Fernando
26-sep-2008, 09:55
Los garbanzos son las estrellas de la cocina
Científicos dicen que comer humus da placer y felicidad
El consumo de garbanzos, en Oriente Medio cocinados en muchos casos como el popular humus, produce una buena sensación y hasta la felicidad a quienes lo ingieren, según un estudio de investigadores locales.
``Los consumidores no pueden explicar el estado de bienestar que les causa
un plato de humus regado con aceite de oliva y salpicado con pimentón, pero
ahora se sabe por qué'', dijo el arqueólogo Abi Gofer, que participó en la
investigación junto con otros tres científicos.
La causa de esa sensación es que contiene un aminoácido conocido como
triptofen que, en buena cantidad, produce serotonina, una sustancia
benefactora.
``Un plato de humus satisface con creces el apetito y nos ayuda a dormir'',
indicó Gofer, quien añadió que, en el caso de las mujeres, ``contribuye a la
ovulación y por ese motivo pueden quedar embarazadas con mayor rapidez''.
``El garbanzo, un producto de la tierra que genera miles de millones de
dólares en los países donde se consume, es comparable con el trigo por su
importancia alimentaria, con un lugar en la historia que se remonta a nada
menos que 10.000 años'', acotó.
El equipo de investigadores incluyó al doctor Zohar Kerem, experto en
alimentación; al botánico Simja Lev Idón y al jefe del curso de genética de
la Universidad Hebrea de Jerusalén, Shájal Abo.
Los científicos llegaron a la conclusión de que el garbanzo cultivado, a
diferencia del salvaje, contiene mucho más serotonina.
Los productores que escogieron y cultivan la especie más conocida no lo
hicieron por mera casualidad, aunque no entendieran científicamente por qué
su ingestión les producía bienestar y una sensación de calma y laxitud.
El mismo aminoácido del garbanzo que causa la segregación de la serotonina,
es el que emplea la farmacología moderna para producir el popular anti
depresivo Prozak.
En general, israelíes y árabes suelen comer a diario humus acompañado con
encurtidos y lo untan en el pan pita, sin miga, junto con una pasta
preparada con semillas de sésamo, la tjina.
El profesor Gofer comentó que el precio y las ventas del garbanzo en el
mercado podrían multiplicarse en miles de millones de dólares si fuesen
enriquecidos por medio de la moderna genética vegetal.
Entre los grandes consumidores de garbanzos, además de los pueblos de
Oriente Medio, se encuentran la India y Australia.
Científicos dicen que comer humus da placer y felicidad
El consumo de garbanzos, en Oriente Medio cocinados en muchos casos como el popular humus, produce una buena sensación y hasta la felicidad a quienes lo ingieren, según un estudio de investigadores locales.
``Los consumidores no pueden explicar el estado de bienestar que les causa
un plato de humus regado con aceite de oliva y salpicado con pimentón, pero
ahora se sabe por qué'', dijo el arqueólogo Abi Gofer, que participó en la
investigación junto con otros tres científicos.
La causa de esa sensación es que contiene un aminoácido conocido como
triptofen que, en buena cantidad, produce serotonina, una sustancia
benefactora.
``Un plato de humus satisface con creces el apetito y nos ayuda a dormir'',
indicó Gofer, quien añadió que, en el caso de las mujeres, ``contribuye a la
ovulación y por ese motivo pueden quedar embarazadas con mayor rapidez''.
``El garbanzo, un producto de la tierra que genera miles de millones de
dólares en los países donde se consume, es comparable con el trigo por su
importancia alimentaria, con un lugar en la historia que se remonta a nada
menos que 10.000 años'', acotó.
El equipo de investigadores incluyó al doctor Zohar Kerem, experto en
alimentación; al botánico Simja Lev Idón y al jefe del curso de genética de
la Universidad Hebrea de Jerusalén, Shájal Abo.
Los científicos llegaron a la conclusión de que el garbanzo cultivado, a
diferencia del salvaje, contiene mucho más serotonina.
Los productores que escogieron y cultivan la especie más conocida no lo
hicieron por mera casualidad, aunque no entendieran científicamente por qué
su ingestión les producía bienestar y una sensación de calma y laxitud.
El mismo aminoácido del garbanzo que causa la segregación de la serotonina,
es el que emplea la farmacología moderna para producir el popular anti
depresivo Prozak.
En general, israelíes y árabes suelen comer a diario humus acompañado con
encurtidos y lo untan en el pan pita, sin miga, junto con una pasta
preparada con semillas de sésamo, la tjina.
El profesor Gofer comentó que el precio y las ventas del garbanzo en el
mercado podrían multiplicarse en miles de millones de dólares si fuesen
enriquecidos por medio de la moderna genética vegetal.
Entre los grandes consumidores de garbanzos, además de los pueblos de
Oriente Medio, se encuentran la India y Australia.