antavian
09-oct-2008, 10:45
Hubo una época, no tan lejana, en la que fumar era símbolo de elegancia e incluso "beneficioso" para la salud. O eso era, por lo menos, lo que pretendían hacer creer las empresas tabaqueras. Prueba de ello, es la exposición que se inaugura esta semana en la Biblioteca Pública de Nueva York y que recoge los carteles publicitarios que desde 1927 a 1954 utilizó la industria en Estados Unidos para subrayar las maravillas del tabaco.
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Esta exposición muestra el gran empeño de las empresas para captar y mantener a los consumidores. Hace unos días se conoció que para aumentar las ventas las empresas de tabaco invertieron grandes sumas en publicidad o incluso pagaron millones de dólares a los actores de la época dorada de Hollywood para que aparecieran fumando en las películas, aunque muchos de ellos no eran fumadores habituales. Paramount y Warner fueron las grandes productoras que firmaron más acuerdos, sobre todo con Lucky Strike y Chesterfield. Clark Gable y Gary Cooper, por ejemplo, recibieron 150.000 dólares de la época (más de 100.000 euros) por fumar Lucky. Sólo American Tobacco pagó a finales de los años 30 el equivalente actual a 3,2 millones de dólares a varios actores y actrices para que fumaran cigarrillos Lucky Strike.
Recomendado por médicos
En el caso de la exposición que se inaugura en Nueva York, las imágenes utilizadas por la industria tabaquera resaltan que el hoy maligno cigarrillo era considerado entonces por las tabaqueras como beneficioso para la salud, por su pretendida capacidad "para calmar los nervios, dar energía y perder peso". Para resaltar la idea, estas empresas no dudaron en recurrir a profesionales de la medicina, como los dentistas o los cirujanos, para recomendar determinada marca de cigarrillos, o a un bebé que pide a su padre que fume unos muy populares cigarrillos porque él "siempre elige lo mejor".
Los anuncios publicitarios que se insertaban entonces entre las páginas de publicaciones tan populares como Life o Saturday Evening Post son atractivas, coloridas y humorísticas imágenes que para exponerse ahora se han sometido a un proceso digital. Además de los carteles publicitarios, la institución neoyorquina ha incluido las fotografías de algunas de las estrellas de aquellos años, como el deportista Joe DiMaggio, los actores Rock Hudson, John Wayne o Ronald Reagan y hasta a Santa Claus con un cigarrillo en la mano.
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Esta exposición muestra el gran empeño de las empresas para captar y mantener a los consumidores. Hace unos días se conoció que para aumentar las ventas las empresas de tabaco invertieron grandes sumas en publicidad o incluso pagaron millones de dólares a los actores de la época dorada de Hollywood para que aparecieran fumando en las películas, aunque muchos de ellos no eran fumadores habituales. Paramount y Warner fueron las grandes productoras que firmaron más acuerdos, sobre todo con Lucky Strike y Chesterfield. Clark Gable y Gary Cooper, por ejemplo, recibieron 150.000 dólares de la época (más de 100.000 euros) por fumar Lucky. Sólo American Tobacco pagó a finales de los años 30 el equivalente actual a 3,2 millones de dólares a varios actores y actrices para que fumaran cigarrillos Lucky Strike.
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