margaly
14-jun-2007, 07:47
«Los animales no tienen derechos ni deben tenerlos, sería insostenible»
«Todos estamos de acuerdo en que no se les debe maltratar, pero es imposible equipararlos a los hombres»
Se quedaron perplejos. Los alumnos de primero de Bachillerato del Instituto de Enseñanza Secundaria Doctor Fleming no esperaban que la charla filosófica a la que acudieron ayer les sorprendiese de ese modo. El ponente fue el bilbaíno de 27 años Íñigo Ongay de Felipe. Este licenciado en Filosofía por la Universidad de Deusto les explicó el contenido de la tesis que leyó el pasado lunes en Oviedo. En ella analiza y critica el proyecto 'Gran Simio', que intenta extender a esta comunidad de animales algunos de los derechos de los que hoy sólo disfrutan los humanos.
-¿Qué derechos persigue el 'Gran Simio'?
-La libertad, la protección a la tortura y la vida. En realidad, esto sólo sería un primer paso estratégico para lograr la ampliación de estos derechos a todos los animales superiores. Mi tesis es una visión filosófica y crítica a tales planteamientos.
-¿Por qué argumenta sus reticencias filosóficamente?
-Fundamentalmente, porque esta iniciativa propia del siglo XX -aunque tiene antecedentes en el XIX- conlleva un cambio radical de la visión del hombre sobre los animales. Antes, estas teorías habrían sido puras extravagancias.
-¿Y ahora?
-Con el nacimiento de la Etología, las conductas animales comenzaron a tratarse de otro modo. El proyecto 'Gran Simio' es uno de los síntomas de este cambio, pero de ahí al reconocimiento de los derechos de los animales... es una exageración, porque supone reducir la praxis humana.
-Exagera las similitudes y reduce las diferencias.
-Exacto. Equipara, por ejemplo, las peleas animales, marcadas principalmente por la rutina, con las guerras humanas. Es un disparate que no se sostiene filosóficamente.
-Entonces, ¿defiende que los derechos animales no son equiparables a los humanos?
-No. Los animales no tienen derechos y no deben tenerlos porque su conducta se parezca a la del hombre. Los humanos no tienen derechos por ser seres racionales, sino por pertenecer como ciudadanos a un estado, cuyo código jurídico los reconoce como tales. ¿La sociedad animal no tiene, por ejemplo, código penal!
-Es una postura dura...
-Decir que tienen derechos éticos, aunque de momento no estén reconocidos, es un argumento muy débil. Hay gente que los compara a los esclavos, pero ellos pudieron iniciar una lucha para reivindicarlos. Los animales son incapaces de hacer esto. En el caso de que les reconociéramos ciertos derechos, las consecuencias serían tremendas. Se acabaría con la ganadería, la experimentación animal, los zoos... Significaría hacer borrón y cuenta nueva en nuestra civilización.
-Pero, ¿no sería posible cierto equilibrio? ¿No podrían existir los mataderos, pero penarse la tortura?
-Si todo lo que se quiere decir con el 'Gran Simio' es que no puedes coger a un perro y cortarle las patas, bien. Todos estamos de acuerdo. De hecho, estos comportamientos son faltas o delitos. Pero la tortura también es inyectarle a un simio el virus del VIH para buscar una cura. El concepto de 'derecho' está completamente fuera de lugar si hablamos de animales.
-Sin embargo, mucha gente apoya esta postura...
-Sin duda. En España hay un grupo político antitaurino y el PSOE ha apoyado el 'Gran Simio' como una justa reivindicación. No estoy de acuerdo.
http://www.elcomerciodigital.com/prensa/20070613/oviedo/animales-tienen-derechos-deben_20070613.html
«Todos estamos de acuerdo en que no se les debe maltratar, pero es imposible equipararlos a los hombres»
Se quedaron perplejos. Los alumnos de primero de Bachillerato del Instituto de Enseñanza Secundaria Doctor Fleming no esperaban que la charla filosófica a la que acudieron ayer les sorprendiese de ese modo. El ponente fue el bilbaíno de 27 años Íñigo Ongay de Felipe. Este licenciado en Filosofía por la Universidad de Deusto les explicó el contenido de la tesis que leyó el pasado lunes en Oviedo. En ella analiza y critica el proyecto 'Gran Simio', que intenta extender a esta comunidad de animales algunos de los derechos de los que hoy sólo disfrutan los humanos.
-¿Qué derechos persigue el 'Gran Simio'?
-La libertad, la protección a la tortura y la vida. En realidad, esto sólo sería un primer paso estratégico para lograr la ampliación de estos derechos a todos los animales superiores. Mi tesis es una visión filosófica y crítica a tales planteamientos.
-¿Por qué argumenta sus reticencias filosóficamente?
-Fundamentalmente, porque esta iniciativa propia del siglo XX -aunque tiene antecedentes en el XIX- conlleva un cambio radical de la visión del hombre sobre los animales. Antes, estas teorías habrían sido puras extravagancias.
-¿Y ahora?
-Con el nacimiento de la Etología, las conductas animales comenzaron a tratarse de otro modo. El proyecto 'Gran Simio' es uno de los síntomas de este cambio, pero de ahí al reconocimiento de los derechos de los animales... es una exageración, porque supone reducir la praxis humana.
-Exagera las similitudes y reduce las diferencias.
-Exacto. Equipara, por ejemplo, las peleas animales, marcadas principalmente por la rutina, con las guerras humanas. Es un disparate que no se sostiene filosóficamente.
-Entonces, ¿defiende que los derechos animales no son equiparables a los humanos?
-No. Los animales no tienen derechos y no deben tenerlos porque su conducta se parezca a la del hombre. Los humanos no tienen derechos por ser seres racionales, sino por pertenecer como ciudadanos a un estado, cuyo código jurídico los reconoce como tales. ¿La sociedad animal no tiene, por ejemplo, código penal!
-Es una postura dura...
-Decir que tienen derechos éticos, aunque de momento no estén reconocidos, es un argumento muy débil. Hay gente que los compara a los esclavos, pero ellos pudieron iniciar una lucha para reivindicarlos. Los animales son incapaces de hacer esto. En el caso de que les reconociéramos ciertos derechos, las consecuencias serían tremendas. Se acabaría con la ganadería, la experimentación animal, los zoos... Significaría hacer borrón y cuenta nueva en nuestra civilización.
-Pero, ¿no sería posible cierto equilibrio? ¿No podrían existir los mataderos, pero penarse la tortura?
-Si todo lo que se quiere decir con el 'Gran Simio' es que no puedes coger a un perro y cortarle las patas, bien. Todos estamos de acuerdo. De hecho, estos comportamientos son faltas o delitos. Pero la tortura también es inyectarle a un simio el virus del VIH para buscar una cura. El concepto de 'derecho' está completamente fuera de lugar si hablamos de animales.
-Sin embargo, mucha gente apoya esta postura...
-Sin duda. En España hay un grupo político antitaurino y el PSOE ha apoyado el 'Gran Simio' como una justa reivindicación. No estoy de acuerdo.
http://www.elcomerciodigital.com/prensa/20070613/oviedo/animales-tienen-derechos-deben_20070613.html