Yuina
15-sep-2009, 15:22
Hoy no ha sido un día más en mi joven vida, hoy tan solo queria pastar un poco y tumbarme al sol. Beber agua y pensar en aquella preciosa vaca que un día alcancé a ver a lo lejos, un día más sin más. No creia que fuera más que una broma de mal gusto el haberme encerrado contra mi voluntad, que todo se arreglaria y por fin podria hacer lo que yo quisiera.
A las doce y media me han abierto la puerta, ¡Por fin!, yo sabia que al final se darian cuenta de que se habian equivocado y que si habia algún toro malo ése no era yo.
Me he dispuesto a marcharme pero un monton de "personas" embrabecidas corrian hacia mi, me gritaban. No entendia nada, ¿Qué les habia hecho? Asustado y confundido he intentado huir de aquel sitio lleno de salvajes y poder ponerme a salvo. Cosigo llegar a campo abierto, ¡creo que me he salvado! Pero caballos con más hombres encima me rodean, quizás tan solo quieren jugar conmigo, y es su forma de hacerlo. ¿Jugamos? Siento una gran punzada en el costado que rompe en mil añicos las pocas esperanzas que me quedaban. El dolor es insufrible, penetrante.
¿Por qué me hacen eso? Soy un buen toro, jamás he dañado a nadie. ¡Quiero vivir! Más lanzas se clavan en mi cuerpo, ellos rien y parecen divertirse con mi sufrimiento. Rompo a llorar, apenas me puedo mover, miro al suelo y veo como mi sangre está formando un charco.
Es el fin de mis dias, quiero que acaben con éste sufrimiento, el dolor me invade y mis ojos empiezan a nublarse. Corriendo, como si yo pudiera defenderme, un hombre clava su mortal lanza en mi inocente corazon. Todo se oscurece, han sesgado mi vida por diversión. Hoy no ha sido un dia más.
A las doce y media me han abierto la puerta, ¡Por fin!, yo sabia que al final se darian cuenta de que se habian equivocado y que si habia algún toro malo ése no era yo.
Me he dispuesto a marcharme pero un monton de "personas" embrabecidas corrian hacia mi, me gritaban. No entendia nada, ¿Qué les habia hecho? Asustado y confundido he intentado huir de aquel sitio lleno de salvajes y poder ponerme a salvo. Cosigo llegar a campo abierto, ¡creo que me he salvado! Pero caballos con más hombres encima me rodean, quizás tan solo quieren jugar conmigo, y es su forma de hacerlo. ¿Jugamos? Siento una gran punzada en el costado que rompe en mil añicos las pocas esperanzas que me quedaban. El dolor es insufrible, penetrante.
¿Por qué me hacen eso? Soy un buen toro, jamás he dañado a nadie. ¡Quiero vivir! Más lanzas se clavan en mi cuerpo, ellos rien y parecen divertirse con mi sufrimiento. Rompo a llorar, apenas me puedo mover, miro al suelo y veo como mi sangre está formando un charco.
Es el fin de mis dias, quiero que acaben con éste sufrimiento, el dolor me invade y mis ojos empiezan a nublarse. Corriendo, como si yo pudiera defenderme, un hombre clava su mortal lanza en mi inocente corazon. Todo se oscurece, han sesgado mi vida por diversión. Hoy no ha sido un dia más.