Sonyavlc
10-jul-2008, 10:59
:( :mad:
Los animales, como los humanos, tienden a acomodarse en los espacios comunes, y todo cambio, por mejor que sea, lleva consigo un proceso de adaptación. Eso es precisamente lo que les ha pasado a los tres chimpancés y al rinoceronte que actualmente viven en el Bioparc, después de su paso por el zoo de Valencia, en Viveros.
A pesar de que el entorno del nuevo parque es ostensiblemente más grande, los nuevos inquilinos han sufrido algunos desajustes a lo largo de estos primeros meses, fruto de las nuevas longitudes de sus ecosistemas.
En el caso del rinoceronte Rómulo, sus cuidadores observaron que durante los primeros meses el animal sólo aprovechaba un pequeño espacio de la sabana, donde realizaba giros sobre sí mismo como si su zona estuviera acotada. Curiosamente, Rómulo provenía del zoo municipal, donde había vivido siempre en una de sus jaulas por lo que las paredes del recinto le servían como única referencia. De ahí que el animal se encontrara "desubicado". Un proceso al que los expertos denominan esterotipia, y que no es ni más ni menos que la repetición contante de los mismos actos por asimilación. A pesar de la añoranza inicial, fuentes del parque aseguran que hoy en día el animal está "perfectamente adaptado". Un ejemplo de ese proceso es que este año el rinoceronte ha comenzado a darse su placenteros baños de lodo y toma el sol como si de un turista más se tratase. Rómulo fue uno de los primeros ejemplares en llegar a Bioparc y es uno de los ejemplares de mayor edad, por lo que sus hábitos de cautividad eran, si cabe, más acuciados que los de sus compañeros. Desde el parque aseguran que el animal "ha ganado calidad de vida", algo que comparte el director del zoo de viveros, que ha acudido a visitarlo en un par de ocasiones y reconoce que el animal tuvo en algunos momentos "vicios propios de la captura".
En este sentido, los chimpancés de Bioparc, venidos del zoo, también han tenido algunos problemas de adaptación propios de un traslado. En este caso, dada su cercanía genética a los humanos, su proceso de acomodación ha sido más complicado que el del resto de animales. Aunque para cualquier persona el hecho de estar privada de la luz del sol directa supondría un castigo, para los primates, acostumbrados a los techos hormigonados de viveros, ver el cielo ha supuesto una sensación similar a la agorafobia. "Su nueva apreciación era de que no existían límites", aseguran desde el parque. La mamá chimpancé Miriam y sus dos crías, sufrieron algunos problemas de inseguridad con los espacios abiertos de Bioparc, y según fuentes del zoo, observaban todo cuanto crecía a su alrededor. Incluso las plantas y árboles generaban "respeto" a esta especie. Al igual que el rinoceronte Rómulo, Miriam y sus crías han conseguido superar sus temores iniciales y ahora campan a sus anchas por la sabana africana de Valencia.
Otra de las especies afectadas por el cambio de casa es la de los gorilas que se presentarán en sociedad hoy en Bioparc. Dos hembras y un macho que después de un período de aclimatación a la ciudad en los habitáculos internos del parque, se encuentran desde ayer en la sabana, donde ayer recibieron su primera visita oficial, la de la alcaldesa Rita Barberá y el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver.
Aunque los gorilas son una especie especialmente difícil de aclimatarse "debido a su enorme inteligencia", parece que la experiencia esta resultando "satisfactoria".
Los cuidadores del parque aseguran que son muy simpáticos y sociables, e incluso se acercan hasta el cristal que separa su espacio de los visitantes para "lanzar besos o intentar chocar las manos". A pesar de eso, las dos hembras "son más atrevidas", mientras que el macho continúa receloso en la parte interior del espacio y se muestra "asustadizo".
Pese a los esfuerzos que se hacen para asegurar el bienestar de los animales siempre surgen algunos problemas como el que ya se produjo hace meses con la adaptación de las ratas topos, molestas por el ruido generado por los visitantes., o los elefantes, que se encontraron intimidados para su baño.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20080710/valencia/miedo-libertad-bioparc-20080710.html
Los animales, como los humanos, tienden a acomodarse en los espacios comunes, y todo cambio, por mejor que sea, lleva consigo un proceso de adaptación. Eso es precisamente lo que les ha pasado a los tres chimpancés y al rinoceronte que actualmente viven en el Bioparc, después de su paso por el zoo de Valencia, en Viveros.
A pesar de que el entorno del nuevo parque es ostensiblemente más grande, los nuevos inquilinos han sufrido algunos desajustes a lo largo de estos primeros meses, fruto de las nuevas longitudes de sus ecosistemas.
En el caso del rinoceronte Rómulo, sus cuidadores observaron que durante los primeros meses el animal sólo aprovechaba un pequeño espacio de la sabana, donde realizaba giros sobre sí mismo como si su zona estuviera acotada. Curiosamente, Rómulo provenía del zoo municipal, donde había vivido siempre en una de sus jaulas por lo que las paredes del recinto le servían como única referencia. De ahí que el animal se encontrara "desubicado". Un proceso al que los expertos denominan esterotipia, y que no es ni más ni menos que la repetición contante de los mismos actos por asimilación. A pesar de la añoranza inicial, fuentes del parque aseguran que hoy en día el animal está "perfectamente adaptado". Un ejemplo de ese proceso es que este año el rinoceronte ha comenzado a darse su placenteros baños de lodo y toma el sol como si de un turista más se tratase. Rómulo fue uno de los primeros ejemplares en llegar a Bioparc y es uno de los ejemplares de mayor edad, por lo que sus hábitos de cautividad eran, si cabe, más acuciados que los de sus compañeros. Desde el parque aseguran que el animal "ha ganado calidad de vida", algo que comparte el director del zoo de viveros, que ha acudido a visitarlo en un par de ocasiones y reconoce que el animal tuvo en algunos momentos "vicios propios de la captura".
En este sentido, los chimpancés de Bioparc, venidos del zoo, también han tenido algunos problemas de adaptación propios de un traslado. En este caso, dada su cercanía genética a los humanos, su proceso de acomodación ha sido más complicado que el del resto de animales. Aunque para cualquier persona el hecho de estar privada de la luz del sol directa supondría un castigo, para los primates, acostumbrados a los techos hormigonados de viveros, ver el cielo ha supuesto una sensación similar a la agorafobia. "Su nueva apreciación era de que no existían límites", aseguran desde el parque. La mamá chimpancé Miriam y sus dos crías, sufrieron algunos problemas de inseguridad con los espacios abiertos de Bioparc, y según fuentes del zoo, observaban todo cuanto crecía a su alrededor. Incluso las plantas y árboles generaban "respeto" a esta especie. Al igual que el rinoceronte Rómulo, Miriam y sus crías han conseguido superar sus temores iniciales y ahora campan a sus anchas por la sabana africana de Valencia.
Otra de las especies afectadas por el cambio de casa es la de los gorilas que se presentarán en sociedad hoy en Bioparc. Dos hembras y un macho que después de un período de aclimatación a la ciudad en los habitáculos internos del parque, se encuentran desde ayer en la sabana, donde ayer recibieron su primera visita oficial, la de la alcaldesa Rita Barberá y el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver.
Aunque los gorilas son una especie especialmente difícil de aclimatarse "debido a su enorme inteligencia", parece que la experiencia esta resultando "satisfactoria".
Los cuidadores del parque aseguran que son muy simpáticos y sociables, e incluso se acercan hasta el cristal que separa su espacio de los visitantes para "lanzar besos o intentar chocar las manos". A pesar de eso, las dos hembras "son más atrevidas", mientras que el macho continúa receloso en la parte interior del espacio y se muestra "asustadizo".
Pese a los esfuerzos que se hacen para asegurar el bienestar de los animales siempre surgen algunos problemas como el que ya se produjo hace meses con la adaptación de las ratas topos, molestas por el ruido generado por los visitantes., o los elefantes, que se encontraron intimidados para su baño.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20080710/valencia/miedo-libertad-bioparc-20080710.html