LIBERA!
10-abr-2009, 22:25
Un reciente informe elaborado por un eurodiputado sueco y un periodista experto en Ciencias Sociales advierte del creciente problema que supone la ganadería para el cambio climático.
Este estudio se une a los ya presentados por el IPCC (Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático), liderado por el Nobel de la Paz Rajendra Pachauri.
http://www.soitu.es/participacion/imagenes/2009/04/10/u/alelibera_1239397963_0.jpg
El cambio climático es una evidencia, y sus efectos ya se están empezando a notar antes de lo que se pensaba. Los ciudadanos españoles comienzan a concienciarse del efecto que tiene sobre el planeta el uso del coche, la calefacción demasiado alta, la producción de electricidad con combustibles fósiles Pero todavía no han relacionado la ganadería, sus gases y el planeta.
El recién presentado informe sobre la ganadería y el planeta, titulado La ganadería y el clima: la UE empeora lo malo, vuelve a poner sobre la mesa el eterno debate sobre el consumo de carne, la cría de ganado y los recursos que ello supone.
No es un informe innovador por la temática que aborda. Ya en 2006 la FAO (Food and Agriculture Organization) presentó La larga sombra del ganado, un complejo estudio sobre la cría del ganado y sus efectos medioambientales. Sin embargo, muy pocas personas se han dado cuenta de la relación.
El consumo de productos cárnicos aumenta a un ritmo alarmante, con el consiguiente aumento de las explotaciones ganaderas, y lo que ello conlleva. Nos referimos a un aumento de la deforestación, mayor consumo de agua, de las emisiones derivadas del transporte, y de algo prácticamente desconocido hasta la fecha: las emisiones de metano y dióxido de carbono causadas por los animales.
Podrá sonar a chiste, pero las flatulencias del ganado mundial representan el 18% de las emisiones de gases invernadero en países como Reino Unido. En Galicia, por ejemplo, aumenta hasta el 20%. Y es que el metano, aún emitido en menor proporción que el dióxido de carbono, es hasta 20 veces más nocivo que este. Por ello países como Dinamarca o Estonia obligan al pago de una eco-tasa a los ganaderos, al igual que ya pagan los ciudadanos por sus vehículos, o las industrias por sus emisiones.
Rajendra Pachauri, presidente del IPCC, afirmó en 2006 que dejar de comer carne durante un día a la semana tendría un efecto medioambiental más positivo que prescindir del coche durante los 6 días restantes. La defensa del planeta empezaría, pues, por el plato.
Fuente: Soitu.es (http://www.soitu.es/participacion/2009/04/10/u/alelibera_1239397963.html)
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Este estudio se une a los ya presentados por el IPCC (Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático), liderado por el Nobel de la Paz Rajendra Pachauri.
http://www.soitu.es/participacion/imagenes/2009/04/10/u/alelibera_1239397963_0.jpg
El cambio climático es una evidencia, y sus efectos ya se están empezando a notar antes de lo que se pensaba. Los ciudadanos españoles comienzan a concienciarse del efecto que tiene sobre el planeta el uso del coche, la calefacción demasiado alta, la producción de electricidad con combustibles fósiles Pero todavía no han relacionado la ganadería, sus gases y el planeta.
El recién presentado informe sobre la ganadería y el planeta, titulado La ganadería y el clima: la UE empeora lo malo, vuelve a poner sobre la mesa el eterno debate sobre el consumo de carne, la cría de ganado y los recursos que ello supone.
No es un informe innovador por la temática que aborda. Ya en 2006 la FAO (Food and Agriculture Organization) presentó La larga sombra del ganado, un complejo estudio sobre la cría del ganado y sus efectos medioambientales. Sin embargo, muy pocas personas se han dado cuenta de la relación.
El consumo de productos cárnicos aumenta a un ritmo alarmante, con el consiguiente aumento de las explotaciones ganaderas, y lo que ello conlleva. Nos referimos a un aumento de la deforestación, mayor consumo de agua, de las emisiones derivadas del transporte, y de algo prácticamente desconocido hasta la fecha: las emisiones de metano y dióxido de carbono causadas por los animales.
Podrá sonar a chiste, pero las flatulencias del ganado mundial representan el 18% de las emisiones de gases invernadero en países como Reino Unido. En Galicia, por ejemplo, aumenta hasta el 20%. Y es que el metano, aún emitido en menor proporción que el dióxido de carbono, es hasta 20 veces más nocivo que este. Por ello países como Dinamarca o Estonia obligan al pago de una eco-tasa a los ganaderos, al igual que ya pagan los ciudadanos por sus vehículos, o las industrias por sus emisiones.
Rajendra Pachauri, presidente del IPCC, afirmó en 2006 que dejar de comer carne durante un día a la semana tendría un efecto medioambiental más positivo que prescindir del coche durante los 6 días restantes. La defensa del planeta empezaría, pues, por el plato.
Fuente: Soitu.es (http://www.soitu.es/participacion/2009/04/10/u/alelibera_1239397963.html)
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