Nulyeta
10-mar-2010, 14:11
En català:
http://paper.avui.cat/article/opinio/186416/auge/paisos/madrilenys.html
En castellano:
Sube aquí
Auge de los Países Madrileños
Sebastià Alzamora
Es curioso, pero el patriotismo constitucional español va tan sobrado y tan desinhibido que ya está asumiendo las aspiraciones más fervorosas del catalanismo (adaptadas, por descontado, a la propia perspectiva). Es el caso de los Países Catalanes, noble concepto formulado a su día por Joan Fuster en un ramalazo de audacia y que ha acabado haciendo más fastidio que servicio a los mismos catalanistas, que no han sabido nunca muy bien qué hacer ni cómo explicarlo. Quizás si hubiéramos empezado a hacerlo por la gastronomía la cosa se habría cohesionado un poco más, pero ahora ya no lo sabremos. Me temo, en fin, que la independencia de los Países Catalanes, cogidos así en bloque, tendrá que esperar un poco.
Por contra, con toda naturalidad y sin preocuparse de anunciarlo, que es como se hacen estas cosas, de día en día se configuran con más nitidez los Países Madrileños. Los hemos podido volver a ver en acción hace pocos días, con motivo de la discusión en el Parlament de la ILP que propone la abolición de las carreras de toros en Cataluña. Fueron jornadas de una gran amenidad, en la que, por ejemplo, pudimos ver al científico Jorge Wagensberg brandar puntilla, estoque y banderillas ante sus señorías, o asistir al ataque de santa indignación del señor Rafael Luna ante las argumentaciones del filósofo Jesús Mosterín, a quien se le ocurrió sacar la ablación de clítoris para compararla con las corrides, en la medida que las dos prácticas, segun los que son partidarios, se justifican porque constituyen una tradición.
En fin, que estábamos tan entretenidos en todas estas cosas cuando de repente aparece la gran Esperanza Aguirre y, alehop, declara las corridas de toros bien de interés cultural, y como a tal protegido y potenciado por una legislación de lo más favorable. Y es que la señora Aguirre no se hizo torera porque no le dio la gana, pero en cojones no la gana nadie. Excelente faena, lideresa. Todavía no habíamos acabado de aplaudir la presteza de la mecenas de Boadella cuando saltan Murcia y el País Valencià, personificadas en sus muy honorables presidentes, Ramón Luis Valcárcel (el que acusó a Pasqual Maragall de beber hestolitros [sic] de vino) y Francisco Camps (el que tiene 900 euros en la cuenta corriente) y declaran que se añaden a la jugada con entusiasmo: ellos también declararán las corridas bien cultural. Bravo.
Son los Países Madrileños, y están en auge. No hace falta ni que se llamen nada para ponerse de acuerdo: van perfectamente sincronizados y les enciende el combustible que les llega de Cataluña. ¿El Estatut establece la obligatoriedad de conocer el catalán para trabajar de médico en Cataluña? Enseguida salen los Países Madrileños a reclamar que les vengan médicos de todas partes, que ellos no les obligarán a hablar ningún idioma (bien, sólo el castellano, pero eso no es una imposición, sino una alegría). ¿En Cataluña hay un debate sobre la abolición de los toros? Pues se declaran los toros bien cultural, y listos. Y así vamos haciendo.
Además del amor por los catalanes, a los Países Madrileños les unen más cosas: por ejemplo, que están felizmente gobernados por el PP y así seguramente continuarán por los siglos de los siglos. Y que con Madrid tienen una capital que no es que lo sea de un Estado, sino que es el Estado en sí misma. Y ya veremos si es que, puestos a llevar a cabo objetivos típicamente catalanistas, no sean ellos los que acaben declarando la independencia y nos dejen con un palmo de narices.
Noticia publicada en el diario AVUI, página 3. Miércoles, 10 de marzo de 2010
http://paper.avui.cat/article/opinio/186416/auge/paisos/madrilenys.html
(http://www.facebook.com/photo.php?pid=686412&op=1&view=all&subj=352814514805&aid=-1&auser=0&oid=352814514805&id=1630202434)
http://paper.avui.cat/article/opinio/186416/auge/paisos/madrilenys.html
En castellano:
Sube aquí
Auge de los Países Madrileños
Sebastià Alzamora
Es curioso, pero el patriotismo constitucional español va tan sobrado y tan desinhibido que ya está asumiendo las aspiraciones más fervorosas del catalanismo (adaptadas, por descontado, a la propia perspectiva). Es el caso de los Países Catalanes, noble concepto formulado a su día por Joan Fuster en un ramalazo de audacia y que ha acabado haciendo más fastidio que servicio a los mismos catalanistas, que no han sabido nunca muy bien qué hacer ni cómo explicarlo. Quizás si hubiéramos empezado a hacerlo por la gastronomía la cosa se habría cohesionado un poco más, pero ahora ya no lo sabremos. Me temo, en fin, que la independencia de los Países Catalanes, cogidos así en bloque, tendrá que esperar un poco.
Por contra, con toda naturalidad y sin preocuparse de anunciarlo, que es como se hacen estas cosas, de día en día se configuran con más nitidez los Países Madrileños. Los hemos podido volver a ver en acción hace pocos días, con motivo de la discusión en el Parlament de la ILP que propone la abolición de las carreras de toros en Cataluña. Fueron jornadas de una gran amenidad, en la que, por ejemplo, pudimos ver al científico Jorge Wagensberg brandar puntilla, estoque y banderillas ante sus señorías, o asistir al ataque de santa indignación del señor Rafael Luna ante las argumentaciones del filósofo Jesús Mosterín, a quien se le ocurrió sacar la ablación de clítoris para compararla con las corrides, en la medida que las dos prácticas, segun los que son partidarios, se justifican porque constituyen una tradición.
En fin, que estábamos tan entretenidos en todas estas cosas cuando de repente aparece la gran Esperanza Aguirre y, alehop, declara las corridas de toros bien de interés cultural, y como a tal protegido y potenciado por una legislación de lo más favorable. Y es que la señora Aguirre no se hizo torera porque no le dio la gana, pero en cojones no la gana nadie. Excelente faena, lideresa. Todavía no habíamos acabado de aplaudir la presteza de la mecenas de Boadella cuando saltan Murcia y el País Valencià, personificadas en sus muy honorables presidentes, Ramón Luis Valcárcel (el que acusó a Pasqual Maragall de beber hestolitros [sic] de vino) y Francisco Camps (el que tiene 900 euros en la cuenta corriente) y declaran que se añaden a la jugada con entusiasmo: ellos también declararán las corridas bien cultural. Bravo.
Son los Países Madrileños, y están en auge. No hace falta ni que se llamen nada para ponerse de acuerdo: van perfectamente sincronizados y les enciende el combustible que les llega de Cataluña. ¿El Estatut establece la obligatoriedad de conocer el catalán para trabajar de médico en Cataluña? Enseguida salen los Países Madrileños a reclamar que les vengan médicos de todas partes, que ellos no les obligarán a hablar ningún idioma (bien, sólo el castellano, pero eso no es una imposición, sino una alegría). ¿En Cataluña hay un debate sobre la abolición de los toros? Pues se declaran los toros bien cultural, y listos. Y así vamos haciendo.
Además del amor por los catalanes, a los Países Madrileños les unen más cosas: por ejemplo, que están felizmente gobernados por el PP y así seguramente continuarán por los siglos de los siglos. Y que con Madrid tienen una capital que no es que lo sea de un Estado, sino que es el Estado en sí misma. Y ya veremos si es que, puestos a llevar a cabo objetivos típicamente catalanistas, no sean ellos los que acaben declarando la independencia y nos dejen con un palmo de narices.
Noticia publicada en el diario AVUI, página 3. Miércoles, 10 de marzo de 2010
http://paper.avui.cat/article/opinio/186416/auge/paisos/madrilenys.html
(http://www.facebook.com/photo.php?pid=686412&op=1&view=all&subj=352814514805&aid=-1&auser=0&oid=352814514805&id=1630202434)