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sujal
28-dic-2008, 16:10
PÚBLICO
27/12/2008

Crisis e infraestructuras
Paco Segura, responsable de infraestructuras y de transporte sostenible de Ecologistas en Acción

Entre las principales apuestas del Gobierno central para reactivar la economía y compensar la caída de la construcción en España, destacan las grandes inversiones en infraestructuras, sobre todo de transporte. Desde todos los puntos de vista –crisis económica, escasa generación de empleo, costes de oportunidad, cambio climático, etc–, se trata de ahondar en una política obsoleta y suicida. En las siguientes líneas, intentaremos explicar por qué.

A menudo se sigue insistiendo en la idea de nuestro supuesto “déficit histórico” de infraestructuras de transporte en comparación con los países de nuestro entorno. Pero lo cierto es que somos el país europeo con más kilómetros de autovías y autopistas. Y en 2010 seremos el que cuente con la mayor red de alta velocidad ferroviaria del mundo. Pero las inversiones previstas no atienden a esta palpable realidad, sino al contrario.

Así, la estrella de los presupuestos de 2009 son las autovías, que se llevarán una tajada de 5.636 millones de euros (un 16% más que en 2008), seguidas muy de cerca por el AVE, con 5.629 millones de euros (un 21,6% de aumento). En total, el presupuesto para infraestructuras de 2009 ascenderá a la impresionante suma de 19.271 millones de euros, un 7,5% más que hace un año. ¿Quién dijo crisis?

Para darnos cuenta de la magnitud de las cifras de las que hablamos, el Fondo de Inversión Local recientemente aprobado por el Gobierno supone 8.000 millones de euros, 177 euros por habitante, algo que para muchos pequeños y medianos ayuntamientos equivale a casi duplicar las inversiones previstas. Pues bien, en nuevas infraestructuras de transporte, nos gastaremos 2,4 veces esta cantidad sólo en 2009. Y de aquí hasta 2020, que es el horizonte del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) del Ministerio de Fomento, una cantidad similar cada año.

Es claro que necesitamos inversiones en transporte, pero ni mucho menos las que se están planteando. Necesitamos mejores servicios de transporte, no más autovías. Nos hace falta un mejor ferrocarril, no un tren elitista que sólo tenga parada en grandes poblaciones. Necesitamos buenos servicios de cercanías ferroviarias, no más y más anillos de circunvalación. Urge poner en práctica planes de movilidad sostenible, no más listas de infraestructuras.

Hasta la fecha, la política populista de “autovía y AVE para todos”, con escasos matices, ha sido la opción de todos los gobiernos, independientemente de su color, ayudando a configurar una sociedad convencida de que las infraestructuras de transporte generan un gran crecimiento económico, empleo y beneficios sin fin. Sin embargo, multitud de estudios concluyen que, a partir de un cierto umbral en la dotación de estas infraestructuras –que en España hemos superado de largo–, cualquier inversión en nuevas infraestructuras puede ser contraproducente para el desarrollo desde una estricta visión economicista, sin hablar de su impacto ambiental y social.

En este sentido, uno de los estudios más relevantes es el informe del grupo de asesores creado por John Major en los años noventa para evaluar un plan de construir 500 nuevas carreteras en Reino Unido. Este grupo, conocido por sus siglas en inglés, SACTRA, publicó en 1999 Transport and the Economy, donde analizaba la relación entre el crecimiento de la economía y las grandes infraestructuras de transporte en todos los países desarrollados. ¿El resultado? Gran parte de los tópicos sobre estas obras –que generan riqueza y empleo, por ejemplo– cayeron por los suelos. El plan de 500 carreteras se quedó en sólo 37.

Si lo que se quiere es luchar contra el paro, es difícil encontrar inversiones que creen menos puestos de trabajo en relación a la inversión realizada que la construcción de grandes infraestructuras de transporte, muy intensivas en capital y en impactos territoriales, pero tremendamente parcas en mano de obra.

Por desgracia, todo lo que se dice del Ministerio de Fomento es aplicable a la casi totalidad de las Administraciones autonómicas y a muchos ayuntamientos: mientras se anuncian recortes en muchos aspectos sociales, se incrementa la inversión en autovías y otras grandes infraestructuras de transporte sin que exista ningún plan de movilidad sostenible que les dé una cierta racionalidad.

En los tiempos que corren, con la crisis financiera y económica, con el cambio climático manifestándose cada día con más crudeza, con las crecientes dudas sobre el suministro de petróleo en un futuro cercano, con problemas muy serios de contaminación del aire, de fragmentación del territorio, de pérdida de biodiversidad… nuestra política sigue siendo la misma de siempre, más cemento pase lo que pase. Es triste, pero tenemos unas Administraciones absolutamente descentradas en cuanto a sus prioridades, que dejan de lado aquello realmente importante y necesario para el bienestar de la sociedad. A pesar de nuestra sobredotación de infraestructuras de transporte, seguimos invirtiendo en ellas una cantidad de fondos brutal. Por el contrario, todos los indicadores señalan que estamos a la cola de los países de nuestro entorno en recursos y servicios de sanidad, educación, atención social, investigación, etc., pero estos, más allá de los discursos, no tienen prioridad presupuestaria alguna.

Además, están los tremendos costes de oportunidad de esta política tan desarrollista y autista con respecto a la situación de crisis actual. Sin ninguna duda, mucho más rentable y más generador de un buen desarrollo y de empleo de calidad sería invertir en la reconversión ecológica de la economía. Hablamos de potenciar de verdad las energías renovables, de la reestructuración de la economía con criterios de proximidad, de la regeneración ambiental… y, en definitiva, de menos cemento y más conocimiento.

http://blogs.publico.es/dominiopublico/983/crisis-e-infraestructuras/

blueberry
28-dic-2008, 19:23
Entre las principales apuestas del Gobierno central para reactivar la economía y compensar la caída de la construcción en España, destacan las grandes inversiones en infraestructuras, sobre todo de transporte. Desde todos los puntos de vista –crisis económica, escasa generación de empleo, costes de oportunidad, cambio climático, etc–, se trata de ahondar en una política obsoleta y suicida. (...) Hasta la fecha, la política populista de “autovía y AVE para todos”, con escasos matices, ha sido la opción de todos los gobiernos, independientemente de su color, ayudando a configurar una sociedad convencida de que las infraestructuras de transporte generan un gran crecimiento económico, empleo y beneficios sin fin. (...) En los tiempos que corren, con la crisis financiera y económica, con el cambio climático manifestándose cada día con más crudeza, con las crecientes dudas sobre el suministro de petróleo en un futuro cercano, con problemas muy serios de contaminación del aire, de fragmentación del territorio, de pérdida de biodiversidad… nuestra política sigue siendo la misma de siempre, más cemento pase lo que pase. Es triste, pero tenemos unas Administraciones absolutamente descentradas en cuanto a sus prioridades, que dejan de lado aquello realmente importante y necesario para el bienestar de la sociedad.La clase política de este país ha sido de lo más penosa desde siempre, pero no tiene cada pueblo los gobernantes que se merece?
En España tenemos la población más endeudada del mundo después de la de los E.E.U.U., pues los gobiernos de los últimos diez años, independientemente de su color, no han hecho nada para evitar que los jóvenes se hipotecaran y se endeudaran hasta el cuello, sino que más bien alentaban y promovían esta locura.
Deberíamos concluir que ésta es una sociedad de imbéciles gobernada por imbéciles?

titere83
28-dic-2008, 20:28
Estoy de acuerdo en casi todo lo que dice. Hacer una carretera que no se necesita cuesta una millonada y da trabajo a unos pocos. la empresa que la haga será quien reálmente saldrá ganando. Además cuando se acabe la carretera todos a la calle.

Yo invertiría en transporte público. con la crisis conviene ahorrarse dinero en gasolina asi q es el momento de invertir fuerte en transportes públicos. También crearía puestos x de mantenimiento de jardines (x ejemplo) en vez de recortarlos. El servicio de limpieza deja mucho que desear, en vez de invertir en comprarles cochecitos futuristas con limpia cacas que cuestan una millonada tanto al comprarlos como mantenerlos pones a 3 tíos con una bolsa y una pala.
Mi política es muy radical ya que parte de esta gente no cobraría. Crearía esos puestos para que todo el que cobra el paro tenga que hacer x ejemplo 5 horas diarias de trabajos para la sociedad. Mucha gente que está en paro no busca trabajo, lo empieza a buscar cuando se le acaba el paro. y que tenemos? gente sin curro, en paro y sin prestación. Si el paro no fuera tan "cómodo" la gente se molestaría mas en buscar trabajo.

Apostaría por fábricas para placas solares, es un mercado en auge en el que podríamos especializarnos. Si se bajaran los precios de estas, x grandes tiradas, créditos subencionados o mil historias crearía mas puestos de trabajo como montadores de placas. Además de montarlas en todo organismos oficial para no pagar un euro a eléctricas. Gastas en una empresa española que las fabrica, en otra empresa española que las monta y dejas de pagar cada mes a otra empresa.

Sobre todo lo que haría sería mover a la gente que está cobrando prestación. horas de trabajo social en ongs, entregar cartas selladas x empresas como que has ido a buscar trabajo (sin que te mande carta el inem)... Nada de directamente cobrar x no hacer nada. aparte de no ayudar al país tampoco ayuda a las personas ya que muchas caen en depresiones x la monotonía (o en el alcoholismo y demás...).

blueberry
29-dic-2008, 19:36
LOS AMOS DEL MUNDO
Arturo Pérez-Reverte
(Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en 'El Semanal' el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, parece una visión de Nostradamus).
Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla antro del computador, su futuro y el de sus hijos.
Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.
Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street , y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.
No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.
Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.
Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.
Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza...

titere83
29-dic-2008, 20:08
Ese texto lo leí hace bastante tiempo y me dio mucho que pensar. perez reverte tienes artículos tremendos. Da que pensar que si un "simple" escritor sabía todo esto como no lo "sabían" los políticos? Que bonito fue ir a toda máquina contra un muro y que nadie frenara, al contrario todos a meter mas leña para subir estadísticas! a saber lo dura que será esta crisis... No soy nada optimista con el tema.

Gonza
30-dic-2008, 17:14
Me he quedado alucinado. Aunque peca de grosero en sus artículos pero he de reconocer que Arturo Pérez-Reverte es un auténtico crack