Mowgli
27-oct-2009, 15:31
Victoria libanesa en la 'Guerra del hummus'
La munición fue abundante: cinco toneladas de alimentos. Gracias a la eficaz labor de la tropa, la operación gastronómica de dos días de duración se saldó con una victoria: el bando del país del Cedro asestó un duro golpe a las fuerzas israelíes logrando inscribir en el Guinness de los Records los platos de humus -crema de garbanzos- y de tabule -ensalada de perejil- más grandes del mundo.
El Líbano responde así a las constantes reclamaciones israelíes en lo que a platos tradicionales árabes se refiere. Desde hace años, Tel Aviv reclama recetas como el falafel, el humus, el tabule o el babaganoush como su cocina tradicional para irritación de sus países árabes que, como en el Líbano, amenazan con querellarse ante los tribunales para lograr la denominación de origen.
De ahí que la Asociación Libanesa de Industrialistas haya decidido aportar los productos necesarios para elaborar el humus y el tabule más grandes del mundo ante árbitros de la organización Guinness de los Records, así como contar con la Escuela de Restauración más importante del país para celebrar el evento "El humus y el tabule son 100% libanés. Únete a nosotros y díselo al mundo".
"Esto es sólo el primer paso", explicaba el Chef Ramzi a ELMUNDO.es tras presentar la piscina de humus elaborada el sábado ante un nutrido público. "La cocina israelí ni siquiera existe, en todo caso existe la cocina judía que incluye recetas de todo el mundo. De ahí a reclamar como propios platos como el humus y el tabule, de claro origen palestino y libanés, hay un enorme paso".
El chef, un rostro muy conocido en el Líbano gracias a sus programas en la televisión y sus libros de recetas, ve una estrategia comercial detrás de las insistentes reclamaciones israelíes. "Esconcen motivos económicos: si registran estas recetas como suyas, a los árabes nos obligarán a pagar impuestos a Israel por exportar nuestras propias recetas. Israel nos quiere robar nuestros platos típicos y hacernos pagarles por ellos. Debemos impedirlo".
Los organizadores prometen que el festín culinario de este fin de semana es sólo una batalla en una guerra que promete durar mucho tiempo. Al menos, la moral está alta: bajo el eslogan 'Lucha por tu bocado, sabemos que estás en lo cierto', la elaboración de los dos platos se celebró ante centenares de libaneses encantados de reclamar la nacionalidad de las recetas y degustar los resultados.
El humus (2 toneladas de peso final) requirió 1350 kilos de garbanzos machacados, 400 kilos de tahina -pasta de sésamo-, 400 litros de zumo de limón, 26 de sal, 13 de ajo, 160 litros de aceite de oliva y 25 kilos de pimienta roja, además de 20 de garbanzos a modo de decoración (que, por cierto, recordaba a la bandera libanesa: así de patriota fue la degustación). En cuanto al tabule, los 300 cocineros emplearon 1600 kilos de perejil, 420 de cebollas, la misma cantidad de zumo de limón, 24 kilos de sal, 60 de bulgur (sémola), 300 litros de aceite de oliva, 150 kilos de tomates y 250 lechugas. Tardaron ocho horas en elaborar los gigantescos platos antes de recibir el certificado del Guinness de los Records, una medalla que atestigua la victoria en esta batalla pero no predice cómo acabará la contienda.
http://estaticos02.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2009/10/26/1256574093_extras_ladillos_2_0.jpg
http://estaticos03.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2009/10/26/1256574093_extras_ladillos_3_0.jpg
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/10/26/orienteproximo/1256574093.html
La munición fue abundante: cinco toneladas de alimentos. Gracias a la eficaz labor de la tropa, la operación gastronómica de dos días de duración se saldó con una victoria: el bando del país del Cedro asestó un duro golpe a las fuerzas israelíes logrando inscribir en el Guinness de los Records los platos de humus -crema de garbanzos- y de tabule -ensalada de perejil- más grandes del mundo.
El Líbano responde así a las constantes reclamaciones israelíes en lo que a platos tradicionales árabes se refiere. Desde hace años, Tel Aviv reclama recetas como el falafel, el humus, el tabule o el babaganoush como su cocina tradicional para irritación de sus países árabes que, como en el Líbano, amenazan con querellarse ante los tribunales para lograr la denominación de origen.
De ahí que la Asociación Libanesa de Industrialistas haya decidido aportar los productos necesarios para elaborar el humus y el tabule más grandes del mundo ante árbitros de la organización Guinness de los Records, así como contar con la Escuela de Restauración más importante del país para celebrar el evento "El humus y el tabule son 100% libanés. Únete a nosotros y díselo al mundo".
"Esto es sólo el primer paso", explicaba el Chef Ramzi a ELMUNDO.es tras presentar la piscina de humus elaborada el sábado ante un nutrido público. "La cocina israelí ni siquiera existe, en todo caso existe la cocina judía que incluye recetas de todo el mundo. De ahí a reclamar como propios platos como el humus y el tabule, de claro origen palestino y libanés, hay un enorme paso".
El chef, un rostro muy conocido en el Líbano gracias a sus programas en la televisión y sus libros de recetas, ve una estrategia comercial detrás de las insistentes reclamaciones israelíes. "Esconcen motivos económicos: si registran estas recetas como suyas, a los árabes nos obligarán a pagar impuestos a Israel por exportar nuestras propias recetas. Israel nos quiere robar nuestros platos típicos y hacernos pagarles por ellos. Debemos impedirlo".
Los organizadores prometen que el festín culinario de este fin de semana es sólo una batalla en una guerra que promete durar mucho tiempo. Al menos, la moral está alta: bajo el eslogan 'Lucha por tu bocado, sabemos que estás en lo cierto', la elaboración de los dos platos se celebró ante centenares de libaneses encantados de reclamar la nacionalidad de las recetas y degustar los resultados.
El humus (2 toneladas de peso final) requirió 1350 kilos de garbanzos machacados, 400 kilos de tahina -pasta de sésamo-, 400 litros de zumo de limón, 26 de sal, 13 de ajo, 160 litros de aceite de oliva y 25 kilos de pimienta roja, además de 20 de garbanzos a modo de decoración (que, por cierto, recordaba a la bandera libanesa: así de patriota fue la degustación). En cuanto al tabule, los 300 cocineros emplearon 1600 kilos de perejil, 420 de cebollas, la misma cantidad de zumo de limón, 24 kilos de sal, 60 de bulgur (sémola), 300 litros de aceite de oliva, 150 kilos de tomates y 250 lechugas. Tardaron ocho horas en elaborar los gigantescos platos antes de recibir el certificado del Guinness de los Records, una medalla que atestigua la victoria en esta batalla pero no predice cómo acabará la contienda.
http://estaticos02.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2009/10/26/1256574093_extras_ladillos_2_0.jpg
http://estaticos03.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2009/10/26/1256574093_extras_ladillos_3_0.jpg
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/10/26/orienteproximo/1256574093.html