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Ver la versión completa : Monsanto y su soja transgenica



Malomalisimo26
26-may-2009, 11:40
Efecto bumerán en Monsanto


Sylvie Simon
Altermonde-sans-frontières


Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos




En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soja transgénica y otras cincuenta mil están gravemente amenazados. Este pánico se debe a una “mala” hierba que ha decidido oponerse al gigante Monsanto, conocido por el ser el mayor predador de la tierra. Insolente, esta planta mutante prolifera y desafía al Roundup, el herbicida total a base de glifosato, al que “no se resiste ninguna mala hierba”.




Cuando la naturaleza se recupera

En 2004 un agricultor de Macon, en Georgia, ciudad situada a unos 130 kilómetros de Atlanta, se dio cuenta de que algunos brotes de amaranto resistían al Roundup con el que él rociaba sus campos de soja.

Los campos víctimas de esta invasora mala hierba habían sido sembrados con granos Roundup Ready, que contienen una semilla que ha recibido un gen de resistencia al Roundup al que “no se resiste ninguna mala hierba”.

Desde entonces la situación ha empeorado y el fenómeno se ha extendido a otros estados, Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según un grupo de científicos del Centro para la Ecología y la Hidrología, organización británica situada en Winfrith, Dorset, se ha producido una transferencia de genes entre la planta modificada genéticamente y algunas hierbas indeseables como el amaranto. Esta constatación contradice las afirmaciones perentorias y optimistas de los defensores de los organismos modificados genéticamente (OMG) que pretendía y siguen afirmándolo que una hibridación entre una planta modificada genéticamente y una planta no modificada es simplemente “ imposible”.

Para el genetista británico Brian Johnson, especializado en problemas relacionados con la agricultura, “basta con un solo cruce logrado entre varios millones de posibilidades. Una vez creada, la nueva planta posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica rápidamente. El potente herbicida que se utiliza aquí, a base de glifosato y de amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las plantas, las cuales ha aumentado aún más la velocidad de la adaptación”. Así, al parecer un gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el amaranto, que se vuelve imposible de eliminar.

La única solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero esto ya no es posible dadas dimensiones de los cultivos. Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente, se han abandonado 5.000 hectáreas.

Muchos cultivadores se plantean renunciar a los OMG y volver a la agricultura tradicional, tanto más cuanto que las plantas OMG cuestan cada vez más caras y la rentabilidad es primordial para este tipo de agricultura. Así, Alan Rowland, productor y vendedor de semillas de soja en Dudley, Missouri, afirma que ya nadie le pide granos Monsanto tipo Roundup Ready mientras que en estos últimos tiempos este sector representaba el 80 % de su comercio. Hoy los granos OMG han desaparecido de su catálogo y la demanda de granos tradicionales no deja de aumentar.

Ya el 25 de julio de 2005 The Guardian publicaba un artículo de Paul Brown que revelaba que los genes modificados de cereales habían pasado a plantas salvages y creado un “supergrano” resistente a los herbicidas, algo “inconcebible” para los científicos del ministerio de Medio Ambiente. Desde 2008 los medios de comunicación agrícolas estadounidenses informan de cada vez más casos de resistencia y el gobierno de Estados Unidos ha practicado importantes recortes de presupuesto que han obligado al ministerio de Agricultura a reducir y después detener algunas de sus actividades.




¿Planta diabólica o planta sagrada?

Resulta divertido constatar que esta planta, “diabólica” para la agricultura genética, es una planta sagrada para los incas. Pertenece a los alimentos más antiguos del mundo. Cada planta produce una media de 12.000 granos al año y las hojas, más ricas en proteínas que la soja, contienen vitaminas A y C, y sales minerales .

Así este bumerán, devuelto por la naturaleza a Monsanto, no sólo neutraliza a este predador, sino que instala en sus dominios una planta que podría alimentar a la humanidad en caso de hambre. Soporta la mayoría de los climas, tanto las regiones secas como las zonas de monzón y las tierras altas tropicales, y no tiene problemas ni con los insectos ni con las enfermedades con lo que nunca necesitará productos químicos [1].

Así “el amaranto” se enfrenta al muy poderoso Monsanto como David se opuso a Goliat. ¡Y todo el mundo sabe como acabó el combate, sin embargo muy desigual! Si estos problemas se producen en cantidad suficiente, lo que parece que va a ocurrir, pronto a Monsanto no le quedará más remedio que echar el cierre. Aparte de sus empleados, ¿quién se compadecerá verdaderamente de esta fúnebre empresa?

Mad doctor
26-may-2009, 11:44
Montsanto prepara una soja con alto contenido en SDA (omega 3).

Yo si las emrpesas crean plantas transgénicas sin utilizar animales durante la investigación, y con un control medioambiental adecuado, no tengo pegas a los transgénicos.

Crisha
26-may-2009, 11:47
yo tampoco le tengo pegas más allá del problema medioambiental y ético. si Monsanto permitiera la compra de sus semillas y éstas fueran fértiles, y realmente adaptadas a los ecosistemas donde pretenden implantarlas... le vería menos problema.

Mad doctor
26-may-2009, 11:53
yo tampoco le tengo pegas más allá del problema medioambiental y ético. si Monsanto permitiera la compra de sus semillas y éstas fueran fértiles, y realmente adaptadas a los ecosistemas donde pretenden implantarlas... le vería menos problema.

El problema de que no tuvieran un gen killer, sería que en caso de escape accidental, podrían terminar por eliminar la flora autóctona de un lugar por simple presión selectiva.

El gen killer tiene dos finalidades,

1) Que sólo vivan una generacióny no puedan desplazar la flora de un ecosistema

2) Que la gente tenga que comprar todos los años (son una emrpesa, no una ONG)

Crisha
26-may-2009, 11:57
las empresas que venden semillas no transgénicas tampoco son ONG y los agricultores han creado siempre sus propios semilleros.

Malomalisimo26
26-may-2009, 12:04
Bueno y como veis lo de plantar hectareas y hectareas de monocultivo resistente a tratamiento y luego rociarlas con Roundup para eliminar toda clase de competencia.Leve o grave alteracion del ecositema?:hm:

Mad doctor
26-may-2009, 12:34
Los monocultivos son siempre perjudiciales, sean o no transgénicos.


las empresas que venden semillas no transgénicas tampoco son ONG y los agricultores han creado siempre sus propios semilleros.

Si Crisha, pero esas semillas on pueden destruir un ecosistema por desplazamiento del resto de especies. De todas maneras, nadie está obligado a comprar semilasl transgénicas.

Los que las compran es porque, a pesar de tener que comprar todos los años, se ahorran un montón en pesticidas (y de paso no se pulveriza el medio ambiente), y sus cosechas pueden soportar las heladas, y haciendo cálculos les sale más rentable.

Vamos que lso granjeros que compran semillas transgénicas las compran contentos porque les supone una ventaja, no obligados porque no haya otra opción (lo cual sí paso con los procesadores, y es ilegal porque se llama monopolio).

Crisha
26-may-2009, 13:24
Bueno, Mad... eso no es exactamente lo que ocurrió en África, especialmente en Argelia, con algunas semillas. Leíste a Pierre Rahbi? si no, te lo aconsejo enormemente :)

Mad doctor
26-may-2009, 15:39
Bueno, Mad... eso no es exactamente lo que ocurrió en África, especialmente en Argelia, con algunas semillas. Leíste a Pierre Rahbi? si no, te lo aconsejo enormemente :)

No......me pongo a informarme, me adelantas de qué va?

Malatesta
26-may-2009, 18:56
Vamos que lso granjeros que compran semillas transgénicas las compran contentos porque les supone una ventaja, no obligados porque no haya otra opción (lo cual sí paso con los procesadores, y es ilegal porque se llama monopolio).
Supongo que esa es la idea que nos quieren hacer llegar desde este tipo de empresas, pero se dan casos en los que es todo lo contrario. Por ejemplo, en la India, donde muchos pequeños campesinos han llegado a quitarse la vida por no poder pagar las deudas que tenían contraídas con Monsanto.

http://lacomunidad.elpais.com/casajuntoalrio/2007/9/14/monsanto-suicidio-las-semillas-vandana-shiva-

MONSANTO (IV): EL SUICIDIO DE LAS SEMILLAS ( Vandana Shiva)

Las patentes destruyen recursos naturales y saberes locales. Entrevista a Vandana Shiva

Vandana Shiva acaba de publicar Los bienes comunes de la Tierra. Del milagro económico hindú al “suicidio de las semillas”, análisis de un planeta crecientemente convertido en rehén de las grandes corporaciones transnacionales. "Las patentes están destruyendo los recursos naturales y los saberes locales. La única vía para resistir es la desobediencia civil”

Vandana Shiva acaba de publicar Los bienes comunes de la Tierra. Del milagro económico hindú al “suicidio de las semillas”, análisis de un planeta crecientemente convertido en rehén de las grandes corporaciones transnacionales. Semillas y saberes patentados, privatización –expropiación— de bienes comunes son las armas fundamentales de que se sirven los álfiles del capitalismo remundializado y contrareformado en nombre de la globalización neoliberal, que para Vandana Shiva son las trasnacionales de los sectores agroalimentario y farmacéutico, sobre todo, junto con la OMC, el Banco Mundial y el FMI. Le entrevistaron para Il Manifesto Tommaso Rondinella y Duccio Zola.

Cuando arranca a hablar Vandana Shiva, sus palabras tienen el tono sereno de la argumentación. Mas cuando llega al núcleo de su reflexión, el timbre de voz se hace imperioso, como si, a tal punto segura de lo que está sosteniendo, tuviera que expresarlo enérgica y fogosamente. Diplomada en física cuántica y en economía, veterana investigadora, Vandana Shiva es de esos “científicos descalzos” que en cierto momento de su vida han dejado los laboratorios para estudiar los “efectos colaterales”, es decir, las consecuencias de sus investigaciones y descubrimientos. Para esta hindú nacida en un estado del norte de la India, el punto de inflexión llegó cuando se vio envuelta en un proyecto del Banco Mundial que había destruido la economía local de una región hindú.

Desde entonces, de hecho, ha abandonado la investigación científica para fundar en 1982, junto con otros investigadores, el Centro de Ciencia, Tecnología y Política de los Recursos Naturales. El primer resultado de su nueva actividad de estudiosa quedó condensado en el libro Sobrevivir al desarrollo. Desde entonces ha publicado muchos ensayos, todos extremadamente críticos con la “globalización neoliberal”. Entre ellos, vale la pena recordar los siguientes: Biodiversidad, biotecnologías y agricultura científica; también: Biopiratería. El saqueo de la naturaleza y de los saberes locales; así como: Vacas sagradas y vacas locas; también: El mundo bajo las patentes; y finalmente: Las guerras del agua.

De paso por Italia para dictar una conferencia –ha sido invitada por el foro de la campaña Sbilianciamoci y ha participado en el encuentro Torino Spiritualità—, hemos tenido oportunidad de hablar con Vandana Shiva sobre su último libro, Los bienes comunes de la Tierra, que acaba de publicarse en Italia.

En tu libro describes las relaciones entre este modelo de globalización económica y la difusión de terrorismos y fundamentalismos. ¿Podrías ilustrar esos vínculos?

Lo que trato de poner de relieve son los procesos que generan una cultura de “explotabilidad”, fundada en la capacidad de disponer de todo y de todos porque a todo y a todos se les asigna un precio. Esa condición, económica y cultural a un tiempo, altera la forma en que nos pensamos los unos a los otros y el modo en que nos relacionamos recíprocamente, y está en la raíz de un sinnúmero de conflictos. Favorece la afirmación de “identidades en negativo”, basadas en una actitud excluyente, de rechazo del otro.

Ese modelo de desarrollo, que niega derechos, margina y expropia está en la raíz del fundamentalismo y el terrorismo. Dispara un proceso que no está insito en cultura alguna, pero que se nutre de la creación de personas de “usar y tirar”. Por dar un ejemplo, el crecimiento de la India del que informan los periódicos de todo el mundo oculta expropiaciones de tierra nunca antes vistas. Y la tierra secuestrada es la de los pequeños campesinos, los más pobres. Las tierras son luego adquiridas a precios irrisorios por las grandes compañías transnacionales, que pueden así producir a precios reventados. Eso está causando migraciones masivas hacia las ciudades, provocando el hacinamiento conurbano y causando un aumento de la inestabilidad.

Sostienes desde hace tiempo la necesidad de un control directo de los recursos y de los bienes comunes por medio de una “localización de la economía” y de una redefinición de las fronteras de la democracia. ¿Qué implicaciones políticas tiene esa concepción?

En relación con mi idea de democracia, el modelo neoliberal de globalización no es sino la dominación ejercida por instituciones supranacionales no democráticas, rehenes de unas pocas, poderosísimas, trasnacionales. La distancia es un factor aislante. Por eso la práctica de la localización, de poner en el centro los intereses y las legislaciones locales, reviste una importancia fundamental. La localización permite asegurar la justicia y la sostenibilidad. Eso no significa que toda decisión tenga que tomarse a nivel local, sino que debe ser discutida y aprobada también a nivel local: las mejores decisiones se toman allí donde su efecto puede ser más claramente percibido.

Es importante destacar que ese principio constituye un imperativo ecológico. Las crisis medioambientales que afligen a nuestro planeta derivan de un desconocimiento del papel desempeñado por los recursos naturales. Para resolver esas crisis es necesario que las comunidades locales recuperen el control de sus propios recursos, a fin de construir una economía sostenible. Reconquistar los bienes comunes trae, pues, consigo la necesidad de poder ejercer un control sobre la gestión estatal de los recursos, de las decisiones y de las políticas de desarrollo económico. Pero al propio tiempo es necesario volver a tomar posesión de los recursos privatizados por las transnacionales mediante los acuerdos de la OMC y los programas de ajuste estructural del Banco Mundial y del FMI.

En tu último libro denuncias la existencia de un genocidio en los daños sufridos por mujeres y pequeños agricultores...

En la India, 36 millones de mujeres causan baja laboral a causa del aborto selectivo practicado en los fetos femeninos. En el mundo entero, la cifra llega a los sesenta millones. El feticidio es la consecuencia directa de la exclusión de las mujeres de un sistema productivo basado en la agricultura industrial, en el consumismo, en la mercantilización de todos los aspectos de la vida humana. Sucede esto en las regiones agrícolas, pero sobre todo en las zonas urbanas y suburbanas. En Delhi hallamos la tasa más alta de alfabetización y los ingresos más elevados de toda la India, y al mismo tiempo, el mayor número de actos de violencia sobre las mujeres, desde estupro, hasta acosos sexual y asesinato por dote. El censo de 2001 registra en Delhi un hueco demográfico de 140 mil niñas menores de seis años.

Paralelamente, el desarrollo de la agricultura industrial, fundada en tecnologías costosísimas, en el empleo masivo de fertilizantes y pesticidas químicos y en la imposición de las semillas genéticamente modificadas, causa la bancarrota de los pequeños agricultores, incapaces de sostener los costos y la concurrencia de esos métodos. Sólo en 2004, 16.000 campesinos se han quitado la vida en la India. Los suicidios de los campesinos pobres derivan del endeudamiento provocado por el aumento de los costos de producción y del desplome de los precios de los productos agrícolas. Los suicidios son el resultado inevitable de una política agrícola que protege los intereses del capitalismo global e ignora los de los pequeños agricultores. Por eso no hablo de suicidios, sino de genocidio.

Malatesta
26-may-2009, 19:03
La red campesina Navdanya, que has fundado y que coordinas, se propone como una alternativa para los pequeños campesinos hindúes amenazados por las transnacionales del sector agroalimentario. ¿Cómo son vuestras prácticas y qué objetivos os proponéis?

Navdanya significa «nuevas semillas», un nombre que evoca la riqueza de la diversidad y el deber de defenderla frente a la invasión de las biotecnologías y de los monocultivos de la agricultura industrial. Junto con las patentes que monopolizan los derechos de propiedad intelectual introducidos por la OMC, por la convención para la biodiversidad y por otros acuerdos comerciales, las biotecnologías reducen la diversidad de las formas de vida al papel de materia prima para la industria y los beneficios.

Las semillas genéticamente modificadas encierran a los pequeños agricultores en una jaula de deudas y mentiras. Por eso las llamo las “semillas del suicidio”. Se las hace estériles, a fin de que no puedan reproducirse y tengan que ser adquiridas cada año por los campesinos a precios elevados. Las patentes de las semillas son propiedad de transnacionales como Monsanto, que de esta forma se apropian de las fuentes de vida y de los derechos de dos terceras partes de la humanidad.

Para hacer frente a esta situación Navdanya, que cuenta ahora mismo con 300 mil agricultores afiliados, ha creado economías locales alternativas que controlan los procesos de producción y distribución de los alimentos y asesoran a los productores locales. Los campesinos de la red adoptan cultivos biológicos diferenciados que protegen la fertilidad de los terrenos y la biodiversidad, evitando el uso de fertilizantes químicos y de pesticidas. De este modo se mejora la productividad y el aporte nutritivo de las cosechas, llegando a recuperar hasta el 90% de los costes de producción. Las entradas son tres veces superiores a las de los agricultores que se sirven de productos químicos, no se generan subproductos tóxicos ni daños a la biodiversidad.

Por lo demás, el sistema de comercio equitativo que regula la distribución de los productos protege de la inseguridad inherente a los mercados y de las especulaciones financieras. Cultivo orgánico y comercio equitativo, en cambio, ofrecen seguridad en el plano de las opciones alimentarias, de la salud y de la estabilidad. De manera que todos, agricultores, medio ambiente y consumidores, obtienen gran provecho.

Frente a una situación tan grave, ¿te arriesgarías a ofrecer una posible vía de salida?

Hace ahora cien años, en Sudáfrica, Gandhi rechazó la segregación racial, afirmando el derecho de no obedecer a leyes injustas. La desobediencia civil implica la opción por la no-violencia y por la no-cooperación pacífica. Yo creo que también hoy ésta es la vía a seguir, comenzando por la resistencia al patentamiento de las semillas hindúes.

En la India está en discusión una ley que podría traer consigo la prohibición del uso de semillas propias por parte de los campesinos. Semillas que durante miles de años han sido conservadas y transmitidas de generación en generación y de cosecha en cosecha, quedarían así desplazadas para dar lugar a la comercialización de semillas carísimas producidas en los laboratorios de transnacionales como Monsanto. Nosotros sabemos que la variedad de las semillas indígenas, conservadas y seleccionadas localmente, representa nuestra garantía ecológica y económica, porque esas semillas variadas están en condiciones de adaptarse perfectamente a las condiciones climáticas y geológicas de las diversas regiones de la India.

No se puede criminalizar a centenares de millones de de pequeños agricultores que no están dispuestos a someterse al modelo agrícola impuesto por las transnacionales. Para conquistar nuestra libertad económica y política es necesario volver a otra vez la mirada a Gandhi, a sus ideas de autogobierno y de autoproducción local.

En tus intervenciones no dejas de hacer hincapié, a través de ejemplos concretos, en la posibilidad de reapropiarse los bienes comunes. Ejemplos como el de la movilización contra la Coca Cola en Kerala...

Un ejemplo que demuestra la posibilidad de victoria por parte del movimiento democrático global. La lucha comenzó en 2000 por parte de las mujeres del Plachimada, una pequeña aldea del Kerala, sede de un establecimiento de la Coca Cola. Una fábrica que llegó a consumir un millón y medio de litros de agua diarios, generando sequía en toda el área circundante, que siempre había sido rica en recursos acuíferos. A lo que hay que añadir el encono generado por los desechos productivos y la contaminación de los terrenos.

Las mujeres comenzaron a poner sitio a los muros del establecimiento, a organizar manifestaciones y sentadas, implicando a toda la comunidad de la región. Se decidió entonces recurrir a la Alta Corte de justicia del Kerala, que dio la razón a las mujeres del Plachimada, con una sentencia histórica que afirma el carácter de bien público del agua. En 2004, el gobierno regional fue obligado a cerrar la fábrica. Eso ha producido una multiplicación de las luchas en toda la India, y la formación de una campaña nacional de boicot a Coca Cola y a Pepsi. A día de hoy, más de quinientas entidades, entre aldeas, escuelas y universidades, se han declarado “libres de Coca Cola y Pepsi”. Eso prueba las enseñanzas de Gandhi: sólo tomando consciencia de nuestra responsabilidad se pueden conseguir los derechos; sólo comenzando a vivir libremente se puede conseguir la libertad.

Mad doctor
26-may-2009, 19:23
Bueno yo no soy accionista de Montsanto, ni defiendo a ninguna empresa, yo defiendo los transgénicos no a sus fabricantes.

No sólo de Montsanto vive el hombre, hay empresas más pequeñitas que también venden.

Es como odiar a Intel, no por eso vas a odiar a los procesadores.....

Crisha
27-may-2009, 08:41
mi historia va por los derroteros que cuenta malatesta.
independientemente de transgénicos o no, te recomiendo a Rahbi :-) Alimento para el alma...

Niax
29-may-2009, 17:27
Excelente noticia.

NO ROTUNDO A LOS TRANSGÉNICOS.

Para apoyar los transgénicos, primeros deberíamso cambiar el mundo en el que vivimos, nunca podemos pretender que los transgénicos vayan a ser los que cambien el mundo en el que vivimos. Los transgénicos son uno de los tantos brazos del capitalismo extremo, yo pienso que su brazo peligroso. Los transgénicos aspiran a controlar aquello que el capitalismo todavía no ha sido capaz de "poseer": no ya la naturaleza, sino la vida en sí. ¿Qué pasaría si todos las plantas fuesen de pronto transgénicas, todas tuviesen propietarios? Los transgénicos son una verdadera barbaridad más del sistema capitalista.

No entiendo que beneficios les ves, Mad, en ningún aspecto. La alimentación natural YA es completa, ¿Por qué necesitamos modificar la naturaleza? ¿Puedes citar algún ejemplo de transgénicos positivos? Los transgénicos no lo son nunca, al menos de momento y mientras perdure el sistema capitalista, no son seguros, y no son realmente veganos. En un mundo vegano, no habría problemas de hambre, o no tantos como ahora, no los necesitaríamos, ¿Para qué los queremos entonces si no para favorecer el capitalismo más despiadado y más destructor y para comprometer aún más el futuro del planeta?

Un saludo.

Snickers
02-jun-2009, 18:39
POR LA FERTILIDAD Y LA VIDA, CONTRA LAS MULTINACIONALES

Por Vandana Shiva*



Una empresa estadounidense reclama ahora derechos por el arroz Basmati (patente USA), que los agricultores de mi valle cultivan desde hace siglos, como "una invención de una nueva línea de arroz"

Reproducimos la conferencia de Vandana Shiva, directora de la Research Foundation for Science, Technology and Ecology (India), en el taller "El conocimiento de la mujer, la biotecnología y el comercio internacional: el fomento de un nuevo diálogo para comenzar otro milenio" (Conferencia Internacional Mujer y Agricultura. Washington. 28-6-98). La sesión se tituló "La masculinización de la agricultura: monocultivos, monopolios y mitos". En este texto, la autora aboga por la agricultura popular, defensora de la biodiversidad y de la soberanía alimentaria, y critica la biotecnología de las grandes multinacionales como una nueva arma del patriarcado occidental (The Ecologist)

Escribo estas reflexiones desde el hermoso valle del Doon, en el Himalaya, donde ya han llegado los monzones, y nuestro equipo del Navdanya se ocupa de trasplantar más de 300 variedades de arroz que estamos conservando junto con la rica diversidad de otros cultivos. En nuestra chacra no utilizamos productos químicos ni insumos externos. Es un sistema de autorregeneración que conserva la diversidad biológica a la vez que satisface las necesidades humanas y las de los animales de la granja. Tenemos dos bueyes que son los sustitutos de los fertilizantes químicos, que contaminan el suelo y el agua, así como de los tractores y los combustibles fósiles que contaminan la atmósfera y desestabilizan el clima.

Una de las variedades de arroz que conservamos y cultivamos es la Basmati, el arroz aromático que ha hecho famoso a Dehra Dun. Una empresa estadounidense llamada RiceTec reclama ahora derechos por el arroz Basmati (patente USA Nº 5.663.454), que los agricultores de mi valle cultivan desde hace siglos, como "una invención de una nueva línea de arroz". W.R. Grace, otra empresa estadounidense, ha patentado el neem como plaguicida y fungicida, usos que nuestras madres y abuelas dan a ese árbol desde hace siglos. Con los Verdes del Parlamento Europeo hemos impugnado la patente de Grace en la Oficina Europea de Patentes. (Este asunto, en la actualidad, simboliza una de las victorias del movimiento ecologista internacional, ya que la Justicia ha dado la razón al sentido común).

Este fenómeno de la biopiratería, por el cual las empresas occidentales están robando siglos de conocimiento colectivo e innovación llevados a cabo por las mujeres del Tercer Mundo, está alcanzando proporciones epidémicas. Ahora se justifica esa biopiratería diciendo que se trata de una nueva "asociación" entre la agroindustria y las mujeres del Tercer Mundo. Para nosotras, el robo no puede ser la base de una asociación. Una asociación implica igualdad y respeto mutuo. Esto supondría que no hay espacio para la biopiratería y que quienes la han practicado deberían pedir disculpas a las víctimas de sus robos, realizados gracias a los monopolios de los derechos de propiedad intelectual. Una asociación con las mujeres del Tercer Mundo requiere cambios en el acuerdo de la OMC (Organización Mundial del Comercio) relativo a los TRIPs (acuerdos sobre derechos de propiedad intelectual relacionados al comercio), que protege a los biopiratas y castiga a los innovadores originales. Requiere también cambios en la ley de patentes de Estados Unidos que permite la piratería desenfrenada de nuestro conocimiento relacionado con la biodiversidad. Estos cambios son fundamentales para garantizar que sean protegidos nuestro conocimiento colectivo y nuestras innovaciones y que a las mujeres se las reconozca y se las respete como especialistas en biodiversidad.

LA FIESTA DE "AKTI"

Las agricultoras conservan y seleccionan semillas desde hace milenios. El arroz Basmati no es más que una de las 100.000 variedades de ese cereal que han obtenido los agricultores de India. Nuestra cultura de las semillas busca la diversidad. En el centro de India, que es la Meca de la diversidad del arroz, al comienzo de la temporada de siembra, los agricultores se reúnen ante la divinidad de la aldea, ofrecen sus variedades de arroz y luego comparten las semillas. Esta fiesta de "Akti" renueva el deber de guardar semillas y compartirlas entre las comunidades agrícolas; afirma la asociación entre los agricultores y con la Tierra.

Sin embargo, los derechos de propiedad intelectual sobre las semillas criminalizan este deber con la Tierra y con el prójimo, al convertir en ilegal el guardar e intercambiar semillas. No es solamente por medio de nuevas leyes relativas a los derechos de propiedad intelectual que se le quiere impedir a los agricultores guardar sus semillas, sino también a través de las nuevas tecnologías de la ingeniería genética. La empresa Delta & Pine Land (ahora propiedad de Monsanto) y el Ministerio de Agricultura de Estados Unidos (USDA) han establecido una nueva asociación por medio de una patente conjunta (Nº 5723785) sobre semillas modificadas genéticamente para garantizar que no germinen luego de cosechadas, lo que obliga a los agricultores a comprar semillas para cada temporada de siembra. RAFI ha llamado a esta tecnología "Terminator". Terminar con la germinación es un medio para favorecer la acumulación de capital y la expansión del mercado. Sin embargo, la abundancia en la naturaleza y para los agricultores disminuye a medida que crecen los mercados para Monsanto. Cuando nosotras sembramos, oramos: "Que esta semilla sea inagotable". Del otro lado, Monsanto y el USDA están diciendo: "Que esa semilla se autodestruya para que nuestras ganancias y nuestro monopolio sean inagotables".

No puede haber asociación entre la lógica Terminator, que destruye la facultad de renovación y regeneración de la naturaleza, y el compromiso con la continuidad de la vida que mantienen las agricultoras del Tercer Mundo. Ambas concepciones del mundo no sólo chocan, se excluyen mutuamente. No puede haber asociación entre una lógica de muerte, en la que basa Monsanto su imperio en expansión, y la lógica de la vida en la que las agricultoras del Tercer Mundo basan su mancomunidad con la Tierra para dar seguridad alimentaria a sus familias y comunidades.

Existen otras dimensiones antagónicas entre los intereses y las perspectivas de las agricultoras del Tercer Mundo y las empresas biotecnológicas como la Monsanto (y otras; desgraciadamente, Monsanto no es la única).

La aplicación más generalizada de la ingeniería genética a la agricultura es la resistencia a los herbicidas. Es decir: la producción de cultivos que resisten a los herbicidas. Ejemplos de esta aplicación son la soja y el algodón Round-up Ready de Monsanto. En la medida en que esta aplicación se introduce en los sistemas agrícolas del Tercer Mundo provoca un aumento del uso de productos agroquímicos, lo que repercute negativamente en el medio ambiente. Además, destruirá la diversidad biológica, que es la base del sustento de las mujeres rurales. Lo que para Monsanto son malezas, para las mujeres del Tercer Mundo son alimentos, forrajes y medicinas.

Snickers
02-jun-2009, 18:40
"BUENAS" HIERBAS

En la agricultura de India, las mujeres utilizan 150 especies diferentes de plantas para la alimentación humana y animal y para el cuidado de la salud. En Bengala occidental, hay 124 especies de "malezas" que se recogen en los arrozales y tienen importancia económica para los agricultores. En la región Expana de Veracruz, México, los campesinos utilizan alrededor de 435 especies de flora y fauna silvestre de las cuales 229 son comestibles. La propagación de los cultivos Round-up Ready destruiría esa diversidad y el valor que representa para los agricultores. Debilitaría además las funciones de conservación del suelo que desempeñan las cubiertas vegetales y la asociación de cultivos, lo que llevaría a una erosión acelerada. Contrariamente a lo que afirma la propaganda de Monsanto, los cultivos Round-up Ready son una receta para la erosión y no un método para la conservación del suelo.

No se puede hablar de "asociación" con las mujeres del Tercer Mundo en relación a los proyectos patriarcales de derechos de propiedad intelectual con respecto a las semillas e ingeniería genética aplicada a la agricultura, los cuales en realidad destruyen la biodiversidad y la economía de los pequeños agricultores del Tercer Mundo. Sería más fructífero orientar la agricultura hacia aquellos sistemas que tienen a la mujer como protagonista y que promueven una producción de pequeña escala basada en la biodiversidad.

Un argumento frecuentemente utilizado por la Monsanto y la industria de la biotecnología es que sin ingeniería genética no se puede alimentar al mundo. Sin embargo, mientras que la biotecnología promete un aumento en la producción de alimentos de cuatro veces, las pequeñas chacras ecológicas tienen una productividad mucho mayor que las grandes explotaciones agroindustriales basados en monocultivos y el uso intensivo de agrotóxicos.

Los agricultores del Tercer Mundo trabajan predominantemente en establecimientos pequeños. La seguridad alimentaria se basa en la utilización de una gran diversidad de especies. Históricamente la relación entre la mujer y la biodiversidad ha alimentado al mundo, lo hace en gran medida en el presente y deberá hacerlo en el futuro. Debemos preservar y fomentar esa relación para garantizar la seguridad alimentaria.

Una agricultura basada en la diversidad y la descentralización, y que aumenta la productividad de las chacras pequeñas mediante métodos ecológicos, es una agricultura favorable a la naturaleza. En esta agricultura el conocimiento se comparte, las demás especies y plantas son parientes, no "propiedad", y la sustentabilidad se basa en la renovación de la fertilidad de la tierra, en la renovación y la regeneración de la biodiversidad, y en la utilización de los insumos internos al predio de cultivo. En nuestros paradigmas no hay lugar para monocultivos de variedades manipuladas genéticamente ni para monopolios de derechos de propiedad intelectual sobre las semillas.

MASCULINIZACIÓN

Los monocultivos y los monopolios simbolizan una masculinización de la agricultura. La mentalidad bélica en la que se basa la agricultura militar-industrial se hace evidente en los nombres que se dan a los herbicidas que destruyen la base económica de la subsistencia de las mujeres más pobres en las zonas rurales del Tercer Mundo. Los herbicidas de Monsanto se llaman Round-up (redada), Machete, Lasso (lazo). La firma American Home Products, que se fusionó con Monsanto, ha puesto a sus herbicidas nombres como Pentagon, Prowl (ronda policial), Scepter (cetro), Cadre (cuadro), Lightening (rayo), Assert (hacer valer), Avenge (vengar). Este es un lenguaje de guerra, no de sustentabilidad. La sostenibilidad se basa en la paz con la Tierra.

La violencia inherente a los métodos y las metáforas que utilizan las empresas mundiales de la agroindustria y la biotecnología es una violencia contra la biodiversidad de la naturaleza y los conocimientos y la productividad de las mujeres. La violencia inherente a la destrucción de la diversidad mediante los monocultivos y la prohibición (por medio de los monopolios de los derechos de propiedad intelectual) de la libertad de guardar semillas e intercambiarlas no es compatible con los métodos diversos y no violentos de conocer la naturaleza y dar seguridad alimentaria, métodos empleados por mujeres. Esta diversidad de sistemas de conocimiento y producción es la manera de lograr que las mujeres del Tercer Mundo sigan desempeñando un papel central como conocedoras, productoras y proveedoras de alimentos.

La ingeniería genética y los derechos de propiedad intelectual constituyen un robo a las mujeres del Tercer Mundo y las despoja de su creatividad, sus innovaciones y su facultad de tomar decisiones en materia de agricultura. En lugar de que las mujeres decidan qué se cultiva en los campos y qué se sirve en la mesa, la agricultura basada en la globalización, la ingeniería genética y los monopolios empresariales de las semillas establecerá un sistema alimentario y una concepción del mundo en los cuales los hombres que controlan las empresas transnacionales controlarán también lo que se cultiva en nuestros campos y lo que comemos.

Los empresarios que invierten capital financiero en el robo y la biopiratería pretenden ser los creadores y propietarios de la vida. No queremos ser partícipes de esta usurpación violenta de la creatividad de las mujeres del Tercer Mundo por parte de las empresas transnacionales de la biotecnología -que se llaman a sí mismas la "industria de las ciencias de la vida"- y que empujan a la extinción a millones de especies y millones de pequeños agricultores.
Vandana Shiva

Esta conferencia está basada, en parte, en anteriores investigaciones y publicaciones de la propia Vandana Shiva. Para mayor información dirigirse a: Research Foundation for Science Technology and Ecology (RFSTE). Internet: www.indiaserver.com/betas/vshiva

Publicado en The Ecologist para España y Latinoamérica el 1.1.2001 con el título:
"Por la fertilidad y la vida, contra las multinacionales".



* Vandana Shiva es directora de la Fundación de Investigación por la Ciencia, la Tecnología y la Ecología en Nueva Delhi. En 1993 obtuvo el Premio Nóbel alternativo.

Vandana Shiva es una de las pensadoras más dinámicas y provocadoras del mundo y uno de los personajes más inspiradores de nuestro tiempo, capaz de transmitir con claridad y pasión los desafíos actuales. Estamos en un momento clave para el futuro de la alimentación mundial, donde está en juego nuestra soberanía alimentaria.
Militante antiglobalización y destacada ecofeminista.

En 1982 creó la Fundación para la Investigación Científica, Tecnológica e Ecológica que tiene como iniciativas el impulso y difusión de la agricultura ecológica (programa Navdanya), el estudio y mantenimiento de la biodiversidad, fomentar el compromiso de las mujeres con el movimiento ecologista, o la regeneración del sentimiento democrático. Durante los años setenta se unió al movimiento Chipko, formado principalmente por mujeres que adoptaron la táctica de denúncia ecologista consistente en estar abrazadas a los arboles para evitar que fueran talados.

Vandana Shiva es, además, impulsora destacada del Foro Internacional sobre la Globalización y autora de numerosos ensayos principalmente sobre el feminismo y la ecología. En 1993 ganó el Premio Nobel Alternativo. Ha sido capaz de movilizar en la Índia 5 millones de campesinos contra la Unión General de Tarifas de Comercio (GAT) y de ponerse adelante de la gran mobilización en contra de la globalización del comercio en Seattle a finales de 1999. Los que la conocen destacan de ella su enorme capacidad de comunicación y su eterna sonrisa.

sana
03-jun-2009, 15:06
Por lo del cambio climatico nos van a meter el monsanto por el culete, con eso de que los transgenicos aguantan todo..yo no creo k los trangenicos sean bueno, ¿que hace la industria farmaceutica metida en la agricutura? claro esta, nos van a enfermar con verduras, ya ni los veganos nos salvamos..bueno que te puedes imaginar cuando estan provocando el calentamiento global para empurrarnos los transgenicos..

bueno solo me queda alimentarme de sol XDD la dieta de la planta.:D:D
bueno aqui podeis ver el clima de españa y otros paises.

http://www.sat24.com/sp