Awen
03-abr-2007, 15:17
ELPAIS.com - Madrid - 03/04/2007
Hasta ahora, se creía que el Homo sapiens surgió en África Oriental, cruzó a Europa y se extendió por todos los contienentes hace aproximadamente 70.000 años, substituyendo poco a poco a poblaciones humanas arcaicas como los neanderthales. Pero unos fósiles hallados recientemente en una cueva en China ponen en tela de juicio esta teoría de la evolución, llamada en ingles out of Africa. Se trata de los restos humanos modernos más antiguos hallados en Asia y se espera que este hallazgo arroje luz sobre cómo nuestros antepasados colonizaron el este.
Según cuenta la BBC, investigadores de la Universidad Washington en St. Louis (EE UU) y de la Academia de Ciencia china encontraron 34 fragmentos de esqueleto, incluida una mandíbula, que pertenecen a un único individuo en la cueva Tianyuan, cerca de Pekín. La revista Proceedings of the National Academy of Sciences publica este mes los detalles de este descubrimiento. Las pruebas de radiocarbono realizadas a los huesos revelan que el hombre vivió hace entre 42.000 y 39.000 años, lo que lo convierte en el hombre (o mujer) más antiguo de Asia. Su antigüedad complica de paso la tesis de que los hombres provenimos directamente de los antepasados africanos.
"De este periodo de tiempo, que es esencial para entender la extensión del hombre moderno por el mundo, tenemos dos fósiles bien datados en el este de Asia", explica el coautor del informe Erik Trinkaus, de la Universidad Washington. "Tenemos los restos de la cueva Niah Cave en Sarawak, Borneo, y ahora este especimen de China. Si vamos al oeste, los siguientes fósicles están en Líbano, no hay nada entre medias", añade el profesor de antropología. Un dato que resulta sorprendente es que los restos muestran rasgos diagnósticos del Homo sapiens pero, según precisa Trinkaus y sus colegas también muestran características de especies humanas más temprana, como dientes delanteros relativamente grandes.
La conexión neanderthal
Para este equipo científico, la explicación más probable -y la más polémica también-, es que en Tianyuan se encuentra el cruce entre los hombres modernos surgidos de África y las poblaciones arcaicas que se encontraron en su colonización de Europa y Asia. "El modelo que encontramos en el Viejo Mundo es básicamente un Homo sapiens con sus características recién surgidas de África, pero también hay una minoría que presenta rasgos ausentes o perdidos en las poblaciones humanas más tempranas de África Oriental", argumenta Trinkaus a la web de la BBC. "La pregunta es, ¿de dónde salieron estos rasgos? O los desarrollaron de la nada, que que no es muy probable, o, en algún grado, se cruzaron con grupos arcaicos. El sexo es algo pasa y no lo encuentro ni inquietante ni sorprendente", continúa el investigador.
El análisis de los huesos ha revelado otros detalles interesantes sobre el modo de vivir del individuo de Tianyuan. Según el desgaste de sus dientes, se estima que murió entre los 40 y muchos y los 50 y pocos. Los científicos no han podido determinar, sin embargo, cuál era su sexo, ya que no han localizado la pelvis. El especimen de Tianyuan muestra además numerosos síntomas de enfermedad como, por ejemplo, que había perdido muchos de sus dientes. También sufría numerosas lesiones en las piernas, que no le impedían mantenerse activo.
Otro dato sorprendente es que, al parecer, llevaba zapatos. O eso indica el estado de sus dedos de los pies. De ser cierto, haría retroceder en el tiempo las primeras evidencias de calzado unos 10.000 años.
Hasta ahora, se creía que el Homo sapiens surgió en África Oriental, cruzó a Europa y se extendió por todos los contienentes hace aproximadamente 70.000 años, substituyendo poco a poco a poblaciones humanas arcaicas como los neanderthales. Pero unos fósiles hallados recientemente en una cueva en China ponen en tela de juicio esta teoría de la evolución, llamada en ingles out of Africa. Se trata de los restos humanos modernos más antiguos hallados en Asia y se espera que este hallazgo arroje luz sobre cómo nuestros antepasados colonizaron el este.
Según cuenta la BBC, investigadores de la Universidad Washington en St. Louis (EE UU) y de la Academia de Ciencia china encontraron 34 fragmentos de esqueleto, incluida una mandíbula, que pertenecen a un único individuo en la cueva Tianyuan, cerca de Pekín. La revista Proceedings of the National Academy of Sciences publica este mes los detalles de este descubrimiento. Las pruebas de radiocarbono realizadas a los huesos revelan que el hombre vivió hace entre 42.000 y 39.000 años, lo que lo convierte en el hombre (o mujer) más antiguo de Asia. Su antigüedad complica de paso la tesis de que los hombres provenimos directamente de los antepasados africanos.
"De este periodo de tiempo, que es esencial para entender la extensión del hombre moderno por el mundo, tenemos dos fósiles bien datados en el este de Asia", explica el coautor del informe Erik Trinkaus, de la Universidad Washington. "Tenemos los restos de la cueva Niah Cave en Sarawak, Borneo, y ahora este especimen de China. Si vamos al oeste, los siguientes fósicles están en Líbano, no hay nada entre medias", añade el profesor de antropología. Un dato que resulta sorprendente es que los restos muestran rasgos diagnósticos del Homo sapiens pero, según precisa Trinkaus y sus colegas también muestran características de especies humanas más temprana, como dientes delanteros relativamente grandes.
La conexión neanderthal
Para este equipo científico, la explicación más probable -y la más polémica también-, es que en Tianyuan se encuentra el cruce entre los hombres modernos surgidos de África y las poblaciones arcaicas que se encontraron en su colonización de Europa y Asia. "El modelo que encontramos en el Viejo Mundo es básicamente un Homo sapiens con sus características recién surgidas de África, pero también hay una minoría que presenta rasgos ausentes o perdidos en las poblaciones humanas más tempranas de África Oriental", argumenta Trinkaus a la web de la BBC. "La pregunta es, ¿de dónde salieron estos rasgos? O los desarrollaron de la nada, que que no es muy probable, o, en algún grado, se cruzaron con grupos arcaicos. El sexo es algo pasa y no lo encuentro ni inquietante ni sorprendente", continúa el investigador.
El análisis de los huesos ha revelado otros detalles interesantes sobre el modo de vivir del individuo de Tianyuan. Según el desgaste de sus dientes, se estima que murió entre los 40 y muchos y los 50 y pocos. Los científicos no han podido determinar, sin embargo, cuál era su sexo, ya que no han localizado la pelvis. El especimen de Tianyuan muestra además numerosos síntomas de enfermedad como, por ejemplo, que había perdido muchos de sus dientes. También sufría numerosas lesiones en las piernas, que no le impedían mantenerse activo.
Otro dato sorprendente es que, al parecer, llevaba zapatos. O eso indica el estado de sus dedos de los pies. De ser cierto, haría retroceder en el tiempo las primeras evidencias de calzado unos 10.000 años.