Miracle
13-abr-2010, 18:04
Me parece interesante compartir esta información que me ha llegado, pertenece a un follleto del grupo ecologista Amigos de la Tierra. Esto es un resumen...
España es el único país europeo que cultiva maíz modificado genéticamente, único cultivo
transgénico autorizado en la UE, a gran escala. Mientras, ya son ocho los países de la UE que han
prohibido el cultivo de este mismo maíz transgénico en su territorio.
El Gobierno del PP apostó en 1998 por abrir el paso a los intereses de las multinacionales del sector
en nuestro país. Durante todos estos años los transgénicos han contado con un clima político
favorable, una legislación a la medida de los intereses de las multinacionales y a sus defensores
perfectamente colocados en puestos clave de la Administración Pública.
Pero hay más factores que han favorecido que España sea la puerta de entrada de los transgénicos a
Europa, y el único país que apuesta por un modelo de agricultura rechazado por la inmensa mayoría
de la población. El apoyo de ciertas instituciones, financiando las actividades de las
multinacionales, ha sido clave. En Aragón, región europea con mayor superficie cultivada con
transgénicos, encontramos uno de los casos más evidentes: Ibercaja.
Ibercaja es una caja de ahorros, lo que implica que debe dedicar la mayor parte de los beneficios
de su actividad financiera a realizar obra social y cultural. Obra social que según la legislación
debe estar orientada a la consecución de fines de interés público para contribuir al desarrollo social y
económico de Aragón, así como a su equilibrio territorial.
Sin embargo, Ibercaja se ha convertido, a través de esta obra social, en uno de los principales
financiadores de la propaganda de las multinacionales de los transgénicos a nivel mundial.
Multinacionales de tan dudosa reputación como Monsanto, que realizan sus actividades de
manipulación sobre las supuestas virtudes de su tecnología en el campo de la agricultura y
alimentación con el apoyo económico de la obra “social” de Ibercaja.
Cuando están más que demostrados los impactos ambientales y sociales de los transgénicos, hay
cada vez más evidencias sobre sus riesgos para la salud y son una tecnología rechazada por la
mayoría de la sociedad europea, incluida la española, no hay justificación posible al apoyo que les
brinda Ibercaja.
Aunque teóricamente las cajas de ahorros no dependen de ninguna institución, Ibercaja esta bajo la
protección y control del Gobierno de Aragón. Gobierno que está presente en los órganos de gestión
de la entidad y que según la ley de Cajas de Aragón, “establece las directrices y prioridades” de la
obra social de las cajas, y “autoriza las dotaciones presupuestarias anuales para sostenimiento de
las obras sociales y culturales”.
Zaragoza fue el escenario en Abril de 2009 de una manifestación estatal contra el uso de
transgénicos en agricultura y alimentación, que congregó a más de 8.000 personas en la mayor
movilización contra los transgénicos que se recuerda en Europa. Ibercaja y el Gobierno regional
hacen oídos sordos y dedican el dinero que debería invertir a fomentar a la mejora social y ambiental
de Aragón a apoyar a las multinacionales del sector.
España es el único país europeo que cultiva maíz modificado genéticamente, único cultivo
transgénico autorizado en la UE, a gran escala. Mientras, ya son ocho los países de la UE que han
prohibido el cultivo de este mismo maíz transgénico en su territorio.
El Gobierno del PP apostó en 1998 por abrir el paso a los intereses de las multinacionales del sector
en nuestro país. Durante todos estos años los transgénicos han contado con un clima político
favorable, una legislación a la medida de los intereses de las multinacionales y a sus defensores
perfectamente colocados en puestos clave de la Administración Pública.
Pero hay más factores que han favorecido que España sea la puerta de entrada de los transgénicos a
Europa, y el único país que apuesta por un modelo de agricultura rechazado por la inmensa mayoría
de la población. El apoyo de ciertas instituciones, financiando las actividades de las
multinacionales, ha sido clave. En Aragón, región europea con mayor superficie cultivada con
transgénicos, encontramos uno de los casos más evidentes: Ibercaja.
Ibercaja es una caja de ahorros, lo que implica que debe dedicar la mayor parte de los beneficios
de su actividad financiera a realizar obra social y cultural. Obra social que según la legislación
debe estar orientada a la consecución de fines de interés público para contribuir al desarrollo social y
económico de Aragón, así como a su equilibrio territorial.
Sin embargo, Ibercaja se ha convertido, a través de esta obra social, en uno de los principales
financiadores de la propaganda de las multinacionales de los transgénicos a nivel mundial.
Multinacionales de tan dudosa reputación como Monsanto, que realizan sus actividades de
manipulación sobre las supuestas virtudes de su tecnología en el campo de la agricultura y
alimentación con el apoyo económico de la obra “social” de Ibercaja.
Cuando están más que demostrados los impactos ambientales y sociales de los transgénicos, hay
cada vez más evidencias sobre sus riesgos para la salud y son una tecnología rechazada por la
mayoría de la sociedad europea, incluida la española, no hay justificación posible al apoyo que les
brinda Ibercaja.
Aunque teóricamente las cajas de ahorros no dependen de ninguna institución, Ibercaja esta bajo la
protección y control del Gobierno de Aragón. Gobierno que está presente en los órganos de gestión
de la entidad y que según la ley de Cajas de Aragón, “establece las directrices y prioridades” de la
obra social de las cajas, y “autoriza las dotaciones presupuestarias anuales para sostenimiento de
las obras sociales y culturales”.
Zaragoza fue el escenario en Abril de 2009 de una manifestación estatal contra el uso de
transgénicos en agricultura y alimentación, que congregó a más de 8.000 personas en la mayor
movilización contra los transgénicos que se recuerda en Europa. Ibercaja y el Gobierno regional
hacen oídos sordos y dedican el dinero que debería invertir a fomentar a la mejora social y ambiental
de Aragón a apoyar a las multinacionales del sector.