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Micorriza
01-jun-2009, 13:19
Este tema es más bien una duda a cerca del cambio hacia el veganismo, difundí entre algunos amigos el documental Earthlings, y hubo dos personas que lo han visto y están interesadas en hacerse veganas, el caso es que una de ellas ya ha empezado a hacer el cambio, (le remití a la UVE y le di toda la información básica para empezar), le recomendé que lo hiciera de forma gradual, pero lleva una semana de golpe, con una alimentación vegana, y no sé si tendrá alguna repercusión en su organismo, en parte me siento un poco responsable si le ocurriera algo, o si hiciese alguna omisión básica por ejemplo de la B-12, asunto que viene dentro de toda la información que le envié y que le mencioné varias veces...¿Alguno hizo el cambio de la noche al día?, ¿puede notar debilitamiento o cansancio hasta que el cuerpo se acostumbre?, mi caso fue paulatino y no todos respondemos de igual forma ante un cambio drástico en la alimentación..(tengo el Pepito grillo de la conciencia todo el tiempo pensando en si le puede pasar algo, me sentiría responsable...)

Senyor_X
01-jun-2009, 13:31
No es mi caso, pero no hay que preocuparse.

En un organismo humano normal hay reservas de B12 para unos cuantos años, por unas semanas no pasará nada, simplemente que tenga en cuenta este factor a medio plazo.

Puede notar algun debilitamiento y cansancio, pero nada preocupante (que coma fruta cuando le entre el bajón de energia) y quizá algun tipo de desorden intestinal o digestivo, ya que el cuerpo empezará a expulsar deshechos acumulados.

Por otro lado, es facil que note que tiene hambre a todas horas, que controle lo que come y que no tire de frutos secos o se pondrá encima unos cuantos quilos. Lo mas sensato es aumentar el numero de comidas hasta 5 o 6 y comer algo menos, dos de ellas a base principalmente de frutas.
Salut!

salamandra
01-jun-2009, 13:33
.¿Alguno hizo el cambio de la noche al día?,

yo hice el cambio de golpe de un dia para otro y no me paso nada de nada, no sentí mas cansancio ni nada asi, solo tenia mas gases q de costumbre pero por lo demas todo ok.

q se informe muy bien de todo y q lea mucho y con tu ayuda ya veras q bien.

un saludo.

Mad doctor
01-jun-2009, 13:37
Nada, salvo opsibles trastornos instestinales transitorios...su microbiota es cárnica, y hasta que no repueble su intestino con las bacterias buenas, pues podrá notar alguna cosita molesta, pero nada más.

Lo que si tardará más es su cuerpo en reacondicionar las tasas de absorción y metabólicas porque está acostumbradoa otros patrones nutricionales.

Pero mientras coman bien, equilibrado y variado, nada malo puede pasar.

khaede
01-jun-2009, 13:42
Yo lo hice de golpe, de un día para otro, y no note nada raro. Eso si, me maté a buscar información para hacer las cosas bien.

Chomsky
01-jun-2009, 14:26
Es probable que durante unos días se cague por la pata abajo o que por el contrario se estriña, depende de lo que coma :D

Snickers
01-jun-2009, 14:57
Nada, salvo opsibles trastornos instestinales transitorios...su microbiota es cárnica, y hasta que no repueble su intestino con las bacterias buenas, pues podrá notar alguna cosita molesta, pero nada más.

Lo que si tardará más es su cuerpo en reacondicionar las tasas de absorción y metabólicas porque está acostumbradoa otros patrones nutricionales.

Pero mientras coman bien, equilibrado y variado, nada malo puede pasar.

¿y algún suplemento de enzimas digestivas o algo de ese estilo, doctor??

pazengriego
01-jun-2009, 15:00
Hola! Yo hice el cambio drásticamente y lo único que noté fueron mejorías en las digestiones y evacuaciones. Ni cansancio ni otros transtornos.
Claro que intenté informarme de todo lo necesario e incluso tuve una consulta con un nutricionista para que me orientara por si no lo estaba haciendo bien. Lo recomiendo a todas aquellas personas que no tengan mucha idea de principio pero que no sean capaces de hacer el cambio gradual. Este nutricionista me recomendó un complejo vitamínico para el primer año de veganismo, por si me desequilibraba y como medida de previsión durante la adaptación.

Qué suerte que hayan abierto los ojos con el documental, la mayoría ni se digna a verlo.

Senyor_X
01-jun-2009, 15:41
¿y algún suplemento de enzimas digestivas o algo de ese estilo, doctor??

No soy doctor, pero un buen chute de enzimas de lo das al comer germinados crudos, salsa de soja y otros fermentos vivos.

Mad doctor
01-jun-2009, 16:13
¿y algún suplemento de enzimas digestivas o algo de ese estilo, doctor??

Pues podría venir bien al principio, pero recordad que yo no soy muy pro de suplementos generalistas o enzimas de modo continuado, porque nuestro cuerpo dejaría de sobreexpresar por sí mismo. Pueden tomarse enzimas que nuestro cuerpo no sintetice, como celulasas, para romper mejor el vegetal y tener más para digerir, pero no amilasas, lipasas, y proteasas.

Durante periodos puntuales, está ok, pero de manera muiy continuada no, porque engañamos a nuestro propio cuerpo, y si que un suplemento puede derivar antagónicamente en una carencia.

Mad doctor
01-jun-2009, 16:16
No soy doctor, pero un buen chute de enzimas de lo das al comer germinados crudos, salsa de soja y otros fermentos vivos.

Pero como no tenemos celulasas o trituramos con minipimer o molinillo en plan papilla, o masticamos muy muy bien (si os fijáis nuestro sistema de masticación es orbicular, como el de los rumiantes), o la mitad quedará dentro del vegetal.

Hay que masticar muy bien!

Fíjate en Mac, que le das un pistacho y lo caga tal cual porque lo traga sin masticar, pero si le das unos cuantos y mastica, no le salen bolitas enteras.

arweny
01-jun-2009, 17:30
yo hice el cambio de golpe de un dia para otro y no me paso nada de nada, no sentí mas cansancio ni nada asi, solo tenia mas gases q de costumbre pero por lo demas todo ok.

q se informe muy bien de todo y q lea mucho y con tu ayuda ya veras q bien.

un saludo.

Exactamente como yo :)

jamonnogracias
01-jun-2009, 17:39
Yo hice el cambio de un día para otro hace ya más de seis meses a rajatabla(Me olvido de lo que me olvido y trato de olvidar. El que me conoce ya sabe a qué me refiero) y la verdad es que no noté nada raro, salvo que me encontraba mejor. Perdí quince kilos de golpe en cuatro meses y me estabilicé, de tal manera que ni subo ni bajo de peso coma la cantidad que coma. Bueno, sin pasarse...

Tengo la precaución de tomar cosas con B12, como yogures de soja, y de complementar mi alimentación de vez en cuando con complejos vitamínicos.

No estés tan preocupado: les has dado varios años más de vida y de mejor calidad con tu consejo. Te lo agradecerán. :)

jamonnogracias
01-jun-2009, 17:44
Nada, salvo opsibles trastornos instestinales transitorios...su microbiota es cárnica, y hasta que no repueble su intestino con las bacterias buenas, pues podrá notar alguna cosita molesta, pero nada más.

Lo que si tardará más es su cuerpo en reacondicionar las tasas de absorción y metabólicas porque está acostumbradoa otros patrones nutricionales.

Pero mientras coman bien, equilibrado y variado, nada malo puede pasar.

Por favor, Mad, cuéntame algo sobre eso de las bacterias "buenas". :plis:

¿La cosa va sola o hace falta tomarlas? Yo hace más de seis meses que estoy a base de verde (*) y no había oído nada sobre ellas.

(*) Salvo una vez.

veganita
01-jun-2009, 18:09
Este tema es más bien una duda a cerca del cambio hacia el veganismo, difundí entre algunos amigos el documental Earthlings, y hubo dos personas que lo han visto y están interesadas en hacerse veganas, el caso es que una de ellas ya ha empezado a hacer el cambio, (le remití a la UVE y le di toda la información básica para empezar), le recomendé que lo hiciera de forma gradual, pero lleva una semana de golpe, con una alimentación vegana, y no sé si tendrá alguna repercusión en su organismo, en parte me siento un poco responsable si le ocurriera algo, o si hiciese alguna omisión básica por ejemplo de la B-12, asunto que viene dentro de toda la información que le envié y que le mencioné varias veces...¿Alguno hizo el cambio de la noche al día?, ¿puede notar debilitamiento o cansancio hasta que el cuerpo se acostumbre?, mi caso fue paulatino y no todos respondemos de igual forma ante un cambio drástico en la alimentación..(tengo el Pepito grillo de la conciencia todo el tiempo pensando en si le puede pasar algo, me sentiría responsable...)

Yo lo hice de la noche a la mañana, por la noche vi un video sobre como les arrancan las pieles a esas pobres criaturas y no he podido volver a tomar nada animal. Soy vegana desde hace más de un año y en las analíticas todo bien. No te sientas responsable porque cuándo alguien entra en este punto de sensibilidad y cercanía hacia los animales es difícil hacerlo de forma progresiva. Al principio noté como mi cuerpo se iba limpiando, esto duro unos 2 meses más o menos, a veces me sentia algo cansada pero creo que era porque no sabía bien como iba la dieta. Mi balance después de un año es muy bueno, me siento limpia física y mentalmente y con muchiiiiisima energía. Antes de ser vegana, en primavera siempre me mandaban vitaminas para poder sobrellevar el dia a dia y ahora nada de nada. Mi médico se sorprendió al ver mi analítica y me dijo que ella esperaba que tuviera muchas carencias. Es lo mejor que he hecho. (solo hay que informarse, buscar y preguntar información).:bien:

veganita
01-jun-2009, 18:17
Es probable que durante unos días se cague por la pata abajo o que por el contrario se estriña, depende de lo que coma :D

:juas::juas::jaaa::jaaa:Tienes razón.

Machy
01-jun-2009, 18:28
Yo también cambié mi alimentación de un día para otro.
Lo de la B12 es importante, pero como han dicho antes, por unas semanas no pasa nada. Lo del omega3 q tienen los peces muertos, es también importante, hasta ahora la gente lo consumía en aceite de lino, pero es mejor comer directamente semillas de lino. mis padres las tuestan y hacen un pan integral donde las ponen, y es la manera más cómoda (y rica) de comerlas.

Mad doctor
01-jun-2009, 18:30
Por favor, Mad, cuéntame algo sobre eso de las bacterias "buenas". :plis:

¿La cosa va sola o hace falta tomarlas? Yo hace más de seis meses que estoy a base de verde (*) y no había oído nada sobre ellas.

(*) Salvo una vez.

Jajaja, no te preocupes la cosa va sola.


La flora se regenera periódicamente, excretándose los microorganismos muertos a través de las heces; esta masa suele representar un tercio del peso seco de nuestras deposiciones. Muchos ignoran la existencia de este verdadero ecosistema que llevamos dentro; la mayoría desconoce las reglas con las cuales opera esta simbiosis de microorganismos. En resumen: no sabemos que están, no sabemos que necesitan y no sabemos que los afecta.

La relación con estos huéspedes imprescindibles, es de colaboración recíproca: debemos garantizarles la supervivencia, a fin que nos proporcionen una serie de funciones (esencialmente enzimáticas), que posibilitan la digestión de los alimentos y la síntesis de vitaminas. La simbiosis natural es perfecta: ellos obtienen energía y sustento de los procesos de desdoblamiento de hidratos, grasas y proteínas; procesos que sólo son posibles gracias a las enzimas que ellos mismos aportan. Pocos saben que la degradación inicial de los alimentos (por ejemplo las fibras vegetales) en muchos casos la realiza la flora y no los jugos intestinales. Una parte importante de los nutrientes que ingerimos sirven para alimentar la flora, existiendo por ellos una cierta competencia entre los microorganismos y la mucosa.

Una reciente investigación del Centro de Ciencias Genómicas de la Universidad de Washington (EEUU) demostró lo relativo que resulta hablar de un valor energético fijo para los alimentos. Esto se debe a que distintos equilibrios de flora intestinal pueden metabolizar los nutrientes que ingerimos en forma más o menos eficiente, con lo cual varía el aprovechamiento calórico, a similar ración alimenticia ingerida.

Una función muy importante de la flora normal, es su capacidad para desdoblar cuerpos grasos, como los ácidos biliares y el colesterol. Al hablar del hígado, vimos que la bilis transporta toxinas y excedentes hacia el intestino. Entre dichos excedentes está el colesterol, con el objeto de ser luego evacuado por los intestinos. Para que esta evacuación sea posible, es necesario el trabajo de ciertas bacterias intestinales que lo “digieren” (desdoblan), convirtiéndolo en compuestos no asimilables. Si esa población de bacterias no existe o es muy reducida, el colesterol permanece intacto y en condición de ser asimilado; debido a ello es reabsorbido por la mucosa intestinal y es conducido rápidamente al flujo sanguíneo.

Esto nos permite entender dos cosas: porqué hay vegetarianos con colesterol elevado y porqué es relativo el efecto de las medicaciones para el colesterol. Mucha gente gasta tiempo, dinero y esfuerzo en el inútil y obsesivo control del índice de colesterol, en lugar de atender las mínimas necesidades de la flora, que, gratuita y naturalmente se ocuparía eficientemente de esa tarea.

La flora genera un ecológico equilibrio dinámico, gracias al cual se evita el desarrollo de enfermedades en el organismo. Si se mantiene prevalente la población de microorganismos benéficos, éstos impiden que pobladores peligrosos (otras bacterias o levaduras) puedan afincarse en el medio y les roben su forma de sustento habitual. Además, la flora normal genera una especie de protección de la mucosa digestiva, cubriendo ciertas porosidades, en las cuales podrían depositarse microorganismos patógenos. Con ello la flora cumple otra importante tarea de defensa corporal.

Siendo el interior del intestino un lugar apetecible para cualquier microorganismo por sus condiciones (humedad, temperatura, nutrientes), puede ser fácilmente invadido por gérmenes extraños. Algunos son causa de variadas patologías, mientras que otros producen sustancias nocivas que incrementan la toxemia corporal y la tarea hepática. Algunas bacterias intestinales propias de la flora putrefactiva (clostridios, bacteroides) generan sustancias (ácido desoxicólico) que favorecen la producción de cálculos biliares. En ocasiones el intestino delgado es invadido por gérmenes del colon, lo cual genera mala absorción de nutrientes (vitamina B12), flatulencias y deposiciones sin consistencia.

Algunas clínicas alemanas están desarrollando terapias efectivas para padecimientos crónicos, basadas en correcciones dietarias y restauración de la flora intestinal benéfica. Los resultados positivos se evidencian en gran variedad de trastornos: infecciones crónicas de las vías respiratorias, el tubo digestivo y las vías urinarias, artritis reumatoide, infecciones infantiles, etc. La cuestión de la candidiasis crónica, que abordaremos luego, es un buen ejemplo de este enfoque terapéutico.

Los fluidos digestivos (saliva, jugos gástricos e intestinales) generan las condiciones para el desarrollo de la flora benéfica e impiden el crecimiento de la flora nociva. Dos hábitos nefastos del modernismo nutricional conspiran en gran forma contra la calidad de dichos fluidos: la mala masticación y el uso de antiácidos. Es de fundamental importancia la lenta masticación y buena insalivación de los alimentos, al generarse allí sustancias (como la lisozima) con cierto efecto antibiótico contra microorganismos perjudiciales. Por otra parte, el uso y abuso de antiácidos estomacales, al disminuir la acidez estomacal, anula esta verdadera barrera contra bacterias indeseables. Dichos microorganismos disponen de las condiciones favorables para colonizar luego los intestinos, convirtiéndose de ese modo en huéspedes crónicos. Los antiácidos son otra demostración de cómo atacamos efectos (sensación de ardor), no resolvemos las causas que generan el problema (mucosas inflamadas) y provocamos mayor desorden (proliferación de flora perjudicial).

Si bien la flora intestinal es muy susceptible a la influencia que genera la alimentación sobre su equilibrio, continuaremos analizando el tema en el próximo capítulo, al abordar la cuestión nutricional y su potencial terapéutico. Allí veremos como la comida puede condicionar o restituir su funcionamiento armónico. Ahora es momento de considerar las pautas de funcionamiento del sistema intestinal en su conjunto, a fin de comprender su problemática global.

Mad doctor
01-jun-2009, 18:30
FLORA: FERMENTACIÓN Y PUTREFACCIÓN

Inicialmente es importante comprender que el tipo de alimentación que practiquemos, determinará la calidad y composición de nuestra flora intestinal. Claramente, un vegetariano desarrollará preeminencia de flora fermentativa, mientras que una persona carnívora tendrá prevalencia de flora putrefactiva.

El ser humano, por su condición de omnívoro, debe convivir con ambas realidades y si bien tiene mecanismos de adaptación, los problemas surgen del desequilibrio. En los animales, este dualismo está bastante atenuado por los hábitos instintivos de dicho reino. Por un lado están los animales fitófagos, o sea comedores de vegetales, como los simios, las vacas o los caballos. Por otro lado están los predadores (carnívoros cazadores, como los leones) y los necrófagos (carroñeros, como los buitres). Lamentablemente los animales sufren las consecuencias de la domesticación humana, irrespetuosa de su naturaleza intrínseca; esto les suele crear problemas de salud que no difieren mucho de los padecimientos que sufre el mismo ser humano cuando artificializa su dieta.

Tanto animales como seres humanos, necesitamos la adecuada presencia de microorganismos adaptados al proceso metabólico del alimento que ingerimos cotidianamente. A su vez, dichos alimentos promueven el desarrollo de la correspondiente flora especializada. Los microorganismos fermentativos son aquellos mecanismos biológicos que la naturaleza desarrolló para metabolizar alimentos vegetales y sintetizar, a partir de ellos, las necesarias vitaminas, proteínas, enzimas, etc. Estas bacterias viven en simbiosis con el animal en cuyo intestino se hospedan, y lo protegen. La flora fermentativa produce ácido láctico (por ello se habla de bacterias lactoacidófilas), el cual inhibe la reproducción de microbios putrefactivos. Las bacterias fermentadoras más importantes son las bifidobacterias y los lactobacilos acidófilos.

Por su parte los productos cárnicos contienen microorganismos putrefactivos (clostridios, proteus, estafilococos, escherichia coli, etc), mecanismos biológicos naturales de la descomposición cadavérica que son abundantes en los intestinos de animales carnívoros y necrófagos (carroñeros). Estos animales tienen mecanismos protectivos contra las sustancias que genera el metabolismo putrefactivo, pero dichos mecanismos son menos eficientes en el organismo humano, obligado a convivir con ambas realidades. En este sentido, el elevado consumo de proteína animal genera un manejo crítico de varios subproductos del metabolismo putrefactivo. Nos referimos a la histamina (genera alergias), el amoníaco y el ácido úrico (artritis y reuma), la tiramina (irrita el sistema nervioso, baja la inmunología, produce taquicardia y angustia), compuestos como los fosfatos, los uratos y los oxalatos (causan osteoporosis), o la cadaverina y la putrescina (intoxican y desnutren). Además, el metabolismo putrefactivo inhibe la síntesis y absorción de vitaminas, minerales y nutrientes importantes, mientras que estimula el estreñimiento

El hierro y la anemia son buenos ejemplos para ilustrar esta dicotomía provocada por la coexistencia de ambos tipos de floras. El hierro, un micromineral (hay apenas 4 gramos en una persona adulta) clave en el transporte del oxígeno y en la activación enzimática, está presente tanto en alimentos vegetales (ión férrico) como animales (ión ferroso). El hecho que el organismo lo asimile en forma de ión ferroso, no quiere decir que no pueda asimilar el hierro vegetal. La transformación iónica la realiza la misma flora fermentativa. Los cítricos (ricos en vitamina C y bioflavonoides) incrementan la velocidad de esta transformación.

Pero para evitar la anemia no basta con suficiente cantidad de hierro; también se necesita vitamina B12 (sintetizada por las bacterias fermentativas), ácido fólico y ácido málico (ambos presentes en vegetales). Por su parte, la flora putrefactiva conspira a favor de la anemia en dos aspectos: generando toxinas que afectan la eficiente regeneración sanguínea e inhibiendo la benéfica flora fermentativa. O sea que una buena disponibilidad de hierro requiere, tanto en vegetarianos como en carnívoros, un correcto equilibrio de la flora intestinal. Los carnívoros, teóricamente favorecidos por la ingesta de hierro más fácilmente asimilable, pueden tener anemia por carencia de los necesarios efectos de la flora fermentativa. Los vegetarianos, favorecidos en este aspecto, sin embargo pueden verse perjudicados por una proliferación putrefactiva a causa de desequilibrios, como la candidiasis crónica.

Este dualismo bacteriano (fermentación-putrefacción) también tiene mucho que ver con el equilibrio ácido básico del organismo. En los animales fitófagos o vegetarianos, la materia fecal excretada por un cuerpo sano, muestra un pH ácido; en los carnívoros, dicho pH es alcalino. Esto es consecuencia de los diferentes metabolismos. La digestión fermentativa permite asimilar sustancias alcalinas, que pasan rápidamente a la sangre. Por su parte, los microbios putrefactivos retienen los álcalis y generan la absorción sanguínea de sustancias ácidas. Es por ello que la flora fermentativa ayuda a alcalinizar la sangre, mientras que la flora putrefactiva la acidifica.

La infancia es otro buen ejemplo de la influencia nutricional sobre la flora. Cuando nacemos, en el mismo canal de parto entramos en contacto con millones de lactobacilos y bífidobacterias maternas que comienzan a colonizar nuestro intestino, hasta entonces estéril. Actualmente este proceso natural se ve perjudicado por las cesáreas (las bacterias maternas pasan a través del canal de parto) y condicionado por los crecientes desórdenes maternos. Recientes estudios bacteriológicos muestran un anormal y progresivo predominio de cándidas (algo raro décadas atrás) y contemporánea carencia de saludables bifidus infantis, sensibles a los contaminantes ambientales.

La lactancia materna es otro aspecto beneficioso respecto al desarrollo inicial de nuestra flora, estimulando las bífidobacterias que generan el medio ácido (ácidos láctico y acético) necesario para inhibir el desarrollo de gérmenes nocivos, los cuales podrían colonizar nuestro intestino (cosa que lamentablemente sucede) y dar lugar a serios problemas de salud. Por ello, los niños que reciben prolongada lactancia materna son menos susceptibles a infecciones y tienen mejor absorción de nutrientes. Al producirse el destete y comenzar el consumo de leche vacuna, la flora cambia de composición, perdiendo esta calidad y asemejándose rápidamente a la flora de una persona adulta.

Si los nutrientes inciden en gran medida sobre el balance ecológico de nuestra flora, no menor es la influencia de las sustancias químicas (la mayoría, sintéticas) que por distintas vías ingresan al tubo digestivo y afectan su equilibrio. Por un lado están los agroquímicos presentes en los alimentos que ingerimos y los aditivos que se utilizan para conservarlos. Estas sustancias, además de intoxicar la sangre, por su acción inhibidora de los procesos enzimáticos básicos de la flora, impiden su normal desarrollo. Debemos tener en cuenta que básicamente la flora intestinal opera en función a reacciones enzimáticas. Por su parte los conservantes, que se agregan a los alimentos para evitar su descomposición, logran ese cometido gracias a su acción inhibidora de los procesos enzimáticos… la cual continúa desarrollándose en nuestros intestinos cuando ingerimos dichos alimentos!!!

Pero sin dudas la influencia más grave sobre la flora la ejercen los antibióticos, que nos llegan por variadas vías y en altísimas concentraciones, dada nuestra posición en la cadena alimentaria… y nuestra dependencia de medicamentos. Obviamente, y como se desprende de su mismo nombre (anti-vida), no hay nada más incompatible y agresivo para los billones de microorganismos que pueblan nuestros intestinos, que la diaria ingesta “goteo” de antibióticos.

Principalmente encontramos antibióticos en los productos animales provenientes de cría industrial. En principio se inyectan para prevenir y curar infecciones, causadas por el sistema antinatural de crianza. Residuos de antibióticos pueden permanecer en tejidos animales hasta 47 días en la zona de inyección y hasta 75 días en ciertos órganos depuradores como los riñones. Otra dosis importante de antibióticos se usa a titulo preventivo en el alimento balanceado de los animales: en estos casos los tejidos se saturan de antibióticos y es más difícil su eliminación orgánica. Para dar una idea de cifras, ya en los años 70 se servían unas 1.300 toneladas anuales de antibióticos en los criaderos de animales de EEUU. Finalmente están los antibióticos que se aditivan a los alimentos en los procesamientos de gran escala, sobre todo en la industria láctea. En diferentes análisis de leches se han llegado a detectar… hasta 29 antibióticos diferentes!!!

Otro gran aporte de antibióticos proviene del exagerado consumo de medicamentos, prescriptos o auto recetados. Gran parte de ellos (no solo antibióticos, sino también antiácidos, laxantes o drogas inmunosupresoras) se consumen por vía digestiva (superior o inferior) y provocan graves alteraciones en la flora intestinal. La más importante es la disbacteriosis (mortandad bacteriana), que además de generar una severa intoxicación hepática (sencillo de comprobar cuando nos recetan un antibiótico), provoca un vacío en el nicho ecológico de nuestra flora. Ese lugar es rápidamente ocupado por gérmenes resistentes y microbios oportunistas. Si bien la medicación nos afecta visiblemente por las altas dosis, se cree que es mucho más nocivo el efecto de las pequeñas pero continuas cantidades (dosis homeopáticas o efecto goteo) que ingerimos con los alimentos.
Extraído del libro “Cuerpo Saludable”

erfoud
01-jun-2009, 18:45
Por mi parte, transmitirte mi efusiva felicitación,Micorriza,por producir tal efecto entre los tuyos. Por lo demás, no te preocupes:si se veganiza ya irá buscando info, y la hay a porrillo

Micorriza
01-jun-2009, 23:47
Gracias por los consejos, carayo Mad!! la microbiología es otro mundo... las cosas que se aprenden...

Pues en principio lo lleva bien, en su casa están un poco con la mosca detrás de la oreja, supongo que puede ser porque hace tiempo tuvo un déficit de neutrófilos en sangre, tuvo que estar hospitalizada, a lo mejor piensan que la dieta puede tener consecuencias negativas...

De momento voy a intentar ser su apoyo y seguir aprendiendo, porque como vegana tampoco llevo mucho tiempo...

El saber que hay personas que pasan del cuestionamiento o el escepticismo a un cambio de ideas o de planteamientos es muy gratificante, o incluso sin hacerlo, que al menos se paren a entablar un intercambio de posiciones, que escuchen y observen, que reflexionen, eso ya enriquece y abre vías para una comprensión que a veces se descarta simplemente por comodidad o por ignorancia.:gracias:

crow
02-jun-2009, 08:58
yo tambien hice el cambio drasticamente,y la verdad con poco conocimiento alla cuando tenia 13 años pero nada aqui sigo vivo y guerreando!!!



saludos