Me parece que es más un tema de incompetencia mezclada con falta de organización. Pero tengo que decir que en la misma boda había un invitado celíaco y no tuvo problemas para hacer cambios en su menú. O es que nos toman por el pito del sereno, porque estoy segura de que se previenen muy bien antes de cagarla sirviendo a comensales alérgicos.