Vaya tela. Realmente es hilarante en momentos ("cada día se quita los calcetines sucios y los tira al suelo, como esposa puedo quejarme y preguntarle cuando va a aprender a recoger sus calcetines sucios, o puedo ver las cosas de otra manera y dar gracias a dios por tener un marido que tira los calcetines sucios al suelo"). El tal Jessie y la tal Crystal están cómo un cencerro.
El reportaje me parece fundamentalmente siniestro.
Eso existe, y lo grave no es que estos diez o doce sujetos y sujetas hayan decidido vivir de esta manera, es que muchas de sus conductas se reproducen a millones a lo largo del mundo, más o menos veladamente.