Gonza
24-nov-2008, 11:48
Hay una creencia más o menos generalizada de que un objeto hecho de madera es menos ecológico que el mismo objeto hecho de plástico. ¡¡Es todo lo contrario!!
1) El PLASTICO es un derivado del petróleo. El petróleo es una materia prima no renovable y contaminante. El proceso de fabricación del plástico consume bastante energía (más consumo de petróleo, y por tanto más contribución al cambio climático) y el resultado es un objeto compuesto por complejas moléculas químicas creadas por el hombre, que tardan siglos en descomponerse, provacando además contaminación en dicho proceso. El reciclado del plástico es un proceso complejo (mucho más que el vidrio, la madera o el papel) que vuelve a requerir un alto consumo de energía.
2) La MADERA es un recurso natural, renovable, no contaminante. El proceso de transformación de la madera en un objeto útil requiere un consumo de energía muy inferior al mismo objeto fabricado en plástico. Un mueble o cualquier cosa de madera, es un sumidero de CO2 (el árbol absorbió CO2 para crecer, CO2 que es almacenado en la madera. Cuando un árbol muere, la madera se descompone y el CO2 vuelve a ser liberado al suelo y a la atmósfera cerrando el ciclo). Al comprar un mueble de madera estamos almacenando CO2 en nuestra casa, contribuyendo a frenar el cambio climático. Además la descomposición de la madera no libera productos tóxicos como el plástico y es mucho más fácil de reciclar.
El problema de la madera es cuando procede de la tala ilegal de bosques en países en desarrollo. Para tratar de dar una solución a este problema se creó en la Cumbre de Río de 1992 la certificación forestal FSC, avalada por las más importantes organizaciones conservacionistas. De esta manera toda la madera que lleva el sello FSC garantiza al consumidor que procede de bosques gestionados sosteniblemente. La empresa explotadora de la madera está obligada a cumplir una serie de requisitos (talas progresivas en pequeñas áreas, repoblación forestal de todas las superficie taladas, respetar árboles con nidos, prohibición de extraer madera de bosques vírgenes, etc, etc.), y todo eso supervisado por auditorías (el pasado verano se le retiró la certificación a la principal maderera española por ciertas irregularidades). A mi me gusta llamar "madera ecológica" a esta madera certificada, igual que hablamos de "fruta ecológica", "huevos ecológicos", "soja ecológica", etc.
En países como Alemania solo está permitida por ley la importación de madera certificada. Aquí estamos a años luz y todavía más del 90% de la madera que entra en nuestro país no está certificada, y más de la mitad es ilegal (procedente de selvas vírgenes).
De la misma manera que nos preocupamos de la procedencia de lo que comemos también deberíamos preocuparnos de la procedencia de la madera. Preguntando en las tiendas por madera certificada se darán cuenta de que existe una demanda creciente de esta madera. Y es muchísimo mejor para el planeta que comprar plástico.
1) El PLASTICO es un derivado del petróleo. El petróleo es una materia prima no renovable y contaminante. El proceso de fabricación del plástico consume bastante energía (más consumo de petróleo, y por tanto más contribución al cambio climático) y el resultado es un objeto compuesto por complejas moléculas químicas creadas por el hombre, que tardan siglos en descomponerse, provacando además contaminación en dicho proceso. El reciclado del plástico es un proceso complejo (mucho más que el vidrio, la madera o el papel) que vuelve a requerir un alto consumo de energía.
2) La MADERA es un recurso natural, renovable, no contaminante. El proceso de transformación de la madera en un objeto útil requiere un consumo de energía muy inferior al mismo objeto fabricado en plástico. Un mueble o cualquier cosa de madera, es un sumidero de CO2 (el árbol absorbió CO2 para crecer, CO2 que es almacenado en la madera. Cuando un árbol muere, la madera se descompone y el CO2 vuelve a ser liberado al suelo y a la atmósfera cerrando el ciclo). Al comprar un mueble de madera estamos almacenando CO2 en nuestra casa, contribuyendo a frenar el cambio climático. Además la descomposición de la madera no libera productos tóxicos como el plástico y es mucho más fácil de reciclar.
El problema de la madera es cuando procede de la tala ilegal de bosques en países en desarrollo. Para tratar de dar una solución a este problema se creó en la Cumbre de Río de 1992 la certificación forestal FSC, avalada por las más importantes organizaciones conservacionistas. De esta manera toda la madera que lleva el sello FSC garantiza al consumidor que procede de bosques gestionados sosteniblemente. La empresa explotadora de la madera está obligada a cumplir una serie de requisitos (talas progresivas en pequeñas áreas, repoblación forestal de todas las superficie taladas, respetar árboles con nidos, prohibición de extraer madera de bosques vírgenes, etc, etc.), y todo eso supervisado por auditorías (el pasado verano se le retiró la certificación a la principal maderera española por ciertas irregularidades). A mi me gusta llamar "madera ecológica" a esta madera certificada, igual que hablamos de "fruta ecológica", "huevos ecológicos", "soja ecológica", etc.
En países como Alemania solo está permitida por ley la importación de madera certificada. Aquí estamos a años luz y todavía más del 90% de la madera que entra en nuestro país no está certificada, y más de la mitad es ilegal (procedente de selvas vírgenes).
De la misma manera que nos preocupamos de la procedencia de lo que comemos también deberíamos preocuparnos de la procedencia de la madera. Preguntando en las tiendas por madera certificada se darán cuenta de que existe una demanda creciente de esta madera. Y es muchísimo mejor para el planeta que comprar plástico.