Gonza
02-abr-2009, 09:49
Fijaos en lo que he puesto en negrita más abajo en esta noticia. ¿Acaso hay algún jefe de Estado vegetariano....? Uuf, la verdad es que no me gusta nada el apio a palo seco; menos mal que no estuve allí :D
Los líderes del G-20, en Downing Street
Angela Merkel fue la afortunada. La estrella de la noche, como no podía ser de otra manera, era Barack Obama y la canciller alemana fue la elegida para flanquear al presidente de Estados Unidos en la cena previa a la reunión que el G-20 celebra este jueves en Londres. Al otro lado de Obama, estaba su homólogo surcoreano, Lee Myung-bak.
Pasadas las ocho de la noche, los líderes del grupo que reúne a los países ricos y a los emergentes más importantes estaban ya sentados a la mesa del número 10 de Downing Street esperando la llegada de un suculento pero económico menú preparado por el famoso y televisivo chef Jamie Olivier.
Merkel, la única mujer presente en el evento junto a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pudo charlar tranquilamente con Obama, tras una jornada en la que quedó claro que en el encuentro de este jueves hay dos tendencias encontradas.
Una de ellas es la que lidera la propia Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que exigen resultados contundentes en una cumbre que debería servir para sacar al mundo de la peor crisis económica en décadas. La reforma de los mercados es más importante que los planes de estímulo, defienden. Y en el otro lado se encuentran Obama y el primer ministro británico, Gordon Brown, que insisten en aumentar los programas de estímulo.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no tuvo tanta suerte como su colega de Alemania. La imagen del líder socialista cenando junto a Obama habría supuesto un gran espaldarazo a su imagen, sobre todo después de la polémica surgida por el anuncio de retirada de las tropas españolas de Kosovo.
Eso sí, el jefe del Ejecutivo español departió amigablemente con el primer ministro de Australia, Kevin Rudd, sentado a su derecha. A la izquierda, entretanto, observaba la escena el presidente de Sudáfrica, Kgalema Motlanthe.
Otros dos que hablaron animadamente fueron el presidente mexicano, Felipe Calderón, y el de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, sentados uno junto al otro. La presidenta argentina, sin embargo, parecía cansada.
La cena de las esposas
Y mientras los jefes de Estado y de gobierno departían sobre la situación económica mundial mientras comían, las esposas que habían viajado hasta Londres disfrutaron de su propia velada organizada por Sarah Brown en otra estancia de la residencia oficial británica.
Y si Obama era la estrella en la suya, su esposa Michelle lo fue también en la de las esposas, a la que también acudieron invitadas la modelo Naomi Campbell y la escritora J.K. Rowling.
Ninguno de los dos 'primeros maridos', el de Merkel y el de Cristina Fernández, acudieron a Londres, por lo que no pudieron compartir esa velada.
Como la situación económica obliga a cuidar las formas, la cena en Downing Street trató de no resultar extravagante ni lujosa.
El chef Olivier, toda una institución culinaria en Reino Unido pese a sus 33 años, eligió un menú sencillo y muy 'british': salmón orgánico escocés con vegetales de Sussex, Surrey y Kent como entrante y cordero de Gales con setas y patatas como plato principal. El pan fue irlandés: la diferencia con el normal es que la levadura se sustituye por soda. Y una tradicional tarta Bakewell, con almendras y rellendo de mermelada, cerró el convite.
Eso sí, los vegetarianos contaron con un menú alternativo: queso de cabra y un plato principal de brotes de apio y raviolis de patata. Y los musulmanes no tuvieron problema con su cena, ya que de ella quedó completamente excluido el cerdo.
"El Reino Unido tiene productos increíbles y hemos confeccionado un menú con nuestros mejores ingredientes", aseguró el cocinero poco antes del convite.
Y gracias a él, Brown, como anfitrión, logró evitar las críticas que sí se produjeron en la cumbre que el G-20 celebró en noviembre en Washington, cuando un menú suntuoso llamó mucho la atención en una cena en la que se abordó, como esta noche, la peor crisis económica global desde la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: elmundo.es
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/04/01/internacional/1238619336.html
Los líderes del G-20, en Downing Street
Angela Merkel fue la afortunada. La estrella de la noche, como no podía ser de otra manera, era Barack Obama y la canciller alemana fue la elegida para flanquear al presidente de Estados Unidos en la cena previa a la reunión que el G-20 celebra este jueves en Londres. Al otro lado de Obama, estaba su homólogo surcoreano, Lee Myung-bak.
Pasadas las ocho de la noche, los líderes del grupo que reúne a los países ricos y a los emergentes más importantes estaban ya sentados a la mesa del número 10 de Downing Street esperando la llegada de un suculento pero económico menú preparado por el famoso y televisivo chef Jamie Olivier.
Merkel, la única mujer presente en el evento junto a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pudo charlar tranquilamente con Obama, tras una jornada en la que quedó claro que en el encuentro de este jueves hay dos tendencias encontradas.
Una de ellas es la que lidera la propia Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que exigen resultados contundentes en una cumbre que debería servir para sacar al mundo de la peor crisis económica en décadas. La reforma de los mercados es más importante que los planes de estímulo, defienden. Y en el otro lado se encuentran Obama y el primer ministro británico, Gordon Brown, que insisten en aumentar los programas de estímulo.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no tuvo tanta suerte como su colega de Alemania. La imagen del líder socialista cenando junto a Obama habría supuesto un gran espaldarazo a su imagen, sobre todo después de la polémica surgida por el anuncio de retirada de las tropas españolas de Kosovo.
Eso sí, el jefe del Ejecutivo español departió amigablemente con el primer ministro de Australia, Kevin Rudd, sentado a su derecha. A la izquierda, entretanto, observaba la escena el presidente de Sudáfrica, Kgalema Motlanthe.
Otros dos que hablaron animadamente fueron el presidente mexicano, Felipe Calderón, y el de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, sentados uno junto al otro. La presidenta argentina, sin embargo, parecía cansada.
La cena de las esposas
Y mientras los jefes de Estado y de gobierno departían sobre la situación económica mundial mientras comían, las esposas que habían viajado hasta Londres disfrutaron de su propia velada organizada por Sarah Brown en otra estancia de la residencia oficial británica.
Y si Obama era la estrella en la suya, su esposa Michelle lo fue también en la de las esposas, a la que también acudieron invitadas la modelo Naomi Campbell y la escritora J.K. Rowling.
Ninguno de los dos 'primeros maridos', el de Merkel y el de Cristina Fernández, acudieron a Londres, por lo que no pudieron compartir esa velada.
Como la situación económica obliga a cuidar las formas, la cena en Downing Street trató de no resultar extravagante ni lujosa.
El chef Olivier, toda una institución culinaria en Reino Unido pese a sus 33 años, eligió un menú sencillo y muy 'british': salmón orgánico escocés con vegetales de Sussex, Surrey y Kent como entrante y cordero de Gales con setas y patatas como plato principal. El pan fue irlandés: la diferencia con el normal es que la levadura se sustituye por soda. Y una tradicional tarta Bakewell, con almendras y rellendo de mermelada, cerró el convite.
Eso sí, los vegetarianos contaron con un menú alternativo: queso de cabra y un plato principal de brotes de apio y raviolis de patata. Y los musulmanes no tuvieron problema con su cena, ya que de ella quedó completamente excluido el cerdo.
"El Reino Unido tiene productos increíbles y hemos confeccionado un menú con nuestros mejores ingredientes", aseguró el cocinero poco antes del convite.
Y gracias a él, Brown, como anfitrión, logró evitar las críticas que sí se produjeron en la cumbre que el G-20 celebró en noviembre en Washington, cuando un menú suntuoso llamó mucho la atención en una cena en la que se abordó, como esta noche, la peor crisis económica global desde la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: elmundo.es
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/04/01/internacional/1238619336.html