosas, por no preocuparnos por entender por qué los demás actúan de un determinado modo y de qué manera se podrían plantear cuestionar las suposiciones que asumen. No es un precio nada barato.

en conclusión


Me gustaría proponer que se añada a las causas que ya existen otra más: la defensa de una comunicación amable entre los y las activistas antiespecistas. Como ya he dicho, es una lucha que creo que nunca vamos a lograr que se gane por completo. Pero al menos puede que logremos algunas victorias puntuales. Y eso es algo que puede que marque la diferencia para muchos animales.

que intentaré seguir sumándome a su gran propuesta

JustVegetal
15-abr-2010, 16:51
Lo triste de esto que brillantemente expone Oscar, es que precisamente los que más necesitan leérselo y meditarlo harán lo posible por escurrir el bulto, soslayarlo, y cegarse a verse indetificados.

Es tan absurdo y tan evidente como cotidiano y por ejemplo ayer tuvimos aquí otro episodio de la historia interminable en la que no se salva nadie, ayer no se salvaba de los ataques Anima Naturalis.

erfoud
15-abr-2010, 17:43
Un tema de capital importancia para quienes respiramos el animalismo.
Una pena que haya quienes no lean el artículo debido a una especie de fobia que parece darse hacia los escritos largos.
Yo noto que esta cuestión:la tensión, enemistad entre diversos colectivos animalistas está siempre flotando en el aire, pero advierto que es un asunto tabú: cualquier mención explícita al problema podría abrir la caja de los truenos y así, ay, empeorar (si cabe) las cosas. Conclusión: el tema queda soslayado. Pero no por no mencionarse deja de existir...
Y coincido plenamente con Oscar en que este guerracivilismo interanimalista es un hecho catastrófico para el animalismo. Supongo que la madre del cordero, la raiz de todas las trifulcas reside en la noción de que ciertas líneas de actuación de ciertos grupos son percibidas no solamente insuficientes, sino contraproducentes para el animalismo. es decir, que consideran que en lugar de ayudar, perjudican al movimiento. Añade una pizca de personalismos por aquí, otro toque de torpeza para establecer unos canales aceptables de comunicación por allá, y voilá: ya tenemos plantadas las semillas de la división.
Desde luego a mí me encantaría que se produjese el siguiente escenario; que uno dijera al otro: "oye, discrepo con las estrategias que seguís, así como con ciertas líneas ideológicas de vuestro grupo, pero no veo por qué no podemos mantener un nivel de comunicación básico y unas relaciones cordiales" Sería estupendo que se instalara ese mínimo de concordia entre quienes, si bien con diferencias, apuntan hacia el animalismo. En este sentido, creo que el "francionismo" ha hecho que se dinamiten muchos de estos puentes, hasta el extremo de dejar esas relaciones en via muerta.
Quizás no haya remedio, y el ya atávico individualismo hispano, ya existente desde los tiempos de la resistencia celtibérica frente a Roma, encuentre en el ámbito animalista su más exrema expresión. Sería una lástima.

Miracle
15-abr-2010, 18:04
Desde luego a mí me encantaría que se produjese el siguiente escenario; que uno dijera al otro: "oye, discrepo con las estrategias que seguís, así como con ciertas líneas ideológicas de vuestro grupo, pero no veo por qué no podemos mantener un nivel de comunicación básico y unas relaciones cordiales" Sería estupendo que se instalara ese mínimo de concordia entre quienes, si bien con diferencias, apuntan hacia el animalismo. En este sentido, creo que el "francionismo" ha hecho que se dinamiten muchos de estos puentes, hasta el extremo de dejar esas relaciones en via muerta.
Quizás no haya remedio, y el ya atávico individualismo hispano, ya existente desde los tiempos de la resistencia celtibérica frente a Roma, encuentre en el ámbito animalista su más exrema expresión. Sería una lástima.

Ojalá no lo encontrara en este ámbito, desde luego esta situación que has expuesto sería la ideal:
"oye, discrepo con las estrategias que seguís, así como con ciertas líneas ideológicas de vuestro grupo, pero no veo por qué no podemos mantener un nivel de comunicación básico y unas relaciones cordiales"
En un mundo ideal, verdad, pero verdadermente es tan dificil poder llegar a eso? Resulta exasperante...:eing:

Dreidel
15-abr-2010, 18:28
No me gusta nada el tono paternalista y de verdad absoluta del texto.

No me considero parte del citado movimiento animalista, si es que dentro de él se engloban ideas utilitaristas y reformistas de la explotación animal. Además, como bien dicen en uno de los comentarios del blog, considero que el precio que se paga por la inmoralidad es muy superior al de la citada hostilidad en estos debates. Por una parte, un par de enfados entre activistas; por la otra, muertes de seres sintientes a causa del proceder de ciertas personas.

sujal
15-abr-2010, 18:50
considero que el precio que se paga por la inmoralidad es muy superior al de la citada hostilidad en estos debates. Por una parte, un par de enfados entre activistas; por la otra, muertes de seres sintientes a causa del proceder de ciertas personas.

Este párrafo no lo entiendo bien, ¿a qué inmoralidad te refieres?

Dreidel
15-abr-2010, 19:07
Este párrafo no lo entiendo bien, ¿a qué inmoralidad te refieres?

A la de colaborar con los explotadores, regulando y optimizando el beneficio de la explotación animal.

sujal
15-abr-2010, 19:13
A la de colaborar con los explotadores, regulando y optimizando el beneficio de la explotación animal.

Sí, desde luego. Los hay que todavía no piensan mas que en términos de beneficio y no entienden mas que de empequeñecer las jaulas hasta límites insospechados.

Dreidel
15-abr-2010, 19:20
Sí, desde luego. Los hay que todavía no piensan mas que en términos de beneficio y no entienden mas que de empequeñecer las jaulas hasta límites insospechados.

Percibo cierta hostilidad...

Sólo digo que las reformas de bienestar animal siempre se dan porque así los explotadores obtienen un mayor beneficio; en caso contrario, simplemente no se aprobarían.

P.D.: No conozco nadie que quiera empequeñecer las jaulas, si tú sabes de alguien comenta a quién te refieres.

Lo que sí está claro es que hay 2 tipos de personas: las que quieren agrandarlas y las que quieren eliminarlas.

sujal
15-abr-2010, 19:32
Percibo cierta hostilidad....

:hm: uff ¿tan pronto? alejémonos rápido entonces no vaya a ser que nos afecte.:p


Sólo digo que las reformas de bienestar animal siempre se dan porque así los explotadores obtienen un mayor beneficio; en caso contrario, simplemente no se aprobarían.

Claro, de no ser así, no hubiera habido ninguna reforma.


P.D.: No conozco nadie que quiera empequeñecer las jaulas, si tú sabes de alguien comenta a quién te refieres.

Pues creo que cualquier ganadero si escrúpulos estará pensando en que si no es por la nueva normativa, allá dónde tiene un animal podría tener dos.


Lo que sí está claro es que hay 2 tipos de personas: las que quieren agrandarlas y las que quieren eliminarlas.

Ah, ¿que ya no hay de los anteriores?... Otras, pues sí que hemos avanzado.:bien:

Dreidel
15-abr-2010, 19:56
Pues nada, juntémonos con los explotadores. Colaboremos con ellos para incrementar su beneficio. Démosle consejos sobre cómo asesinar a los animales. Perpetuemos y regulemos la esclavitud de los animales.


Ah, ¿que ya no hay de los anteriores?... Otras, pues sí que hemos avanzado. No hay ni ahora ni ha habido nunca, a mi parecer. Si tú crees que hay o ha habido, por favor, comenta quiénes son.

Xykyz
15-abr-2010, 20:20
Ah, ¿que ya no hay de los anteriores?... Otras, pues sí que hemos avanzado.:bien:



No hay ni ahora ni ha habido nunca, a mi parecer. Si tú crees que hay o ha habido, por favor, comenta quiénes son.

Estáis hablando de lo mismo? Porque a mi me ha dado la impresión de que Dreidel se refiere solo a ecologistas y animalistas (por llamarlos de alguna manera aunque no sea exacto) y sujal incluye a los explotadores ganaderos que nada tienen que ver con derechos animales. O estoy volviendome loco? :aaa:

sujal
15-abr-2010, 20:27
Estáis hablando de lo mismo? Porque a mi me ha dado la impresión de que Dreidel se refiere solo a ecologistas y animalistas (por llamarlos de alguna manera aunque no sea exacto) y sujal incluye a los explotadores ganaderos que nada tienen que ver con derechos animales. O estoy volviendome loco? :aaa:

Jaja, claro. Los incluyo porque son una realidad que no debemos olvidar. De hecho si no recuerdo mal... ¿no eran ellos los malos de la película?:piensa:

Snickers
15-abr-2010, 22:38
No me gusta nada el tono paternalista y de verdad absoluta del texto.

¿Pq ves tono paternalista? ¿Donde ves tono de verdad absoluta? ¿pq no te gusta, en caso de haberlo? ¿En caso de q no te guste, qué?



No me considero parte del citado movimiento animalista, si es que dentro de él se engloban ideas utilitaristas y reformistas de la explotación animal. Además, como bien dicen en uno de los comentarios del blog, considero que el precio que se paga por la inmoralidad es muy superior al de la citada hostilidad en estos debates. Por una parte, un par de enfados entre activistas; por la otra, muertes de seres sintientes a causa del proceder de ciertas personas.

¿Un par de enfados? Si solo se llega a eso no se a cuento de qué se debate ¿pq debatirá la gente entonces?

¿Y ese par de enfados que dimensiones pueden tener?

¿Por la otra, muerte de seres sintientes? O sea q acusas a los antiespecistas q no comparten tu tesis de cómplices de la explotación y el asesinato ¿donde ves esa complicidad? ¿Que ganan ellos con dicha supuesta complicidad?

Snickers
15-abr-2010, 22:41
A la de colaborar con los explotadores, regulando y optimizando el beneficio de la explotación animal.

Dime q animalistas tienen el poder de regular y optimizar el beneficio de la explotación animal

Y de tener dicho poder ¿pq directamente no abolirían entonces la explotación? ¿Pq son explotadores?

¿De verdad q crees q en realidad el asunto está en sus manos?

Snickers
15-abr-2010, 22:42
Lo que sí está claro es que hay 2 tipos de personas: las que quieren agrandarlas y las que quieren eliminarlas.

¿Y eso pq esta claro? ¿donde ves la gran claridad? ilumíname, por favor

Snickers
15-abr-2010, 22:46
Pues nada, juntémonos con los explotadores. Colaboremos con ellos para incrementar su beneficio. Démosle consejos sobre cómo asesinar a los animales. Perpetuemos y regulemos la esclavitud de los animales.

vamos a ver, te lo creas o no quienes regulan son los gobiernos. Los animalistas no regulan



No hay ni ahora ni ha habido nunca, a mi parecer. Si tú crees que hay o ha habido, por favor, comenta quiénes son.

Pues ya ves, se llaman ganaderos y empezaron a empequeñecer los lugares de malvida de los animales a principios del siglo XX, siendo a mediados el boom de la industria intensiva de la explotación animal.