Pues menos mal que no pensaba en los bichos cuando lo primero que te suelta nada más llegar es esto:
Vamos, qué buena mujer, que de camino al trabajo iba pensando en cómo ayudar a esos niños de África que tanto quiere y para nada pensaba en lo que le gustaría estar en esa mierda de san fermines y en lo bien que se lo podría pasar presenciando la tortura. Eso si, si le haces ver que está en un error, bien que le da la vuelta a la tortilla y la que pierde el tiempo pensando en los toros eres tu.