AllanChef
02-nov-2009, 01:59
ENcontré este relato en internet y me hiso gracia, lo pego a ver que les parece :D:bledu:
Jamás te afeites las nalgas
Acabo de completar la tarea mas dificil del universo; afeitarme las nalgas, y soy el testimonio viviente que les advierte no seguir mi ejemplo.
Todo comenzó a principios de año; comencé a notar que mi culo era un bosque, una especie de pradera, nunca había reparado en él por que obviamente yo era el unico espectador. Todo esto cambio anoche; hace un par de semanas conocí a una chica, tecnicamente ya la conocía, pero esta vez la conocí de forma distinta, mucho mas profunda, estabamos en su casa viendo una pelicula, comenzamos a toquetearnos, luego de esto ella fue a mi casa y comenzamos a besarnos por un par de horas. Anoche, fui a su casa, y a eso de las 12 de la noche comenzamos a llevar las cosas a un nivel diferente, yo me había quitado la camisa y ella tambien; luego comenzó a explorar los confines de mi pantalón. Fue en ese momento en el que recorde que tenía una barba en el culo. Intenté ignorar la situación, sin embargo había una voz en mi cabeza que gritaba: "Por favor, no me toques el culo!" Ella no decía nada, sin embargo yo sabía que llegaría el momento en que lo vería en toda su magnificencia (y frondosidad), cosa que de seguro la espantaría.
Así que esta mañana decidí embarcarme en la aventura del afeitado anal. Pensé que sería como afeitarse la cara, unas rapidas pasadas y listo, pero esto no podía estar mas lejos de la verdad. Entré al baño, equipé mi Gillette Fusion con las hojillas, me unté el culo con crema para afeitar y comencé mi labor. Cuando terminé decidí ir al espejo para observar mi trabajo finalizado, mi trasero ya no se veía como un bosque o como una pradera; sino como la cabeza de un hombre de 55 años que comienza a quedarse calvo. Decidí repetir la operación cuantas veces fuera necesario para finalizar el trabajo, resulta que cuando iba a medio camino la hojilla se rompió, no sé realmente como explicarlo pero la hojilla se separó por completo del mango. ASí que tuve que recurrir a las hojillas viejas sin filo y una afeitadora electrica que no sirve una mierda.
Coloqué la hojilla vieja y seguí con el trabajo; por dos horas estuve intercambiando entre las hojillas y la afeitadora electrica, la ducha y el lavamanos. La tarea que una vez pensé me tomaría dos segundos, se había convertido en algo interminable, una batalla epica entre hombre, culo y hojillas. Cuando estuve satisfecho, afeité el resto de mi cuerpo para no verme como un babuino.
FInalmente me sentí satisfecho, mi culo por fin no se encontraba oculto por cientos de trenzas. Me vestí y comencé a hacer las cosas del día, sin embargo lo que en un momento pareció sentirse como el culo de un bebé ahora estaba lleno de pequeñas picas y muy pronto comenzó a irritarse.
Ahora cada vez que me siento o camino mi culo arde de dolor. Como todas las cosas creadas por Dios, el vello anal tiene su función, no te lo afeites ni siquiera por una mujer!
Jamás te afeites las nalgas
Acabo de completar la tarea mas dificil del universo; afeitarme las nalgas, y soy el testimonio viviente que les advierte no seguir mi ejemplo.
Todo comenzó a principios de año; comencé a notar que mi culo era un bosque, una especie de pradera, nunca había reparado en él por que obviamente yo era el unico espectador. Todo esto cambio anoche; hace un par de semanas conocí a una chica, tecnicamente ya la conocía, pero esta vez la conocí de forma distinta, mucho mas profunda, estabamos en su casa viendo una pelicula, comenzamos a toquetearnos, luego de esto ella fue a mi casa y comenzamos a besarnos por un par de horas. Anoche, fui a su casa, y a eso de las 12 de la noche comenzamos a llevar las cosas a un nivel diferente, yo me había quitado la camisa y ella tambien; luego comenzó a explorar los confines de mi pantalón. Fue en ese momento en el que recorde que tenía una barba en el culo. Intenté ignorar la situación, sin embargo había una voz en mi cabeza que gritaba: "Por favor, no me toques el culo!" Ella no decía nada, sin embargo yo sabía que llegaría el momento en que lo vería en toda su magnificencia (y frondosidad), cosa que de seguro la espantaría.
Así que esta mañana decidí embarcarme en la aventura del afeitado anal. Pensé que sería como afeitarse la cara, unas rapidas pasadas y listo, pero esto no podía estar mas lejos de la verdad. Entré al baño, equipé mi Gillette Fusion con las hojillas, me unté el culo con crema para afeitar y comencé mi labor. Cuando terminé decidí ir al espejo para observar mi trabajo finalizado, mi trasero ya no se veía como un bosque o como una pradera; sino como la cabeza de un hombre de 55 años que comienza a quedarse calvo. Decidí repetir la operación cuantas veces fuera necesario para finalizar el trabajo, resulta que cuando iba a medio camino la hojilla se rompió, no sé realmente como explicarlo pero la hojilla se separó por completo del mango. ASí que tuve que recurrir a las hojillas viejas sin filo y una afeitadora electrica que no sirve una mierda.
Coloqué la hojilla vieja y seguí con el trabajo; por dos horas estuve intercambiando entre las hojillas y la afeitadora electrica, la ducha y el lavamanos. La tarea que una vez pensé me tomaría dos segundos, se había convertido en algo interminable, una batalla epica entre hombre, culo y hojillas. Cuando estuve satisfecho, afeité el resto de mi cuerpo para no verme como un babuino.
FInalmente me sentí satisfecho, mi culo por fin no se encontraba oculto por cientos de trenzas. Me vestí y comencé a hacer las cosas del día, sin embargo lo que en un momento pareció sentirse como el culo de un bebé ahora estaba lleno de pequeñas picas y muy pronto comenzó a irritarse.
Ahora cada vez que me siento o camino mi culo arde de dolor. Como todas las cosas creadas por Dios, el vello anal tiene su función, no te lo afeites ni siquiera por una mujer!