margaly
17-ago-2009, 10:34
Unos animales muy dañinos
La plaga de roedores destroza toda clase de cultivos y aún se desconoce medidas eficaces para poder combatirla
http://www.lasprovincias.es/valencia/prensa/noticias/200908/16/fotos/664982.jpg
La plaga de conejos se extiende por buena parte de España, comotiempo atrás proliferaron los topillos en Castilla y León. Pero a diferencia del problema de los topillos, que se extinguió casi con tanta rapidez como empezó, el de los conejos parece más fuerte, porque lleva años de expansión continuada y amenazante.
No es ninguna broma, no exageran los agricultores que reiteran continuas quejas sobre los daños que padecen por culpa de estos roedores, en principio tan simpáticos y agradables. La proliferación de conejos ha cobrado tal grado de intensidad en los campos de casi toda la Comunitat Valenciana, y son tan relevantes y sistemáticas las pérdidas que ocasionan, que puede hablarse de que constituyen una seria plaga. Y lo peor es que no hay manera de frenarla. Los agricultores afectados se esfuerzan con actuaciones preventivas que a la postre poco consiguen y, mientras tanto, no se toman medidas eficaces desde las instancias oficiales que son competentes en la materia.
La plaga de conejos comenzó a tomar proporciones preocupantes en la Vall d'Albaida, y de esto ya hace bastantes años. Primero parecía que era algo muy localizado, incluso que se debía sobre todo a una raza importada de Australia por los cazadores. Pero nadie hizo nada efectivo para controlar lo que ahora ya es un grave problema en otros sitios.
Muy resistentes
De la Vall d'Albaida se ha ido extendiendo por todas las Comunitat, y ahora ya se quejan también de lo mismo en Castilla-La Mancha. Y no sólo son aquellos conejos australianos, sino que también hay una eclosión de los conejos autóctonos de monte. Si hubo un tiempo en que la población de estos animales era diezmada por la mixomatosis y la hemorragia vírica, hasta el punto de temerse su extinción, ahora parece que se hayan hecho resistentes a todo y que las condiciones de hábitat favorezcan su reproducción y crecimiento.
Se comen las hortalizas, los sembrados, los pámpanos y los sarmientos de la vid, roen las tuberías de riego a goteo, les encantamorder la corteza de toda clase de árboles frutales y en los plantones recién puestos ven auténticas delicias.
No respetan nada. Si se vallan los campos para que no entren, excavan galerías por debajo de la tela metálica; si se protegen los troncos de los árboles, levantan la protección o se aprovechan de la misma para encaramarse a las ramas más altas, que acaban royendo.
Medidas de protección
Los daños son multimillonarios y lo peor es que no se ve remedio, porque los agricultores no pueden hacer otra cosa más que adoptar medidas pasivas, de protección. Además, la envergadura del problema se ve amplificada con la multiplicación de plantaciones abandonadas y barrancos descuidados, que son un hábitat perfecto para que el conejo críe y se esconda, y desde allí invade los campos para alimentarse.
Como el conejo es una especie cinegética, su control queda en el ámbito de las administraciones de Medio Ambiente y en la actuación de las socidades de cazadores, que teóricamente deberían mantener la población a raya para que no causara las pérdidas que se están produciendo.
Pese a lo que está ocurriendo, no se declara como plaga, como ya ha ocurrido en otros países europeos, como Francia, lo que permite que allí los agricultores afectados puedan utilizar medidas activas para reducir la población dañina. Por el contrario, todo queda aquí en el nivel de las buenas palabras e intenciones, y con los agricultores quejándose, impotentes ante un problema que no pueden atajar.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20090816/valenciana/unos-animales-daninos-20090816.html
La plaga de roedores destroza toda clase de cultivos y aún se desconoce medidas eficaces para poder combatirla
http://www.lasprovincias.es/valencia/prensa/noticias/200908/16/fotos/664982.jpg
La plaga de conejos se extiende por buena parte de España, comotiempo atrás proliferaron los topillos en Castilla y León. Pero a diferencia del problema de los topillos, que se extinguió casi con tanta rapidez como empezó, el de los conejos parece más fuerte, porque lleva años de expansión continuada y amenazante.
No es ninguna broma, no exageran los agricultores que reiteran continuas quejas sobre los daños que padecen por culpa de estos roedores, en principio tan simpáticos y agradables. La proliferación de conejos ha cobrado tal grado de intensidad en los campos de casi toda la Comunitat Valenciana, y son tan relevantes y sistemáticas las pérdidas que ocasionan, que puede hablarse de que constituyen una seria plaga. Y lo peor es que no hay manera de frenarla. Los agricultores afectados se esfuerzan con actuaciones preventivas que a la postre poco consiguen y, mientras tanto, no se toman medidas eficaces desde las instancias oficiales que son competentes en la materia.
La plaga de conejos comenzó a tomar proporciones preocupantes en la Vall d'Albaida, y de esto ya hace bastantes años. Primero parecía que era algo muy localizado, incluso que se debía sobre todo a una raza importada de Australia por los cazadores. Pero nadie hizo nada efectivo para controlar lo que ahora ya es un grave problema en otros sitios.
Muy resistentes
De la Vall d'Albaida se ha ido extendiendo por todas las Comunitat, y ahora ya se quejan también de lo mismo en Castilla-La Mancha. Y no sólo son aquellos conejos australianos, sino que también hay una eclosión de los conejos autóctonos de monte. Si hubo un tiempo en que la población de estos animales era diezmada por la mixomatosis y la hemorragia vírica, hasta el punto de temerse su extinción, ahora parece que se hayan hecho resistentes a todo y que las condiciones de hábitat favorezcan su reproducción y crecimiento.
Se comen las hortalizas, los sembrados, los pámpanos y los sarmientos de la vid, roen las tuberías de riego a goteo, les encantamorder la corteza de toda clase de árboles frutales y en los plantones recién puestos ven auténticas delicias.
No respetan nada. Si se vallan los campos para que no entren, excavan galerías por debajo de la tela metálica; si se protegen los troncos de los árboles, levantan la protección o se aprovechan de la misma para encaramarse a las ramas más altas, que acaban royendo.
Medidas de protección
Los daños son multimillonarios y lo peor es que no se ve remedio, porque los agricultores no pueden hacer otra cosa más que adoptar medidas pasivas, de protección. Además, la envergadura del problema se ve amplificada con la multiplicación de plantaciones abandonadas y barrancos descuidados, que son un hábitat perfecto para que el conejo críe y se esconda, y desde allí invade los campos para alimentarse.
Como el conejo es una especie cinegética, su control queda en el ámbito de las administraciones de Medio Ambiente y en la actuación de las socidades de cazadores, que teóricamente deberían mantener la población a raya para que no causara las pérdidas que se están produciendo.
Pese a lo que está ocurriendo, no se declara como plaga, como ya ha ocurrido en otros países europeos, como Francia, lo que permite que allí los agricultores afectados puedan utilizar medidas activas para reducir la población dañina. Por el contrario, todo queda aquí en el nivel de las buenas palabras e intenciones, y con los agricultores quejándose, impotentes ante un problema que no pueden atajar.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20090816/valenciana/unos-animales-daninos-20090816.html