Loba
09-dic-2009, 14:18
Dos relatos animalistas del libro de poemas escrito por Michael Jackson
http://www.lacortedelreydelpop.com/dancingthedream.htm
SUFICIENTE POR HOY
Los ensayos de baile suelen seguir pasada la medianoche, pero esta vez me detuve a las diez."Espero que no te importe", dije, mirando al vacío, "pero es suficiente por hoy".
Una voz desde la sala de control dijo: "¿Estás bien?"
"Un poco cansado, supongo", contesté.
Me enfundé en una campera y atravesé el pasillo. Escuché unos pasos apresurados tras de mí; sabía casi con total seguridad a quién pertenecían. "Te conozco demasiado bien", dijo ella. "¿Qué te pasa realmente?"
Vacilé. "Bueno, no sé cómo sonará esto, pero hoy vi una foto en el periódico. Un delfín se había ahogado atrapado en una red de pesca. Por la forma en que su cuerpo estaba enredado en las cuerdas podías percibir que había sufrido tanta agonía. Sus ojos estaban vacíos, sin embargo aún conservaba la sonrisa, esa que los delfines nunca pierden, ni siquiera cuando mueren..." Mi voz se apagó.
Ella tomó mi mano suavemente. "Lo sé, lo sé".
"No, eso no es todo. No fue sólo que me sintiera triste, o que tuviera que afrontar el hecho de que un ser inocente había muerto. A los delfines les encanta bailar -- de todas las criaturas del mar, esa es su señal. Sin pedirnos nada, hacen saltos entre las olas mientras nosotros los observamos maravillados. Nadan raudos delante de los barcos, no para llegar antes sino para decirnos "todo está hecho para jugar. Mantengan su rumbo, pero bailen mientras lo hacen."
"Así que allí estaba yo, en mitad del ensayo, y pensé, "están matando un baile." Y me pareció que debía detenerme. No puedo evitar que maten el baile, pero al menos puedo hacer una pausa en su recuerdo, como un bailarín en homenaje a otro. ¿Tiene algún sentido?"
Sus ojos estaban llenos de ternura. "Claro, en cierta forma. Probablemente tendremos que esperar años antes de que todo el mundo esté de acuerdo en la manera de resolver este problema. Hay muchos intereses involucrados. Pero es demasiado frustrante esperar a las mejoras del mañana. Tu corazón quería decir su opinión ahora."
"Sí", dije, abriendo la puerta para ella. "Tuve este sentimiento y es suficiente por hoy."
ASI MARCHAN LOS ELEFANTES
Un hecho curioso sobre los elefantes es este: para poder sobrevivir, no deben caer al suelo. El resto de los animales pueden tropezar y levantarse de nuevo. Pero un elefante siempre está de pie, incluso para dormir. Si uno de la manada se resbala y cae, se queda indefenso. Permanece tumbado sobre su costado, prisionero de su propio peso. Aunque el resto de los elefantes empujarán alrededor con angustia e intentarán levantarlo otra vez, normalmente no hay mucho que puedan hacer. Con una respiración lenta y pesada, el elefante caído muere. El resto le velan, y entonces se van lentamente.
Esto es lo que aprendí de los libros de naturaleza, pero me pregunto si estarán bien. ¿No habrá otra razón por la que los elefantes no puedan caerse? Quizá han decidido no hacerlo. No caer es su misión. Como el más sabio y paciente de los animales, hicieron un pacto - imagino que fue hace mucho tiempo, cuando la edad de hielo estaba terminando. Moviéndose en grandes manadas a través de la superficie de la tierra, los elefantes primero divisaron a hombres enanos rondando por las altas hierbas con sus lanzas de piedra. "Cuánto miedo y rabia tiene esta criatura" pensaban los elefantes. "Pero va a heredar la tierra. Somos lo suficientemente sabios para verlo. Vamos a establecer un ejemplo para él."
Entonces los elefantes pusieron sus grisaceas cabezas juntas y meditaron. ¿Qué tipo de ejemplo podrían enseñarle al hombre? Podrían demostrarle que su poder era mucho mayor que el suyo, cosa que era totalmente cierta. Podrían manifestar su rabia delante de él, cosa que era lo suficientemente terrible como para desarraigar bosques enteros. O podrían llenar al hombre de pánico, pisoteando sus campos y aplastando sus cabañas.
En momentos de gran frustración, los elefantes salvajes harían todas esas cosas, pero como un grupo, poniendo sus cabezas juntas, decidieron que el hombre aprendería mejor de un mensaje más amable.
"Vamos a demostrarle nuestra reverencia por la vida" dijeron. Y desde ese día, los elefantes han sido criaturas silenciosas, pacientes, pacíficas. Le permiten al hombre que los monten y los aprovechen como esclavos. Permiten que los niños se rían de sus acrobacias en el circo, exiliados de las grandes llanuras africanas donde una vez vivieron como señores.
Pero el mensaje más importante de los elefantes es su movimiento. Ellos saben que la vida es moverse. Amanecer tras amanecer, año tras año, las manadas marchan, una gran masa de vida que nunca cae, una imparable fuerza de paz.
Animales inocentes, no sospechan que después de todo este tiempo, caerán por una bala de los más numerosos. Quedarán tirados sobre el polvo, mutilados por nuestra avaricia sin vergüenza. Los grandes machos caen primero, de manera que sus colmillos pueden ser transformados en piezas de joyería barata. Entonces caen las hembras, y así los hombres pueden conseguir sus trofeos. Las crías corren gritando del olor de la sangre de su propia madre, pero no consiguen nada con huir de las pistolas. Silenciosamente, sin nadie que les ayude, morirán también, y todos sus huesos se blanquearán en el sol.
En medio de tanta muerte, los elefantes sólo pueden darse por vencidos. Todo lo que tienen que hacer es caer al suelo. Eso es suficiente. No necesitan una bala: la Naturaleza les ha dado la dignidad de echarse y encontrar su descanso. Pero recuerdan su viejo pacto y la promesa que nos hicieron, que es sagrada.
Así continúan marchando los elefantes, y con cada pisada lanzan palabras en el polvo: "Observa, aprende, ama. Observa, aprende, ama" ¿Los puedes oír? Un día, los fantasmas de diez mil señores de las llanuras dirán, "No los odiamos. ¿No lo han visto por fin? Fuimos complacientes a caer, para que ustedes, queridos pequeños, no caigan nunca más."
http://www.lacortedelreydelpop.com/dancingthedream.htm
SUFICIENTE POR HOY
Los ensayos de baile suelen seguir pasada la medianoche, pero esta vez me detuve a las diez."Espero que no te importe", dije, mirando al vacío, "pero es suficiente por hoy".
Una voz desde la sala de control dijo: "¿Estás bien?"
"Un poco cansado, supongo", contesté.
Me enfundé en una campera y atravesé el pasillo. Escuché unos pasos apresurados tras de mí; sabía casi con total seguridad a quién pertenecían. "Te conozco demasiado bien", dijo ella. "¿Qué te pasa realmente?"
Vacilé. "Bueno, no sé cómo sonará esto, pero hoy vi una foto en el periódico. Un delfín se había ahogado atrapado en una red de pesca. Por la forma en que su cuerpo estaba enredado en las cuerdas podías percibir que había sufrido tanta agonía. Sus ojos estaban vacíos, sin embargo aún conservaba la sonrisa, esa que los delfines nunca pierden, ni siquiera cuando mueren..." Mi voz se apagó.
Ella tomó mi mano suavemente. "Lo sé, lo sé".
"No, eso no es todo. No fue sólo que me sintiera triste, o que tuviera que afrontar el hecho de que un ser inocente había muerto. A los delfines les encanta bailar -- de todas las criaturas del mar, esa es su señal. Sin pedirnos nada, hacen saltos entre las olas mientras nosotros los observamos maravillados. Nadan raudos delante de los barcos, no para llegar antes sino para decirnos "todo está hecho para jugar. Mantengan su rumbo, pero bailen mientras lo hacen."
"Así que allí estaba yo, en mitad del ensayo, y pensé, "están matando un baile." Y me pareció que debía detenerme. No puedo evitar que maten el baile, pero al menos puedo hacer una pausa en su recuerdo, como un bailarín en homenaje a otro. ¿Tiene algún sentido?"
Sus ojos estaban llenos de ternura. "Claro, en cierta forma. Probablemente tendremos que esperar años antes de que todo el mundo esté de acuerdo en la manera de resolver este problema. Hay muchos intereses involucrados. Pero es demasiado frustrante esperar a las mejoras del mañana. Tu corazón quería decir su opinión ahora."
"Sí", dije, abriendo la puerta para ella. "Tuve este sentimiento y es suficiente por hoy."
ASI MARCHAN LOS ELEFANTES
Un hecho curioso sobre los elefantes es este: para poder sobrevivir, no deben caer al suelo. El resto de los animales pueden tropezar y levantarse de nuevo. Pero un elefante siempre está de pie, incluso para dormir. Si uno de la manada se resbala y cae, se queda indefenso. Permanece tumbado sobre su costado, prisionero de su propio peso. Aunque el resto de los elefantes empujarán alrededor con angustia e intentarán levantarlo otra vez, normalmente no hay mucho que puedan hacer. Con una respiración lenta y pesada, el elefante caído muere. El resto le velan, y entonces se van lentamente.
Esto es lo que aprendí de los libros de naturaleza, pero me pregunto si estarán bien. ¿No habrá otra razón por la que los elefantes no puedan caerse? Quizá han decidido no hacerlo. No caer es su misión. Como el más sabio y paciente de los animales, hicieron un pacto - imagino que fue hace mucho tiempo, cuando la edad de hielo estaba terminando. Moviéndose en grandes manadas a través de la superficie de la tierra, los elefantes primero divisaron a hombres enanos rondando por las altas hierbas con sus lanzas de piedra. "Cuánto miedo y rabia tiene esta criatura" pensaban los elefantes. "Pero va a heredar la tierra. Somos lo suficientemente sabios para verlo. Vamos a establecer un ejemplo para él."
Entonces los elefantes pusieron sus grisaceas cabezas juntas y meditaron. ¿Qué tipo de ejemplo podrían enseñarle al hombre? Podrían demostrarle que su poder era mucho mayor que el suyo, cosa que era totalmente cierta. Podrían manifestar su rabia delante de él, cosa que era lo suficientemente terrible como para desarraigar bosques enteros. O podrían llenar al hombre de pánico, pisoteando sus campos y aplastando sus cabañas.
En momentos de gran frustración, los elefantes salvajes harían todas esas cosas, pero como un grupo, poniendo sus cabezas juntas, decidieron que el hombre aprendería mejor de un mensaje más amable.
"Vamos a demostrarle nuestra reverencia por la vida" dijeron. Y desde ese día, los elefantes han sido criaturas silenciosas, pacientes, pacíficas. Le permiten al hombre que los monten y los aprovechen como esclavos. Permiten que los niños se rían de sus acrobacias en el circo, exiliados de las grandes llanuras africanas donde una vez vivieron como señores.
Pero el mensaje más importante de los elefantes es su movimiento. Ellos saben que la vida es moverse. Amanecer tras amanecer, año tras año, las manadas marchan, una gran masa de vida que nunca cae, una imparable fuerza de paz.
Animales inocentes, no sospechan que después de todo este tiempo, caerán por una bala de los más numerosos. Quedarán tirados sobre el polvo, mutilados por nuestra avaricia sin vergüenza. Los grandes machos caen primero, de manera que sus colmillos pueden ser transformados en piezas de joyería barata. Entonces caen las hembras, y así los hombres pueden conseguir sus trofeos. Las crías corren gritando del olor de la sangre de su propia madre, pero no consiguen nada con huir de las pistolas. Silenciosamente, sin nadie que les ayude, morirán también, y todos sus huesos se blanquearán en el sol.
En medio de tanta muerte, los elefantes sólo pueden darse por vencidos. Todo lo que tienen que hacer es caer al suelo. Eso es suficiente. No necesitan una bala: la Naturaleza les ha dado la dignidad de echarse y encontrar su descanso. Pero recuerdan su viejo pacto y la promesa que nos hicieron, que es sagrada.
Así continúan marchando los elefantes, y con cada pisada lanzan palabras en el polvo: "Observa, aprende, ama. Observa, aprende, ama" ¿Los puedes oír? Un día, los fantasmas de diez mil señores de las llanuras dirán, "No los odiamos. ¿No lo han visto por fin? Fuimos complacientes a caer, para que ustedes, queridos pequeños, no caigan nunca más."