PDA

Ver la versión completa : El Gobierno de Castilla y León ha decidido la extinción de la especie



liebreblanca
19-sep-2009, 02:45
Lne.es » Opinión Osos y corredores oseros

n El Gobierno de Castilla y León ha decidido la extinción de la especie para facilitar sus proyectos turísticos






Osos y corredores oseros


ROBERTO HARTASÁNCHEZ PRESIDENTE DEL FAPAS Qué buena noticia la anunciada hace unos días por la viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Asturias, en la que los trabajos de investigación genética, llevados a cabo desde el propio Gobierno regional, han conseguido descubrir que uno de los osos que desde la población occidental ha conseguido llegar a la oriental y dejar preñada a una de las pocas osas que aún sobreviven en ese territorio donde cada vez parece que es menor la población osera.

De esta noticia, podemos destacar dos situaciones de gran importancia. Una, que el territorio que discurre a través de la cordillera cantábrica entre los territorios más occidentales donde hay osos, que serían los concejos de Quirós, Teverga en Asturias y el valle de Laciana en León y los del otro extremo, ya en zonas palentinas que es donde quedan apenas unas pocas hembras de oso pardo, posee una calidad ambiental lo suficientemente alta como para que el oso la ocupe y utilice de manera natural.

La otra, es que la posibilidad de que osos del núcleo occidental se desplacen hasta el oriental, estaría relacionado con el constante aumento de la población osera occidental, especialmente en Asturias. El fenómeno de los desplazamientos de osos a territorios relativamente lejanos se está produciendo con determinada frecuencia. Así, hay avistamientos de osos en comarcas gallegas de las que el oso había desaparecido hace ya décadas. Lo mismo sucede con otras comarcas leonesas occidentales, donde el avistamiento de osos también se produce.

De estas situaciones, podríamos deducir que en realidad el espacio, o hábitat que el oso pardo podría ocupar en la península ibérica es bastante mayor del que normalmente se identifica como potencial territorio osero. Si revisamos datos históricos del hábitat del oso pardo, nos daríamos cuenta que en realidad los territorios oseros hasta los siglos XVIII y XIX llegaban por un lado hasta la frontera con Portugal y por el otro hasta el País Vasco y no es nada extraño que, en la actualidad, alguno de esos territorios puedan volver a ser hábitat osero, así lo confirma la presencia de estos ejemplares erráticos.

Estamos pues asistiendo día a día a una sucesión de buenas noticias oseras, en donde parece que el porvenir de la especie está cada vez más asegurada, con un aumento poblacional, cuyo indicador parecen ser los muestreos de osas con crías y esta presencia aleatoria de ejemplares, normalmente machos, que transitan de un sitio a otro.

Pero la realidad también debería de vestirse con las otras noticias, con las que ocultan administraciones como la de Castilla y León y que hace referencia de manera constante a la presencia de osos muertos en su territorio. Los osos que mueren bajo los disparos de los furtivos en esos caminos leoneses por los que se atreve a deambular como es el caso del río Burbia. Los osos que siguen cayendo en trampas y mueren con el cable de acero incrustado en su cuerpo, tal como ha parecido el último en la comarca de Villablino.

Peor aún la situación del oso en la montaña de la comarca de Riaño, donde se puede certificar ya, sin ningún riesgo al error, que el oso ha desparecido como especie reproductora. Por el mismo camino va la exigua población osera de las tierras altas palentinas, donde, pese a los espacios naturales protegidos, los cadáveres de los osos aparecen año tras año decapitados por la acción de un furtivismo vil y salvaje que la propia Administración ampara.

Mientras, hay un intento de magnificar las buenas noticias que tienen casi siempre su origen en Asturias, donde el esfuerzo tremendo de toda una sociedad por salvar al oso de la extinción, lo está consiguiendo. Es por ello que repugna la actitud de una clase política afincada en el Gobierno de Castilla y León a la que vemos salir en rueda de prensa aludiendo a la buena situación del oso en la cordillera cantábrica. Sí, cordillera cantábrica pero en Asturias, ya que el Gobierno de Castilla y León ha decidido la extinción del oso en aquellos territorios donde su presencia impide llevar a cabo los más brutales atentados contra espacios naturales de gran valor biológico y desarrollar su estrategia de macroproyectos turísticos.

Sirva de referencia que Castilla y León ha invertido en las últimas décadas 5,5 millones de euros procedentes de fondos LIFE de la Unión Europea para salvar a una especie que mantiene una población menor que cuando se empezó a proteger. Es obvio que exterminar al oso en las comarcas orientales de Castilla y León se ha convertido, además de en una actitud hipócrita, en un beneficioso lucro de quienes han manejado esos fondos europeos. El dinero manda y acalla cualquier boca, o mejor dicho, consigue que alguien diga que lo que es muy negro sea blanco.

http://www.lne.es/opinion/2009/09/13/osos-corredores-oseros/807725.html