Talamasca
17-ago-2009, 14:28
"Hace ya siete años,me separaron de mi madre y mis hermanos,y me llevaron a una tienda de animales. Era pequeñita y negra,con alguna mancha marrón alrededor de los ojos,el hocico y las patas,apenas pesaba medio kilogramo,y me hallaba sola tras una cristalera. Allí un par de chicas se fijaron en mí,y pagaron por llevarme con ellas.
Me cogieron en brazos,y nos dirigimos a una casa. Picaron al timbre,y una señora mayor abrió la puerta, sorprendida al verme.Aunque al principio no puso muy buena cara tardó poco en acariciarme,cogerme en sus brazos y apoyarme con sus arrugadas manos contra su pecho. Así conocí a la que fue durante toda mi vida mi madre adoptiva,la que me dio amor y cariño día tras día,ya que ella también estaba sola hasta que yo llegué.
Cuando estaba enferma,no me separaba de su lado,lamiéndole las manos para que supiera que me encontraba a su lado cuidándola. Cada día para indicarle que ya era hora de salir a la calle, a pasear y ver a nuestros amigos, movía alegre el rabito y me acercaba a la puerta de casa.
Era muy feliz a su lado, durmiendo junto a ella, y haciéndome mayor,convirtiéndome en una adorable yorkshire terrier de muy buen carácter. Llegó un día en que mi mami no pudo levantarse a sacarme a la calle a pasear, no se movía, ya no acariciaba mi cabecita cuando le lamía las manos. Su piel estaba fría,y no había aliento en su pecho.
Llegaron las chicas,que me encontraron acurrucada junto a mi mami,que no se movía,y se pusieron a gritar,a llorar,y a tratar de levantarla,pero ella no se movió. Llegaron unos señores que no conocía,y se llevaron a mi mami. Otra vez me quedé sola.
Nadie vino a sacarme a la calle,no tuve más remedio que hacerme pipi en la cocina,porque ya no fui capaz a aguantar más las ganas. Al llegar la noche, las chicas vinieron a por mi,y me llevaron a su casa. Me sentí muy triste,nadie me daba cariño,y me dejaban a un lado,riñéndome si me movía,y si hacía pipi,ya que no me sacaban a pasear,apenas estaban en casa y les molestaba que me acercara a darles cariño con mis lametones.
Unos días después, me llevaron en un coche por una carretera estrecha y llena de curvas,y subimos por una gran cuesta muy empinada. Llegamos a unas vallas,donde se oían muchos perros ladrar continuamente,muy ansiosos. Las chicas me entregaron allí,y volvieron a meterse en el coche,sin decirme tan si quiera adiós.
La persona que me cogió en brazos fue amable conmigo,me habló calmándome,y estuvo acariciándome durante un largo rato, pero después me dejó en una habitación,y no la volví a ver hasta el día siguiente. Los ladridos eran incesantes,día y noche, mis congéneres gritaban al viento que querían volver a tener un hogar,que echaban de menos a sus dueños, que querían volver a su rincón en el sofá. Otros tenían miedo,mucho miedo,y se arrinconaban en sus cheniles,temblando, día y noche. Junto a mí estaba una perrita de color canela,cachorrita,que era muy alegre y pizpireta,y siempre tenía ganas de jugar conmigo. Pero a mi no me apetecía jugar,tenía miedo,y echaba de menos a mi mami,que ya no estaba junto a mi,ya no la podía proteger,estaba sola.
Un día un señor al que no conocía me pinchó,sentí un intenso resquemor,pero enseguida se me fue olvidando qué era aquello que temía,sólo quería dormir;se me cerraban los ojos,poco a poco,adormecida,perdí la consciencia.
Cuando fui despertando,otra vez un viaje en coche metida en un transportín, aún adormecida y con un extraño artilugio en mi cabeza,sucia y cansada. Llegamos a una casa,y me sacaron del transportín. No conocía el lugar,pero sí el olor de quien me cojió en brazos. Esa chica había estado conmigo el día anterior,en aquel lugar donde había pasado los últimos días,junto a la cachorrita canela. Me dejaron descansar tranquila,y cuando me levanté a hacer pipí no me riñeron, y me acariciaban,y me daban besos y me hablaban de forma amable,eran cariñosas conmigo. Volví a dormirme,pues era lo único que mi cuerpo me pedía,pero esta vez al cerrar los ojos,lo hice rodeada de los brazos de la chica con la que estaba,junto a ella en su cama.
Al día siguiente me desperté muy alegre,y descubrí que en la casa había más como yo,y que no ladraban clamando atención,sino que eran felices y se acercaron a mi y me dieron la bienvenida.
Soy feliz, porque me quieren. Soy feliz,porque vuelvo a recibir cariño y compañía.Toda la gente me acaricia,me llama para que les salude,y ya conozco muchos amigos perritos con los que juego en el parque. ¡Incluso he ido a una manifestación en la que todo el mundo me acariciaba y me daba mimos!
Me acuerdo de mi mami, que ya no está conmigo,pero ya no estoy triste. Mi nombre es Nika,mi compañera se llama Mika,y soy una yorkshire a la que abandonaron en la perrera cuando mi dueña murió. He encontrado un hogar donde nunca me abandonarán,y ésta es la historia de mi vida,contada a mis casi ocho añitos de edad,desde Gijón"
http://img194.imageshack.us/img194/2832/p1708090233.th.jpg (http://img194.imageshack.us/i/p1708090233.jpg/)
http://img256.imageshack.us/img256/2153/p170809024003.th.jpg (http://img256.imageshack.us/i/p170809024003.jpg/)
Me cogieron en brazos,y nos dirigimos a una casa. Picaron al timbre,y una señora mayor abrió la puerta, sorprendida al verme.Aunque al principio no puso muy buena cara tardó poco en acariciarme,cogerme en sus brazos y apoyarme con sus arrugadas manos contra su pecho. Así conocí a la que fue durante toda mi vida mi madre adoptiva,la que me dio amor y cariño día tras día,ya que ella también estaba sola hasta que yo llegué.
Cuando estaba enferma,no me separaba de su lado,lamiéndole las manos para que supiera que me encontraba a su lado cuidándola. Cada día para indicarle que ya era hora de salir a la calle, a pasear y ver a nuestros amigos, movía alegre el rabito y me acercaba a la puerta de casa.
Era muy feliz a su lado, durmiendo junto a ella, y haciéndome mayor,convirtiéndome en una adorable yorkshire terrier de muy buen carácter. Llegó un día en que mi mami no pudo levantarse a sacarme a la calle a pasear, no se movía, ya no acariciaba mi cabecita cuando le lamía las manos. Su piel estaba fría,y no había aliento en su pecho.
Llegaron las chicas,que me encontraron acurrucada junto a mi mami,que no se movía,y se pusieron a gritar,a llorar,y a tratar de levantarla,pero ella no se movió. Llegaron unos señores que no conocía,y se llevaron a mi mami. Otra vez me quedé sola.
Nadie vino a sacarme a la calle,no tuve más remedio que hacerme pipi en la cocina,porque ya no fui capaz a aguantar más las ganas. Al llegar la noche, las chicas vinieron a por mi,y me llevaron a su casa. Me sentí muy triste,nadie me daba cariño,y me dejaban a un lado,riñéndome si me movía,y si hacía pipi,ya que no me sacaban a pasear,apenas estaban en casa y les molestaba que me acercara a darles cariño con mis lametones.
Unos días después, me llevaron en un coche por una carretera estrecha y llena de curvas,y subimos por una gran cuesta muy empinada. Llegamos a unas vallas,donde se oían muchos perros ladrar continuamente,muy ansiosos. Las chicas me entregaron allí,y volvieron a meterse en el coche,sin decirme tan si quiera adiós.
La persona que me cogió en brazos fue amable conmigo,me habló calmándome,y estuvo acariciándome durante un largo rato, pero después me dejó en una habitación,y no la volví a ver hasta el día siguiente. Los ladridos eran incesantes,día y noche, mis congéneres gritaban al viento que querían volver a tener un hogar,que echaban de menos a sus dueños, que querían volver a su rincón en el sofá. Otros tenían miedo,mucho miedo,y se arrinconaban en sus cheniles,temblando, día y noche. Junto a mí estaba una perrita de color canela,cachorrita,que era muy alegre y pizpireta,y siempre tenía ganas de jugar conmigo. Pero a mi no me apetecía jugar,tenía miedo,y echaba de menos a mi mami,que ya no estaba junto a mi,ya no la podía proteger,estaba sola.
Un día un señor al que no conocía me pinchó,sentí un intenso resquemor,pero enseguida se me fue olvidando qué era aquello que temía,sólo quería dormir;se me cerraban los ojos,poco a poco,adormecida,perdí la consciencia.
Cuando fui despertando,otra vez un viaje en coche metida en un transportín, aún adormecida y con un extraño artilugio en mi cabeza,sucia y cansada. Llegamos a una casa,y me sacaron del transportín. No conocía el lugar,pero sí el olor de quien me cojió en brazos. Esa chica había estado conmigo el día anterior,en aquel lugar donde había pasado los últimos días,junto a la cachorrita canela. Me dejaron descansar tranquila,y cuando me levanté a hacer pipí no me riñeron, y me acariciaban,y me daban besos y me hablaban de forma amable,eran cariñosas conmigo. Volví a dormirme,pues era lo único que mi cuerpo me pedía,pero esta vez al cerrar los ojos,lo hice rodeada de los brazos de la chica con la que estaba,junto a ella en su cama.
Al día siguiente me desperté muy alegre,y descubrí que en la casa había más como yo,y que no ladraban clamando atención,sino que eran felices y se acercaron a mi y me dieron la bienvenida.
Soy feliz, porque me quieren. Soy feliz,porque vuelvo a recibir cariño y compañía.Toda la gente me acaricia,me llama para que les salude,y ya conozco muchos amigos perritos con los que juego en el parque. ¡Incluso he ido a una manifestación en la que todo el mundo me acariciaba y me daba mimos!
Me acuerdo de mi mami, que ya no está conmigo,pero ya no estoy triste. Mi nombre es Nika,mi compañera se llama Mika,y soy una yorkshire a la que abandonaron en la perrera cuando mi dueña murió. He encontrado un hogar donde nunca me abandonarán,y ésta es la historia de mi vida,contada a mis casi ocho añitos de edad,desde Gijón"
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