margaly
26-ene-2010, 09:46
Ramón una semilla que nutre
Es una alternativa para sustituir los nutrientes que proporcionan la carne y el maíz.
En los bosques húmedos de Petén, Alta Verapaz, Huehuetenango, Chimaltenango y la costa Sur se encuentra un árbol majestuoso que mide entre 25 y 40 metros de altura, y que se conoce comúnmente como el árbol de Ramón (Brosimum alicastrum).
Alcanza los 20 centímetros en tres meses, y en dos años se convierte en un árbol mediano, repleto de hojas, que sirve de alimento para animales como el jabalí, el mono aullador, el saraguate, el venado y la guacamaya roja.
Después de ocho años produce una semilla verde, que una vez fue el alimento primordial de los mayas y hoy se utiliza como sustituto de la carne y el maíz en las comunidades rurales. Según estudios realizados por el Instituto Nacional de la Nutrición de México, la semilla del árbol contiene más proteína que el maíz, más fibra y hierro que la avena, más potasio que la soya, y medio gramo más de grasa que el trigo.
El árbol de Ramón se encuentra en peligro de extinción, debido a la tala excesiva para construcciones y leña, pero posiblemente sobreviva con la ayuda de organizaciones que se especializan en informar a la gente sobre el valor de esta semilla, así como lo hace The Equilibrium Fund.
A valorar el ramón
Las investigaciones de las propiedades de la semilla dieron vida a una fundación norteamericana, no gubernamental, que se conoce como The Equilibrium Fund, la cual desde 2001 capacita a mujeres campesinas sobre la siembra y uso del ramón. Está presente en los cinco países mesoamericanos donde se origina la especie: México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, y subsiste a través de donaciones de particulares y premios obtenidos en concursos, como Mujeres Empresarias.
El programa organiza talleres en las tierras donde se encuentra el árbol, para enseñar las miles de formas de comer la semilla, promover un ingreso a través de la venta de los productos derivados, y contribuir con el medio ambiente al reforestar.
En los talleres, las promotoras presentan láminas con las cualidades del árbol y finalizan con una clase de cocina, donde las participantes aprenden a incluir la semilla en sus comidas diarias: “En la costa, hacemos las empanadas de ramón, picamos semillas en lugar de carne roja, y en Petén preparamos panqueques, similares a las integrales por su color café”, dice Anaité López, directora para Guatemala de The Equilibrium Fund. El sabor de ramón es “similar al de la papa o yuca”, afirma Elizabeth Reyes, ama de casa de la aldea El Jícaro, municipio de Quesada, Jutiapa.
El segundo componente del taller trata de incentivar la siembra de viveros comunales y sistemas agroforestales en los terrenos de milpa de quienes asisten al curso. “Se requiere una distancia mínima de tres metros entre cada árbol”, explica López.
La capacitación de las mujeres rurales ha logrado generar un impacto positivo en las comunidades donde brota esta semilla, ya que varias de ellas son ahora dueñas de sus microempresas. En Petén, dos mujeres campesinas crearon una panadería de ramón, bajo el nombre de Alimentos Nutri-naturales, y venden productos como café, galletas empacadas, pan integral y pan dulce. En Chimaltenango también existe otro grupo que vende productos derivados. Ellas cuentan con 28 árboles de producción, empaque laminado y etiquetas.
La popularidad de la semilla poco a poco crece a nivel mundial. En Estados Unidos ya existe un té de ramón que es antioxidante, mientras que en la capital guatemalteca la harina se vende en Chikach, una tienda de la zona 1.
También existe la idea de hacer pastillas y es posible que Japón sea el próximo cliente: “Este podría ser un posible mercado; ellos hicieron una solicitud de harina de ramón hace seis meses”, asegura López.
No obstante, la fama mundial que alcance la semilla de ramón gracias a sus beneficios nutritivos, The Equilibrium Fund asegura que su objetivo primordial es que las personas de bajo recursos económicos sepan sacarle provecho a tal regalo de la naturaleza, que los ingresos permanezcan en la comunidades rurales, y que las personas se nutran al consumir una semilla que les pertenece y que es 100 por ciento natural.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20081025/opinion/76824
http://farm3.static.flickr.com/2308/1574234041_60ffda0ab1.jpg
Otro articulo interesante: La nuez de los mayas (http://www.prensalibre.com/pl/domingo/archivo/revistad/2005/junio05/050605/dambiente.shtml)
Es una alternativa para sustituir los nutrientes que proporcionan la carne y el maíz.
En los bosques húmedos de Petén, Alta Verapaz, Huehuetenango, Chimaltenango y la costa Sur se encuentra un árbol majestuoso que mide entre 25 y 40 metros de altura, y que se conoce comúnmente como el árbol de Ramón (Brosimum alicastrum).
Alcanza los 20 centímetros en tres meses, y en dos años se convierte en un árbol mediano, repleto de hojas, que sirve de alimento para animales como el jabalí, el mono aullador, el saraguate, el venado y la guacamaya roja.
Después de ocho años produce una semilla verde, que una vez fue el alimento primordial de los mayas y hoy se utiliza como sustituto de la carne y el maíz en las comunidades rurales. Según estudios realizados por el Instituto Nacional de la Nutrición de México, la semilla del árbol contiene más proteína que el maíz, más fibra y hierro que la avena, más potasio que la soya, y medio gramo más de grasa que el trigo.
El árbol de Ramón se encuentra en peligro de extinción, debido a la tala excesiva para construcciones y leña, pero posiblemente sobreviva con la ayuda de organizaciones que se especializan en informar a la gente sobre el valor de esta semilla, así como lo hace The Equilibrium Fund.
A valorar el ramón
Las investigaciones de las propiedades de la semilla dieron vida a una fundación norteamericana, no gubernamental, que se conoce como The Equilibrium Fund, la cual desde 2001 capacita a mujeres campesinas sobre la siembra y uso del ramón. Está presente en los cinco países mesoamericanos donde se origina la especie: México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, y subsiste a través de donaciones de particulares y premios obtenidos en concursos, como Mujeres Empresarias.
El programa organiza talleres en las tierras donde se encuentra el árbol, para enseñar las miles de formas de comer la semilla, promover un ingreso a través de la venta de los productos derivados, y contribuir con el medio ambiente al reforestar.
En los talleres, las promotoras presentan láminas con las cualidades del árbol y finalizan con una clase de cocina, donde las participantes aprenden a incluir la semilla en sus comidas diarias: “En la costa, hacemos las empanadas de ramón, picamos semillas en lugar de carne roja, y en Petén preparamos panqueques, similares a las integrales por su color café”, dice Anaité López, directora para Guatemala de The Equilibrium Fund. El sabor de ramón es “similar al de la papa o yuca”, afirma Elizabeth Reyes, ama de casa de la aldea El Jícaro, municipio de Quesada, Jutiapa.
El segundo componente del taller trata de incentivar la siembra de viveros comunales y sistemas agroforestales en los terrenos de milpa de quienes asisten al curso. “Se requiere una distancia mínima de tres metros entre cada árbol”, explica López.
La capacitación de las mujeres rurales ha logrado generar un impacto positivo en las comunidades donde brota esta semilla, ya que varias de ellas son ahora dueñas de sus microempresas. En Petén, dos mujeres campesinas crearon una panadería de ramón, bajo el nombre de Alimentos Nutri-naturales, y venden productos como café, galletas empacadas, pan integral y pan dulce. En Chimaltenango también existe otro grupo que vende productos derivados. Ellas cuentan con 28 árboles de producción, empaque laminado y etiquetas.
La popularidad de la semilla poco a poco crece a nivel mundial. En Estados Unidos ya existe un té de ramón que es antioxidante, mientras que en la capital guatemalteca la harina se vende en Chikach, una tienda de la zona 1.
También existe la idea de hacer pastillas y es posible que Japón sea el próximo cliente: “Este podría ser un posible mercado; ellos hicieron una solicitud de harina de ramón hace seis meses”, asegura López.
No obstante, la fama mundial que alcance la semilla de ramón gracias a sus beneficios nutritivos, The Equilibrium Fund asegura que su objetivo primordial es que las personas de bajo recursos económicos sepan sacarle provecho a tal regalo de la naturaleza, que los ingresos permanezcan en la comunidades rurales, y que las personas se nutran al consumir una semilla que les pertenece y que es 100 por ciento natural.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20081025/opinion/76824
http://farm3.static.flickr.com/2308/1574234041_60ffda0ab1.jpg
Otro articulo interesante: La nuez de los mayas (http://www.prensalibre.com/pl/domingo/archivo/revistad/2005/junio05/050605/dambiente.shtml)