Micorriza
14-may-2009, 17:54
Un cuarto de siglo a mis espaldas, algo menos de un año como vegetariana y un par de semanas como vegana.
Pero menos que el mero hecho de contar el tiempo, es el tomar una decisión que sabes que puede ser rechazada, ignorada o aceptada. Puedes hacerte militante de un estilo de vida o simbionte con los que no lo comparten, incluso a sabiendas de que puedes sentirte en un compromiso ante un plato de comida.
Teorías, dogmatimos, culturas, ideologías, certezas...al final todo parece parte de lo mismo, sin embargo existe un grado de libertad contradictoriamente restringido, y es el hecho de ser coherente contigo mismo y actuar en consecuencia. Una decisión tan personal, te lleva a una voluntad férrea, que no da marcha atrás y te da un nivel de consciencia sobre lo que consumes que antes no poseías.
Consumir es inherente al hecho de vivir, decidir lo que consumimos y a quién beneficiamos cuando consumimos, puede tener un impacto gradual en la forma en la que se concibe al consumidor, como un sistema retroalimentativo, por poner un ejemplo la empresa de Pascual sacó al mercado la línea de bebidas de soja ViveSoy, y en algunos establecimientos comienza a ofertarse más cantidad de alternativas, en restaurantes poco a poco se comienza a abrir opciones a los vegetarianos y los veganos.
El caso es que este cupo de mercado que se ha generado, es porque los hábitos cambian, y en este sentido me gusta ser positiva, y pensar que poco a poco se van desmitificando aquellas ideas anquilosadas y que en ocasiones se arraigan en lo más profundo de la cultura, y se heredan sin siquiera cuestionarse, el beneficio de la duda, ese que se nos otorga libremente, y nos da la capacidad consciente de decidir, ese hecho, es capaz de cambiar desde la decisión más personal hasta la misma cultura que nos ha sostenido durante siglos.
Espero poder participar de vez en cuando en este foro, un saludo a todos.
Pero menos que el mero hecho de contar el tiempo, es el tomar una decisión que sabes que puede ser rechazada, ignorada o aceptada. Puedes hacerte militante de un estilo de vida o simbionte con los que no lo comparten, incluso a sabiendas de que puedes sentirte en un compromiso ante un plato de comida.
Teorías, dogmatimos, culturas, ideologías, certezas...al final todo parece parte de lo mismo, sin embargo existe un grado de libertad contradictoriamente restringido, y es el hecho de ser coherente contigo mismo y actuar en consecuencia. Una decisión tan personal, te lleva a una voluntad férrea, que no da marcha atrás y te da un nivel de consciencia sobre lo que consumes que antes no poseías.
Consumir es inherente al hecho de vivir, decidir lo que consumimos y a quién beneficiamos cuando consumimos, puede tener un impacto gradual en la forma en la que se concibe al consumidor, como un sistema retroalimentativo, por poner un ejemplo la empresa de Pascual sacó al mercado la línea de bebidas de soja ViveSoy, y en algunos establecimientos comienza a ofertarse más cantidad de alternativas, en restaurantes poco a poco se comienza a abrir opciones a los vegetarianos y los veganos.
El caso es que este cupo de mercado que se ha generado, es porque los hábitos cambian, y en este sentido me gusta ser positiva, y pensar que poco a poco se van desmitificando aquellas ideas anquilosadas y que en ocasiones se arraigan en lo más profundo de la cultura, y se heredan sin siquiera cuestionarse, el beneficio de la duda, ese que se nos otorga libremente, y nos da la capacidad consciente de decidir, ese hecho, es capaz de cambiar desde la decisión más personal hasta la misma cultura que nos ha sostenido durante siglos.
Espero poder participar de vez en cuando en este foro, un saludo a todos.