Mad doctor
11-feb-2009, 16:42
La habilidad para responder a los estímulos nocivos es una característica básica de todos los seres vivos, desde los unicelulares hasta los mamíferos, ya que permite salvaguardar la integridad del organismo y su supervivencia.
El dolor es una respuesta ante el peligro desarrollada por los seres vivos que disponen de sistema nervioso que implica sensaciones más allá de los meros actos reflejos de evitación. Los estímulos causantes del dolor son detectados por unas terminaciones nerviosas libres llamadas “nociceptores” que transmiten la señal a través de unas fibras nerviosas especializadas (C y A delta) hasta la médula espinal donde se liberan los neurotransmisores responsables del dolor (glutamato, sustancia P, PRGC...). Además, el daño tisular causa la liberación de diversos agentes (leucotrienos, tromboxanos, prostaglandinas...) que participan en el desarrollo del dolor después de una lesión aguda.
Está claro que el dolor responde a un estado de conciencia y no puede ser observado. El dolor es algo que sentimos y asumimos que nuestros semejantes lo sienten como nosotros, ¿existe algún motivo por el que tal deducción no sea aplicable en el caso de otros animales? La respuesta es no. Los animales no humanos tienen estructuras similares, y en muchos casos idénticas, a las rutas bioquímicas, fisiológicas y anatómicas humanas antes descritas. Los animales no expresan el dolor como el ser humano ya que en la naturaleza la muestra de dolor o debilidad supone una desventaja evolutiva evidente, pero esto no implica que no sufran ante estímulos físicos o emocionales, no en vano la "tristeza", el "miedo", el "amor"... no dejan de ser el resultado de la actuación de hormonas y neurotransmisores comunes entre los animales (noradrenalina, serotonina, oxitocina, dopamina...).
El hecho de que los animales (incluidos los peces), dispongan además de receptores de opioides (cuya función es la modulación de la percepción del dolor) demuestra que los sistemas nociceptores son lo suficientemente similares entre las distintas especies como para afirmar que la traducción emocional de la bioquímica del dolor es también similar entre los distintos géneros del reino metazoo.
El silogismo es sencillo, si los animales no sienten dolor, ¿qué sentido tiene entonces la investigación de analgésicos con modelos animales?
http://www.equanimal.org
Sección Artículos
El dolor es una respuesta ante el peligro desarrollada por los seres vivos que disponen de sistema nervioso que implica sensaciones más allá de los meros actos reflejos de evitación. Los estímulos causantes del dolor son detectados por unas terminaciones nerviosas libres llamadas “nociceptores” que transmiten la señal a través de unas fibras nerviosas especializadas (C y A delta) hasta la médula espinal donde se liberan los neurotransmisores responsables del dolor (glutamato, sustancia P, PRGC...). Además, el daño tisular causa la liberación de diversos agentes (leucotrienos, tromboxanos, prostaglandinas...) que participan en el desarrollo del dolor después de una lesión aguda.
Está claro que el dolor responde a un estado de conciencia y no puede ser observado. El dolor es algo que sentimos y asumimos que nuestros semejantes lo sienten como nosotros, ¿existe algún motivo por el que tal deducción no sea aplicable en el caso de otros animales? La respuesta es no. Los animales no humanos tienen estructuras similares, y en muchos casos idénticas, a las rutas bioquímicas, fisiológicas y anatómicas humanas antes descritas. Los animales no expresan el dolor como el ser humano ya que en la naturaleza la muestra de dolor o debilidad supone una desventaja evolutiva evidente, pero esto no implica que no sufran ante estímulos físicos o emocionales, no en vano la "tristeza", el "miedo", el "amor"... no dejan de ser el resultado de la actuación de hormonas y neurotransmisores comunes entre los animales (noradrenalina, serotonina, oxitocina, dopamina...).
El hecho de que los animales (incluidos los peces), dispongan además de receptores de opioides (cuya función es la modulación de la percepción del dolor) demuestra que los sistemas nociceptores son lo suficientemente similares entre las distintas especies como para afirmar que la traducción emocional de la bioquímica del dolor es también similar entre los distintos géneros del reino metazoo.
El silogismo es sencillo, si los animales no sienten dolor, ¿qué sentido tiene entonces la investigación de analgésicos con modelos animales?
http://www.equanimal.org
Sección Artículos